Cuadernos de Barcelona, viernes 24 de julio: psiquiatra en Barcelona-Dune
Tan fiel a mi cita de las 6 a.m., que me levanté una hora antes.
Cuarenta grados, una anomalía total. Viento cálido. [Recuerda mucho a] el terral de Málaga, o al pan de cada verano en Madrid. Me siento adaptada a Barcelona-Dune. No como en verano de 2003, en esos días del diagnóstico. No los olvidaré nunca: entonces también hubo ola de calor del Sáhara, un fenómeno anormal, y no estuve a la altura de ello. De mi abuela enferma, de visitarla a pesar de lo que caía; es decir, de no hacerlo con la frecuencia que debiera. De tantas cosas, de lo mal que tenía la cabeza. No hay mal que el tiempo no cure, y han tenido que pasar seis años para este revivir sin estallar en llanto, y cinco para superar lo de "mi habitación".
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Ayer el psiquiatra me dio el repaso. Hasta otoño no introducirá una novedad importante en la pauta, pero mientras tanto me ha añadido otro fármaco. Insistir en lo de las rutinas, sin ellas no habrá salud y no es papel mojado donde esboza un esquema. Y más temas que anoto en un papel.
Lo de la labilidad es normal si acudimos a la palabreja subsindrómico. La depre no se va de un día para otro, pero es que así ya vamos hacia dos años o más. Después de comprobar los efectos del paso del tiempo, sí tengo esperanza en volver a remitir. Estoy en buenas manos [con este psiquiatra]. Nunca dudé de que así fuese, y si lo hice (no digas nunca pensaste lo contrario, por si las moscas muertas), fue hace más de cinco, cuando no mejoraba con ningún fármaco. Hubo que luchar mucho. Y aquí estamos, habiendo superado por el momento (nunca olvidarlo, casi me quedo) la negra estadística del 20%.
[Después], ir a urgencias del ambulatorio a conseguir la primera receta para tomar ayer mismo la primera pastilla. Si hay efectos secundarios chungos, cuanto antes lo sepa mejor. Si empieza a funcionar, lo mismo.
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Ayer comí con Kidam en el lugar más cercano a casa que encontramos; "con la que caía" no se podía ir muy lejos y tuvimos además mucha suerte con el lugar y el menú. Charlamos de todo lo que había sucedido desde que estuvimos juntos en Málaga. (...)
Mi prima lleva dos semanas ingresada. Quizá en la próxima, la medicación vuelva a estabilizarla. Justo cuando empezarán sus vacaciones. Ella misma se dio cuenta de que no estaba bien y debía ir a urgencias. Se la quedaron, por la gravedad. Con un permiso de fin de semana, va a dormir al hospital, lo prefiere para que le suministren la misma medicación de la misma forma. Exceso de celo? "Apártenme de mi familia"? Me temo que no lo sabré. Esa mujer está atada a su familia de por vida, nada que no [se] sepa hace tiempo.
Blue, disfruta de tu libertad [condicional], haz caso a tu psiquiatra en lo de los hábitos o será tu madre quien te acompañe a dar el paseo en un futuro no tan lejano. La esquizofrenia y el TB son tan primas hermanas como esa mujer y tú. Que vais a cumplir 42 este otoño. Que lo de estar estupendo es algo que te inventas de cara a la galería o algo que te has de currar mucho para creértelo tú misma, y si te miras al espejo, ya sabes que no, no lo estás, empezando por ahí. Lo de "gorda pero feliz" sirve durante un tiempo, es una excusa para no atacar al sedentarismo y la mala alimentación. Los pastilleros legales debemos cuidar mucho lo que comemos y bebemos. Mucha agua, por ejemplo, pero sin pasarnos por riesgo a hiponatremia. Cuidarse es no caer en excesos. [Diabetes, ay.]
Una semana fuera de casa, ya empieza a pesarme algo en algún lugar del alma. (...). Me siento como si Peter Gabriel repitiese esa melodía... el alma crece, grita...
(...)
El caso es que hacía demasiado tiempo que no estaba tan bien con mi familia, y es algo que debo aprovechar.
Ale, son las 7.37 y voy a aclarar y tender la ropa que he lavado ya. A las 8, mi madre, puntual, sale de su habitación y me felicita por el trabajo hecho. Me siento orgullosa, contengo una lágrima. [Puñetera labilidad].
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Imagen: http://www.jmg-galleries.com/blog/2007/07/30/white-sands-dune-peak/
1 comentario
Roberto -
Yo también tuve mi particular bajada a los infiernos en el año 2003. El TB también me atacó de frente y sin miramientos...
En estos 6 años ha habido mucho dolor, mucha esperanza, mucha fuerza de voluntad, mucha inteligencia a la hora de saber rodearme de gente válida como tú...
Hace pocas semanas nos reímos un montón en mi fugaz visita a Málaga. Poco después, en Barcelona, también hubo tiempo para reír, hubo tiempo para compartir momentos agradables con tu madre, con Mariló...
Yo creo que el tiempo de sufrir ya pasó...
Vendrán momentos malos, sin duda, pero... ya vamos sabiendo qué lugar ocupamos en este mundo que nos ha tocado vivir... Ya conocemos mejor nuestros recursos, nuestras fortalezas...
Nos estamos re-encontrando con nuestras respectivas familias - qué importante -...
Aunque sé que no te gusta esta frase mía...
"cuando te veo bien e intuyo que eres feliz, yo también me siento bien y me haces sentir feliz"...
Roberto
Madrid
7 de agosto de 2009