Mayo 2003
Este o esta joven se lo pasó bien en mayo de 2003. Yo no descubrí a Goldfrapp hasta este otoño... Pero fui a ver "X-Men 2" antes de desaparecer del mapa.
Por fin acaba este mes, y con él se cumplen tres años del principio de mis andaduras bipolares.
No fue el principio, ni el final, sólo un pico hacia arriba en una gráfica que se salió del papel.
El otro día Josep me saludó y yo ya creía que no se acordaría de mí, a cuánta gente conoce este hombre, y cuánto tiempo ha pasado.
Imagino la tormenta que llegué a desencadenar sólo por el eco.
Era pura rebeldía, yo no quería estar en "un club que admitiese a miembros como yo".
Se volcaron en ayudarme. Y aquí estoy, sin ellos no hubiese sido posible ni empezar a tomar la primera pastilla, y saben quienes son. Demasiados para citarlos, saben que cuentan con mi eterno agradecimiento.
Antes de mi "presentación en sociedad" estuve maníaca cinco días o más, sin dormir, y la angustia atacando con tanta fuerza que llegué a llamar dos veces al 061 convencida de que no era otro ataque de pánico sino un infarto de verdad. Ahora sé que llevaba encima un mono de benzos, las había dejado después de comerlas como sugus, no hacían nada, nada hacen a quien necesita antipsicótico intravenoso pero no sabe todavía que existen.
Malos tiempos. Ahora, recuerdos que forman parte del recuerdo global del proceso que me ha llevado hasta aquí.
Junio no fue bueno, julio tampoco, agosto catastrófico... septiembre y octubre, mudanza a casa de mi madre. Episodio mixto, ciclo a depre, mixto, ciclo a hipo, y mixto (en un continuo con pocas fechas claras, sí en mi historial) hasta el 2005, desaparecida del mapa. Ahora sé quién es Goldfrapp, y a veces veo alguna película de esa época, es que "no estaba", ni quería estar.
"Born, born to be alive...." Sobreviví al pensamiento del suicidio diario.
TODO PASA.
Pero no hay que olvidar el pasado, lo guay del TB es que puedo volver a, por ejemplo, mi mayo de 2003, en viajes cíclicos e incluso programados, si los alimento con alcohol por ejemplo, y si no, lo dejaremos en "viaje sorpresa", esta empresa es muy pero que muy generosa, es la propia vida quien le da excusas perfectas que en fino llamaremos detonantes. Y el viaje será en el expreso si no llamo al psiki al síntoma número 2,5 de estar en ese camino, que no es al concierto de Goldfrapp.
Nadie está a salvo, yo de momento no he vuelto, pero sólo llevo tres años desde la última, y también la primera reconocida.
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Un abrazo, estimado Valpro. Mi alma te acompaña.
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Valpro -