Hipocondría
Tuve una relación estrecha, que no íntima, con uno de mis primeros jefes, a eso de los veinte años, y aprendí mucho de él. Para empezar, me prohibió llevar calzado deportivo (recuerdo cómo chirriaba el suelo a mi paso) de forma que mi vestimenta "universitaria" sufrió pequeños cambios. El hombre era muy finolis, por ejemplo, no comía absolutamente nada con las manos, y comíamos juntos casi a diario. No me pidió que hiciese lo mismo, pero quise aprender a hacerlo y creo que soy capaz, sí, todavía puedo y quizá lo haga muchas veces todavía, inconscientemente.
Este hombre era un hipocondríaco nato, y quizá esa influencia más las películas de Woody Allen ayudaron a que yo también lo fuese. No recuerdo qué pájaras me dieron en esa época, quizá porque todavía no tenía colesterol ni problemas con la tirodes, eso fue posterior. Perdí el trabajo y ahora veo que el TB tuvo que ver con ello, porque cuando uno no está bien, hay broncas, y en un arrebato de mala leche y sin medir las consecuencias, me enfrenté a otro de los jefes. Esto le sigue sucediendo a uno de mis amigos, que se controla como puede cuando está algo subido, porque entonces fijo que hay alguna bronca de esas que ponen en peligro tu puesto de trabajo. Cosas que aprendes cuando ya has perdido uno o más trabajos, y tienes los porqués tras enfrentarte a tu pasado después del diagnóstico.
Tuve un momento fuerte de hipocondría, creo que justificado, cuando esperé turno en la seguridad social para operarme de un nódulo de tiroides. Un tumor que resultó ser benigno, pero hasta que no lo supe, y pasaron meses, sufrí mucho.
Ya escribí que leí los prospectos de la medicación que iba a tomar. Casi vomito, qué horror, por eso no quise tomármela y estaba dispuesta a resignarme a mi condición de "loca", porque en episodio mixto, subida en la disforia y no en la parra feliz, lo mío era bronca constante, y numeritos hasta en la consulta del psiki. Ahora no me río de eso, tampoco me avergüenzo, simplemente estaba mal y lo único que lamento es que en un lugar donde se atiende a enfermos, no se tenga en cuenta que cuando estamos mal, por eso vamos al médico coño, no se tolere o se tomen medidas cuando alguien empieza a hacer el histérico, síntoma de enfermedad, y se espera que te curen, no que te echen.
Lees las listas de efectos secundarios e incompatibilidades y y ya te da el telele. Ahora me lo tomo de otra forma. El otro día, antes de tirarlo, leí el de una de mis pastillas, y lo que son las cosas, me eché a reír. "No tomar con zumo de pomelo".
Ahora mi hipocondría está algo más justificada, o ha dejado de ser tal, porque demoro análisis cotidianos sin importarme demasiado. Hay que saber qué puedes tomar y qué no, porque puede interferir en el efecto de la medicación o causar alguna molestia gorda. Sé que ya no tengo la neura de antes con el tema, porque sé que no puedo tomar un analgésico y ni siquiera recuerdo cuál. Y digo justificada porque es obvio que mis puntos flacos son las futuras consecuencias del tabaco y sé que el colesterol alto puede darme disgustos. Y también que no puedo, no me pondré en riesgo, de caerme en ninguna parte, me falta calcio para aguantar caídas sin fracturarme y este año no me he roto nada, bueno, pensaba en el año pasado y cruzo los dedos para que este año siga así.
Tengo que tomar medidas que voy aprendiendo. Sentarme cuando me pongo unos calcetines, para no perder el equilibrio, más por ser patosa que por estar bajo efectos secundarios. No olvidar tomar la tiroxina en ayunas, aunque pocas ayunas le dejo de margen antes del café. Poner la pastilla de calcio en un lugar más visible del que tengo ahora, porque me olvido de tomármela en el objetivo seguro de tomar la medicación para el TB. Tomarme la medicación de la noche una vez estoy en la cama, por si tengo una bajada súbita de tensión.
Pero sí, tengo algo de hipocondría por ahí. Me espera una mamografía que voy demorando, esa con miedo, porque de no salir correcta, me daría algo. Como con la tiroides en su día, ahora sólo tengo media glándula.
¿Me conservo bien? Es por fuera, doy el pego, sí. Por dentro todo es desequilibrio o falta de algo, pero nadie me obliga a confesar enfermedades ni a dejar de teñirme el pelo, aunque cada vez me tienta más la idea de lucir mis canas.
Rollo matutino de café, por supuesto. Batallitas, recuerdos. Nada aporta este post al tema bipolar, salvo que cuidado con el zumo de pomelo, que apenas he probado en mi vida. Revisad los prospectos porque cualquier tontería de repente se hace relevante.
Bueno, ahora sí diré algo relevante. Si tu psiquiatra no te pide un análisis de sangre (lo hará si tomas litio, litemia), háztelo tú mismo cada x tiempo y que se lo mire. Uno de los medicamentos que tomé casi me deja sin sales en la sangre (hiponatremia), y eso se detectó análisis en mano. Y si tu psiki no te pide el análisis, yo le pondría bajo sospecha, menudos médicos son...
Un poco de hipocondría no va mal, entendida como un interés y no algo malsano y obsesivo, pues son demasiados efectos secundarios e incompatibilidades posibles. Sin pasarse, el punto medio es que creo nos conviene en todo.
P.D. Adormilada todavía, a este post le sobran o faltan acentos, y demasiadas repeticiones. Asumo que esto es lo mejor que puedo escribir a estas horas, no tengo ganas de revisar, y punto y aparte. A ver si por fin cuelgo fotos, que me debo muchas.
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2 comentarios
antuant -
Myriam -
Sigue siendolo, te evitara muchos dolores de cabeza.Besos