YUYUS AMBULATORIOS
Hoy tenía cita a las 10 con el médico de familia. Lo ordinario: recoger partes de baja y recetas. Lo extraordinario: comentarle lo del ingreso, y darle copia del informe que te hacen al salir.
Pues hoy me levanto con el “venga vamos al ambulatorio” y me da el telele. Primero noto el estrés, muy fuerte, extendiéndose por mis venas, que automáticamente deriva en un ataque de angustia. Lo mejor para empezar el día, vamos. Y para ponerle la guinda, discusión: me encuentro mal y encima he de dar razones, como si yo controlase estar así, como si deliberadamente lo hiciese para joder.
Llevo pocos meses en este ambulatorio, porque antes vivía en otra zona. Y he ido pocas veces, porque la mayoría del tiempo mi madre ha llevado el papeleo por mí, cuando estaba peor.
El caso es que no es la primera vez que me da un yuyu en el camino.
A finales de junio, fui sola a la visita. Caminando rápido se llega en 10 minutos, pero preferí coger el bus. Pues en la parada voy y me desmayo y me rompo una vértebra. Fue la fractura que os comenté ya, su origen probablemente en efectos secundarios. Todo el verano pagando el desmayo, menuda factura.
La siguiente vez que fui sola, no sé si al bajar de la báscula, se me nubló la cabeza. ¿Más efectos secundarios? La enfermera me tuvo 20 minutos en la camilla, hasta que se me pasó.
No me da reparo ir a un médico, precisamente es una de las cosas a la que desgraciadamente estoy acostumbrada. Y en concreto, visitar a un médico de familia es un paseíllo, nada que ver con una sesión con un psiquiatra.
Me siento mal, la verdad. No sólo sigo con la angustia, sino que empiezo a sospechar que ese lugar me pone enferma, que le he cogido manía, y esto, de ser cierto, es subconsciente total.
Más hipótesis. Quizá sea el horario lo que me mate, demasiado pronto para mis neurotransmisores, que todavía están bajo los efectos secundarios de la toma de la noche.
O una fobia, eso explicaría lo irracional del asunto. Esto me lo contará mi psicólogo, que para eso está.
El caso es que me da angustia el TENGO QUE ir allí de buena mañana.
Empiezo el día muy mal, esto sí que me jode, porque puedo pasarme el resto del día acusando la angustia (a ver si remite con la benzo que me he tomado) o el bajón que me va a dar, es automático. Un chute de estrés pasa factura.
Estas pequeñas cosas me recuerdan que no estoy bien, que el alta médica sigue lejos.
1 comentario
Carne de Psiquiatra -
Yo, que soy anti-navidad, estoy diseñando los centros de navidad del futuro, jaja. Y en plan multitask, estoy haciendo tres a la vez. ¿Que no llego a estas navidades? Me da igual, los regalaré el año que viene, jaja.