AUTORIDAD
Subtítulo: y sanseacabó por el momento el tema de las pastillas
Sí, estoy pesadita con el tema de tomarse las pastillas, de seguir al pie de la letra la pauta.
Es que "tan sólo" un 50% de bipolares abandona la medicación.
Y claro, entre ellos, alguno conozco. Y entre ellos, alguno ha sido ingresado por haber hecho burradas.
¿He de ir a visitar a alguien que ha ingresado por no hacer lo que debía, por haberse provocado voluntariamente una crisis?
¿Por desoir los avisos de la gente que tenía a su alrededor?
Ya estoy cansada de dar sermones a la gente que me importa, aquí todo el mundo hace lo que le da la gana.
Las lecciones las sabemos todos. En la práctica, muy pocos las cumplen. Yo misma, sin ir más lejos, el gorro de la piscina sigue seco y ha pasado casi un año.
Me pongo pesada conmigo misma y dejo que según quién me diga cuatro cosas. Verdades como puños, esas no ofenden y si lo hacen, es que sabes y no quieres.
Sí quiero, me voy poniendo excusas. Ya lo haré. Y pasan meses. Me justifico, claro, en eso somos todos expertos. Me está costando mucho el tema de los hábitos, más de lo que pensaba, pero eso es la otra mitad del tratamiento, la primera es tomarse la medicación.
Volviendo al tema de la medicación, esto es lo último que voy a decir. O tendré que abrir una sección llamada "Bipopastillas" o "Tómatelo, gilipollas", porque ya me enerva el tema demasiado. Me están subiendo dosis, este año no es muy bueno, vale, pues me las trago, porque me lo dicen y porque sé que es bueno para mí, porque no estoy ajustada cuando presento algunos síntomas.
Es muy importante, para mí lo es, la autoridad que debemos otorgarle al psiquiatra, además de confianza y otras cosas.
Crecí en el seno de una familia donde la autoridad estaba más que clara, y a ella debía obediencia, y prefería la obediencia al castigo. Los profesores también son autoridad para un niño. Y los sacerdotes, si se es creyente. Y un policía, y tantas otras figuras en la sociedad.
¿Sumisión? Sí. También fui rebelde cuando mis hormonas lo fueron en "la edad del pavo", y me cayó más de una colleja.
Crecemos y la autoridad toma otras figuras, tu jefe lo es. No cuestiones la autoridad o te quedarás sin trabajo, ¿verdad?
Enfermamos y de repente la autoridad es un médico.
Estamos en las mismas, o obedeces, o el castigo está asegurado. La diferencia es que tú mismo te lo habrás provocado.
Tómate esas pastillas, y en esas dosis. No vale decir me quito media porque estoy engordando. No vale nada, has de obedecer. El castigo ya sabes cuál es, es encontrarte muy mal, puede ser un brote psicótico, puede ser un ingreso.
Eres mayorcito y estás bajo tu responsabilidad, tú también eres tu autoridad. Y eso no te da derecho a perjudicar al resto de tu familia.
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