Me echo de menos
Antes...
... yo... (y no sólo yo, esto es una mezcla de muchas historias escuchadas)
- Era simpático, tenía muchos amigos y salía mucho.
- Tenía éxitos académicos y laborales.
- Ligaba con mucha facilidad, nunca me faltó el sexo.
- Nunca me faltó el cariño y apoyo de alguien.
- Mi familia me reconocía, era excéntrico pero listo.
- Mi cabeza funcionaba bien, rápido, rápido para solucionar problemas, entre otras cosas.
- Tenía ideas brillantes. Las compartía, las ejecutaba.
- Estaba delgado.
- Me sentía bien, mi vida estaba llena.
Ahora...
Apenas salgo, no puedo, no me dejan trasnochar. La medicación me atonta y mi cabeza ya no responde, ya no me va rápido, no es la mía, ahora si midieseen mi CI sería la mitad. Ya no tengo ideas, me cuesta mucho concentrarme incluso para leer. Me miro al espejo y no me reconozco, me he quedado sin autoestima. No soporto ver la ropa en el armario, Mi Ropa, porque ya no me la puedo poner. Mi familia ya me mira mal, desde que ingresé me tratan como a un descerebrado. Mi pareja no perdona, aunque sepa que estaba enfermo. Mis amigos siguen saliendo y bebiendo alcohol, yo no puedo hacerlo, me siento mal viéndoles hacer lo que yo mismo hacía y les evito.
No tengo nada. Estoy de baja, he perdido el trabajo, ya no tengo casa porque no tengo dinero ni salud, he roto con mi pareja porqe no quiere seguir viviendo con alguien enfermo.
He roto mi vida, o así me lo parece. Porque reconozco mi culpa en mucho de lo que me ha pasado, en mucho de lo que consideré incluso injusto. Siento que me he quedado sin mi vida, y lo peor, que no sé por dónde empezar, porque no tengo nada.
Ahora, me echo de menos.
Ahora, conozco a más gente que le pasa lo mismo. Comparto con ellos esto, y nos apoyamos.
Menos mal, esto se lleva mejor cuando a alguien le ha pasado casi lo mismo.
Porque acojona también empezar a contarse batallitas y verse reflejado en un espejo.
Los bipos somos gente que nos miramos a los ojos directamente, sin apartar la mirada, y nos leemos, tenemos esa extraña capacidad.
Asmel también la tiene. Asmel es mucha Asmel.
... yo... (y no sólo yo, esto es una mezcla de muchas historias escuchadas)
- Era simpático, tenía muchos amigos y salía mucho.
- Tenía éxitos académicos y laborales.
- Ligaba con mucha facilidad, nunca me faltó el sexo.
- Nunca me faltó el cariño y apoyo de alguien.
- Mi familia me reconocía, era excéntrico pero listo.
- Mi cabeza funcionaba bien, rápido, rápido para solucionar problemas, entre otras cosas.
- Tenía ideas brillantes. Las compartía, las ejecutaba.
- Estaba delgado.
- Me sentía bien, mi vida estaba llena.
Ahora...
Apenas salgo, no puedo, no me dejan trasnochar. La medicación me atonta y mi cabeza ya no responde, ya no me va rápido, no es la mía, ahora si midieseen mi CI sería la mitad. Ya no tengo ideas, me cuesta mucho concentrarme incluso para leer. Me miro al espejo y no me reconozco, me he quedado sin autoestima. No soporto ver la ropa en el armario, Mi Ropa, porque ya no me la puedo poner. Mi familia ya me mira mal, desde que ingresé me tratan como a un descerebrado. Mi pareja no perdona, aunque sepa que estaba enfermo. Mis amigos siguen saliendo y bebiendo alcohol, yo no puedo hacerlo, me siento mal viéndoles hacer lo que yo mismo hacía y les evito.
No tengo nada. Estoy de baja, he perdido el trabajo, ya no tengo casa porque no tengo dinero ni salud, he roto con mi pareja porqe no quiere seguir viviendo con alguien enfermo.
He roto mi vida, o así me lo parece. Porque reconozco mi culpa en mucho de lo que me ha pasado, en mucho de lo que consideré incluso injusto. Siento que me he quedado sin mi vida, y lo peor, que no sé por dónde empezar, porque no tengo nada.
Ahora, me echo de menos.
Ahora, conozco a más gente que le pasa lo mismo. Comparto con ellos esto, y nos apoyamos.
Menos mal, esto se lleva mejor cuando a alguien le ha pasado casi lo mismo.
Porque acojona también empezar a contarse batallitas y verse reflejado en un espejo.
Los bipos somos gente que nos miramos a los ojos directamente, sin apartar la mirada, y nos leemos, tenemos esa extraña capacidad.
Asmel también la tiene. Asmel es mucha Asmel.
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ANA MARIA PEÑA DAZA -