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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Pepa, Pepiña, Pepota... \

Pepa, Pepiña, Pepota... \

Querida Pepa,

Ayer supe que no estaba bien, y eso que en teoría lo estoy.

Salí a la puta calle sin que me lo tuvieses que decir, fíjate, cómo he mejorado. Quise llamarte y me dije: no, no ahora, no para decirte que no estoy bien, mejor otro día para reírnos. En ti pensé, contigo quise hablar, y me contuve.

Quizá estuve enferma toda la vida, pero el 2003 casi acaba conmigo, no entendía nada, pero escudriñé Internet, alguien debía tener las respuestas, y os encontré. No estaba sola. Esa fue la puerta de mi salvación.

Hace dos años, cuando ya estaba en casa de mi madre dándome contra las paredes, recuerdo que te llamaba entre gritos y sollozos, y qué paciencia tuviste, no recuerdo lo que decía, sólo sabía que estaba muy mal y tú me explicabas en qué consistía la enfermedad y me tranquilizabas. Tienes dotes para eso, tu voz es bipolarmente dura y cariñosa.

Mi madre estuvo a punto de reclamar una factura de teléfono, pues ella nunca llamaba a tu provincia, me reí mucho con eso.

No sabía nada ni qué hacer conmigo misma, toda yo era un síntoma con patas, un infierno con el que era imposible hacer migas. Me diste fe en la medicación, gracias a ti superé mi escepticismo y me puse a recorrer el camino de la paciencia que me mostraste y yo era incapaz de atisbar. Me ayudaste a creer en los psiquiatras, que en veinte años nada habían aliviado mi malestar. Cambié de psiquiatra con una actitud nueva, quiero mejorar y haré lo que sea. Y esto es mérito de las dos, algo he tenido que poner yo, digo yo…

Escribo en mi bitácora lo que he aprendido de la enfermedad, y eso es lo que he aprendido de mis terapeutas, pero antes, durante y después, lo aprendí de ti, y sigo haciéndolo.

Y qué hubiese sido de mí sin ti, y de Josep, me costaba coger el teléfono porque sabía que molestaba pero yo no podía más, eras mi SOS. Me suicidaba cada día, no podía soportarlo, y gracias a ti lo hice.

Grupo de apoyo, menos mal que existe eso. No eres un marciano y encima ves un camino con luces.

Ha pasado el tiempo, dos años y algún mes, y ahora ya no me suicido.

Gracias a las muchas horas que hemos hablado, creo que sé por fin qué terreno piso, piso aguas movedizas pero sé mejor dónde están, y esa información e intercambio me han posibilitado afirmar por fin “estoy mejor”.

No he sido la única, qué va, conoces a tantísimos. A diario hablas con mucha gente y sé que haces lo mismo que en su día conmigo. Yo no te doy más el coñazo o eso creo, ahora atiendes la desesperación de otros con el mismo altruismo y entrega.

Y de vez en cuando, alguien te agradece lo que no es posible agradecer, ¿cómo se dice a otra persona me has salvado la vida? Había vida después del infierno y no me lo prometiste nunca, pero esa esperanza me la infundiste tú.

Me mandabas a la ducha, mi enemiga entonces, y un día riéndonos en una tertulia, yo misma dije para autoconvencerme “la ducha no engorda”, qué risas, no todo fueron lágrimas.

Recuerdo cuando tuve la crisis que ahora más temo en mí y en otros, la que se llama “voy a dejar la medicación”, porque era reticente al tratamiento, me encontraba muy mal y volví a perder la fe en él. Recuerdo que movilizaste a todos los conectados hasta que “delante” de ti me tomé las pastillas.

Hemos pasado ya dos años juntas y te considero una gran amiga, qué pena que la distancia nos aleje y no hayamos tomado algún café en persona nunca y ojalá tengamos esa oportunidad pronto, pero quiero que sepas que antes de la amistad que ahora percibo, antes, hay un grandísimo respeto.

Gracias por creer en mí y ojalá no te haya defraudado o defraude nunca.

Un abrazo muy fuerte

[Casi cuelgo mi nombre, jajajaajaja]

P.D. Me encanta tu bitácora y la he incluído en mis enlaces. La voy a recomendar, si no te importa: http://lascosasdelapepa.bitacoras.com/

 

1 comentario

Maru -

Bipolar





Retornar de la locura

Es como volver a nacer.

En el mismo embrión

Pero cambiado.

Supe de zapatos sin cordones

De rejas y más rejas.


Supe de ataduras

A una cama

De inyecciones de borrarme,

Del mundo.

Supe de no querer despertar

Supe de querer morirme.

Sin embargo, aquí estoy…

Acido Valproico 3 tomas diarias

Bipolar, dictaminó mi psiquiatra.

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