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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Leyes ético-robóticas

Leyes ético-robóticas

Las Tres Leyes de la Robótica:

1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.

2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes se oponen a la primera ley.

3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la primera o segunda Leyes.

Susan Calvin es la heroína de Isaac Asimov. Es experta en la psicología de los robots y dedica toda su vida a ello.

Reproduzco un párrafo de uno de los relatos. Se discute sobre cómo desenmascarar a alguien que pertenece a la comunidad de los humanos pero hay indicios de que es un robot. Planteada la cuestión, Susan Calvin dice:

- Entonces, el caso es fácil. Si el señor Byerley comete una infracción a una de estas leyes, no es un robot. Desgraciadamente, este procedimiento tiene sólo una dirección. Si se amolda a las leyes, el hecho no probaría ni una cosa ni la otra.

- ¿Por qué no, doctora? -preguntó Quinn.

- Porque, si se detiene usted a estudiarlas, verá que las tres Leyes de la Robótica no son más que los principios esenciales de una gran cantidad de sistemas éticos del mundo. Todo ser humano se supone dotado de un instinto de conservación. Es la Tercera Ley de la Robótica. Todo ser humano bueno, con conciencia social y sentido de la responsabilidad, deberá someterse a la autoridad constituida; obedecer a su doctor, a su Gobierno, a su psiquiatra, a su compañero; aunque sean un obstáculo a su comodidad y seguridad. Es la Segunda Ley de la Robótica. Todo ser humano bueno, debe, además, amar a su prójimo como a sí mismo, arriesgar su vida para salvar a los demás. Ésta es la Primera Ley de la Robótica. Para exponerlo claramente, si Byerley observa todas estas reglas, puede ser un robot, pero puede también ser simplemente una buena persona.

Isaac Asimov, 1950. "Yo robot" (VIII: La evidencia).

***

Curioso que se liste al psiquiatra en las autoridades... Bien, ya acabé este libro, entretenido pero sin pena ni gloria, sin demasiado placer aunque siempre me gustó Asimov. Sigo en el leer aunque no me plazca ni me satisfaga. Ya tengo otro en la mesilla.

1 comentario

Ruth Sáenz -

No entiendo muy bien las leyes de la robotica, es más no sabia que habia leyes.
me parece algo confuso.