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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Por inmersión

Por inmersión


 

Suele o solía decirse que por inmersión es como mejor se aprende un idioma, en su territorio de predominio, y ya puestos, mejor con novio/a nativo. Nada novedoso para un nuevo barcelonés: sal a la calle, y escoge la TV autonómica, si en tu masoquismo cotidiano se incluye encender la caja tonta.

 

 

Si tu lengua materna pertenece al grupo de las romances, no es difícil el castellano => catalan y no me lo estoy inventando, pues lo mismo aplica en el terreno lingüístico para la comunidad de rumanos que han escogido España como tierra de prosperidad. Yo confieso "enchufarme" de vez en cuando a la CNN por no acabar de olvidar el puñetero inglés (de paso confirmo que Bagdad es una capital mas de EEUU), que es la asignatura pendiente de más de media España por diferentes razones, y por supuesto la mía, cosas de la detestada frase "la falta de costumbre".

 

 

Y también acudo a la TV autonómica de mi nueva comunidad, Madrid, con esas mismas ganas ya no de aprender la lengua castellana pues es mi lengua materna (esas catalanadas, me las denuncian mis amigos, y gran parte de ellas son exclamaciones cotidianas que hago para mi interior) sino de conocer mejor el territorio que hace dos años empecé a explorar con intención de tener mi propia barraca como punto de partida, de no sabia muy bien qué entonces.

 

 

El pasado noviembre celebré los dos años de haber iniciado los trabajos en esta página. Desde hace mes y medio y hasta el próximo uno de marzo, estoy reviviendo los primeros días en esta ciudad donde elegí empezar de nuevo. Y por inmersión lo estoy haciendo, de vez en cuando me sorprendo -y no deberia, a estas alturas- aceptando o proponiendo un punto de cita, llámese Café Comercial o salida del metro Velaquez impares.

 

 

Soy una más, bipolares somos gente, empadronada, que paga sus facturas. El brutal incremento de los alquileres en estos años, en mi caso un 60% desde la ultima vez que firmé un contrato, me obliga a hacer cábalas con mi presupuesto mensual, aunque sé que soy una afortunada por aun así poderme permitir un alquiler y constituirme en familia uni o monoparental o como se llame esto de comerse sola el marrón cotidiano con un solo ingreso y una cama fría.

 

 

Bien, esto es lo que quería: independencia. Construirme solita un nuevo espacio vital. Tener mi pasado como sombra que acecha en forma de pesadillas nocturnas y diurnas, pero no como espada a cada minuto. Ganar salud mental. Y LO HE CONSEGUIDO.

 

 

Lo deseado no queda ahí como una frase. Es punto de partida para que como suele decirse una tenga pilas para ir por ahí, para por fin poder disfrutar de la vida, y que eso vaya dejando rastros, bien en una agenda, bien en una entrada a conservar en una colección de "cosas de 2007" que bien puede costar 0 euros en un museo municipal (lo que hay gratis por ahí…), o en un día después de esos "no puedo con mi alma, pero que me quiten lo bailao".

 

 

Amigos y algunos lectores conocidos me apremian para que vuelva a escribir en el blog. Por terapia, no lo necesito. Por tener una ocupación, que de placentera tiene solo cierto porcentaje, cuela más. Es cierto que nunca había dejado esta querida página tanto tiempo a solas, sí, y la primera sorprendida he sido yo misma por no echarla de menos demasiado. Tengo proyectos para este año y la avería informática ha sido la perfecta tapadera para que me dedicase a ellos.

 

 

Llevaba años enferma, y la enfermedad fue demasiado amiga de la improductividad. Tan enferma estuve al final, que necesité de todas las manos que mi madre pudo tenderme. Ahora soy capaz de hacerme la comida y de salir a la calle. Todo poco a poco y con las cautelas de pisar territorio desconocido, pero urbano al fin y al cabo. El anonimato de la ciudad es impagable aunque no baste para detener la fobia social cuando se presenta. Acepto tantas cosas ya que un día escribiré un post llamado "Acepto".

 

 

No estoy en absoluto satisfecha de lo que acabo de escribir. Es lunes por la mañana, el PC que me han prestado está tonto y no admite tildes (para un día en el que yo no lo estoy), y una de las cosas que acepto es que mis hábitos y ritmo semanal que sigo consisten en mi interior en los que tenía cuando trabajaba. Día de escasa inspiración, pues, de dedicarse a tareas cuanto más rutinarias en lo intelectual mejor, con la seguridad de que a medida que avance esta jornada, y por ende la semana, mi rendimiento será más autosatisfactorio (hasta que el viernes nos alcance), ahora que trabajo para mí, y para cuidarme.

 

 

 

12 de febrero de 2007

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P.D. Recupero este borrador y me decido a publicarlo, quizá por dar pistas a un nuevo lector que entró aquí ayer. Todavía me identifico con lo escrito: por inmersión, en efecto, un bipolar acaba "siendo" gente, gente Normal. Post para el tema "(Madrid:) Eutimia en libertad condicional".

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2 comentarios

Myriam -

Muy bueno, y muy sensato, que no por eso ha de ser una vida aburrida leñes...por cierto, si que nos hacemos mayores,pero mira, eso tampoco debe ser malo, porque el vino, lo piden viejo, jajaja Un besito .Bona nit

Nono -

Sí, Blue, sigue escribiendo por favor. No sé, pero desde que te descubrí en la internet me ayuda el leer lo que escribes. Bueno, pero tampoco se trata de hacerme un adicto-blue. Era solamente para decirte que aprecio todo lo que escribes.

Me siento muy identificado con lo que dices sobre los años de "improductividad". Yo estoy deseando volver a coger mi guitarra, volver a tocar tantas piezas: enfrentarme a Bach, a los clásicos, uy ya empiezo a ser un musiquillo pedantorro. El caso es que hoy he comenzado la toma de las nuevas pastillas y por ahora lo que sí he hecho es poner música en cuanto me he levantado.
Un abrazo muy fuerte, de un corazón que quisiera ser tan grande como el cosmos, lleno de la soledad sonora y la música callada más sencilla posible.