Alondras y Búhos
Esta mañana mi madre me ha puesto en las manos un disco de esos con mucho Mozart, Mantovani y Strauss. Se llama “La música como terapia”, y por dentro aclara que se trata de “músicas para la estimulación de la inteligencia y el desarrollo del equilibrio emocional”, esas antologías pensadas para críos pero que funcionan para todo el mundo. Me está gustando y me ha despertado un poco las neuronas, que seguían dormidas a pesar del café.
La regulación del sueño es vital para los enfermos de Trastorno Bipolar, el control de esos polos llamados día y noche. "En bonito", se le llama regulación de los ritmos circadianos.
Doy fe de que el sueño es lo primero que se descontrola cuando las cosas no están en su sitio, cuando te encuentras mal. Y las rutinas se van al traste con el sueño. En depresión, por ejemplo, se tiende a la hipersomnia: dormir muchísimas horas. Hoy he dormido 14 horas. Y tengo sueño, no descarto dormir más, no por gusto o vagancia sino porque se me caen los ojos, el cuerpo me pide dormir. En manía suele ser lo contrario: la mente, si es que desconecta, lo hace pocas horas, y esto me ha sucedido. En hipomanía, duermo mis 8 horas, pero hay quien necesita menos. Marmota que es una, aunque con 8 horas firmo, con menos tampoco soy persona.
Lo curioso del asunto es que la hipersomnia no impide dormir de noche luego, como por lógica pensaríamos: “ahora no dormirás de noche” te dicen, etc... Un depre duerme de día y de noche si uno de sus síntomas es hipersomnia, y este es de manual.
Cambiando de tercio, tenemos la cuestión de las alondras y los búhos.
Supongamos que hemos descansado las 8 horas que más o menos todos dormimos.
Hay gente que se levanta irradiando energía, desde que abre los ojos realiza todo tipo de actividades a toda máquina, funcionan a pleno rendimiento. Por la tarde empiezan a decaer, y por la noche seguramente se van pronto a dormir. Se les llama “alondras”.
Yo abro los ojos, incluso me levanto de la cama, pero no soy nadie sin un café. Ahora es descafeinado, antes era un chute intravenoso de cafeína lo que tenía que meterme para “ser persona”. A lo largo del día, voy remontando y mi punto álgido (intelectual, creativo) se abre a partir de las 20 h. Soy del sector “búho”. Y cuanto más avanza la tarde-noche, mejor me encuentro, mejor escribo, mejor me funciona el coco. Y la hora de dormir es algo que estiro y estiro consciente o inconscientemente, estoy a gusto y cualquiera me hace dormir entonces. El pastillazo que me pego, que me deja en coma, y no siempre. Y los insomnios no son buenos en el TB.
Incluso en depresión: por la tarde estoy “menos” deprimida que por la mañana.
Esto tiene una explicación, me la ofreció mi psicólogo. El cerebro, desde que se levanta, va segregando una sustancia –he perdido su nombre- eutimizante. De ahí que la depresión parezca haber remitido por la tarde. Depende de las horas que el cerebro lleve activo. No tiene sentido, por búho que seas, esperar durmiendo a ese momento, has de darle tiempo al cerebro, horas, para que la liberación de esa sustancia sea efectiva.
Cuando salí del primer ingreso, tenía las rutinas horarias en su sitio. Por ejemplo, levantarme a las 8. La misma situación en la que estoy ahora. Sólo que del primer ingreso salí hipomaníaca (ciclé allí mismo) y de éste salgo depre.
Mi psiquiatra aprovechó para imponerme una serie de rutinas a cumplir, ahora que mi cuerpo estaba acostumbrado a esos horarios. Por ejemplo, salir de casa una vez por la mañana y otra por la tarde. Prohibido volver a la cama a dormir durante el día. Y mis “deberes” tenían que ser escritos en una libreta, a presentarle, como un examen.
Ahora veo esa libreta y me parto de risa. Cada cosa que haces, a su hora. Era inevitable que la libreta se convirtiera en una especie de pseudo-diario. Cuando se la di a leer, hasta se rió con algún fragmento surrealista.
Su crítica fue: “te acuestas muy tarde, hay que mejorar este punto”. Le di la razón, por supuesto, mi mínimo era la medianoche: la una, las dos aparecían demasiado en la libreta. Mi comentario fue: “siempre he sido nocturna”. Y para mi estupefacción, apostilló: “como la mayoría de bipolares”.
La mayoría, es un dato que te hace pensar. Conozco una bipolar alondra. Pero conozco a demasiados bipolares insomnes. Yo misma. Y mi interrogante es: ¿somos realmente insomnes o búhos actuando como tales?
Tengo entendido que Terenci Moix trabajaba durante toda la noche. Otros escritores ya están dándole a la pluma a las seis de la mañana. El resultado es el mismo, escriben un libro, cada uno a su horario. Y tienen la ventaja de no fichar.
A mi me hace fichar mi psiquiatra. Hoy me ha despertado mi madre y lo primero que he hecho, como todos los días, es tomarme una pastilla en ayunas. A veces maldigo la rutina, hija eres una pastilla desde primera hora del día. Pero luego se me pasa con el café. Y venga, a tomar otras pastillas. Has de ser alondra para seguir la pauta.
Nunca he trabajado en un turno de 7 a 3 a diario. Eso me mataría. Y la gente se daba de hostias para conseguirlo. Claro, eran alondras. Yo empezaría a trabajar a las 15, y saldría a las 22 con ganas de cenar y tomarme una copa por el centro.
Lo que no puede hacer un bipolar es ir rotando en turnos sin poner en peligro su salud. He trabajado con gente que lo hacía, y tenían problemas serios con el sueño. El cuerpo se adapta a lo que sea pero no le vuelvas loco rotando horarios. A un bipolar le puede costar un episodio la cosa. Lo que implica una baja laboral, y jugarse el puesto.
Vivir como un búho, que es mi sueño, sólo está al alcance de los bohemios y profesionales liberales. Acostarse a las 5, levantarse a las 12. Trabajaría en mis mejores condiciones intelectuales, daría lo mejor que mi cerebro puede producir.
No sé qué tanto por ciento de la población es alondra, búho, o nada en especial. Esto se lo dejamos a la cronopsicología, que debe estar en pañales, porque si existiesen datos concluyentes, las empresas ya se habrían aprovechado del tema.
10 comentarios
Buho -
Mi primer episodio ocurrió con 17 años, y poco a poco he ido comprobando que irremediablemente mi naturaleza es de búho.
Da igual lo que haya madrugado: me suelo encontrar bien por la noche, casi siempre con ganas de prolongar. Y del mismo modo, me cuesta reaccionar al despertador. Siempre quiero quedarme en la cama de mañana (incluso si ya es entrada la tarde).
Por la mañana rara vez me siento vital. Por el contrario, voy arrastrándome haciendo las gestiones o asistiendo a las reuniones para las que estoy citado.
Afortunadamente mi trabajo es de tarde (salvo alguna mañana a última hora o esporádicas reuniones, que más o menos me apaño para atender).
Un saludo, y gracias por tus reflexiones : )
Carne de Psiquiatra -
Me pondré el despertador, pero no prometo nada, porque cuando suena yo sigo en mi sueño químico, patético pero cierto.
ikimilikiliklik -
alondra nick por este post, mi nick ikimiliklik -
Carne de Psiquiatra, para Semeolvida -
Carne de Psiquiatra, para Alondra -
y de paso me cuentas los trucos para que uno deje de ser búho, no sabes cómo te lo agradeceré!!
la alondra -
A fecha de hoy a punto de salir de una deprerevuelta de bacalao( ¿sabes ahora que soy yo , eiñ?)vuelvo a las andadas de estas de poner despertador a las siete y un buen amigo madrugador que me llama a las siete en punto... y el móvil suena sin parar en la habitación de al lado hasta que digo un : ¡¡ ya ya ya....!!! y oigo como una maldición:¡¡¡ como te vuelvas a meterte en la cama... te muerdo...pero no en el cuello que te gusta!!!.
Tácticas que ojalá te sirvan amiga...
Semeolvida -
Semeolvida -
Muy bueno también este post.
Tu buhá-miga
enmipellejo -
Pues yo, que me considero animal diurno, no soy alondra sino perezoso, porque duermo tal mal e ininterrumpidamente desde ya no sé cuándo, que ando atontado todo el día y por la noche a las once estoy en la cama tan contento. Y tengo horario profesional de alondra, y "trabajo bohemio", como tú dirías, en la franja tarde noche (¡qué vida!)