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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Planes

Planes Hora de la siesta. Me apetece hacerla, no quiero tomarme un café, quiero descansar.
Me pongo a leer y me dejo llevar por el sueño.
Suena el teléfono y no lo cojo. No tengo ganas de hablar, además hacerlo es correr inmediatamente hacia el balcón en busca de cobertura.
Me he despertado ya, pero estoy disfrutando de una actividad cerebral muy agradable, y me enrosco entre almohada y sábana, y me da igual que sea sábado y no tenga planes. Estoy a gusto, no sé si son ensueños pero disfruto del momento de bienestar.

Necesitaba descansar, relajarme...

...este mediodía me han llamado, planes. El plan era salir YA de casa para comer YA y para ir YA al cine. He dicho que bien, que me apuntaba, pero al colgar inmediatamente me ha entrado la angustia, la taquicardia, y todo lo que me pasa cuando algo es para YA y me pilla desprevenida. Si no tengo control sobre la situación, sigue pasándome. Podían haber avisado ayer...

Me ha costado llamar y decir “no puedo”, no me sentía bien ni para comer con ni para meterme en un cine de palomitas. No me he sentido demasiado mal al rechazar el plan porque entre otras cosas me lo acababan de proponer y la angustia me podía a mí. Y no, con angustia no voy a ninguna parte.

La angustia se me ha pasado bastante rápido, respirando en la terraza junto a mi planta aromática.

Hace muchos meses que no voy al cine. Me gustaría ir, no hay nada que me lo impida, ni siquiera sentiría claustrofobia. Colafobia sí, por eso tampoco me ha atraído sino que me ha angustiado la idea del cine lleno. Puedo ir entre semana tranquilamente, el caso es que no lo hago, y no me pregunto el por qué. Todo llegará, a mi paso. Es una actividad que debo desear, es decir, mi psiquiatra no puede pautármela.

De vez en cuando, necesito notar esa paz interior que tanto anhelaba, y es un estado mental que debo experimentar en solitario. Hay quien diría que estoy depre por preferir esta soledad a verme con gente. Yo creo que hay un momento para todo.

Necesito tranquilidad, ni siquiera aguanto mucho tiempo en el pc. Ayer me dí una sobredosis y hoy tenía nulas ganas de conectarme.

Escucho música, veo algo de TV, limpio mi parte de la casa. No estoy inactiva, no me siento depre, pero sí noto que estoy en un lugar que todavía no me pertenece, que no conozco sus trucos, y que eso ha de llevar tiempo.

También decliné ir a la Feria del Libro, porque me conozco y ya me sobran libros en esta casa. Esta semana he dicho que no a muchas cosas, y me tocará a mí hacer la próxima llamada. Proponer otro plan.

Ah, y no he querido salir esta noche con mis compañeros de piso. Pero ese es el pan de cada día, ya saben que no me gusta trasnochar y ellos lo hacen a diario. Lo que no saben es que lo tengo muy restringido.

Mientras tanto, sigo en "paz interior", y me he puesto a escuchar el “Unplugged” de Nirvana. Es hora de tomar las pastillas, de decir adiós a este día, y de acordarme de que el miércoles mi madre estuvo aquí y me hizo muy feliz. Eso si fueron planes buenos para mi psique.

Mañana iré a por el periódico. Dudo que tenga ganas de pasear por el Rastro, del bullicio. Sé que estoy “de rollo tranquilo”, y lo celebro, apenas necesito ya de los ansiolíticos, yo que me los he tomado no a miligramos sino a kilos.

Estoy contenta, hace mucho que deseaba esta soledad positiva.

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