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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Gente

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Los bipos y los no-bipos no son mundos aparte, al contrario, cada día comparten vagones de ferrocarril de cercanías, barras en bares, reuniones de trabajo, salas de espera de dentistas, plateas de teatro…

Los bipos no vamos marcados con un lunar en la frente. Somos parte de la sociedad, un 2% sin ir más lejos. Votamos en las elecciones, tenemos un adsl en casa, le pedimos un aumento de sueldo al jefe, vamos al cine, tenemos hijos, llenamos nuestro carro de la compra en el supermercado, nos salen caries, vamos a la peluquería, llenamos el depósito del coche, fumamos, y un largo etc. Como tú.

Ni siquiera nos conocemos entre nosotros. Hay asociaciones de bipolares, pero no todos se apuntan ni conocen su existencia.

Yo soy bipo desde que tengo uso de razón, aunque sin saberlo, y ello no me ha impedido realizar las actividades más variopintas.

He estudiado: el bachillerato, una carrera y media, idiomas.

He tenido novios. Me he enamorado, y me he casado. Y mi ex no sabía que era o soy bipo, el amor va por otros derroteros.

He pertenecido a muchos conjuntos de personas: a clases de alumnos, a clubes deportivos, a asociaciones juveniles, a una asociación especializada en X, a un colegio profesional, a un partido político y a un sindicato de trabajadores.

Y a veces he tenido cargos de responsabilidad en estos lugares, que significaban innumerables e interminables reuniones, donde exponía mis argumentos en los diferentes puntos del orden del día y votaba, como el resto. He redactado o presentado enmiendas a ponencias y he hablado en público en asambleas y congresos. Soy miembro fundador de cinco asociaciones, que yo recuerde. Estas asociaciones tenían muchos miembros, y yo circulaba como una más. Es que lo era. Es que lo soy.

He viajado algo gracias a mi participación en asociaciones y en órganos de dirección. He conocido a mis homólogos en otros países en intercambios. He participado en campamentos de asociaciones juveniles internacionales, y en un campo de trabajo en un país que ya no existe.

Como anécdota, he frecuentado algunos canales de chat, y fundado un par en IRC Hispano. Y he sido operadora de algunos. Bajo un nick que no revelaré.

Me han contratado en siete empresas, no diré cuáles ni en qué sectores, porque esto no es ni será mi CV. Y dentro de esas empresas, he estado en varios departamentos, con distintas funciones administrativas y de gestión. Me gusta trabajar, me lo paso bien haciéndolo y poniendo límite a mi perfeccionismo cuando está en juego la eficacia, tomando decisiones aunque sean así de pequeñas. He trabajado en departamentos de nueva creación: les he dotado de procedimiento, he organizado sus archivos, he tomado actas de reuniones pequeñas y de reuniones grandes, he organizado congresos y eventos. He dirigido equipos, incluso he seleccionado al personal que los formaba.

He salido con mis amigos desde la más tierna adolescencia y hemos compartido tascas, garitos, discotecas, muchas fiestas populares y conciertos, borracheras, ligues.

No me pongo flores. No llegué alto, compañeros míos sí lo han conseguido. Dejé pasar oportunidades también. Pero miro hacia atrás y me siento orgullosa de mucho de lo que he hecho, de mi granito de arena. Hay hitos en mi vida, modestos, pero míos. Y todos ellos apuntan a que he sido y soy miembro de una sociedad, como tú.

Ahora, juguemos por un momento a “Vidas cruzadas” (“Short cuts”, Robert Altman, 1993).

Tú has podido ser compañero mío en un carril de la piscina, o en un seminario en la universidad. Quizá alguien nos habrá presentado alguna vez en un pasillo de la oficina, o en una fiesta. Tú has podido coincidir conmigo en cualquiera de los mil grupos de trabajo en los que he participado. Es probable que un día recibieses una octavilla de mis manos en una manifestación. Seguramente, un día fuimos a ver la misma película, y tu cabeza me molestó. Tú has podido ser el candidato al que descarté en una entrevista de trabajo. Quizá compartimos una habitación en el hospital, tú visitabas a un paciente y yo al otro. Muy probablemente, habremos estado en el mismo probador de unos grandes almacenes de ropa deportiva. Un día te pedí que me hicieses una foto. Quizá me diste conversación en la cafetería del tren. Lo más seguro es que un día esperase a que precisamente tú salieses de una cabina telefónica, o de un cajero automático. Nos habremos hablado en un ascensor, “buenos días”. O en un chat, y me habrás contado tu vida, y yo la mía, y quizá nos hayamos citado. Tú puedes ser miembro actualmente de una asociación a la que yo he pertenecido, o haber visitado su página web. Tú puedes haber sido mi último amante.

Y como se relata en otra película, nos distancian tan sólo “Seis grados de separación” (Fred Schepisi, 1993). El mundo es un pañuelo.

Un día acudí al aniversario de algún Consejo de Juventud. Allí había muchos rostros conocidos y amigos. Nos presentó un conocido común y me dijiste que ya me conocías, porque me habías visto hablar en púbico en la facultad. Yo no te conocía, pero tú me recordabas perfectamente. Como la chica que viajó con la asociación - yo era organizadora, responsable y guía del sarao-, y me paró un día por la calle a saludarme. Ni siquiera la recordaba, nunca llegué a conocerla, pero ella sí me pudo llamar por mi nombre.

Me ha conocido y me conoce muchísima gente, y no saben ni sabrán que tengo bipolar. Me refiero a los conocidos, los que conforman el paisaje cotidiano de nuestras vidas: solemos llamarles compañeros. De facultad, de trabajo, del partido, del curso de inglés, del gimnasio.

Tratas y has tratado a diario con gente que tiene Trastorno Bipolar (TB), y no te das cuenta. Es como debe ser.

***

Fotografía: La Rambla de Barcelona.

8 comentarios

Carne de Psiquiatra -

Lo hecho, hecho está.
Es pasado, y está olvidado.
"Lágrimas en la lluvia".
Lo mejor está por venir.

Alberto du kerkhoven -

Joder, pues sí que has hecho cosas, deberías estar muy muy orgullosa.
Has hecho más cosas que la media, tiene mérito.
Lo de los seis grados es lo de que puedes conocer a cualquier persona del mundo con al menos 6 conexiones entre conocidos no? claro 10 elevado a la 6, joder yo cuando lo supe se lo decía a atodo el mundo, me pareció interesante.

QUI -

Un 2% diagnosticado... Quizá habría que multiplicarlo por mucho... Efectivamente tu padeces un TB y yo una diabetes.. Tampoco yo voy con un cartel. Desde luego mi curriculum está muy por debajo del tuyo, `pero en una cosa somos idénticas: somos seres humanos y eso es lo que nos identifica.
Saludos

asmelgar -

Vete a saber si no me habras dado un codazo en el metro, si que es verdad carne de Psiquiatra, a diario nos topamos con gente de muchas indoles y porque no tambien bipos. Asi es la vida... unos tienen un grano en la frente y otros una bipo y otros almorranas pero que le vamos a hacer, pues apencar cada uno con lo suyo.

Me gusta lo que pones mucho...eres una buena escritora que engancha....

yudi -

Mañana iré.Hoy se me esta haciendo la tarde eterna.Tienes msn?

Carne de Psiquiatra -

Veo que esto de los "seis grados" tiene su aplicación empresarial: http://www.ganaropciones.com/seisgrados.htm
Curioso.

Carne de Psiquiatra -

... pues igual nos cruzamos XDD
Habla con tu psiki lo de las pastillas, pero no te automediques, por favor te lo pido.
Yo... ya lo sabes, soy Carne de Psiquiatra, a mandar.
¿Qué se te ha ocurrido? :))

Anónimo -

el domingo pasado pasé por esas mismas ramblas que hoy fotografias tu aquí.Y leyendo tu post.Se me ocurrió algo nuevo :)

Besos.Por cierto,soy Yudi,y tu?:)