Blogia
Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Cartas

Tos y mocos

Tos y mocos

Queridísssssima [Semeolvida],

(...)


A tu pregunta: desde el martes que fui al médico (el frío fue el viernes por la noche, el sábado ya me desperté mal y el lunes di por imposible la cosa)


- Tomé [Antibiótico] 500 Mg, 3 comprimidos -uno al día- que me dijo la doctora hacían su efecto una semana. Me pareció poco 500 pero nada dije, estas cosas tan fashion me hacen callar y la vagancia aplaude sólo tres pastillas y no una cada ocho horas, ¿no es así?
- Y un sobre de [polvos para sacar moco] hasta acabar los 20.
- Y me hago una infusión al día de tomillo+otro hierbajo (ni flores del nombre, la chica del herbolario me dijo que era para sacar moco o para la infección, una de dos, la otra es el tomillo, por eliminación).
- Y como caramelitos de eucalipto de farmacia cuando tengo mucha tos. Ya toso muchísimo menos, sólo cuando...
- Y bebo más de tres litros de agua, demostrables, porque lleno a diario las tres botellas que tengo de 1,5 litros, y, la verdad, tengo más sed.

Como ves, hasta aquí, me cuido.
Bueno, me dio un inhalador también, pero me dio tanto asco cuando lo vi que preferí ir al herbolario, a lo clásico, ahí sí que he pasado de lo fashion. Asmel me dijo que me hiciese una infusión de orégano, qué cosa más rara, nunca lo había escuchado y a mi primo también se lo habían dicho ("remedios madrileños"), pero el cachondeo de la "infusión de pizza" lo que hizo fue que la toma de las pastillas combinadas con el elixir se convirtiese en un momento de cierta hilaridad y gamberrismo mental. Dejé el orégano pues para las pizzas, pues debe interaccionar con mi querido S.

A partir de aquí, no me cuido.
Y fumo con o sin boquilla, me da igual, fumo igualmente, deberian hacerme una buena placa para acojonarme viva.
Ya le dije a [mi psiki] que tenía un problema serio con el tabaco en su día, tabaquismo se llama, y el tema quedó sobre la mesa supongo a la espera de mi evolución. Yo sé que dejarlo para mí es motivo de locura, ya he sufrido un subidón por eso, y otro en su día, más joven, pero se confundió hipomanía con circunstancias de mi vida. Sé que necesitaré supervisión psiquiátrica para dejarlo, y cuando el psiquiatra considere que no haya riesgo de ciclar.
A ver qué me dice el nuevo psiki [estreno en Madrid] del tema, le veo [la semana que viene] y todavía estaré tosiendo.
Y antes, este miércoles, la doctora me revisará los bronquios.
Dijo "principio de", y que lo habíamos pillado a tiempo, que de haberlo dejado hubiese empezado a tener fiebre etc.
Y me acojoné viva, pero sigo fumando.

Gilipollas que es una.

Siempre pensé que era una parte más de mi compulsión suicida, incluso después del diagnóstico, la "vía lenta". Hace años, un médico (de paisano, en una cena) me dijo que podía darme un infarto cerebral, no cardíaco. Ahí también me acojoné, porque yo quiero morir de un infarto, sin previo aviso, rápido y eficaz. Pero mi papi lo tuvo cerebral, y por suerte no quedó demasiado dañado y hace vida bastante normal pero... le prohibieron fumar desde ese momento.

Estoy hasta las pelotas de estar enferma y además "a lo bipolar", me cuido los bronquios y fumo, es blanco y negro, es una mierda.

Pero estoy mejor. Moqueo menos, como menos caramelos, y fumo más, y ese es el principal indicador de mi mejoría.

Cuando estuve peor había alguien en casa, ahora ya no hace falta, ya bajo a la calle pero no me entusiasmo a pasear ni me siento en un parque, porque ya empieza a hacer frío y no quiero pillar un sobre-trancazo. Cuando llegue la invitada el miércoles, ya está advertida: de tranqui, como ayer con R.

¿No querías saber? Pos... es que no hay que inspirarme, ya sabes.

Besos,

Querida S:

Querida S: Tú que me proteges de la locura,
tú que me estabilizas,
yo que te pido a personas con bata blanca,
yo que te voy a buscar allá donde una cruz te posea,
yo que te tomo a diario en un ritual nocturno,
en el que me obsequias con el coma y con un ataque de hambre.

Querida S,
quiero que sepas que
eres la más imbécil del blíster donde te metieron,
y dentro de tres horas me tomaré a una de tus hermanas,
o sea que te ruego que desaparezcas de mis neurotransmisores,
no sé si moras ahí porque te han gustado o porque te parieron mal.

Es una orden, pero nunca me obedeciste.
Me costó mucho acomodarme a tus caprichos.
Y como tus hermanas de blíster te imiten,
me chivaré a mi psiquiatra.
Ya te he aguantado bastante,
casi me quedo paralítica por tu culpa,
y hay alternativas.

Ya lo he decidido,
viajaré a Barcelona para librarme de ti,
aunque tu sustituto haga que engorde de nuevo,
ahora que ya había perdido alguno de los kilos que llevaban tu nombre.

Quiero despertares limpios, nítidos, y sobre todo, lúcidos.
Demasiadas horas y salud física me has robado ya, S.
Año y medio de servicios pero también soportando tu lado oscuro.
Se me acabó la paciencia.

Quiero y necesito mi lucidez para sentirme una persona.
Acataré con obediencia lo que mi médico tenga que decirme,
aunque sea soportarte otro medio año,
porque has funcionado, y por eso me veo obligada a ingerirte,
pero ya sabes, quiero matarte de mi pauta, y avisada estás.

S, puta pastilla,

LÁRGATE DE MI CABEZA

.

Notas previas

Notas previas Estimado Dr.,

Si está valorando mi aspecto físico como introducción a mi estado de ánimo, me notará algo descuidada, porque en las últimas visitas me arreglé, tenía ganas de hacerlo, pero ahora esta es mi manera de vestir, y no la oculto.

Tengo que ir a la peluquería hace días pero como no sé qué quiero hacerme, lo voy dejando. Además, no me gusta demasiado ir a la peluquería. Y si encima tengo que escoger un color para teñirme, pues he de estar de humor, francamente.

Visto muy informalmente, demasiado, estoy hippie, sí, pero muy a gusto. Llevo mis adidas sin calcetines desde que mi amiga de Santander me pegó el toque, claro que entonces llevaba una falda tejana y no colaba esto de ir con calcetines y “di que soy alemana” aunque más de una persona me pregunta por mi nacionalidad, convencida de que soy inglesa, quizá por mi piel blanca.

Por cierto, mi “nacionalidad” por aspecto es de lo más raro que he visto nunca.

Si entro en una tienda de pakistaníes, una niña me pregunta de dónde soy, no le parezco española.
Si estoy en la Mancha, soy manchega, de eso no hay ninguna duda.
Si estoy en Estambul, y lo que relato es verídico, se me pregunta si tengo familia en tal provincia, yo me quedo ojoplática, y mucho más cuando veo a un doble de mi padre. Casi me dio un ataque en ese momento.

Ya me he ido por las ramas. Creo que me teñiré de pelirroja, algo veraniego, ya que he pasado el invierno con un demasiado discreto castaño oscuro, quizá para que yo misma no note que ya no es ese mi color. Mi color ahora tiene muchas canas.

Bien, doctor, aquí me tiene. Si ha leído mi página últimamente, comprobará que volver a Barcelona me pone más mala que buena. Estar en casa de mi madre me trae demasiados recuerdos. Al principio, cuando me instalé en otoño del 2003, recuerdos de mi adolescencia. Ahora, recuerdos de mi etapa allí, muy enferma, y de los dos ingresos.

Cuando reservé el billete pensando en la cita de hoy, me di unos días por delante y por detrás para “hacer vacaciones”. No sé en qué pensaba, porque ahora pocas expectativas tengo y eso me libera de estrés, pero me he encontrado más bien incómoda. Ver a mis amigos me produce alegría, por supuesto. Pero hay algo parecido a la apatía en mi estancia aquí.

Esta semana he llamado a más gente para verla. Me preguntan desde cuándo estoy, y eso me recuerda que la semana pasada sólo vi a dos personas. Sí, estoy algo antisocial, me cuesta quedar con la gente.

No he deshecho las maletas. Están ahí y supongo que a mi madre le molesta verlas, pero no tengo ni he tenido intención de poner la ropa en el armario. Lo mismo hago cuando voy a casa ajena o a un hotel, no soy de las que llegan y lo cuelgan todo para que no se arrugue.

Quizá por eso mi madre me preguntó no sin cierta ira qué significaba su casa para mí. Ni yo lo sé, sólo sé que no es mi casa, que nunca lo fue, desde que la abandoné definitivamente en 1993. Volver a ella no me provocó nunca hacerla mía de nuevo. Y es que las colmenas sólo tienen una reina, imposible dos.

Me voy a dormir tarde, de 1 a 2. Me despierto hacia mediodía, unas veces bien y otras con la pastilla por ahí en plan tostada. Por cierto, los cambios de presión en el avión me recordaban ese efecto. El avión empezó a bajar y lo noté de inmediato, fue como uno de los golpes de la pastilla, y lo noté un minuto antes de que anunciasen “señores pasajeros, estamos iniciando el descenso…”. Por fin tengo algo parecido a lo de las pastillas en mi cabeza, ese cambio de presión al que soy tan sensible.

Como poco, no tengo hambre. Se come mejor y más acompañado, pero debo estar demasiado antisocial como para hacerlo. Mi madre no tiene culpa alguna, y está convencida de que no estoy bien. Para eso estoy aquí, para saber si estoy bien, y le digo cómo me siento.

Mi vida es nómada, así lo siento. Tengo libertad de movimientos y viajo, viajo desde Madrid, ya sea a Barcelona o a Santander o a la Mancha. Tengo algo de dinero para hacerlo, y quizá si dejo de fumar tendré más poder adquisitivo. Pero lo del tabaco no está en el orden del día, no todavía.

No tengo síntomas preocupantes. Me sigue costando la ducha, pero me ducho. Compro comida, me la hago. Doy media vuelta, eso sí me cuesta, caminar sola sin darle a la pelota demasiado. Además, le tengo mucho respeto al calor, no sólo porque hiere mi piel, sino porque tengo mucho miedo a volver a desmayarme, porque lo pagué muy caro, y sé que mis huesos van a romperse si se golpean contra el suelo, porque la osteopenia los tiene bajo mínimos de calcio. ¿Me tomo la pastilla de calcio? Pues no, mea culpa, cuando veo el tubo ya me dan náuseas y me pregunto si eso va a solucionar lo que he visto en las radiografías, y me temo que no. El resto de pastillas, ya lo sabe, me las tomo sin preámbulos de ninguna clase.

Le traigo mi último análisis de sangre, al parecer estoy muy bien pero el hipotiroidismo sigue tocando las narices, así que me han subido la dosis de tiroxina, esa pastilla en ayunas que me da rabia pero ya estoy acostumbrándome después de un año.

Mi punto flaco es el estrés. Llevo una vida muy tranquila y me ponen nerviosa los imprevistos. También estresa cambiar de ambiente. Reconozco que desde que estoy aquí, estoy más nerviosa, y eso me fastidia porque la última visita con el psiki me dio la alegría de rebajar ansiolíticos. Igual los vuelvo a necesitar.

He tenido sólo un par de insomnios. Por suerte, puedo recuperar sueño. Ya no soporto la sensación de sueño, porque no tengo costumbre y porque se me mezcla con el pastillazo de la noche, y entonces digo sin ambigüedad que me encuentro mal.

Me preocupa esa ansiedad. Cualquier cosa me la dispara. Debo estar muy sensible, o es que aquí en esta ciudad y en esta casa me vuelvo mucho más vulnerable, esa es mi hipótesis.

De todas formas, no me quejo de mi vida social. Tengo amigos, y así lo percibo, y es una sensación de las que llenan.

Doctor, ya le he dicho lo que hay. Quizá me dejo lo más importante, y no dudo de que sus preguntas me lo van a sacar.

¿Dónde y cuándo?, ahí está el meollo.

Y cómo no, espero ordenar el caos mental que tengo, con su ayuda.

Necesito objetividad.
Necesito centrarme.
He de tomar decisiones, más allá del color de mi pelo.
Aquí me bloqueo.
Y me pongo nerviosa, no soy capaz de decidir.
Doctor, creo que mi mente ha acumulado basura.

Pisando el Lado Oscuro

Pisando el Lado Oscuro Carta a mí misma, poniéndome dura ante las circunstancias actuales.
*******

Querida Carne:

Es complejo volver a tu vida, bueno, a tu nueva vida, sin nadie que te diga nada, a tu puta bola, vamos.

Es tentador hacer lo que todo el mundo. Salir de noche, sin ir más lejos.

Es peligrosísimo si tienes TB.

Estás pisando la línea, lo sabes, y así se lo has dicho a tu psicólogo nada más entrar a la consulta: "he pecado". Te justificas: "hacía mucho que no salía, estoy conociendo a gente nueva..."

Pues no puede ser.

No hay excusas. No cuando tienes una enfermedad que se manifiesta fácilmente, no compres números cariño, que la lotería de Murphy toca.

No puedes tomarte dos cubatas, reina. Eso son dos hostias a tu cerebro. Y recuerda lo que te costó dejar de beber, no me fastidies ahora, que eres mayorcita para decir que NO aunque te inviten.

No puedes trasnochar, cariño. Rompes el ritmo de tu sueño, y de tu sueño depende un gran porcentaje del equilibrio químico del cerebro.

No me defraudes, no te defraudes. ¿Acaso quieres dar la razón a los que no confiaban en ti?

Medítalo, y verás que no vale la pena.

Fin de la carta.

- - - - -

Respuesta:

Sí, lo hemos hablado muchas veces y lo teníamos clarísimo. Hay otras formas, hay otras muchas cosas interesantes a hacer que no supongan peligro para nuestra salud. Ya sabes que el búho que soy tira al monte, y he de aplacarlo antes de que me juegue una mala pasada. Tengo que ser alondra, por mucho que me pese. Y soy consciente de lo mucho que cuesta renunciar, porque ya lo había hecho, y qué fácil es recaer, el Lado Oscuro es tan atractivo...

LO SÉ.

Y saberlo es el primer paso. No quiero descarriarme, porque no lo pago con una simple resaca, lo pago o puedo pagar muchísimo más caro. Y ahora comparto piso, y estoy en un lugar nuevo, y no puedo caer enferma,

1- PORQUE NO ME DA LA GANA. Se está muy bien en eutimia, sin síntomas.
2- PORQUE NO QUIERO VOLVER ALLI, y alli es un lugar que no le deseo a nadie, ni por arriba ni por abajo. Ni una hipomanía quiero, vamos.

Es muy fácil ir al Lado Oscuro, es glamour, es tentación, es seducción.
Lo había dejado, todo un estilo de vida que no me convenía, ¿por qué retomar lo que me llevó a unos episodios que hicieron temblar tu vida, tu trabajo, todo lo que habías construído?

"La teoría es fácil"

Carta: me identifico

Carta: me identifico Sin ánimo de convertirme en pseudopsiquiatra de nadie, hoy he recibido una carta de una lectora que me ha removido las entrañas... No me ha molestado recibirla, no me molesta recibir correspondencia en absoluto y no me molestáis, aunque sabéis que no me conecto como me gustaría.

Me he identificado con los primeros tiempos con el diagnóstico, comiéndome con patatas el diagnóstico ("esto es crónico"), comiéndome las uñas con los mareos de las pastillas... y con cosas que me contaba que me siguen sucediendo, como digo yo, son parte del negocio bipolar y hay que acostumbrarse a vivir con cosas nuevas, algunas molestas, desde luego, otras más asumibles, otras simplemente pasajeras. Lo peor, los efectos secundarios, en mi opinión.

Esto es lo que le he escrito, desde cierta camaradería que nos hermana, sin otro ánimo puesto que nadie sino el psiquiatra ha de ser autoridad para un enfermo en tratamiento. Este punto creo que ha quedado muy claro en todo momento en el blog.

****
Hola [Ella]

debería decirte "no te preocupes" porque como bien sabes estás en los inicios de un tratamiento. Gran parte de lo que pueda pasarte, que sientas en el cuerpo, pueden ser tranquilamente efectos secundarios, por ejemplo la falta de concentración. Yo también me levanto zombi total y a veces ni el café me despierta, y tengo clarísimo que son cosas de la medicación. Ahora para tu cuerpo todo esto es nuevo y claro, el pobre, se queja, eso a cambio de que tus neurotransmisores ganen en estabilidad. Efectos como pérdida de concentración, falta de líbido.... son muy comunes. ¿Sigues yendo por bipolarweb?

Tienes un gran apoyo en tu pareja que puede (y puedes pedírselo, si lo necesitas) ayudarte a comer (sí, cuesta mucho, hay que obligarse), a salir de casa y pasear... media hora al día es lo que los médicos nos dicen como mínimo, porque el sofá no es buen amigo.

Si llevas ya tiempo (mes y pico o dos meses, ¿no?) en tratamiento, y teniendo en cuenta que la medicación puede tardar 3 meses en hacer efecto donde tiene que hacerlo y no tocando los cojones con los efectos secundarios, yo quizá llamaría al psiquiatra para que te eche un vistazo, porque igual necesitas un ajuste en las dosis o quizá lo que te recetaron no te sienta bien, que todo es posible.

Recuerda que un análisis de sangre también ayuda a tener elementos, porque el psiki no deja de ser un médico. A mí eso me salvó de una gorda, porque hay medicamentos que te joden por donde menos te lo esperas.

El tema de la baja es algo personal. Si realmente interfiere con tu trabajo, háblalo con tu psiquiatra que es quien debe extendértela. Si vas al médico de familia te la hará, pero no controlará tu evolución, en cambio el psiquiatra sí.

No me cuentas nada de las vacaciones, ¿te sentaron bien? Un parón en el trabajo siempre se agradece...

Yo sigo por aquí, medio desconectada, a ver si hoy escribo algo en el blog.

Bueno, me despido, muchos ánimos, sigue luchando, no contra la enfermedad -perder el tiempo- sino para encontrarte mejor, haciendo lo que la enfermedad espera de tu cuerpo: buena dieta, buen sueño, ya sabes...

Un abrazo
Carne

Cansada y estresada

Cansada y estresada Esta semana he ido de cráneo. Médicos, gestiones, varios… y no han acabado, hasta el lunes mismo estoy liadísima con asuntos tales como que me arreglen unos zapatos a tiempo, todo a tiempo, esta vez sí tengo plazo. Y hay cosas, como depilarme, que van a quedar fuera de plazo, pero todo no puede ser. Lo que daría por un masaje, que tampoco va a poder ser.

Y mis amigos quieren verme el fin de semana, y algún familiar, y… ya me rascaré cuando pueda.

Hoy he tenido un amago de ataque de angustia, por suerte llevo la pastilla en el monedero para estos casos.

Tengo ganas de tirar la agenda al wc. Aunque hay que congratularse de que mi agenda vuelve a estar llena de todo un poco, y que salvo fuerza mayor, voy cumpliendo mis objetivos.

Hay que procurarse medicación para un mes, ese es el único equipaje que necesito. Y eso ya está hecho, fue la prioridad.

Los monjes budistas sólo poseen el cuenco en el que comen. El resto es prescindible, pero no para nosotros que no estamos ahí en el monasterio. Me pregunto por los monjes budistas bipolares, ellos no se libran del tanto por ciento ni de lejos. Pero la vida ordenada que llevan y la meditación quizá les ayude más que un cóctel de pastillas.

En teoría, me he estabilizado. A ver qué pasa. De momento sigo conectada a Internet, y este fin de semana, si tengo tiempo para rascarme, igual posteo algo que no sea “estoy hasta Los de la maleta”.

Nueva vida que empieza con estrés, lógico pero muy peligroso.

Hoy tarde, descanso. Mañana por la mañana, farmacia. Por la tarde.... ARGGGG

Carta a una recién diagnosticada: "No estás sola"

Carta a una recién diagnosticada: "No estás sola" El principio es horrible, el diagnóstico.
Lo pasas tú, lo sufres tú, y es desconcertante, se te van abajo todos los esquemas.
Esto no puede ser real, te dices.
Pero me encontraba mal, algo tenía que tener, y ya tengo etiqueta.
Y estas pastillas... ¿qué son?
Las primeras tomas, los efectos secundarios, ¿qué me pasa?

Será más fácil si nos ponemos en contacto.
No estamos solos, somos muchos.
Búscanos, estamos en la Red, y quizá en tu ciudad, en persona.

Yo no hubiese sobrevivido sola en esos momentos, no en los primeros, recién diagnosticada.
Le debo mucho, demasiado, a mucha gente, y ahora sólo puedo hacer lo mismo cuando alguien nuevo asoma.

Estamos por todas partes, somos un 2%, y lo mejor que nos puede pasar es que nos diagnostiquen cuando nos encontramos mal, para poder empezar el tratamiento que necesitan nuestros neurotransmisores.

No tenemos la culpa, nadie la tiene, es una enfermedad más.

Venga, ánimo, el camino lo estamos haciendo muchos. Conócenos.

Carta de Semeolvida: “Hola mi niña”

Carta de Semeolvida: “Hola mi niña” No sabes cuanto me alegro de notarte tan requetebién. Ya sabes que desde hace tiempo, yo también creo que lo mejor que podías hacer, es justamente lo que vas a hacer ahora.

Te estabas encasillando de una forma que no podía ser beneficiosa de ninguna manera. Parece que por fin se te ve lo más parecido a la eutimia y no sabes lo feliz que me haces.

Deseo de todo corazón que todo marche bien en tu nueva andadura, que consigas aprender a convivir con el trastorno, lo más dignamente posible, que te CUIDES mucho y con mayúsculas. La base de la independencia, es ser consecuente con uno mismo. NUNCA olvides lo malita que has estado, esto te ayudará a cuidarte al máximo y a evitar situaciones que te puedan desbocar.

¿Seguirá llevándote [mi psiki]?

Dale un beso fuerte a [mi madre], trata de sentirla cerca y de hacerle sentir a ella lo mismo. Ha sido de gran ayuda, como buena madre que es. Sin ella no habrias podido llegar a sentirte bien.
"JUNTOS PERO NO REVUELTOS"; siempre he pensado que ésta es la mejor manera.

Tenme al tanto querida niña.

Te quiere, tu amiga [Semeolvida].

Me odio cuando miento

Me odio cuando miento

http://www.goear.com/listen/a0085f1/Me-odio-cuando-miento-Fangoria

Y ahora me arrepiento
De no haber sabido aprovechar el momento
Y siento haber oído mi voz diciendo
Que no importa nada
Que son cosas de la vida
Que algún día lo olvidaríamos los dos

Me odio cuando miento



Nos despedimos despacio para alargar el momento
Siendo prudentes por no decir cobardes
Y apretando los dientes para no decir
Yo me quiero quedar aquí contigo

***
Fangoria, "Me odio cuando miento"
Una temporada en el infierno (1999)
***

Carpe Diem...

Nuevo tema en el blog: CARTAS

Nuevo tema en el blog: CARTAS

Inauguro sección de Cartas.

Cartas a los lectores que accedan a que publique un texto que he escrito para ellos, por ejemplo, respetando su anonimato.

Y cartas a mí misma, que no es ninguna locura, puesto que todos pensamos en silencio, en voz alta, y yo y cualquiera que tenga un diario, además por escrito.

Y de vez en cuando compartiré algún escrito en el blog. Como carta, no como diario. Mi diario, como he dicho varias veces, es privado, no lo comparto con nadie, y sólo se abre con password.

Espero que funcione la sección. Es experimental.

Eso requiere de vuestra participación:
carnedepsiquiatra(arroba)gmail.com

Y reitero, no publicaré vuestras cartas ni vuestros nombres, sino mi respuesta a las mismas, sin referencias concretas y con vuestro permiso.

Carne de Psiquiatra
:)))

. . .

Editado: la cuenta de correo de hotmail, al igual que msn, está en desuso.

***