Seny, rauxa, disbauxa
Seny
a. Ponderació mental. Fer les coses amb seny. Son coses que fan perdre el seny, que treuen el seny.
b. Sana capacitat mental, que és penyora d'una justa percepció, apreciació, captinença, actuació. Cal obrar amb seny, sense apassionament. No estar en bon seny. Vejam quan posarà seny, aquest noi! Estar fora de seny. Eixir de seny.
Rauxa
Determinació sobtada, pensada capriciosa.
Disbauxa
1. Excés de diversió, ús inmoderat del menjar, el beure i d'altres plaers sensuals. La seva vida és una disbauxa contínua.
2. Excés, ús immoderat d'alguna cosa. Aquest quadre és una disbauxa de colors.
Diccionari de la llengua catalana. Enciclopèdia Catalana. Mi ejemplar, de 1985. En línea:
http://www.grec.net/home/cel/dicc.htm
Traducciones online: http://www.diccionarios.com/consultas.php
Rauxa: arranque, arrebato.
Seny: cordura, juicio.
Si ya puedo escribir posts en catalán... cómo mola esto http://www.softcatala.org/traductor/
...
Lo del "seny" es algo muy catalán, forma parte del carácter cliché: hacer las cosas muy pensadas. Por ello su contrario, la rauxa, los impulsos. Y la hostia, la disbauxa, cosas sin límite que uno saca en carnaval y esas cosas.
Que cada uno haga sus traducciones a lo bipolar.
***
P.D. Me han enviado este texto:
Artículo aparecido en La Voz de Galicia.
Me gustan los catalanes porque a lo largo de su historia acogieron e
integraron a íberos, fenicios, cartagineses, griegos, romanos, judíos,
árabes y toda clase de charnegos y sudacas, sin conocer los problemas
que afectan ahora a Francia; es un ejemplo.
Me gustan los catalanes porque ya el 7 de abril de 1249 el rey Jaime I
nombró a cuatro prohombres de Barcelona (los paers) para dirimir los
conflictos de la ciudad sin violencias ni reyertas. Esos hombres
sabios, que pasaron a cien en 1265, (el Consell de Cent), iniciaron el
sistema del gobierno municipal de Barcelona. Gracias a ellos reinó
allí la concordia, y antes de empuñar las armas prefirieron siempre
emplear la razón.
Me gustan los catalanes porque en toda su historia no han ganado ni
una sola guerra, y encima les da por conmemorar como fiesta nacional
una de las batallas que perdieron en 1714 a manos de las tropas de
Felipe V de Borbón. Cataluña había dejado de ser una nación soberana.
Desde entonces, cada 11 de septiembre muchos catalanes y catalanas,
como hay que decir ahora, se manifiestan para reclamar sus libertades.
Me gustan las catalanas porque una de ellas, joven y bien plantada por
cierto, no vaciló en pegarse a mi espalda durante cuatro días en el
asiento trasero de una Vespa cuando recorrí la península en pos de
Prisciliano.
Me gustan los catalanes porque tienen de emblema un burro tenaz,
trabajador y reflexivo, muy alejado del toro ibérico cuyas bravas y
ciegas embestidas lo abocan a la muerte. Estos animales son de una
raza registrada, protegida, y prolíferos sementales. Al igual que el
cava, se exportan a numerosos países para mejorar la especie
autóctona, como a Estados Unidos, donde crearon el Kentucky-catalan
donkey. Y allí no piensan, ni mucho menos, en boicotearlos.
Cierto es que en el carácter catalán confluyen las virtudes del asno.
Pero los rasgos diferenciales no se limitan a los de este cuadrúpedo.
La población catalana se define por una doble característica : el seny
y la rauxa . El seny implica sabiduría, juicio mesurado y sentido
común. Tenía seny aquel catalán que iba en un compartimiento de un
tren al lado de la ventanilla. Tiritaban de frío y los otros pasajeros
le pidieron que la subiera: «Es igual», contestó a varias solicitudes,
hasta que un mesetero se levantó furioso y alzó la ventanilla... ¡cuyo
cristal estaba roto! «Es igual», volvió a repetir el buen hombre con
toda su santa cachaza.
Al seny le responde la rauxa, asimilable a la ocurrencia caprichosa,
la boutade (frase ingeniosa y absurda). Cuando de joven y surrealista
Dalí iba en el metro y veía a un cura con sotana, le decía: «Siéntese,
señora».
La alianza de estas dos facetas en un solo individuo forma el carácter
catalán, que se comunica, se comparte y se aprecia. El otro día al
regresar a París en avión desde Barcelona quise ayudarle a un
pasajero, dada la exigüidad del espacio, a ponerse el abrigo: «No, por
favor, no se moleste, que bastante trabajo me cuesta a mí sólo».
Me gusta Cataluña porque allí, según Arcadi Espada, don Quijote
recobró la razón, sin duda contagiado por el seny. Me hubiera dado
mucha pena que el Ingenioso caballero muriera loco.
Me gusta Cataluña en fin y sobre todo porque uno de mis hijos eligió
su capital para vivir en ella por ser una ciudad abierta, tolerante y
discreta.
Ramón Chao, músico, escritor y periodista, Padre del cantante Manu
Chao y Caballero de las Artes y las letras por el gobierno francés
2 comentarios
Carne de Psiquiatra -
Madre mía, yo ya no me acuerdo de bailar sardanas, pero un día me bajé la Santa Espina, qué leches, era el pan de casi todos los domingos.
Espero que lo pasáseis bien.
Besos desde Mad.
jamaika -
Hoy voy a una comida catalana aqui, de catalanes que viven en ZH. Haremos el caga tio, bailaremos sardanas y todo!
saludos
silvia