Cosas que pasan entre amigas
Cosas que pasan cuando le enseñas a tu amiga lo que has comprado en el outlet a 9 euros:
"Te sobran al menos cinco kilos"
Sí, claro, mi perfil no cuadra demasiado con según qué ropa que de todas maneras iba a ponerme si la ocasión lo requería.
Me ha medido perímetros, pesado y anotado todo en una libreta, donde por supuesto, ha consignado una dieta. La semana que viene, otra vez control. Le he preguntado si llevaba mucho tiempo sin hacer esto, pues es doctora en medicina. De repente ya no tenía una amiga sino al médico en casa, y como tal se ha despedido, "recuerda el contrato".
Llega justo a tiempo para aprovechar que ahora tengo hambre a las horas correspondientes, y me voy a hartar de fruta y verdura según el plan. Precisamente, la fruta que más a gusto como, el plátano, está restringido ahora.
Y... DOS HORAS, caminar dos horas al día. Sacaré el podómetro de su escondrijo. Ya estoy imaginando rutas.
Me ha hecho firmar un contrato: hasta que no baje esos kilos, me ha prohibido comprar más ropa. Eso ya me lo había prohibido mi tarjeta, pero bueno.
Valdrá la pena, en verano es más difícil esconder el michelín y no estaría mal aceptarme sin un ápice de complejo.
Prohibido chocolate... eso ya lo veremos.
Lo haré porque me conviene. Porque si ya empiezo a cocinar ("cocina siempre a la misma hora aunque no tengas hambre") más vale que coma cosas sanas, lo que ya tenía presente por el colesterol. Pero me da algo de coraje que finalmente sean razones estéticas lo que cambien mis hábitos.
Cuidado, que esto lo tenía ya dicho por el psiquiatra, el peso tanto como salud como por autoestima ante el espejo, pero hoy ha caído del cielo el cómo hacerlo.
Para eso están las buenas amigas. No todo es hablar de trapos y de hombres, aunque ha vaticinado que ligaré mucho con esa ropa.
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P.D. El reloj del blog marca una hora menos. Son ahora las 21.25 y ya he cenado, verdura, sí. He colgado el post y me he puesto a cocinarla. No es tan difícil hacer cosas, una vez ya no son el Everest, sólo que a veces necesitas un empujoncillo.
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2 comentarios
yeidi elizabeth -
Jamaika -
leyendote he recordado la cuenta atrás (de kg) que hice el año pasado. Tardé cuatro meses en rebajar 8 kg. Caminé, fui al gimnasio y a una especialista en dietética.
Como tú, me prohibí comprarme ropa.
Y lo conseguî. Después me recompensé con pantalones de la talla 38.
Qué duro fue! pero mereciô la pena
Te mando mucha energia positiva para que lo consigas, paciencia y verás que lucirás un tipazo que no veas
besos
Jamaika