Alergia y resurrección
El agua me provoca una reacción alérgica, o el agua y el jabón. Me lavo y me pica todo, y es la primera vez que me sucede aquí. Compro en la farmacia el jabón más hipoalergénico que tengan, más que el que estoy usando, y me sucede lo mismo.
No he leído el prospecto de lo nuevo, paso. Tomo nota de las anomalías, como esta, pero esa pertenece al "Síndrome Bcn", fue previo. Estoy flipando, tengo miedo a la ducha y no es "por depresión".
Sigue el vértigo y el mareo, a punto estoy de no contarlo, de la costumbre a tenerlos, pero aquí son más fuertes. Es el tercer día de cambio de pauta, me quedan otros tres y... los soportaré. Por mis coj... que sí, aunque espero vist-i-plau (visto bueno) de mi jefe para que me de la condicional y pueda volver a mi casa. En Madrid, me pegaría una buena ducha y volvería a coger el tren para Barna. Esto es surrealista, pero a mí me gustan mucho los primeros episodios de la Pantera Rosa, que son así de absurdos y encima te descojonas. ¿Es para reír o llorar lo del agua?
Recuerdo que durante mi último ingreso, un bipo me contó que una vez quiso ver el kilómetro 0 en Puerta del Sol, gran idea, qué puntazo. Dicho y hecho, pilló el coche y se plantó allí, venga 600 km solito. Lo vio, y volvió a Bcn acto seguido, cosas que se hacen cuando estás en manía, en la parra. Pues igual eso hago yo para ducharme, necesidad obliga... me voy a casa, me ducho, y vuelvo a Bcn. Además, me estoy quedando sin flequillo ni peinado: se me está rizando todo el pelo. Y estoy a un paso de verlo todo doble, pero sé que resucitaré aunque sea a las 22 h. Porque escribo esto bajo efectos secundarios y peleándome como siempre con este teclado americano que tiene el Ins-Del aquí abajo a la derecha y si me descuido...
Resurrección: 22.35. Estoy hecha una mala hierba. Mañana, más.
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