SMS misteriosos
No paro de recibir SMS de felicitación de Año Nuevo, y lo jodido es que no sé de quién son si no se identifican al final del mensaje, así que voy contestando un ambiguo “¡¡Igualmente”!!
A saber quién me ha mandado el genial “No 2005: Saude, amor, diñeiro, traballo e fraga para o carallo. Feliz ano. Pasalo!”.
La razón es simple: tengo todavía la agenda por pasar al nuevo teléfono, que de nuevo nada, lo estrené en noviembre y sólo le he metido diez o veinte números, los frecuentes. Nokia me obsequió con una utilidad para pasar la agenda, en un CD que no he abierto. Estoy apuntando los números de quienes me felicitan, a ver si mañana averiguo quienes son.
No tengo tiempo para nada, porque no tengo ánimo de nada. Y tiempo me sobra, es lo malo de la depre.
Escribo por inercia. Me obligo a escuchar música alegre, dance, y mi pie ni se entera del ritmo. Si estuviese bien de ánimo, saltaría entre los muebles de esta habitación.
Me han invitado a una fiesta, a la que he declinado ir. Una no puede estar el mismo día a las 19 h en la cama en posición fetal llorando y seis horas después sonriente.
A la porra las doce uvas. Me acabo de tomar las cinco pastillas y mañana será otro día.
Me he cansado de la depre, de la soledad interior, de la tristeza. Que mi psicólogo me explique por qué me ha dado el bajón del bajón hoy, justo antes de otra celebración, en la que de nuevo dejo plantada a mi familia. Qué semanita más asquerosa me han dado las hormonas.
Mañana me ducho, y si la hipersomnia me lo permite (antes era la resaca), veré el tradicional concierto desde Viena. Y será Año Nuevo, y me obligaré a lo que sea, a sonreir para empezar.
3 comentarios
Carne de Psiquiatra -
Alberto -
Que pases un buen año ;)
aLBERTO -