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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Personas Lúcidamente Peligrosas

Personas Lúcidamente Peligrosas Una idea que se nos machaca a diario por diferentes vías, ya sea por otros afectados o por los profesionales que nos atienden, es que nos quitemos de la cabeza el “bipolar” para todo, que esa etiqueta no sea nuestra vida o nuestro ombligo, sino que nos consideremos PERSONAS que tienen un trastorno, el TB.

Porque muchos bipolares, una vez lograda la remisión, llevan una vida que para el resto es perfectamente “normal”. Esto es, trabajan, tienen pareja, cuidan de sus hijos, y quizá vayan al hipermercado los sábados a pasar la tarde. Por supuesto, toman pastillas cada día y acuden a controles con el psiquiatra, pero eso pertenece a su esfera privada.

Antes del diagnóstico, todos hubiéseis dicho que soy una persona tal y cual normal. No sé por qué han de cambiar las cosas después del diagnóstico. En todo caso, se me ha dicho en repetidas ocasiones que estaba enferma, que no me encontraba bien, y todo eso era cierto (como si yo no lo supiese, era plenamente consciente). Esta persona –moi-estaba pasando un episodio muy duro. Desde la distancia se aprecia mejor una manía. La mía no fue de las de sentirse feliz, la mía fue lo que se llama “disfórica” (contrario de “eufórica”), es decir, no fui feliz sino que las pasé putas. Casi me mato.

Esto es muy importante: un bipolar no pierde NUNCA la LUCIDEZ. Ya he dicho que soy y era consciente de lo enferma que he estado. Por eso no se soporta, yo no tolero, que me traten como a una cría. Lo que sí pierde o teme perder un bipolar en crisis es la razón, en especial cuando se le dispara la psique hacia arriba. Lúcidamente, un bipolar en plena crisis maníaca puede decirte tan tranquilamente que le han visitado extraterrestres, o que está infiltrado en un grupo con tal de conseguir el paradero de Ben Laden.

Hay grados en la enfermedad, enfermos más graves que otros, pronósticos halagüeños que te dicen “ánimo, pasa el bache y vuelve a la vida normal”, y otros que dibujan un futuro pintado con el gris de una pensión no contributiva de 270 euros y trabajos protegidos, sin cualificar.

Y también hay grados en las fases. Una manía puede ser divertida e inocente, pero puede “aumentar”, ir a más, súbitamente y acabar en psicosis. La psicosis es muy grave, y motivo de ingreso, porque no se puede ir suelto en absoluto descontrol, uno es un peligro para sí mismo, meterse en líos que acaban en juicios de faltas, por ejemplo.

También es motivo de ingreso el otro extremo, la depresión mayor con ideas suicidas recurrentes, incluso planes suicidas elaborados. Porque lo hacen. No son amenazas ni pataletas que suele interpretar la familia (“ya está mi hijo con el mismo rollo”), si un bipo dice que se va a suicidar es porque va a hacerlo.

En la vida de un bipolar se ha presentado al menos un episodio de los mencionados (psicosis, intento de suicidio) que ha hecho necesario su ingreso. Hay quien alardea de no haber sido nunca ingresado, y pienso en las pobres familias que aguantaron lo peor.

En estos dos extremos, y en su máximo exponente, psicosis y depresión "suicida" (argot), es cuando el bipolar realmente está enajenado, y así lo reconoce cuando vuelve o remite de ese estado.

El único peligro que he observado, la única situación de daño a terceros, es de tipo monetaria. Porque los maníacos (argot, es decir, un bipolar en estado maníaco) suelen tener ideas brillantes y se embarcan en negocios a la brava, o porque de repente necesitan 100 trajes de Armani y la Visa va a merced de estos caprichos y de regalos que hacemos a todo el mundo (qué grandes clientes del Corte Inglés podemos ser en manía), o porque van al aeropuerto, dejan el coche en el parking y cogen el primer avión intercontinental. Esto no son ejemplos al azar, he escuchado estas historias reales de personas reales. También me han hablado de accidentes de coche, algunos acabaron en siniestro total pero los casos que conozco por fortuna no involucraron a terceros.

Cuando el maníaco “baja” de nuevo a la realidad, se encuentra con un montón de deudas. Por ejemplo, cuando se fue no reparó en lo del coche y sólo la factura del parking del aeropuerto ya deja sin aliento. O directamente ha dejado a su familia sin patrimonio. Y el bipolar en cuestión, una vez “ha bajado de la parra” (argot bipo), es perfectamente consciente del daño que ha ocasionado, y su compunción, dolor, es proporcional a ese daño. De maníaco cicla a depresivo (porque esa es la ley del péndulo), y esa depresión se agrava con la penitencia, además de ser proporcional a la gravedad de la manía anterior.

Pero no ha habido heridos.

El sistema de valores de un enfermo bipolar no cambia sea cual sea su estado o episodio. No hace daño porque no se ha convertido en un psicópata, porque nunca lo ha sido.

El peor peligro para un bipolar reside en sí mismo. Y lo del dinero siempre tiene solución, lo del suicidio no.

Hago una salvedad sobre la peligrosidad de un bipolar: intenta ingresar por la fuerza a un enfermo en fase maníaca, con psicosis. Lo más seguro es que te lleves una patada en los huevos en el proceso. Porque él se encuentra de puta madre, claro. ¿Ingresar? Vamos hombre, quiero volar… ¿Quién no haría lo mismo?

6 comentarios

yuyu -

se prefectamente está situación pero te puedo decir que si pueden hacer mucho daño las personas que estan en mania siempre hieren a las personas que quieren

Carne de Psiquiatra -

En Egipto, y en otros lugares mágicos, cunas de civilizaciones, grandes paisajes, etc. puedes experimentar algo que se ha definido como un Síndrome de Stendhal, o otro síndrome similar, en todo caso de gran impacto.
Y desencadenarse algo en tu psique como consecuencia.
Lamento el episodio, en todo caso, pero te "Portaste" con el supuesto Faraón.

Galahan -

Niña, me encanta como lo explicas.
Lo único malo es que cuando te leo me acuerdo de Egipto.

Carne de Psiquiatra -

Hola Luiss,
leyendo tu post me siento reconfortada, este weblog por fin tiene algún sentido.
Espero que podamos seguir comunicándonos entre tu blog y el mío.
Saludos :)))

Luiss -

Hola, no habia oido nunca la peculiar situacion en la realidad del mundo, que tiene una persona bipolar. Sinceramente, yo no te consideraria rara y afirmo lo que dices, eres una persona con sus añadidos circunstanciales. Me he interesado por este articulo porque me ha parecido muy curioso. Cuentame mas de tu situacion¿¿??¿ adios...

Carne de psiquiatra -

He leído tres correos que van en la misma dirección. Efectivamente, no he hecho un post que defina a grandes rasgos la enfermedad. Diluyo los síntomas en cada post. Pero tomo buena nota, intentaré ponerme a ello este fin de semana.