Blogia
Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Un día en la tostada de Murphy

Un día en la tostada de Murphy

Leo los comentarios de mi último post, sois encantadores.
Curioseo el contador de visitas, me sobresalta "26 abril 14:22 PSINet UK, Ltd., Reino Unido "... pensaba que sólo me leían mis psicólogo y psiquiatra...

Ayer os hablaba de la "tostada" mental casi diaria que debo tolerar, con la que debo convivir para llevarnos bien y no partirnos la espalda juntas. Hablo de ella en tercera persona, yo no soy una tostada, jaja.

Pues bien, hoy he tenido que ir con la tostada encima, tanto es así que todavía la llevo. Por eso me ha hecho gracia contar algunas de mis desventuras del día de hoy. Ya sé que esto últimamente parece un diario, pero realmente y por fortuna cuando me planteé (y mi salud me permitió, lo más importante) una "Nueva Vida", pues eso es lo que hay, vida por todas partes, gente, sol, paseos, anécdotas. Vida. Vida.

9.00. Suena el despertador. Deseos de apagarlo. Recuerdo: Carne, tienes que ir al puto banco a pagar la puta factura de telefónica atrasada, es hasta las 10.30 pero si no te despiertas ahora sabes que no vas a ir.

9.15. Tostadón enorme. Me hago el instantáneo, no sería capaz de armar la cafetera. Carne y su primer café-café permitido por el psicólogo. Apunto en un papel del bloc qué debo hacer y qué necesito. Si no, me dejaría la documentación. Y quiero enviarle a mi madre un regalo, hay que ir a Correos también.

9.30. La tostada sigue ahí. Me concedo el lujo de beberme lo que ha dejado mi compi de piso en la cafetera.

9.45. Nada que hacer, ni saliendo al balcón. Tía, tómate un descafeinado aunque sea un placebo.
ANDA, QUÉ BIEN, ME HA VENIDO LA REGLA, ¡¡TENEMOS COMPAÑÍA, TOSTADA!!

10.00. Me duele la cabeza, la parte derecha. Esto no es normal, y he dormido ocho o nueve horas. Me tomo una aspirina.

10.10. ¿Y si dejamos lo del banco y volvemos a la cama? Reconócelo, no es tu día.
COÑO, TIA, QUE ES SOLO UN PU.. PAPEL, HAZLO Y SI QUIERES TE VUELVES A LA CAMA.

10.15. Entro en el baño. Tengo 5 minutos para parecer una persona. Dios, qué ojeras. No me he acordado de encender el termo, no hay tiempo. Venga, Carne, más guarra has salido de casa cuando la depre, al menos te has lavado las axilas.

10.20. Camino a paso lento. Llego al banco justo para que me digan que la hora de pago es hasta las 10. Y me digo: ayer, cuando me dijeron el horario, ¿qué tostada llevaría encima? Si eso debió ser a eso de mediodía...

No entiendo nada. Maldigo resignadamente pero no tengo ganas de volver a casa. En plan masoca total, me dispongo a regularizarme con la Seguridad Social. Eso tiene un aspecto bueno: después de dos meses, he decidido que necesito un médico en Madrid. Y el malo: chúpate la burocracia. Pero después del primer fracaso de hoy, debo hacer algo útil para no dejar una marca negra en la fecha de hoy. Así funciono.

En el ambulatorio (eso ya lo hice ayer) me dieron la dirección de Tesorería. Llevo encima el callejero, cómo no. Menudos nombrecitos tienen las calles de Madrí. Cuando tras una corta pero agonizante espera llego al puesto número 5, no he rellenado el formulario que me han dado a la entrada. Razón: no llevo boli, no me he traído las gafas y sin ellas, hoy, veo mal. El funcionario resulta ser de lo más comprensivo ante mi torpeza en mostrarle toda la documentación requerida. He hecho bien en no llenar el formulario que me dieron, era otro el necesario y lo hace él. Cosas que pasan con la burrocracia. Le hago una última consulta y me manda a otra oficina ARGGGGGGGGGGGGGGGGGG que, cosas de la vida, no anda muy lejos.

Llevo el paquete para enviar a mi madre. No he encontrado la oficina de correos que me ha indicado el camarero del bar (sí, otro café, hoy era gasolina, directamente), pero paso por una, ¡eureka!

Pues no. Sólo es de reparto. Tengo que ir a... "¿sabe dónde está [calle o barrio alienígena]?". Intento exprimirme las neuronas y al final le digo que gracias, que ya la encontraré.

Bien, llego al otro edificio burrocrático. Me reciben y me dan la información necesaria que, cómo no, me lleva a otro edificio gubernamental.

¿Estoy en Madrí o en "Brazil" de Terry Gilliam?

Me he dejado el reloj en casa. Y algo para recogerme el pelo, y estoy sudando. La gente va en manga corta o ropa muy liviana, yo con mi gabardina verde oliva y un foulard de invierno empezando a sentir la incómoda sensación de sauna.

Deambulo por los callejones hasta llegar a una avenida, posible emplazamiento de una estación de metro, y le pregunto a un señor dónde queda el metro más cercano. "¿Hacia dónde va, señorita?"

Evidentemente, necesitaba las gafas de ver. Lo tenía -el metro- a 20 metros mirando a la izquierda. Me hago la despistada total y el señor me indica cómo puedo ir andando al lugar. Lo que es fácil para un lugareño del barrio, para esta pobre tostada andante es una odisea.

Y me digo: a la porra, ya iré mañana a por más colas y funcionarios. Cojo ese metro. Me esperan a comer a unas cuantas paradas de donde estoy y un transbordo y quiero llegar viva.

Y ahora es cuando debo hablar de

Las leyes de Murphy

1. Por ejemplo, un "... servidor"... ha destruído todo el párrafo de la comida, vuelvo a una versión anterior de este post guardada como borrador. Resumen de la comida: buena gente, el arroz con conejo muy bueno.

2. Sobremesa: mi amigo acompaña un momento al médico a su pareja y me deja sola en casa para que use su conexión. Me halaga la confianza y me dispongo a escribir este post, al que iba dándole vueltas.

Ejecuto Msn, craso error, cuando aparezco a veces no puedo hacer otra cosa que ir quedando bien con todas las ventanas sin saber exactamente de qué estoy hablando en cada una. Y pensar que hace 5 años controlaba 10 privados a la vez en el chat...

Me llaman al móvil, un 93 desde Barna, y descuelgo intrigada. Coño, es una de mis mejores amigas. "¿No te lo han dicho?" "¿Qué?"

QUE VIENE A MADRÍ EL VIERNES A UN SEMINARIOOOOOOOO
OLEEEEEEEEEEE

Y mientras transcurre la conversación, salgo a la terraza a fumar, y cuelgo toda contenta, y de repente me acuerdo de que

HABIA QUEDADO EN OTRA PARTE... CON MI PADRE

Solucionable con una llamada, lástima que sea a mi padre a quien dejo plantado. Iré, sí, iré pronto, esta semana no, pero sí, sí, quiero verte.

Contenta, entro de nuevo en la sala. El ordenador está apagado. Se ha quedado no frito, sino muerto directamente. En ese momento, necesito repentinamente mi ansiolítico pautado para la tarde. Me quedo en la terraza quietecita hasta que llega mi amigo y nos contamos lo malo y lo bueno... no le da mucha importancia, no ha actualizado el antivirus, etc.

En resumen:
- he quedado bien con: la Seguridad Social y mi amiga.
- he quedado mal con: mi madre (ella no lo sabe pero bueno, hoy no ha salido el paquete) y con mi padre.
- he quedado "no se sabe" con mi amigo, porque aunque él diga que tenía que pasar, ha pasado cuando yo estaba sola en casa.

Cojo el metro. Aprovecho para contestar un sms pendiente. Bajo en mi estación, sí, no me la paso, pero cuando me doy cuenta estoy en el extremo opuesto del andén. Para cuando llego a la salida, otro tren efectúa su entrada.

Y me meto en el cyber a contaros mis penas, de las que yo misma me río, porque otra cosa no puede hacerse y además es aconsejable y muy sano.

Lo que aconseja el día es: llegar a casa, encerrarse, y dejar que el día acabe lo más plácidamente posible.

Lo que el diablo me ha dicho por teléfono (mi compañero de piso, interesándose por si estaba en Madrid o me había ido ya con Padre): que si esta noche me apunto a salir "ya sabes, yo siempre soy la tentación.." "mmm no sé, no sé..."

Esto plantea una disyuntiva interesante. En el primer escenario, estudio guías de Madrid para llevar a mi amiga de paseo. En el segundo, "Madrid la nuit" me sorprende con algo...

...
...

Lo decidiré en el último momento. Total, con la tostada de hoy, no creo que trasnochar un poco haga que la de mañana sea peor.

Y ahora, Murphy eliminará el post entero...

"Send"

***

2 comentarios

Carne de Psiquiatra -

Hola Bachiller,
bienvenido al fascinante mundo bipolar, donde no sabes si eres simpática o un cardo, tonta o inteligente, alegre o triste. Todos los contrarios, y mi desconcierto ante ellos, es lo que vas a encontrar aquí.
Espero que disfrutes de la lectura, aunque mucho de lo que cuento para mí no fue disfrute sino sufrimiento, en su día. Hoy puedo afirmar y cruzo los dedos, que estoy estabilizada, pero aquí sigo contando mis desventuras.
Bienvenido a este blog ;)

Bachiller -

No conocía (ni conozco) nada de bipolaridad (al ser ingeniero sólo me viene a la mente una pila), pero leerte es... no sé, al menos reconfortante.
Acabo de conocerte, pero me uniré a tu lista de lectores habituales.

Llevará un rato, pero a ver si te leo desde el principio.