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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Un día de Carne

Un día de Carne Lunes, por fin. Gente en las calles, grupos de niños. Cuando hay puente, Madrid se apaga. Todavía hay gente de vacaciones, amigos a los que espero.

Mi madre me dio buenas noticias, estoy más que contenta, orgullosa. Y tengo un ocupa en casa temporalmente, familia es familia.

Alguien me preguntó cuál era mi vida cotidiana, “un día en la vida de Carne”. Otro ejercicio de escritura…

Un día de Carne. Pues no es gran cosa, porque Carne está jubilada.
Conserva desde que trabajaba la rutina de consultar el correo personal con el café antes de ir al trabajo.
Ahora no está apresurada, contesta con calma los mensajes mientras saborea el café que la va despertando.
A veces, no se despierta, porque todavía está bajo los efectos de la toma nocturna, y ha de esperar a que el cerebro haga su switch.
Hace algo de trabajo doméstico. Ahora algo más, porque sigue ordenando la nueva casa.
Sale, a dar un paseo y a comprar.
Intenta hacerse una comida equilibrada, aunque a veces toma el atajo de calentar una lata de lentejas al microondas.
No duerme siesta, en primer lugar porque no sabe, si se duerme lo hace por dos horas al menos, y en segundo lugar, porque su psiquiatra le ordenó no pisar la cama durante el día.
Lee, lee por ejemplo el periódico por Internet. Es raro que se ponga las noticias, porque la deprimen bastante, pero intenta estar al día de la actualidad.
Queda con sus amigos, que entre otras cosas le hablan de la actualidad.
O les ve por msn, porque algunos están lejanos, están donde ella nació y creció.
Habla por teléfono, hace gestiones.
Ahora va poco de médicos, está tomándose un descanso de médicos, pero en breve iniciará las revisiones que necesita.
Fuma mucho, y esto no le gusta nada, pero no sirve la buena intención, sabe que necesitará ayuda y un soporte en la medicación para triunfar, cuando lleve tiempo estabilizada. Por eso no pudo dejarlo antes, aunque lo intentó varias veces.
Escribe alguna cosa, a veces media hora, a veces tres. No siempre para el blog.
Cena ligero, unas tostadas con queso, fruta, yogur.
Va a la tertulia nocturna virtual pero que siempre le deja una sonrisa en los labios.
Se toma las pastillas de la noche.
A los veinte minutos de hacerlo, le asalta un sueño químico que no la deja ni teclear un adiós y un ataque de hambre, a cuál más feroz, ir a la cocina tambaleándose para aplacarlo es un cachondeo.
La acoge su cama.
A veces tiene pesadillas.
Últimamente consigue despertarse por sí misma antes de las 10, y está muy satisfecha.

1 comentario

sofia -

me ha costado mucho escribirte pero te felicito logras canalizar TB super aun yo me escondo creo que se nota mi bipolaridad etc. etc.