Cosas de la depresión
La depresión te deja en blanco, parece que has perdido toda capacidad de inventiva, cuesta mucho tomar decisiones porque todo te da igual...
Si no tienes responsabilidades, te mueres de asco, las horas pasan en eternidad. Si las tienes, no puedes cumplir con ellas, lo que es peor si cabe porque te hace sentirte culpable y piensas más que eres una mierda, indigna de esta sociedad.
Si escribes, dejas de escribir. Si tomabas fotografías, ya ni miras las viejas. Si cocinabas, ahora comes congelados y precocinados asquerosos, y lo sabes porque has comido "de verdad" antes.
Si leías, ahora no sólo cuesta ya el hecho de tomar un libro entre las manos. Lo intentas, y ni siquiera recuerdas el nombre del protagonista a medida que vas leyendo. Cuando te das cuenta de que no te enteras de nada, lo dejas maldiciendo el momento en el que lo intentaste.
Lo mismo pasa con el cine. Llega un momento en el que has de retroceder un minuto, o cinco, o volver al principio de la película porque no entiendes una escena que quizá empiece en el minuto uno, donde ya dejaste de prestar atención porque nada te importaba ver esa película.
Lloras cuando cierta palabra o frase se pronuncia, lloras cuando recuerdas algo, lloras a veces porque has recordado y es tu inconsciente el que trabaja sucio para ponerte todavía peor.
Te emocionas ante cualquier cosa, tus ojos suelen ser un lugar húmedo, lo que dicho sea de paso, está muy bien si vives en un clima como el de Madrid, donde tanta gente tiene problemas por la sequedad.
Si no piensas en el suicidio, deseas que alguna otra enfermedad acabe contigo. Un día me prometí que no moriría a causa del TB, aunque mis papeletas son del 20%. Tengo más números para un cáncer de, por ejemplo, pulmón. Sé que de declararse una enfermedad tan grave lucharía por mi vida, como todo el mundo. Pero en plena depresión, deseas desaparecer de un cuerpo y un entorno que ya nada tienen que ver contigo, ni tu propia familia, ni tus amigos, nada ni nadie existe, sólo el tiempo, tiempo de ser una sombra de tí mismo, que transcurre tan lentamente.
Tu ánimo es el de un día gris y lluvioso. Fastidia entonces que haga buen tiempo, aunque suene a risa la cosa. Oscuridad necesitas, y eso te procuras. Aunque deberías salir y que el sol activase algo "tu vida", por una serie de reacciones químicas que (estoy en blanco).
. . .
En blanco se queda una hoja donde quiero escribir, a veces ni recuerdo por qué la abrí.
En blanco para contestar correos, no sé qué decir.
Sorda para el teléfono, no quiero hablar, porque sólo hablaré de mí y mi desgracia, porque el mundo no existe, no formo parte de él. Siento envidia de los que no padecen depresión, de los que van y vienen y hacen cosas, porque soy incapaz de casi todo, no vivo, y ellos sí, y yo querría vivir, no estar así.
Quieres ser sordo, no al ruido de la lavadora, no al tráfico en las calles, no a los niños a la salida del colegio.
Mejor que seas mudo, porque si hablas, te echas a llorar también. Hablas porque la gente te pregunta cómo estás y es imposible decir que bien.
Mejor no ver a nadie, porque te averguenzas de tu aspecto, y peor si te topas con algún retrato tuyo de tiempos mejores, porque no te reconocerás en ese espejo y llorarás más.
Esa persona no eres tú, es la Depresión, una enfermedad muy grave.
Porque si tienes ideas de suicidio, incluso ya planes, deberías ingresar.
Los familiares y amigos creen que hablan contigo, pero no es así. Tú lo sabes, no eres la de esa foto ni la de hace dos semanas o dos meses o dos años, en los que has tenido un día bueno al mes.
Mejor no escribir más sobre la depresión, porque lloras, con muchísimo fundamento.
Y además, pasas de revisar el post, que quede como borrador porque no hay fuerzas ya para mejorar o añadir nada.
***
P.D. Este post no está escrito hoy. Lo rescato de los borradores. Para quien piense que esto refleja mi día de hoy, aclaro que no es así.
P.D.2. Agradezco mucho vuestros comentarios, hoy hay 5. Llamo a los lectores a que sigan hablando de su experiencia en este tema.
7 comentarios
carla gonzalez barria -
marina -
Atolón -
Atolon -
Sun -
Describes perfectamente el estado de ánimo de una persona deprimida y su relación con el mundo: bajar persianas, echar el candado a la puerta y descolgar el teléfono... cerrarse a la vida.
Los niños jugando en el parque, el sol, la primavera que ya apunta (¡que vuelvan los días grises, la lluvia fría!) los proyectos para "el puente", para la Semana Santa, para las vacaciones estivales.... me producen náuseas. Vomitaría el alma si pudiera. ¡Tengo miedo!
Me gusta la noche porque por la noche estoy segura de que nadie interrumpirá mi calma. El mundo ahí fuera se paraliza. Estoy despierta, estoy viva, pero nadie lo sabe, nadie tiene porqué saberlo. Mi mundo no es su mundo. Mi mundo está aquí, es limitado, lo sé, pero es el único al que, en estos momentos, puedo -a duras penas- hacer frente. Por favor: que no amanezca. Y si lo hace, intentaré no darme cuenta.
Dormiré de día y, si despierto, me acurrucaré bajo el edredón a esperar de nuevo la noche.
xulio -
Raul -