Esquiva

Miedo a mirarse, miedo a la gente, miedo a darse a conocer. Quien se conoce, habla con los ojos. No sólo las emociones están en ellos reflejadas, si se sabe hacerlo, o se nació con ese don. La empatía se expresa normalmente en forma de miradas. Rara cualidad, hoy día, la empatía atraviesa almas ajenas cual lluvia de fotones, los recibes los quieras o no.
Esquiva miradas, las de aquéllos a quienes no desees que te conozcan. El hipócrita tiene la mirada de póker, tú no, no te dejes engañar ofreciendo tus ojos muertos. Porque leerá tu melancolía y atacará por ese gran flanco abierto.
Soledad, tu enemiga, porque tus enemigos se aprovecharán de ella. No busques compañía en cualquier par de ojos, los tuyos te traicionan y los suyos te traicionarán sin duda.
Internet, soledad compartida. No hay miradas, hay algo peor. Miedo a reconocer la soledad propia.
Esquiva, escóndete, no muestres tu debilidad. Intenta el imposible ejercicio de notar esos fotones en tu interior, pues ellos pueden y deben por naturaleza, si les dejas, ofrecerte la luz que les falta a tus pupilas.
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