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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Aquí nadie se salva

Aquí nadie se salva

A muchas de las cuestiones relativas al sistema nervioso, funcionamiento de las regiones del cerebro y demás, cuando ocasionan problemillas, se les llama trastornos. Cosas de la neurodiversidad, supongo.

Leo que el porcentaje de afectados por dislexia se estima en un 10%, aunque casi mitad y mitad son graves o moderados. Yo reconozco tener algo de eso también pero no me ha afectado en lo académico, creo. Más de una persona me ha dicho, que no confesado, ser disléxica. Es que eso no te mete en el conjunto de los locos, eso le puede pasar a cualquiera, ¿no?

Lo de "aquí nadie se salva"... la dislexia también ha de ser diagnosticada. Y entre tanto porcentaje de afectados, me da que quien no tiene bipolar, tiene ansiedad, y si no que se lo pregunten a los médicos de cabecera, hartos de recetar valium u otras benzodiacepinas, incluso antidepresivos a mogollón. Y si tú no lo tienes, seguro que conoces a alguien afectado de...

¿Que yo tomo alguna pastilla de más? ¿Y qué? Lo mío hace necesario medicación. Pero tantísima gente cojea, ya sea por nervios, por dislexia, por dolencias del todo comunes o porque la vida cotidiana simplemente nos produce depresión, apatía, ansiedad... ESTRÉS. Y nadie que diga "estoy estresado" es apartado del conjunto de personas normales, cuando el porcentaje de afectados es altísimo y ya se lo considera como enfermedad de nuestra sociedad, perdón, trastorno.

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2 comentarios

señor_equipo_ruso_de_hockey -

Estoy de acuerdo con Ismael. La "overmedication" (perdón por el anglicismo, pero el sonido de la palabra me gusta especialmente), es un problema muy serio. Sin embargo, no menos seria es la no-medicación en absoluto. Lamentablemente, he tenido la mala fortuna de vivir ambas en carnes propias. Mi caso concreto consistía en una timidez galopante (aka fobia social o fs para los amigos). Desde la adolescencia la padecí y sufrí "a pelo", i.e. sin fármacos ni terapeutas. Toda la tensión que soporté desde los 14 a los 18 me llevó a desarrollar lógicos trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos y hasta una depresión en primero de carrera. Fue a partir de esta última cuando mis padres, por fin, se tomaron en serio las quejas lastimeras que durante cuatro largos años habían ignorado. A esas alturas, por desgracia, uno ya tenía los nervios destrozados. Así que comencé con los tratamientos.

Durante otros cuatro años mi situación se mantuvo irregular (ya era un poco tarde para intentar arreglar lo que se fue torciendo en una etapa tan trascendente para el desarrollo del sistema nervioso como la adolescencia). Irregular y casi insoportable. Sin embargo, mi juventud y los frutos de mi esfuerzo por sacar la carrera a pesar de mi enfermedad mantenían en mí aún viva la esperanza de ser socio de la sociedad, de encontrar el amor, de no sentirme rechazado por las chicas ni los grupos de amigos/compañeros, de llegar a ser feliz algún día. Un día en el que por fin pudiera pensar que mi vida, a pesar de todo, merece la pena.

Bien, esa etapa de cuatro años se acabó al poco de cumplir los 22. ¿Por qué? Pues por el exceso de medicación, consecuencia inmediata de un cambio de psiquiatra. Me empezaron a recetar sedantes mayores (Risperdal, Zyprexa) hasta dar con el menos malo (Seroquel). He estado tomando este último durante casi 5 años, hasta hace tan sólo unas semanas, cuando mi nuevo psiquiatra me lo suprimió y conseguí dejarlo. Lo peor de todos estos años de sedantes mayores ha sido el carrusel de altibajos anímicos que me han llevado desde la euforia más energética, descontrolada y absurda hasta la tristeza y la desesperanza más profundas.

Ahora, tras dejar por fin los sedantes mayores, no sé muy bien dónde ni cómo me encuentro. Supongo que necesito algo de perspectiva temporal. Pero la verdad es que mi ánimo es muy variable y me siento muy perdido.

Por tanto, de acuerdo en que la "sobremedicación" es mala, pero no olvidemos que la falta de diagnóstico y/o medicación puede tener efectos aún más devastadores para un sano desarrollo de la personalidad del individuo.

Un saludo para todos, en especial para Blue (sigo "a jierro" enganchado a tu blog ;)).

Ismael -

Estoy bastante de acuerdo con tu post, hay gente que si necesita medicacion y gente que no.Un valium de vez en cuando o unos meses con seroxat para alguien que simplemente esta estresado o que ha perdido a un familiar puede ser el principio de muchas complicaciones.
Los farmacos no son jugutes, benefician en casos extremos, pero tambien tienen un coste para la salud. Sus efectos secundarios no se descubren hasta pasados varios años de uso masivo.Son una ayuda, pero ni los medicos pueden explicar exactamente porque, hablan de bioquimica, de neurologia, pero el cerebro sigue siendo un misterio.No se, el otro dia vi la peli de "el loco del pelo rojo", sin duda para él los farmacos actuales hubieran sido de gran ayuda(aunque quizas nos hubieramos quedado sin sus cuadros) pero para esas depresiones exogensas y " "oh mañana tengo un examen" pueden ser el principio de una espiral, no dejan de ser drogas.En esos supuestos lo veo un negocio para las farmaceuticas y un ahorro de energias para los terapeutas desbordados de la ss. La psiquiatria se reformula constantemente, basta con mirar el dsm-IV y sus antecesores,con sus enfermedades y trastornos que aparecen y desaparecen o los metodos y escuelas, que pasan de moda,y por supuesto, los farmacos.Creo que los psiquiatras y en general casi todos hemos perdido la prudencia y ya no solo se utilizan para las conductas que pueden destruir al individui que sufre o a los que les rodean, que en mi opoinion, es para lo unico que deberian utilizarse.vaya chapa he soltado. Un saludo blue