Luz y taquígrafos
Ya ha caído la noche, y a las 20.22 mi vecino ha bajado la persiana. Menos mal que tenía una cortina, así acabamos de confirmar que tiene algo a ocultar o eso parece. Yo soy la rara, para variar. No puse los estores que aquí encontré ni quiero cortinas,porque me niego a “vestirlas”. Mis persianas siguen abiertas, a estas horas.
Si voy desnuda, pues voy desnuda, soy humana y de nada han de escandalizarse. No he de ocultar a mis vecinos que estoy tecleando con el pc. Ni que como o ceno en la mesita, ni siquiera que trasteo con cajas de medicación. Poco les importa, porque ellos tienen todo cerrado, además. Tengo entendido que en Ámsterdam la gente es más “exhibicionista”, les importa poco que les vean, total, es vida cotidiana.
Me gusta ver la ciudad de noche, desde mis ventanas. Para qué bajar las persianas.Me gusta despertar con la luz, aunque esta mañana era de noche todavía.
Entra el día, entra la noche, entra y sale vida de las ventanas.Qué salud mental.
Reivindico las ventanas desnudas.
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