La siesta del borrego y la heterosexual
14.39. Me caigo, se me cierran los párpados, no puedo leer y eso que el libro ya está en el tramo final (165/228 páginas) que quería hacer de una sentada.
Me he levantado antes de las 9. Seguro que ayer no me acosté a las 12, porque estaba en plena segunda sesión.
Me ha despertado un sueño porque no paraba de pensar: ésto se lo has de consultar a Henri. Me llama él primero
- Qué, ¿querías despertarme? Pues jódete, cabronazo, ya estoy en pie.
- (Todo contento) Oye, que me lo has cogido porque estabas despierta y me alegro de que estés en el mundo, que si no ni te enteras. Bienvenida al horario de los eutímicos!
JAJAJA.
Le cuento mi sueño: tenía una relación con una antigua compañera de estudios, de aspecto andrógino. Pero no era ella exactamente: se había operado, un cambio de sexo, y era casi igual que su hermano mayor fallecido.
- Tenías sentimientos por ella, pero para ir más allá has tenido que transformarla en hombre.
- Lo cierto es que me extrañaba tanto que fuese tan perfecto, tan logrado el cambio, con musculatura de hombre, con olor a hombre... que sentía mucha perplejidad, pero en el sueño yo estaba muy enamorada.
- Hay gente que tiene relaciones con transexuales sin ningún problema.
- Claro, uno se enamora de una persona. Y si se funciona en la cama... tampoco yo veo el problema.
Porque estoy leyendo algo que él precisamente quiere releer pues perdió el libro (a golpe de conversaciones se va haciendo una lista). Hablamos de las ventajas del libro electrónico. Me habían hablado tan bien de esta obra que ahora no le encuentro demasiado encanto, la verdad. Claro, eso es lo que pasa cuando a uno le recomiendan algo con tanto fervor, me replica. Aclaro que la obra está ambientada en el interior de un psiquiátrico donde hay gente recluida por "pederastia" (cuando en realidad se habla de homosexuales, no de abusa-niños) o lesbianismo. Era considerado enfermedad mental.
Le cuento que quizá ahora no le gustaría, pues a todas luces la novela fue redactada cuando la homosexualidad aparecía en el DSM (eliminada en 1973), manual de psiquiatría norteamericano, como enfermedad mental, o bien cuando en España se vivía bajo esa misma creencia que ha sobrevivido mucho más allá del 20 de noviembre de 1975, como se ha podido comprobar recientemente en manifestaciones públicas de gran participación.
La conversación va a más. Resulta que con el gobierno del PSOE, no sólo se ha encarecido la comida: ¡encima dejan casarse a los desviados sexuales!
- Entonces, ¿mi sueño querría decir que soy 100% heterosexual?
- Sí hija sí, no tienes remedio.
JAJAJA.
Dice que es normal que las mujeres tengan sueños lésbicos, por fantasía y en ese momento un placer. Pero soy taaan heterosexual que ni siquiera me doy ese lujo.
. . .
La vista está tan cansada que me saldrán agujetas en los ojos y más marcas en la frente. La pantalla me está hipnotizando, definitivamente.
Voy a caer fulminada en una siesta del borrego que nunca, nunca he hecho. Si consigo dormir, ¿tendré hambre al despertar? Porque hasta las 17 h no suelo comer.
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P.D. Cómo cambian los diálogos cuando no están frescos en la memoria. Recupero este borrador del archivo.
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La homosexualidad se eliminó del DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la American Psychiatric Association), referente mundial en psiquiatría, en 1973.
En 1990, la Organización Mundial de la Salud excluyó la homosexualidad de la CIE (Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud).
Detalles sobre esta cuestión en:
http://terapiacanton.blogspot.com/2007/09/de-enfermedad-no-enfermedad.html
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