OPERADOR II
Suena: "Why does my heart feel so bad" (Moby, "Play", 1999)
Me pides una salida.
No puedo dártela.
El otro día estaba de guardia y lo hice.
Estabas en Matrix,
ahora ya no,
esto es la vida real.
Eso tuvo un coste emocional para mí.
Estoy enferma, como tú.
Me agotó proporcionarte la salida.
Me han relevado de la guardia.
Llevaba más de un mes.
Porque si sigo, el coste será demasiado caro.
Recaeré.
Y si enfermo, no podré ayudarte.
Seremos dos en episodio,
antes sólo estabas tú,
pero me habré desequilibrado
y no habremos ganado nada.
Tengo un límite.
Es emocional.
Como el tuyo.
TAB, enfermedad de las emociones.
La empatía me hace daño.
Mucho daño, no te lo imaginas.
Sí, sabes de qué te hablo.
Tu llanto es mi llanto.
Yo te entiendo,
sé cómo funciona tu mente,
sé cómo te gobiernan las emociones,
cómo se presentan y manifiestan
a veces contradictorias,
y no te soportas a ti mismo,
y no hay grito posible entonces.
Tu mente grita
y yo escucho el eco en la mía.
Me destroza. No puedo.
Sabes qué hay que hacer.
Llamar a tu psiquiatra.
Si no está, llamar a urgencias.
O ir allí con tu último informe y pauta.
Es mejor que te vean en persona,
te valorarán mucho mejor.
Tienes problemas graves,
la vida real es un continuo problema y desafío.
A ti se te ha juntado todo,
y eso es un gran detonante
para entrar en episodio.
Y ahora lo estás,
y lo sabes,
¿pero lo reconoces?
¿Qué puedo hacer yo?
Me lo contarás y te desahogarás.
Yo forzaré mi empatía,
y quizá no pueda soportarlo,
y quizá pierda mi salud mental.
Sabes qué hay que hacer.
Acude a tu familia.
A tus cercanos.
A tus amigos.
El mundo virtual te apoya,
pero tu mundo real necesita de ayuda real.
Yo soy tan sólo una compañera de viaje,
te ayudaré en la medida que pueda,
y ésta es, por dura que parezca,
conservar mi salud mental.
Si no tengo salud mental,
no podré ayudarte,
seré una más en el pozo.
Me costó mucho salir,
no me metas por favor,
sé que no quieres hacerlo.
Y no dejarán que me caiga,
hay otros de guardia ahora.
Me hiere no poder ayudarte,
pero si el problema está en tu tratamiento,
no soy nadie para modificarlo,
ve al médico por favor.
Quizá con media pastilla más o menos
tu malestar se hará más liviano.
Me apena tu situación personal,
pero no soy miembro de tu entorno
y no puedo solucionarlo,
ojalá pudiese,
no está en mis manos,
y a ti se te cae de las tuyas,
y lo sé.
Y lloro,
y siento impotencia,
y me atraviesa sin piedad.
No me pidas una salida,
no estás en Matrix,
estás en la vida real.
Nadie nos dijo que fuese maravillosa,
no suele parecérnosla una vez en tratamiento,
pero es lo que hay.
Antes estábamos enfermos,
y se nos dijo que por fin conoceríamos la vida real.
Se fueron los colores y la intensidad,
la vida parece gris y pagamos caro,
carísimo, lo perdemos todo incluso,
pagamos todo lo que hicimos cuando estábamos mal.
Coge al toro por los cuernos,
como hiciste con la enfermedad.
Si has salido de una Manía,
creo que podrás salir de todo.
Y reconstruirte.
Me amonestan porque no estoy en servicio
sólo quería decirte que
te acompaño espiritualmente,
mentalmente, no puedo.
Podría,
pero no me dejan.
Recaería.
No me dejan recaer.
Lucha por tu salud mental.
Ataja todo lo que pueda dañarla.
Sin dañar a terceros.
Déjate aconsejar
por los que mejor te conocen.
No temas molestarles,
les necesitas y si te aprecian,
y sé que es así,
no te van a negar su mano.
Porque tú harías lo mismo por ellos.
Ojalá pudiese darte la mía.
No puedo, no debo, no me dejan.
Te duele el alma, y a mí también.
***
Para Tobías. Saldrás, échale lo que hay que echar.
Me pides una salida.
No puedo dártela.
El otro día estaba de guardia y lo hice.
Estabas en Matrix,
ahora ya no,
esto es la vida real.
Eso tuvo un coste emocional para mí.
Estoy enferma, como tú.
Me agotó proporcionarte la salida.
Me han relevado de la guardia.
Llevaba más de un mes.
Porque si sigo, el coste será demasiado caro.
Recaeré.
Y si enfermo, no podré ayudarte.
Seremos dos en episodio,
antes sólo estabas tú,
pero me habré desequilibrado
y no habremos ganado nada.
Tengo un límite.
Es emocional.
Como el tuyo.
TAB, enfermedad de las emociones.
La empatía me hace daño.
Mucho daño, no te lo imaginas.
Sí, sabes de qué te hablo.
Tu llanto es mi llanto.
Yo te entiendo,
sé cómo funciona tu mente,
sé cómo te gobiernan las emociones,
cómo se presentan y manifiestan
a veces contradictorias,
y no te soportas a ti mismo,
y no hay grito posible entonces.
Tu mente grita
y yo escucho el eco en la mía.
Me destroza. No puedo.
Sabes qué hay que hacer.
Llamar a tu psiquiatra.
Si no está, llamar a urgencias.
O ir allí con tu último informe y pauta.
Es mejor que te vean en persona,
te valorarán mucho mejor.
Tienes problemas graves,
la vida real es un continuo problema y desafío.
A ti se te ha juntado todo,
y eso es un gran detonante
para entrar en episodio.
Y ahora lo estás,
y lo sabes,
¿pero lo reconoces?
¿Qué puedo hacer yo?
Me lo contarás y te desahogarás.
Yo forzaré mi empatía,
y quizá no pueda soportarlo,
y quizá pierda mi salud mental.
Sabes qué hay que hacer.
Acude a tu familia.
A tus cercanos.
A tus amigos.
El mundo virtual te apoya,
pero tu mundo real necesita de ayuda real.
Yo soy tan sólo una compañera de viaje,
te ayudaré en la medida que pueda,
y ésta es, por dura que parezca,
conservar mi salud mental.
Si no tengo salud mental,
no podré ayudarte,
seré una más en el pozo.
Me costó mucho salir,
no me metas por favor,
sé que no quieres hacerlo.
Y no dejarán que me caiga,
hay otros de guardia ahora.
Me hiere no poder ayudarte,
pero si el problema está en tu tratamiento,
no soy nadie para modificarlo,
ve al médico por favor.
Quizá con media pastilla más o menos
tu malestar se hará más liviano.
Me apena tu situación personal,
pero no soy miembro de tu entorno
y no puedo solucionarlo,
ojalá pudiese,
no está en mis manos,
y a ti se te cae de las tuyas,
y lo sé.
Y lloro,
y siento impotencia,
y me atraviesa sin piedad.
No me pidas una salida,
no estás en Matrix,
estás en la vida real.
Nadie nos dijo que fuese maravillosa,
no suele parecérnosla una vez en tratamiento,
pero es lo que hay.
Antes estábamos enfermos,
y se nos dijo que por fin conoceríamos la vida real.
Se fueron los colores y la intensidad,
la vida parece gris y pagamos caro,
carísimo, lo perdemos todo incluso,
pagamos todo lo que hicimos cuando estábamos mal.
Coge al toro por los cuernos,
como hiciste con la enfermedad.
Si has salido de una Manía,
creo que podrás salir de todo.
Y reconstruirte.
Me amonestan porque no estoy en servicio
sólo quería decirte que
te acompaño espiritualmente,
mentalmente, no puedo.
Podría,
pero no me dejan.
Recaería.
No me dejan recaer.
Lucha por tu salud mental.
Ataja todo lo que pueda dañarla.
Sin dañar a terceros.
Déjate aconsejar
por los que mejor te conocen.
No temas molestarles,
les necesitas y si te aprecian,
y sé que es así,
no te van a negar su mano.
Porque tú harías lo mismo por ellos.
Ojalá pudiese darte la mía.
No puedo, no debo, no me dejan.
Te duele el alma, y a mí también.
***
Para Tobías. Saldrás, échale lo que hay que echar.
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