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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Olvido

Olvido Viví el infierno, la desolación, la desesperación, el remordimiento.
Viví la angustia, la pena, la congoja, la desesperanza, la apatía
Tuve conciencia de incapacidad
Sentí como se me desgarraba el alma. Sufrí un duelo sin que nadie hubiera fallecido
Me sentí culpable de comprobar las consecuencias impensadas con daño irreparable para mí y para los que más quiero.
Viví el vacío.
Algo similar a lo que debió sentir Adán tras comerse la fruta prohibida y verse expulsado del Paraíso
.
(Cortesía de una amiga)

Qué fácil es olvidar, cuando ya has pasado por ello. Hay quien no olvida, sin embargo, una gran crisis que le hizo cambiar con todos sus hábitos de vida: sin trabajo, volver a casa de sus padres… Y el recuerdo del “estuve loco y no quiero volver a estarlo”. Un cambio de vida no puede olvidarse, y más cuando eres el “loco oficial” de la familia y tu status, prestigio o como quieras llamarlo, está más que cuestionado.

Olvidar es humano, si no olvidásemos nuestros sueños, no podríamos seguir viviendo, por ejemplo. Nuestro cerebro va eliminando información no relevante. Olvidamos lo mal que hemos estado, incluso nos atrevemos a decir “ánimo” a quien ha ciclado a depresión, olvidando que cuando nos decían eso teníamos ganas de degollar al bienintencionado.
Dice un amigo mío (no bipolar) que ha pasado un bache, que estuvo tres días en la cama sin poder moverse, y que ahora ya sabe qué desearle a su peor enemigo. Yo he estado tentada de deseárselo a alguien en más de una ocasión y no lo he hecho porque el infierno ya lo tenía merecido, pero preferiría que –y esto sonará más cruel- todo el mundo tuviese esa experiencia. Con un solo día basta, y de repente puedes empezar a entender cosas, el porqué de las ideas suicidas, por ejemplo. 

Pero luego, olvidas, ley de la naturaleza.
Hasta que vuelve la pesadilla y dejas de olvidar para volver a sufrir. Un bipolar no está a salvo aunque esté en tratamiento, esto es crónico aunque hay gente que consigue remitir, se calcula que un tercio. Pero ya he afirmado aquí que el episodio es mucho más suave y llevable. Mi depresión actual es en minúsculas, acabo de venir de la calle. Como siempre, me fastidian más los efectos secundarios, y ahora son lo que me disuaden de salir, porque ya no tengo fobia social, eso sí, que nadie me espere por el centro en plena temporada de compras navideñas.

De vez en cuando viene la Angustia. A esa la conozco bien, y es inútil pelear contra ella porque se ensaña. Me había olvidado de ella, lo que son las cosas. Pero era capaz de empatizar con quien la sufría. Porque la falta de aire, la taquicardia, etc... eso no se olvida porque no es sufrimiento mental, el cuerpo te dice que te estás muriendo.

4 comentarios

José García Méndez -

Hola!
Estoy llendo por tu página de una lado a otro y aún no se tu nombre, - ya lo sabré :-) - pero sólo quería agradecerte este blog. Yo también tengo algunos (je), pero no toco el tema o bien poco. Y decirte, que tu lo haces maravillosamente, éste mismo, es también mi auténtica \"vivencia\". Bueno, un fuerte abrazo.

SALOMON -

LA FOTO A TONO CON EL CONTENIDO DEL POST

Carne de Psiquiatra -

Hola Salva-Valpro,
encantada de tenerte por aquí y de que disfrutes de la lectura. Me han hablado de ti (bien, jaja).
Te agregué a msn y te pediría que si intervienes en comentarios, lo hagas en castellano, porque esta página la lee gente de muchos países.
Un abrazo
Carne de Psiquiatra

Salva - Valpro -

Bon dia. Te parla un altre bipolar. Estic maravellat lleginte. Soc d´Eivissa. M agradaria em agreguessis al teu messenger per parlar amb tu quan volguesis. Salva-Valpro.