Versión original II - Traducción al español
Madrid, 8 de junio de 2006
Hola,
(…) ¿No tienes el teléfono de ningún bipo? A veces, una conversación por teléfono hace milagros, más que un post en el foro que leen miles de desconocidos y sólo contestan diez conocidos que sólo conoces por un nick.
No me extraña que salieses de la consulta histérica. A mí todavía me pasa, no te creas. Un día, que me subiesen [x Mg.] del estabilizador me dejó tan neurótica que al salir de la consulta, mientras paseaba sin demasiado sentido porque iba hacia la Castellana pero necesitaba caminar antes de tomar un autobús… me compré una parka [chaqueta de invierno], rebajada, pero un gasto (precisamente hoy he encontrado el ticket y lo he roto), y lo sabía cuando la pagaba, además, pero no podía evitar hacer lo que un día escribí en la página (gracias por cierto por tus elogios): "cuando se sale de la consulta, si no se puede cometer un pecado carnal, hay que cometer otro, normalmente económico".
La putada es que si los psikis hacen bien el trabajo, no dan buenas noticias, aunque las expliquen bien y las entiendas, las discutas si no está clara la cosa y se llegue a un acuerdo. Si estás en una crisis, te cambiarán el tratamiento. Si has pasado la crisis, te darán caña en el tema de los hábitos. Si tienes una oscilación, que puedes consultar por teléfono, te subirán o bajarán la medicación. Qué podemos esperar, són médicos, y no nos quieren putear, pero para nosotros es muy duro (…). Un fármaco que te cambia la vida, directamente, lo que puedes comer y lo que no… una decisión dura, supongo, y meditada, pero precisamente por eso, veo esperanza, y el sacrificio si funciona valdrá la pena, incluso la lágrima.
Yo también he llorado en las consultas (…). Y pienso que hacemos bien en llorar si es lo que el cuerpo, el alma, nos piden. No sirve de nada hacerse la dura, precisamente con quien ha de conocer nuestra debilidad para ayudarnos a superarla. Un dia hace años, un dia que me encontraba fatal, llamé al terapeuta que tenía (terapia que no sirvió de nada) para decirle que no podía ir, y me respondió que precisamente si me encontraba mal, era cuando más necesitaba esa sesión, y también lloraba, cuando estás jodido lloras, y menos mal que tú y yo podemos, hay quien no puede y… ¿por dónde le escapan los sentimientos de impotencia, entre otros, a esa persona?
(…) no sé hasta qué punto se ha de informar a los familiares, mi madre entraba siempre después de mí para ser informada, yo lo prefería y además, como te he dicho, [yo] salía de la consulta callada, preocupada casi siempre, dándole y dándole a la cabeza y con miedo de no recordar cosas que no sabía si había escrito o no en el cuaderno, pero cuando salía, no tenía ganas de abrirlo de nuevo. Puedes decir que es tortura, puede que lo sea, pero tortura es lo que necesita nuestro cerebro para volver a funcionar bien y no torturarnos, o pienso así o me pego un tiro. Las consultas son duras y nosotros no somos imbéciles, somos gente que necesita un tratamiento y una educación para vivir con esto, y nadie nace enseñado. La paciencia es lo más desesperante, por carácter todos los bipos que conozco y yo misma si queríamos alguna cosa era ya y para ya, y paciencia cuando estás jodido… te lo has de repetir y te lo han de repetir mil veces, como un mantra. Yo usaba una canción cuando se me acababan las fuerzas, otro mantra.
El caso es que has avanzado, eso te han dicho, quédate con esta buena noticia. Salir de una [crisis] tan grande… poco a poco, y ya has hecho pasos. A mí me costó año y medio, el puto [episodio] mixto este, pero mi historia es la de un diagnóstico erróneo que me jodió la vida y cuando llegué a [esta] consulta llevaba años enferma y mucho, y encima enganchada al alcohol. Quizá [estos terapeutas] no sean los mejores, pero a mí incluso me salvaron la vida, de forma que para mí lo son.
Bien, ahora soy yo la que se enrolla. Me ha gustado mucho recibir noticias tuyas y tu mail me ha hecho reflexionar, de forma que sólo puedo agradecerte el tiempo que me has dedicado.
Un abrazo,
Blue
6******si quieres charlar o simplemente, chillar, o llorar.
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Como introducción, porque es un post muy antiguo. En el 2006, tuve por una temporada otro psiquiatra en Madrid. Todavía tomaba algo que me dejaba K.O. y la pauta era desquiciante. Me "sujetaba" de los vaivenes del trastorno esa pauta a la que debía obedecer, por supuesto, o perdía la libertad condicional.
Este post fue publicado en catalán, idioma en el que escribí esa carta a una mujer de Barcelona en respuesta a una suya. Tenía pendiente esa traducción (literal), mil veces pedida (en las FAQ ruego que la gente traduzca lo que escriba en otras lenguas, así que me toca a mí también), que publico con demora. Entre corchetes, aclaraciones varias. Entre paréntesis, las habituales omisiones a nombres o temas personales del original.
http://carnedepsiquiatra.blogia.com/2006/061501-version-original-ii.php
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2 comentarios
Carne de Psiquiatra -
Pero sí, teníais razón.
Saludos
Blue
AQUA -
besos