Ayer fue una buenísima noche
para comerme unas coles de bruselas!! Ni recuerdo cuándo compré esa conserva, nunca me gustaron pero un día hace tiempo las cocinó I, eso debió animarme.
Lo de no tener paladar es una gran ventaja. ¿Salteadas con ajo? (Ay, el aceite de ajo de Henri!) para qué, por si acaso no me gustan les echo un buen chorro de tomate frito.
¡Qué cena más fácil! Y sin protestar.
Ya lo he dicho alguna vez por aquí: cuando una tiene un trastorno bipolar, enfermar de cualquier otra cosa que no suponga demasiado peligro o tiempo para mejorar... es casi un alivio. ¿Depresión? ¿Dónde está eso? Yo sólo veo mocos, y el tabaco ahí como uno de los responsables.
Hay que ver "el lado brillante de la vida":
http://www.goear.com/listen.php?v=3105b2f
Tu-tu-tu-tu-tu.... no estoy para silbar, ay qué tos.
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