Salve Regina
Yo sólo creo en las leyes de la naturaleza que rigen el Cosmos, pues un día perdí la fe y me reconocí como escéptica. Ello no me impide recordar algunas oraciones, aprendidas en la catequesis y en mi infancia. La hora del Angelus, las doce en punto de la mañana: el momento del Avemaría.
Dios te salve, María. Llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
La he corregido con mi catecismo infantil que Madre conserva, pero la recordaba a medias, y ha sido un momento especial el estar “casi” rezando juntas, encontrando esas palabras medio olvidadas. La verdad es que me siento muy lábil y se me mojan los ojos con frecuencia. Soy un ser emocional y no me avergüenzo.
Recuerdo a los lectores que mi cultura católica ha decaído bastante en 25 años, pero una cosa es ser católico practicante y otra, renunciar a unos valores que una educación cristiana me proporcionó, que por cierto muy recientemente acudieron a mí: piedad, compasión, caridad cristiana.
Pero esto no es lo que hoy quería contar.
Madre me relató algo especial que le sucedió en Galicia hará cosa de un mes. Estoy con ella en la mesa del comedor, cada una en sus tareas. Cuando me lo contó por teléfono tomé notas, pero no las suficientes para escribir la historia, que me gustaría publicar, y me la ha vuelto a dar con los detalles que consiguieron emocionarme en su día en Madrid, al otro lado del auricular.
Volvamos a la historia o no la contaré ni en diez folios que se tragará mi psiquiatra. Primero, para incultos como yo, algo de información que, alegría, no proviene de un buscador.
Un Salve es un rezo, pero no uno cualquiera. El ángel le canta a la Virgen, la saluda y le informa de que concebirá un hijo (aunque tenga marido, no conoce varón)
Salve
Dios te salve María, Reina y Madre de misericordia, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.
A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
A Ti suspiramos, gimiendo, y llorando, en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Madre fue una semana a Galicia, tierra de sus ancestros, en un viaje organizado. Se hallaba en Pontevedra con el grupo, y en el momento “tiempo libre” (suban al autocar, bajen del autocar, pueden hacer pipí en esta parada, etc.), recordó un lugar que valía la pena, que había conocido en otro viaje, y allí condujo al resto del grupo. Mi madre es muy convincente, y tiene don de gentes.
Se trataba de un convento, y fueron recibidos por una mujer de Dios. La gente que habita por profesión en estos sitios agradece la curiosidad del visitante en forma de largas explicaciones.
Bien, el interés del tema y de la historia empieza con el hecho de que a este convento fue trasladada y residió en una época Sor Lucía, la famosa vidente de Fátima y única superviviente de los tres niños, quien fue sometida al silencio como obediencia. Obedeció a esta orden como religiosa, verse castigada al silencio absoluto hasta su muerte, muerte natural, que aconteció en el norte de Francia hace pocos años.
De esta forma, el grupo fue conducido y visitó la habitación de Sor Lucía, hoy día convertida en un oratorio a su memoria. Hay objetos personales, ¿qué objetos personales tiene una monja, pregunto? Pues… la silla, la mesa de oración… La celda se reformó y agrandó al convertirse en oratorio, pero se conserva la ventana desde la que Sor rompía al menos visualmente su clausura.
El tiempo apremiaba, el autocar debía recorrer el camino más allá del ponte-vedra= puente de piedra, construido en su día para salvar de la ría a los peregrinos del Camino de Santiago...
… la monja se extendía en sus explicaciones, y 46 personas debían irse… mi madre es la hostia, para hacerla callar… hizo que todos rezasen. Le pidió a la monja una Salve.
En efecto, la monja calló entonces, e inició el cántico. De repente todos, todos, empezaron con ella: Salve Regina… en latín, tócate las narices. Su vocecita quedó ahogada por esa pequeña multitud que a su vez ahogaba la atiborrada estancia.
Fue algo muy emotivo, el grupo había vivido una experiencia que no olvidaría y por ello salió sonriente y más tarde agradecieron a Madre la idea de ir allí. Pues los guías de las excursiones no están muy atentos al aspecto espiritual de esos lugares, y… el grupo era en su mayoría gente de entornos rurales, educados bajo lo que se cargó el Concilio Vaticano II… la misa en latín. Ese es el latín que muchos mayores conocen, el de la Iglesia. Pero, ¿qué más da en la lengua que reces? Ni aunque tú entiendas las palabras, no son las palabras lo que importan en estos actos.
Hay lugares que renuevan el alma. Para religiosos, y para escépticos. El espíritu no ha de clausurarse, reprimirse, aunque eso “ya no se lleve” hoy día.
***
P.D. Ya corregiré estilo, seguro que los párrafos hacen lo que quieren pero no podré editar post. Mientras esté en Barcelona, y más si hablo acerca de mi familia en mi habitual tono ambiguo pero claro, colgaré imágenes de la Sagrada Familia de Gaudí.
3 comentarios
Carne de Psiquiatra -
Sí, es posible practicar esto siendo laico, el otro día lo hice pero luego vi que tenía su precio emocional. Hay que sacarlo para emergencias y es cuando uno se da cuenta que lo posee.
Seamos emocionales, unos por enfermedad emocional, otros por elección, es una forma más humana de vivir, eso puedo decir... bajo efectos secundarios, ja, ja.
Saludos Tuxo, "reflexiones con fuerza, entereza y estilo".
TuXoBC -
kronos -
Ser persona emocional tiene que ver con la sensibilidad humana, con el sentimiento, con la forma de concebir el mundo y las relaciones entre humanos.
Yo, hace tiempo que he decidido actuar (si eso se puede decidir) como un ser emocional. Un ser con sensibilidad, con sentimiento y, desde entonces, me siento orgulloso porque me siento más libre y, si se puede decir, más auténtico.
Y este cambio de ser racional a ser emocional normalmente suele suceder por circunstancias especiales por las que puede o ha podido atravesar una persona en un momento de su vida.
En cuanto a los valores, cada uno es libre de adoptar los valores que crea conveniente según sus circunstancias temporales.
Pues, por mucho que nos empeñemos en transmitir que unos valores son mejores o más convenientes que otros, nada se logra transmitir si no es a través de un propio convencimiento intimista.
Por eso no hay que renunciar a valores porque alguien los etiquete de determinada forma.
¿ Acaso la piedad, la compasión o la caridad dejan de ser valores que ensalzan el espiritu porque se digan cristianos ?
Quitémosles el calificativo de cristianos y veremos como siguen siendo valores que ensalzan el actuar humano.
Piedad:
1. Virtud que inspira, por el amor al prójimo, actos de amor y compasión.
Compasión:
1. Sentimiento de conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades o desgracias.
Caridad:
1. En la religión cristiana consiste en amar al prójimo como a nosotros mismos.
2. una actitud solidaria con el sufrimiento ajeno.
3. auxilio que se presta a los necesitados.
Claro, he buscado su definición en el diccionario para confirmar su vigencia en el plano laico.
Pos eso !!!!! Siento si me he enrollado.
PD.
ahhhh, que se me olvida : Venga Blue !!! Vamos palante, no ? !!!
Nosostros, los de este lado, también necesitamos tus letras !!!! jejeje.