Terapia I: Entrevista con el Psiquiatra
Hay gente que se interesa por la terapia que llevo. Escribir un diario no es terapia, es escribir cosas que te suceden, y escribo un diario, que a veces, sí, excepcionalmente, he dado a leer al terapeuta (una página o dos). A un psiquiatra le interesa otro tipo de información, más relacionada con "la medicina", y en el caso de la bipolaridad, con los cambios de humor. En ambos casos, lo que escribo en este blog poco puede interesarles, por lo que repito, este blog no es terapia.
Mi terapia se lleva a cabo en dos despachos, el del psiquiatra y el del psicólogo. Hoy hablaré de psiquiatras.
Todos hemos visto muchas películas. El típico diván donde el paciente se sienta y vomita sus neuras, y el psiquiatra, fuera de su campo de visión, tomando notas, apenas interviene.
He tenido varios psiquiatras, y ninguno de ellos usó un diván. Es más, creo que no les sería de mucha utilidad. Yo me siento en una silla común, delante de él o ella y su escritorio.
Voy a intentar describir lo que pasa en la consulta de un psiquiatra, en unos 45 minutos.
El trabajo de un psiquiatra consiste en evaluarte y darte una medicación acorde a tu estado.
Para ello, sólo dispone de un arma: la entrevista.
Y ya hablaremos de lenguaje corporal, ahora sólo un apunte: la mitad de la respuesta está en tu expresión y en tus gestos. El cuerpo no miente. El psiquiatra lee en tu expresión y en tus gestos tus emociones, es eso lo que está escrutando cuando le miras a los ojos y su expresión es de alta concentración, lógico, te está escuchando por dos canales.
Además, ¿de qué sirve mentir a un psiquiatra? ¿Quieres mejorar? Pues cuéntaselo todo, es un sacerdote para ti. Vale, ocultemos algún pecadillo. Pero no mintamos, es peor para nosotros, si queremos mejorar, remitir.
Me llaman, entro en el despacho, le doy la mano.
A veces no digo nada, me siento y le miro, jaja.
¿Qué tal?
Ahí te juegas el resto del tiempo, cuidado con lo que dices.
La pregunta que está haciendo es: ¿Mejor o peor que la última vez?
Y acabo musitando: bien, mal, o psé.
Entonces debo explicar por qué he dicho lo que he dicho.
A veces prefiero que haga él las preguntas...
Por ejemplo, en vez de esa pregunta inicial, esta otra:
¿Cómo has estado este tiempo, desde la última vez que nos vimos?
Aquí saco la libreta, todo lo que me ha parecido relevante lo he ido apuntando desde la última vez que nos vimos esperando este momento. Días raros, efectos secundarios nuevos, dudas generales, lo que sea, todo en la libreta.
¿Duermes bien? ¿Cuántas horas?
Pregunta obligatoria. El sueño, tenerlo controlado, es crucial.
¿Sales de casa?
Vida social y actividades, un indicador de que estás en la línea o hecha polvo.
Y así, una batería de preguntas.
Tú vas respondiendo, a veces has de meditar mucho la pregunta. A veces sale un monosílabo, otras un monólogo.
El psiquiatra ya tiene la información, y ha ido tomando notas en tu historial.
En un momento dado, es su turno de hablar.
Te noto . (diagnóstico actual)
Has de mejorar en esto, me gustaría ver resultados en la próxima visita.
Vamos a probar este fármaco.
Te vendría bien un ingreso.
Son cosas que puede decirte. Algunas te las esperas, otras ni por asomo.
0. Es él quien valora en qué punto de la gráfica emocional te encuentras. Yo me veo depre, pues no, a lo largo de la entrevista le demuestro que estoy en episodio mixto, y me explica el por qué.
1. Los deberes: mejorar . Significa incorporar a tu rutina un nuevo hábito, que ha de ser beneficioso, el psiquiatra está para ayudar, no para putearte. En la próxima sesión te preguntará qué has hecho al respecto.
2. Conejillo de indias: en guardia. A ver qué me das. Qué efectos secundarios tiene. Le miro con cara de pocos amigos pero suelo acatar la decisión. El que manda es él. Es el momento de retocar la pauta, la medicación que vas a tomar desde ese mismo día.
3. El ingreso es una medida grave. Nunca me han ingresado después de una visita ordinaria, siempre fui de urgencias. El primero lo pasé muy mal. El segundo, casi fue un paseíllo. Pero si necesitas supervisión médica constante, es la única manera.
Apretón de manos. Y "vuelve dentro de....".
Ahí tienes una señal, el período puede ser la semana que viene (estás fatal), dos semanas (quiero seguirte la pista), un mes (estás bastante bien).
Suelo salir de la consulta con la cabeza hecha un bombo. Anoto alguna cosa, pero la entrevista es ágil, no da tiempo para tomar apuntes como en una clase. Y suelo salir seria, hay momentos distendidos pero el tema no admite muchas bromas, y sí compromisos.
Para acabar: un psiquiatra NO COME. Es un médico, sin miedos.
Mi terapia se lleva a cabo en dos despachos, el del psiquiatra y el del psicólogo. Hoy hablaré de psiquiatras.
Todos hemos visto muchas películas. El típico diván donde el paciente se sienta y vomita sus neuras, y el psiquiatra, fuera de su campo de visión, tomando notas, apenas interviene.
He tenido varios psiquiatras, y ninguno de ellos usó un diván. Es más, creo que no les sería de mucha utilidad. Yo me siento en una silla común, delante de él o ella y su escritorio.
Voy a intentar describir lo que pasa en la consulta de un psiquiatra, en unos 45 minutos.
El trabajo de un psiquiatra consiste en evaluarte y darte una medicación acorde a tu estado.
Para ello, sólo dispone de un arma: la entrevista.
Y ya hablaremos de lenguaje corporal, ahora sólo un apunte: la mitad de la respuesta está en tu expresión y en tus gestos. El cuerpo no miente. El psiquiatra lee en tu expresión y en tus gestos tus emociones, es eso lo que está escrutando cuando le miras a los ojos y su expresión es de alta concentración, lógico, te está escuchando por dos canales.
Además, ¿de qué sirve mentir a un psiquiatra? ¿Quieres mejorar? Pues cuéntaselo todo, es un sacerdote para ti. Vale, ocultemos algún pecadillo. Pero no mintamos, es peor para nosotros, si queremos mejorar, remitir.
Me llaman, entro en el despacho, le doy la mano.
A veces no digo nada, me siento y le miro, jaja.
¿Qué tal?
Ahí te juegas el resto del tiempo, cuidado con lo que dices.
La pregunta que está haciendo es: ¿Mejor o peor que la última vez?
Y acabo musitando: bien, mal, o psé.
Entonces debo explicar por qué he dicho lo que he dicho.
A veces prefiero que haga él las preguntas...
Por ejemplo, en vez de esa pregunta inicial, esta otra:
¿Cómo has estado este tiempo, desde la última vez que nos vimos?
Aquí saco la libreta, todo lo que me ha parecido relevante lo he ido apuntando desde la última vez que nos vimos esperando este momento. Días raros, efectos secundarios nuevos, dudas generales, lo que sea, todo en la libreta.
¿Duermes bien? ¿Cuántas horas?
Pregunta obligatoria. El sueño, tenerlo controlado, es crucial.
¿Sales de casa?
Vida social y actividades, un indicador de que estás en la línea o hecha polvo.
Y así, una batería de preguntas.
Tú vas respondiendo, a veces has de meditar mucho la pregunta. A veces sale un monosílabo, otras un monólogo.
El psiquiatra ya tiene la información, y ha ido tomando notas en tu historial.
En un momento dado, es su turno de hablar.
Te noto . (diagnóstico actual)
Has de mejorar en esto, me gustaría ver resultados en la próxima visita.
Vamos a probar este fármaco.
Te vendría bien un ingreso.
Son cosas que puede decirte. Algunas te las esperas, otras ni por asomo.
0. Es él quien valora en qué punto de la gráfica emocional te encuentras. Yo me veo depre, pues no, a lo largo de la entrevista le demuestro que estoy en episodio mixto, y me explica el por qué.
1. Los deberes: mejorar . Significa incorporar a tu rutina un nuevo hábito, que ha de ser beneficioso, el psiquiatra está para ayudar, no para putearte. En la próxima sesión te preguntará qué has hecho al respecto.
2. Conejillo de indias: en guardia. A ver qué me das. Qué efectos secundarios tiene. Le miro con cara de pocos amigos pero suelo acatar la decisión. El que manda es él. Es el momento de retocar la pauta, la medicación que vas a tomar desde ese mismo día.
3. El ingreso es una medida grave. Nunca me han ingresado después de una visita ordinaria, siempre fui de urgencias. El primero lo pasé muy mal. El segundo, casi fue un paseíllo. Pero si necesitas supervisión médica constante, es la única manera.
Apretón de manos. Y "vuelve dentro de....".
Ahí tienes una señal, el período puede ser la semana que viene (estás fatal), dos semanas (quiero seguirte la pista), un mes (estás bastante bien).
Suelo salir de la consulta con la cabeza hecha un bombo. Anoto alguna cosa, pero la entrevista es ágil, no da tiempo para tomar apuntes como en una clase. Y suelo salir seria, hay momentos distendidos pero el tema no admite muchas bromas, y sí compromisos.
Para acabar: un psiquiatra NO COME. Es un médico, sin miedos.
16 comentarios
Jose Antonio -
Milleniumsister -
Así que hasta que te sometas a análisis... No conocerás los beneficios de un diván acolchadito =P... De todas maneras... te lo recomiendo... es un proceso para gente paciente, eso sí.
Saludos
Carne de Psiquiatra -
Desconozco si tienes alguna patología y cuál es el fundamento de tu opinión.
Se sabe de negligencias médicas, como en tantos otros campos. Pero el psiquiatra es hoy por hoy el médico que atiende a trastornos como el que yo tengo.
Yo hago regla del tratamiento farmacológico y de los hábitos que lo ayudan, y me encuentro mucho mejor que antes.
Pablo Colla -
Nono -
Gracias.
Dulcesin -
tengo 19 y voy con una psiquiatra, tambien me da clases en la universidad, no creo tener TB (1° punto: negación) estoy depre desde hace mucho mucho tiempo y me dio medicacion antidepresiva y también para epilepticos creo q porque estoy en supuesta rehabilitación x el abuso de cannabis, a mi no me funcionó el prozac, me puteaba ahora tomo venlafaxina, es mejor para mi. también voy con una psicologa. tuve un trastorno psicotico agudo inducido x marihuana, a veces tengo sintomaas bipolares :( (qien no?) insisto no creo tner TB, mi psiquiatra aun no me da un posible diagnostico ya q he ido pocas veces.
es de grandisima ayuda tu web
Nekrodoll -
Carne de Psiquiatra -
Me siento bien por haberte sido de ayuda, y espero que la cita sea un éxito. En el siguiente sentido: que el psiquiatra te ofrezca confianza y autoridad, porque tendrás que confiar en él y obedecerle (en un pequeño margen de negociación).
No te pongas nerviosa, es sólo una entrevista personal. Te aseguro que las he pasado más putas en las de RRHH de algunas empresas.
Nekrodoll -
enmipellejo -
No tienen ni puta idea del funcionamiento del cerebro, no consideran el alma, la sensibilidad, y recurren a tus expresiones y estados de ánimo: o sea, reducir la enfermedad a los síntomas: fantástica perspectiva.
Alberto -
Miguel -
Carne de Psiquiatra, para Miguel -
Carne de Psiquiatra -
coclicó -
Yo sí estuve en psiconálisis y acabé malita. me tumbaba en el diván y hala, libre asociación. A veces no decía nada en 45 minutos.Estuve tres años, a tres consultas semanales. No lo soportaba y estuve odiando a los psicoanalistas mucho tiempo. luego he sabido que está contraindicado en TB y los psiconalistas me parecen una secta. Mi psicoanalista insistía en que el litio envenenaba. Ya ves.....!
Miguel -
Paso un año ingresada por agredir a mi padre y luego temporadas de un mes sueltas en algunas crisis.
Me alegra que hayas aceptado tan bien tu enfermedad y que los que te rodean te ayuden en lugar de maltratarte a palabras o aun peor, fisicamente.
De verdad que es un infierno vivir con dos personas con un trastorno que no se aceptan y se hacen la vida imposible, no atienden a tratamientos ni nada, sobretodo para quienes convivimos con ellos.
Un saludo.