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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Despertar "al pájaro"

Mi abuelo materno creo que me aleccionó en materia de pájaros y sus sonidos, pero no recuerdo gran cosa. Seguramente mi madre habrá conservado ese conocimiento. El caso es que hoy dos bichos voladores de la misma especie dialogaban de tal forma que me han despertado a las 6.30. Cualquier cosa lo habría hecho, así que "ajo y agua".

Mi habitación quedará acabada en cuanto me traigan una estantería, que espero esta misma semana. Pintada en color malva claro, y con un cabezal metálico precioso que encontré al llegar, parece la estancia de una princesa. Que por tamaño parecería perteneciente a una niña, pero por edad yo digo que es "de reina madre". En Madrid noté cambios en mí, en mi estilo personal. Aquí es la misma historia. Quién me hubiese dicho hace tiempo que este templo del descanso iba a ser tan "femenino".

Sí hay cambios en mis hábitos. Ya no me dedico a descargar películas, o no tantas como antes. Tengo demasiados discos con material que no he visto, y rara vez veo algo de lo grabado.

Quizá sea porque todavía no he acabado de instalarme. Esta película, parecía interminable, llegará pronto a su fin, y entonces ya veremos qué ocurre en esta casa, y cómo interaccionamos ella y yo. Estoy intrigada acerca de este punto.

Hay nuevas rutinas. Algunos días paseo con un vecino y su perra. Tonifica, y hago ejercicio. El problema de no salir ahora se reduce a que sola me aburro, lo que también ocurría antes.

Hay también cambios en "mi ser". Ahora hay cosas que no me pertenecen. Si no son parte de mí, tendré que deshacerme de ellas. Y si es de esta forma, no habrá traumas.

En cuanto a "lo bipolar", suceden varias cosas. La primera es que no me siento como el "soy", con esa etiqueta. En casa, esa palabra está prohibida. Tengo un secreto que guardar, y no me averguenzo de ello. Estoy haciendo buenas migas con el vecindario y no quiero que el estigma caiga sobre mí. No ahora. Quizá dentro de unos años sí lo haga público, cuando vean que no muerdo.

Sucede también que la depresión ahora es aburrimiento. Que la agorafobia tiene que ver tan sólo con las horas de calor. Que cuando estoy mucho rato con alguien que todavía no conozco bien, me saturo, por no tener costumbre de ese socializar. Que de vez en cuando caigo rendida por la tarde, en una siesta obligatoria. Pero, cómo odio despertar dos veces el mismo día.

Creo que nuestra normalidad tiene mucho que ver con el tratamiento. Tener un buen psiquiatra, una pauta ajustada, y tomarse las pastillas religiosamente te procura cierto bienestar, además de la sensación de que sólo eres una persona que necesita una medicación y ciertos hábitos de salud, que por cierto más de la mitad pertenecen al sentido común.

El tiempo ahora pasa muy rápido, y más a estas horas de la mañana. Es otra de las novedades, ya no me parecen interminables... todas... las horas. Algunas todavía lo son, pero ya no tanto.

Me voy a tomar el cafelito.

7:56 h.

P.D. Dice el del bar que esos pájaros son tórtolos. Pongo algo de música tranquila para contrastar.

***

1 comentario

hesperatusa -

hola Blue! me alegra saber de ti, no te preocupes por la integracion por que seguro que vas ha tener muchas amistades y es que tu lo vales, ami me ocurre lo mismo, me agobio cuando llevo mucho rato con gente que apenas conozco, digo que habra que luchar por quitarnos esa tendencia a cerrarnos ante la gente ¿no se si es posible, llegar al punto de partida pero tenemos que pensar que si. y luchar por la integracion, cosa dificil pero creo que no imposible. un besazo AH! los pajaros son un incordio por las mañanas, te digo yo que si, que mi padre cria y no hay quien duerma en esa casa.adios Blue y espero que te animes y nos cuentes mas cosas.otra vez adios. ah y darle un saludo a SUN, que sigo acordandome de ella, un beso para ella tambien, venga besos y besos, jajaja!