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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

El pastillero para la pastillera, el droguero, los registradores de equipaje y el psiquiatra internauta

El pastillero para la pastillera, el droguero, los registradores de equipaje y el psiquiatra internauta

Hoy he lavado dos neceseres. Ahí guardo las cajas de medicación, en el grande, y los blísters, en el pequeño.

El pequeño... se llamaba 121B, mi habitación en el primer ingreso. No lo olvidaré, porque pegaron una etiqueta cutre en la parte posterior con un adhesivo que es imposible borrar de esa superficie plástica. Sé que es del primer ingreso, porque sobrevivió a la prueba del espejo, o bien no lo hizo y me lo guardaban, quizá porque contendría material peligroso en potencia. Sí, claro, toy atontá, si no no estaría etiquetado, fue requisado y lo tenía que pedir bajo supervisión. Es algo humillante que te confisquen objetos personales al menos la primera vez que te ocurre, y más cuando ingresas porque estás mal y todo te sienta mal, por supuesto... pero ahora entiendo la necesidad de estas medidas extremas de seguridad, y por eso hay un sanatorio en Madrid, cercano a Aluche, que no tengo ninguna intención de pisar ni para visitar a quien allí pueda ingresar... ya me escandalicé en su día y creo que el tema de seguridad ya lo abordé en algún post del año pasado. Creo que para el segundo ingreso unos meses después no llevaba nada digno de ser apresado, ya me sabía la lección.

Bien, pues ahí sigue esa mancha de adhesivo, que resiste al alcohol. Lástima, es un neceser pequeño muy bonito, un regalo, que usaré para guardar muestras de hoteles y gilipolleces de esas que nunca usas. Si alguien tiene una idea... anda, no se me había ocurrido acudir al droguero hasta ahora, y eso que le dediqué un post también hace tiempo. (Qué empanada llevo, funciono en piloto automático)

Ahora sólo necesitaré el neceser grande para las cajas. A principios de mes por fin compré un pastillero decente. Para una semana entera. Yo tomaba las pastillas escogiendo del neceser pequeño los blísters necesarios para ese momento, y aprovechaba para rellenar un pastillero de un día. Para mí era frustrante ver cómo caían para tirar, cada día o dos uno se agotaba y recurría al neceser grande para reemplazarlo.

Tenía pequeños pastilleros con la toma de uno o dos días que llevo siempre en el bolso cuando me alejo más de 500 metros de mi casa, aunque debería llevarlos siempre.

Ahora esto ha cambiado. Tengo un pastillero semanal y eso llevo si salgo a más de 500 m, pues contiene la pauta también y es un estuche discreto. No muy caro, no llegó a 20 euros. Cuando me lo enseñaron en la farmacia, las cápsulas de cuatro compartimentos diarios me recordaron a las cajas de medicación de la primera clínica donde ingresé. Y entendí porqué de vez en cuando se les iba la pinza. Pon una pastilla en ese casillero para todos los días de la semana atendiendo a una pauta del tipo que te escriben los médicos:

- Medicamento A 2 Mg 1/2-1-2

- Medicamento B 100 Mg 0-1-0

- Medicamento C 200 Mg 0-0-2

Y haz eso para cien pacientes ingresados, mientras el psiquiatra va cambiando los miligramos de todos y cada día la pauta de cada paciente puede ser una novedad. Puedes equivocarte de casillero, claro. Una vez le dieron a un colega ingresado por depre la medicación supongo de alguien que tomaba cosillas como las mías, y pilló un flipe que nos tuvo riendo media mañana.

Para evitar errores en las dosis, pues al revisar la toma de la noche a veces me ha faltado una pastilla por error, he tenido que invertir esto en una tabla que ponga

Mañana

- 1 Medicamento A

- 1 Medicamento B

- 1/2 Medicamento C

Y así: tarde, noche. El pastillero aguanta el arsenal de las 8 pastillas que caen de noche, ehhhh no tomo 8 fármacos pero ese es el resultado (ejemplo: 300 mg en dos pastillas de 200 y 100), y dos son para el colesterol, ¡extra!

La ventaja de preparar la toma semanal es que todas las cajas y blísters caen de una vez, sin demasiado trauma, lo prefiero una vez por semana que cada día. Y la gran ventaja es que no tengo que preocuparme de buscar para cada toma entre todo lo del neceser pequeño.

Sólo hay un fallo en este sistema. Me pauté la del calcio para la tarde, y esa sigue ahí sin tocar, en el pastillero ahora vacío que llenaré esta tarde cuando pase por la farmacia. Tendré que idear estrategias para tomarme esa pastilla que parece un caramelo de mal gusto pues pautarla en el pastillero no ha funcionado y esto ya mosquea. Uno de los extras que necesito, entendiendo por extra todo lo que no tenga que ver con medicación psiquiátrica pero en el fondo muchos son para paliar efectos secundarios: tensión, por ejemplo. Y otros, para enfermedades que ya tenía, que no todo es trastorno bipolar en este mundo ni en este cuerpazo.

El pasado lunes me abrieron historial en "salud mental". Es bueno llevarse bien con la seguridad social para estos temas. Me atendió un psiquiatra muy enrollado, me gustó porque estaba como una chota (vademécum exprés para dudas de dosis: google), que al contrario de su homóloga en Barcelona en su día, no me anunció un "no hace falta que vengas por aquí a menudo, mi trabajo es pautarte y ya lo hace tu psiquiatra privado". Pero si te ingresan en un hospital público, el informe va a parar a tu centro de salud mental con orden de concertar visita. Así sucedió en Barcelona en el 2004, y espero no enterarme de cómo funciona esto en Madrid.

Este psiquiatra intentó mostrarme (y me convenció de) su conocimiento de la enfermedad, así que me vi en buenas manos "por si acaso". Me advirtió del peligro de recaída con el alcohol. Es su trabajo, por supuesto, pero ahora me veo muy lejos de las situaciones y síntomas que me hicieron beber en su día. Hace poco fui a una cena en la que todos bebieron vino, y yo con mi agua tan pancha. La verdad es que nunca me gustó demasiado el vino, o no sabía apreciarlo, y es algo que ahora agradezco. De mi relación con los alcoholes se podría hablar en otro post, intentaré el ejercicio porque tiene sus puntos hilarantes. Como el psiquiatra de la seguridad social, me hizo reír incluso (qué buena señal, conecté, y como él estaba conectado, le metí aquí y le cambió el careto), que me volverá a ver... en octubre, ayss. Pero bueno, este de momento no tiene un papel relevante. Antes de octubre visitaré al mío, por supuesto, la pauta sólo me la va a tocar él.

Y corregiré del pastillero esa modificación. Como la de hace un par de días, qué gustazo retirar X mg (no lo puedo evitar de lo contenta que estoy, son 100) mg. de los casilleros.

P.D. Este título de post merece una película del mismo nombre. Ciertamente, menudo rollo ha salido. ¿No queríais leerme? Ahí va una peli entera, ja, ja.

***

Hoy... léase ayer, yo y vampirolandia... corrijo post que he escrito hacia mediodía sin hacer correcciones, la gracia está en las idas de olla, cómo me explico y me pierdo en los detalles y hasta en las faltas, toooodo en piloto automático. No es que ahora esté más lúcida, pero ya me río de lo que he escrito. Cosas mías.

1 comentario

TuXoBC -

Por fin consegui leerlo de una sentada y no por encima...
Pues que decirte, me alegro ^^.
Aunque estes en piloto automatico, se te ve bien.