Cánsate
Hoy sí es domingo. He dormido "súper", y me levanto a las 7 de muy buen humor. Ayer tuve unos cambios en el estado de ánimo de esos que vienen sin saber por qué: ahora angustia (que me quitó Marilo con una charla), luego tristeza (cuando en su lugar debería haber estado ilusionada), luego... me sumergí en la actividad del día, y ya no estuve pendiente en absoluto de nada. Sólo de pasarlo bien con la compañía que tuvimos durante el resto de la jornada.
No salí por la noche. A las 20h, para mí era ya demasiado tarde. Me sentí entonces algo apenada porque teniendo 41 años, parecía tener unos malos 61, pues a esa edad hay muchísima gente que está en mejor forma que yo, y no hubiese declinado una invitación para pasarlo bien de nuevo. Me faltan fuerzas, me falta jovialidad. El reto es recuperarme de eso, volver a poder decir "sí, claro", y sonreír. Pero claro, tampoco trasnocho ya... los insomnios no cuentan.
Más tarde (me había despertado a las 6), estaba tan cadáver que podía dormirme sin haber tomado las pastillas y casi "me quedo" en la butaca. Cosa que solucioné mientras hablaba por teléfono (aproveché para hacerme la cena) y entre el cansancio y la química, caí tan redonda que no me dio tiempo a acabar de apagar el ordenador, donde escuchaba música. Sí, sigo sin reproductor, el pc parece un robot de esos múltiples de cocina desde que salí de mi ciudad natal.
Creo que uno de nuestros peores enemigos es quedarnos quietos, pues "sin hacer nada" notamos mucho más esos cambios de ánimo y nos sentimos mucho peor.
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3 comentarios
Constance -
dulce -
Alexia -
Tienes razon, al menos yo pienso como tu, no hay nada peor que quedarme quieta, inmovil, no importa cuanto me cuesta, siempre intento levantarme y moverme, hacer algo, lo que sea pero no quedarme en medio mi propia "nada".
Esa nada que tanto duele, puede ser vencida por la "actividad" asi que recurro a ella y sigo caminando, me alegra tanto haber encontrado tu blog.
Que tengas un buen dia!
Saludos, Alexia