1994
1994. Ahí se paró mi reloj definitivamente.
Antes había dado síntomas, pero se le pusieron pilas.
Lo noto en tantísimas cosas, por ejemplo, en la música que escucho.
Dejé de oír la radio y de ver programas musicales.
La primera gran depresión, empezó a finales de noviembre del 1993.
Y ya lo he dicho aquí, el silencio es su banda sonora.
Viví en modo vegetal, aunque me ocurrieron cosas, sí, sobre todo en las hipomanías.
Compré mucha música, iba a bailar, me gustaron Blur y los Chemical Brothers, entre otros.
Hay otro gran agujero desde otoño del 2002 hasta el diagnóstico.
Y otro tras el diagnóstico hasta el pasado enero.
2005. Ha pasado mucho tiempo ya.
Pero sigo escuchando "Blade Runner" y el "Nirvana Unplugged".
Sigo en 1994.
El despertar es difícil.
Y de vez en cuando, una pesadilla me arroja a 1986.
Hay días en los que no puedes evitar el pasado.
Son pocos, por suerte ahora son muy pocos.
Y no son tristes, hubo de todo en el pasado, también momentos muy hermosos.
Aunque mi ánimo lo marcase una enfermedad libre de ataduras.
Hoy es hoy.
Hoy llueve y el ánimo se deja llevar por recuerdos, buenos y malos, tiempo pasado.
Hay que dejar de anclarse.
Lo peor sería no darse cuenta de ello.
Llevo siete meses en libertad condicional.
Falta rehabilitación, psicológica.
Antes había dado síntomas, pero se le pusieron pilas.
Lo noto en tantísimas cosas, por ejemplo, en la música que escucho.
Dejé de oír la radio y de ver programas musicales.
La primera gran depresión, empezó a finales de noviembre del 1993.
Y ya lo he dicho aquí, el silencio es su banda sonora.
Viví en modo vegetal, aunque me ocurrieron cosas, sí, sobre todo en las hipomanías.
Compré mucha música, iba a bailar, me gustaron Blur y los Chemical Brothers, entre otros.
Hay otro gran agujero desde otoño del 2002 hasta el diagnóstico.
Y otro tras el diagnóstico hasta el pasado enero.
2005. Ha pasado mucho tiempo ya.
Pero sigo escuchando "Blade Runner" y el "Nirvana Unplugged".
Sigo en 1994.
El despertar es difícil.
Y de vez en cuando, una pesadilla me arroja a 1986.
Hay días en los que no puedes evitar el pasado.
Son pocos, por suerte ahora son muy pocos.
Y no son tristes, hubo de todo en el pasado, también momentos muy hermosos.
Aunque mi ánimo lo marcase una enfermedad libre de ataduras.
Hoy es hoy.
Hoy llueve y el ánimo se deja llevar por recuerdos, buenos y malos, tiempo pasado.
Hay que dejar de anclarse.
Lo peor sería no darse cuenta de ello.
Llevo siete meses en libertad condicional.
Falta rehabilitación, psicológica.
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