Blogia
Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Paciencia

Paciencia

No me hicieron paciente, pero la enfermedad me ha obligado a serlo.
Con la enfermedad, ese sí fue un buen aprendizaje.

Por favor, no me jodáis cada día con el cómo estás y si has pedido hora con el psiki. Digo joder porque me pongo de muy mal humor. Hablo con mis amigos, con ellos quiero hablar, y no ellos con mi conciencia, que la tengo y en buen estado. Mi psiquiatra está al tanto de mis movimientos y ambos ya sabemos de qué pie cojeo. Llevamos muchas horas juntos ya, y si estuviese mal, enferma, con síntomas que yo no notase, él mismo me hubiese reclamado.

Estoy bien, pero de tanto preguntar bienintencionadamente, acabaré mal, amigos. El mal humor crónico puede ser irritabilidad y eso un síntoma, y no me da la gana. Ahora me siento irritable y no es un síntoma, es una respuesta emocional normal a la sobreprotección, en determinados momentos. Ya dije que tengo dos espadas encima, la de la enfermedad y la del "cuídate" que me recuerda a cada minuto y acto que cometo ante vosotros que tengo la enfermedad. Hablemos de cualquier otra cosa, por favor.

No sé si me hicieron responsable, pero lo soy con la enfermedad, así lo decidí para poder decir ahora "me encuentro mejor". Claro que oscilo, y quién no. Toma día de lluvia y ya estamos raros, toma menstruación y no soy persona. Y despiértate con efectos secundarios. Todo eso se asume más o menos, es un precio a pagar.

No me da la gana volver a Barcelona, quiero seguir con mi nueva vida. Y hago juegos malabares y de momento vivo y no sólo sobrevivo. Lo hago poco a poco, no se sale de doce años de miseria alegremente, mi ritmo es uno y he de ir subiéndolo. Pero eso es cosa mía, si no lo hago yo, nadie lo hará por mí.

No me da la gana estar bajo sospecha constantemente, lo que más duele, por parte de mis amigos. Es la tercera vez que escribo sobre el tema en el blog pero ahora mis palabras son tajantes, incluso hirientes.

Soy una persona. Soy una persona antes que una mujer, y una persona antes que una enferma bipolar.

No estoy sana, pero nada gano recordando cada día que he de cuidarme cuando lo estoy haciendo.
Me habéis ayudado y mucho, pero he crecido, llevo siete meses andando solita, y ya puedo hacerlo sin muletas.
Dejemos la mierda bipolar, mientras uno se cuide, que no le toquen los ovarios.
¿Se nota que este mes le toca a mi ovario irritable? Casi que le prefiero, el otro es depresivo. Bipolar y mixta hasta para eso. Tengo el ánimo en las hormonas, maldita sea. Me molesta más el ciclo menstrual que la bipolaridad, a él le debo oscilaciones.

Si no estoy conectada, estoy viviendo, no me encuentro mal, me encuentro como debo estar, en la vida. No os preocupéis, ya apareceré. Y tengo teléfono, y un familiar cerca, y dos buenos amigos. Estoy cubierta, no doy mortales sin red.

Me he retirado del guetto bipolar general temporalmente, para poder ser una persona que vive a pesar de ello.
Pero mis amigos, ellos no, por favor.
Dame paciencia para cada día más de lo mismo.
Odio la sobreprotección. Tanto como la indiferencia.
Eso es bipolar, extremos.
Quiero el término medio en mi vida, eso es lo que estoy trabajando.
Y perdón a mis amigos si les ofenden mis palabras, pero si no soy honesta, dejaré de tener amigos.
Vivamos, vivamos sin mirarnos los síntomas como si fuesen piojos.

0 comentarios