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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Botellón y enfermedad mental

Botellón y enfermedad mental

El botellón como fenómeno masivo y social no lo inventó exactamente esta generación de jóvenes. Hace muchos años, cuando nuestra "paga" era de 500 pelas al mes, más de un día tocaba litrona (un litro en cristal de cerveza) en plena calle. No sé qué dinero tienen hoy día los jóvenes para sus gastos, y me gustaría conocer ese dato.

En Barcelona ya mayorcita viví unos años en zona de botellón. Por la tarde, antes de entrar en la discoteca. Entrar en el metro a esas horas (de 17 a 23) era un espectáculo. Guardias jurados (todos saltaban sin pagar) y alguien vomitando en el andén.


Hoy abro el correo, con mi boletín de noticias de www.elperiodico.com, y tomo nota de lo que he leído, aunque algo ya sabía. El botellón de ayer fue organizado en toda España, increíble.

Reproduzco un interesante artículo sobre las bondades del alcohol.

Y encima, en plena estupidez juvenil, nos reíamos de que estábamos matando neuronas...

Estos médicos harían mejor aceptando que esto ocurre, y dando consejos para que cuando el colega cae borracho, se le pueda reanimar en condiciones. Las dosis que uno puede tomar dan risa, yo me he reído leyendo esto. Pero interesa el " El alcohol no conduce a la euforia, sino a la depresión,
afirma el psiquiatra Antoni Gual."

El alcohol acompaña a la enfermedad mental demasiadas veces. Y quizá la oculte, lo que resulta peor. O es peor que empeora el cuadro? Lo mires por donde lo mires, ni es bueno para la gente ni para los que somos sensibles a esos vaivenes cerebrales.

Hace mucho que no bebo. Hace mucho que no salgo de noche. No echo de menos el alcohol, es más, mi estómago lo detesta. ¿Autolesión? Quizá, cuando no te quieres y encima te encuentras mal, te castigas o matas "a lo lento" con lo que sea.

En fin.

***

OCIO Y ALCOHOL // LAS CONSECUENCIAS >> INFORME

Un tóxico que envejece

• El 61% de los catalanes de 14 a 16 años consumen alcohol
todas las semanas
• Los médicos afirman que la intoxicación etílica destruye
neuronas y deteriora el cerebro a partir de la primera copa



ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

Aunque se suele decir que a los 14 años el cuerpo puede con
todo sin apenas consecuencias negativas, tomar alcohol de
forma excesiva o moderada altera la vida cerebral en todas las
edades, y muy especialmente en la adolescencia. Así lo explica
el doctor Antoni Gual, coordinador de la Unidad de Alcohología
del Hospital Clínic, de Barcelona y asesor de la Generalitat,
que ayer se preguntaba qué sentido tiene convocar a los amigos
con el objetivo de intoxicarse en grupo.


A >> El cuerpo sólo asimila una copa por hora

El alcohol no conduce a la euforia, sino a la depresión,
afirma el psiquiatra Antoni Gual. No es un inductor de
vitalidad, sino de envejecimiento, dice. "Beber alcohol es
especialmente negativo cuando se tienen 14 o 15 años, porque
el tóxico actúa sobre un sistema nervioso inmaduro, que aún
está construyendo los circuitos neuronales por los que deberá
pasar el razonamiento", afirma Gual.
Las estadísticas de la Conselleria de Salut indican que el 61%
de los catalanes de 14 a 16 años consumen alcohol todas las
semanas, un dato que se eleva al 72% entre los de 15 a 29
años. El cuerpo humano puede metabolizar un máximo de 10
gramos de alcohol por litro de sangre en una hora, el
equivalente a una lata de cerveza, una copa de vino o medio
trago de licor. "Si no se pasa de una copa por hora, no hay
pérdida de control", afirma el médico.


B >> Sobrevaloración de la capacidad personal

La primera copa o lata de cerveza altera la corteza cerebral,
pero no pasa de ahí, explican los médicos. A partir de la
segunda o tercera, añaden, el tóxico invade el resto del
cerebro e interfiere en todo el sistema nervioso central,
hasta alterar por completo la conducta. "La pérdida de
control, esa desinhibición que los demás perciben como
euforia, se inicia a partir de los 0,2 gramos de alcohol por
litro de sangre: con una cerveza", asegura Gual.
"En ese estado se sobrevaloran las propias capacidades y se
calculan mal las consecuencias de los actos --añade--. Se
habla más y más deprisa, se escucha menos y aumenta la
sensibilidad hacia el mundo interior, en perjuicio de los
mensajes externos y de lo que refleja la realidad". Así,
prosigue, en un adelantamiento con el coche, el bebedor dará
más importancia a su impresión de que es un gran conductor
("un perfecto Fittipaldi") que a las posibilidades reales de
avanzar.


C >> El cerebro del bebedor diario está deteriorado

Cuando se beben tres, cuatro o más cervezas en menos de una
hora, la intoxicación sanguínea actúa sobre las neuronas, que
mueren de forma masiva. "La destrucción de neuronas conduce a
una disminución en la capacidad de razonar y a una pérdida de
memoria y abstracción --asegura el psiquiatra Gual--. El
cerebro del bebedor cotidiano está envejecido, deteriorado: un
hombre de 30 años que toma más de cuatro cervezas a diario
suele tener el cerebro de una persona de 50".
Un 10% de la población catalana de 15 a 65 años bebe a diario
unas cantidades de alcohol que Salut define como "de riesgo".
Es esa situación se encuentran los hombres que toman cada día
40 gramos de alcohol --cuatro o más cervezas o copas e vino--
y las mujeres que sobrepasan los 24 gramos diarios de alcohol.
"Los bebedores de riesgo son gente normal, que nadie definiría
como toxicómanos --añade el médico--. Parejas casadas,
socialmente integradas y con trabajo".


D >> ’Cuanto menos, mejor’, aconseja la OMS

Los adolescentes que han empezado a tomar alcohol y lo hacen
de forma excesiva los fines de semana pueden necesitar ayuda
médica dentro de unos cinco años, calculan los especialistas.
Ése es el plazo en que las intoxicaciones etílicas suelen
manifestarse en inflamaciones del hígado, hipertensión u
obnubilación mental constante.
"Yo sugeriría a los chicos que van de botellón que piensen
bien si tiene sentido reunirse para beber --apunta Antoni
Gual--. Y, si lo hacen, les recordaría el eslogan de la
Organización Mundial de la Salud sobre el alcohol: ’Cuanto
menos, mejor’".
Beber lentamente y reducir la graduación alcohólica mezclando
la cerveza con refrescos son dos consejos. Intercalar una
botella de agua entre cada copa y tener presente que ningún
acto sucede sin producir consecuencias son otras dos
sugerencias. Si hoy, sábado, molesta la resaca, lo más
aconsejable es dormir a demanda del cuerpo y beber agua en
abundancia. "Cuatro vasos de agua por cada trago de alcohol
tomado la noche anterior", dice un sanitario. Aconsejan no
volver a probar el alcohol este fin de semana.



Noticia publicada en la página 4 de la edición de 18/3/2006 de
El Periódico - edición impresa.

 

 

1 comentario

Thalasos -

a mi me gusta beber en la calle. Bueno, beber por la calle. Como un homeless. También he sufrido la ausencia de euros en el bolsillo, cuando eran pesetas. A la puerta del bar hemos sido felices. Las madres y los hijos y los... Cerremos el bar. Broma!