No sueñes... vuela
Me lo dijo en ensueños un hombre que conocí en el terreno donde nada es real, una persona que parece vivir al margen de todo cuando su tiempo es libre. Afirmó que tenía el don de oler las almas, y que la mía era especial, cómo no. Estuve a punto de preguntarle si su discurso era un corta-y-pega de lo que le decía a todas las mujeres para seducirlas, porque no creo en la conexión cósmica en según qué ambientes, por ejemplo, la Noche. Le seguí la corriente y me reí un rato, como había fumado marihuana estaba ingenioso.
Me he levantado como muchas veces, agotada de hacer cosas, como tantas otras ocasiones que asocio ahora a los tiempos de trabajo, cuando mi sueño consistía en vivir lo que debía hacer, por ejemplo, esta noche he comprado folios para la impresora con todo detalle, comparando precios según la calidad del papel, y lo curioso es que el paquete de folios se parecía demasiado al cartón del tabaco que también debía comprar. Cuántas veces me levantaba con “el trabajo hecho” y luego era un fastidio tener que hacerlo en la vida real. Porque el sueño era real. Me despertaba con la mente en mi oficina, y encima debía ir a que la pesadilla se hiciese real.
Supongo que lo que realmente me ha hecho despertar ha sido la pesadilla de estar en números rojos, de haberme gastado el dinero para comer etc en, por ejemplo, un colgante que vi el otro día por los barrios bien. Soy un caso, vi en el escaparate un precio de 32 euros, entro y resulta que lo que valía eso era el cordón, y el colgante más de 200. Digo que soy un caso porque era imposible que aquella maravilla tuviese ese precio ridículo como luego me dijeron, y seguro que pensaron que era una paleta. Quizá me lo he comprado en sueños. Y me despierto con pelos "de loca" y con los pulmones castigados, ya he pillado el trancazo y no paro de toser y mocarme. Fuera hay lluvia y humedad, y también los había ayer, y yo salí como ha de hacerse de Noche, con ropa ligera para el calor del interior de una sala pero con un abrigo que por visto de poco me sirvió. Estos días escucho música House, bastante música de esa gran factoría que es Ibiza. En mi sueños está ahora una pista de baile, tengo muchas ganas de volver a hacerlo después de tanto tiempo, y dejarme atravesar por esa música hasta caer en un trance, sin drogas, sólo la música y yo. Añoro los viejos tiempos de baile, de sentir la sensación de estar poseída por la música, algo muy maníaco, un momento de gloria interior. Necesito un DJ para mis sueños. Están para volar, como dijo el sabio de la noche, no para comprar folios ni hacer cola para pagarlos. P.D. Este cambio de diseño de Blogia me ha pillado desprevenida. Me ha cambiado la fuente de letra por el morro y no respeta las separaciones de párrafos. Investigaré.
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