Lo que pasa si NO ingreso
La noticia corre como la pólvora. Han ingresado a la niña. Preocupación, pánico, acojone generalizado, ¿Qué ha pasado esta vez?, ¿Otra vez lo ha hecho? ¿Que qué me estás diciendo? ¿Cómo que voluntariamente? etc. Se preocupan más ellos que tú, que eres el ingresado e interesado.
Pues sí, esta vez, voluntariamente. Para no repetir la primera vez, en la que necesité a un ángel de la guardia llamado Mariló, de la que os hablaré otro día porque ella ha salido del armario. De no ser por ella no estaría aquí escribiendo memeces.
Las visitas insisten despectivamente incluso: no olvides que estás en un psiquiátrico. ¿Y qué? Conozco gente peor de la olla que está fuera. Ya dije en su día en este blog, ese y no otro es el lugar al que debo ir cuando no respondo de mi vida, para que me vigilen, para que la rígida disciplina ponga mi cabeza en orden. Mucho mito, mucho prejuicio, y mucha gilipollez hipócrita. Es un lugar con normas, como un cuartel, punto.
Y las visitas familiares te miran si no como a una apestada, con pena. Y como un bipolar es un loco (sólo lo diré aquí coloquialmente, de loco no tiene nada) muy cuerdo, y sobre todo - lo que pasa desapercibido a las familias- muy empático, le atraviesan esas olas emocionales de desprecio y lástima. Es más, te retiran tu edad real, para ellos eres una niña sin criterio alguno. Y una, hasta echa a las visitas en esas circunstancias, me rayan y ya lo estoy, no necesito más leña porque luego han de darme un calmante.
Hay una chica de 26 años de bipolarweb que está fatal hace un par de semanas: el suicidio es su pesadilla día y noche. Está en casa porque no hay camas en el hospital psiquiátrico de su comunidad autónoma de color azul. Sus padres la cuidan 24 horas al día, no se despegan de ella. La encuentras en msn y te pones mala tú de lo mal que está ella. Maldita sea la Seguridad Social, ingrésala o al menor descuido de sus padres la perdemos.
Y no es el único caso reciente de ingreso domiciliario que conozco. Porque de repente todo lo que tiene borde afilado parece acercarse al imán en el que te convierte el resorte del suicidio. Y tienes que pedir que aparten de ti cualquier cosa antes de que te lances. Y eres un IMAN, no puedes evitarlo. Es así, es muy jodido, y no tengo otras palabras.
Cuando eres consciente, lúcidamente, de que te has convertido en eso, en un suicida a 300 km/h de velocidad mental, lo que has de hacer es irte a urgencias cagando leches. Porque coger ese taxi es lo único lúcido que puedes y debes hacer. Igual el 061 llegaría tarde.
Y si la cosa es seria, porque lo es, nadie va diciendo por ahí que se suicida alegremente, lo más seguro es que ingreses, porque necesitas que esa compulsión se detenga antes de que acabe contigo.
Mariló me llevó la primera vez. Kidam y Mariló compartieron la segunda. En la segunda fui por mi propio pie, la primera fue a rastras. Si hay una tercera, espero hacerlo por mi propio pie también y solita, para no tocar las narices a nadie, con toda la naturalidad que el asunto me permita, sin alarmar.
GENTE QUE ME CONOCÉIS, SI INGRESO NO OS PREOCUPÉIS. HACEDLO SI NO INGRESO.
Si no ingreso cuando lo necesito, desapareceré de las fotos navideñas. No soy muy fotogénica, pero eso no hace gracia, ¿verdad? Soy la primera interesada en salir en ellas, no os quepa duda alguna. Por eso ingreso, por responsabilidad conmigo misma, con mi propia vida. No es una niña la que toma esta decisión, la niña quería tirarse cascada abajo, pero ya ha crecido.
Eso sí, traedme TABACO. Es peligroso ir sin tabaco, como en una cárcel. El tabaco paga cosas ahí dentro, como en una guerra. En una guerra, obtener un cigarrillo, si no hay moneda corriente o ésta ha perdido valor, puede llevar a la prostitución. El tabaco es la moneda que compra aliados y fidelidades.
Y no tengáis lástima, en un cuartel se aprenden muchas cosas, y ya sabéis que a mí me gusta mucho aprender. Creo que casi todo lo que sé de esta vida lo he aprendido a hostias, y así seguiremos hasta que no quede nada por aprender, y ese sí será el momento de morir.
Pues sí, esta vez, voluntariamente. Para no repetir la primera vez, en la que necesité a un ángel de la guardia llamado Mariló, de la que os hablaré otro día porque ella ha salido del armario. De no ser por ella no estaría aquí escribiendo memeces.
Las visitas insisten despectivamente incluso: no olvides que estás en un psiquiátrico. ¿Y qué? Conozco gente peor de la olla que está fuera. Ya dije en su día en este blog, ese y no otro es el lugar al que debo ir cuando no respondo de mi vida, para que me vigilen, para que la rígida disciplina ponga mi cabeza en orden. Mucho mito, mucho prejuicio, y mucha gilipollez hipócrita. Es un lugar con normas, como un cuartel, punto.
Y las visitas familiares te miran si no como a una apestada, con pena. Y como un bipolar es un loco (sólo lo diré aquí coloquialmente, de loco no tiene nada) muy cuerdo, y sobre todo - lo que pasa desapercibido a las familias- muy empático, le atraviesan esas olas emocionales de desprecio y lástima. Es más, te retiran tu edad real, para ellos eres una niña sin criterio alguno. Y una, hasta echa a las visitas en esas circunstancias, me rayan y ya lo estoy, no necesito más leña porque luego han de darme un calmante.
Hay una chica de 26 años de bipolarweb que está fatal hace un par de semanas: el suicidio es su pesadilla día y noche. Está en casa porque no hay camas en el hospital psiquiátrico de su comunidad autónoma de color azul. Sus padres la cuidan 24 horas al día, no se despegan de ella. La encuentras en msn y te pones mala tú de lo mal que está ella. Maldita sea la Seguridad Social, ingrésala o al menor descuido de sus padres la perdemos.
Y no es el único caso reciente de ingreso domiciliario que conozco. Porque de repente todo lo que tiene borde afilado parece acercarse al imán en el que te convierte el resorte del suicidio. Y tienes que pedir que aparten de ti cualquier cosa antes de que te lances. Y eres un IMAN, no puedes evitarlo. Es así, es muy jodido, y no tengo otras palabras.
Cuando eres consciente, lúcidamente, de que te has convertido en eso, en un suicida a 300 km/h de velocidad mental, lo que has de hacer es irte a urgencias cagando leches. Porque coger ese taxi es lo único lúcido que puedes y debes hacer. Igual el 061 llegaría tarde.
Y si la cosa es seria, porque lo es, nadie va diciendo por ahí que se suicida alegremente, lo más seguro es que ingreses, porque necesitas que esa compulsión se detenga antes de que acabe contigo.
Mariló me llevó la primera vez. Kidam y Mariló compartieron la segunda. En la segunda fui por mi propio pie, la primera fue a rastras. Si hay una tercera, espero hacerlo por mi propio pie también y solita, para no tocar las narices a nadie, con toda la naturalidad que el asunto me permita, sin alarmar.
GENTE QUE ME CONOCÉIS, SI INGRESO NO OS PREOCUPÉIS. HACEDLO SI NO INGRESO.
Si no ingreso cuando lo necesito, desapareceré de las fotos navideñas. No soy muy fotogénica, pero eso no hace gracia, ¿verdad? Soy la primera interesada en salir en ellas, no os quepa duda alguna. Por eso ingreso, por responsabilidad conmigo misma, con mi propia vida. No es una niña la que toma esta decisión, la niña quería tirarse cascada abajo, pero ya ha crecido.
Eso sí, traedme TABACO. Es peligroso ir sin tabaco, como en una cárcel. El tabaco paga cosas ahí dentro, como en una guerra. En una guerra, obtener un cigarrillo, si no hay moneda corriente o ésta ha perdido valor, puede llevar a la prostitución. El tabaco es la moneda que compra aliados y fidelidades.
Y no tengáis lástima, en un cuartel se aprenden muchas cosas, y ya sabéis que a mí me gusta mucho aprender. Creo que casi todo lo que sé de esta vida lo he aprendido a hostias, y así seguiremos hasta que no quede nada por aprender, y ese sí será el momento de morir.
6 comentarios
carol -
Velvet -
coclicó -
el único ingreso psiquátrico que he tenido lo recuerdo con cariño y humor. ingresé por mi propio pie. estaba maníaca así que todo me parecía fenomenal. el personal simpatiquísimo, mis compañeros de ingreso encantadores, mi habitación fenomenal... tenía baño privado. conocí allí al psiquiatra que luego me llevaría durante años y que me sacó de las garras de la enfermedad. los psiquiátricos están bien si son buenos.bien dirigidos, con personal competente, con tratamientos adecuados. la mayoría son sitios odiosos según los testimonios de los enfermos. a mí me fue bien. Eso sí, elegí cuidadosamente la clínica en que ingresé. ignoro como lo hice pues estaba completamente maníaca. bueno en manía las ideas y la información fluyen a velocidades vertiginosas.
Anónimo -
Carne de Psiquiatra -
¿Compañeros? Uff... a ver, puedes informarte del tema como hice yo en su día (pincha en el enlace de la portada), que acudí a la consulta convencida de que lo era.
Pero es un psiquiatra el único que puede diagnosticarte. Porque de ser bipolar, necesitas un tratamiento, unas pastillas, y la tira de cosas que voy desgranando en el blog.
Seguimos en contacto por e-mail.
Un beso
fran -