Tu casa es tu estado de ánimo
No hay demasiadas novedades. La casa sigue igual, con cajas todavía por colocar en de momento todavía una inexistente estantería. Van a pintar el apartamento.
A veces mientras estoy en el bar garabateo líneas en una libreta, posibles posts para colgar. Ninguno sale de ahí, quizá algún día lo haga como "los archivos de Blue".
En medio del caos de esta mudanza interminable, también yo me siento caótica. Un medidor excelente de mi estado de ánimo reside en echar un vistazo a la casa. Y me digo: "cielo santo". Me desharía de buena parte de los libros, sólo por despejar la casa de los metros que ocuparán. Pero abro la caja número uno y me veo incapaz de tirar o donar ninguno. Son parte de mí. Pero no me gustaría volverme a topar con seis cajas en la próxima mudanza. Pero qué es de una persona como yo sin libros. Yo qué sé.
En estas disquisiciones me veo haciendo bucles absurdos. ¿Guardar ropa que este año no es posible ponerme? Alguna guardaré. Otra, para regalar. Ya me deshice en Madrid de quizá tres kilos de ropa. Te dicen que cuando puedas volver a usarla, ya no estará de moda. Y a qué gorda le preocupa la moda, te preguntas. Pero a cualquiera sí debería preocuparle comprarse un vestuario entero cada vez que cambia de talla. Otro pensamiento a dejar fuera de eso, de tus pensamientos.
A quedarse ensimismado en estos bucles, ejemplos de mi vida actual, se les llama rumiar. No se llega a ninguna parte rumiando. Piensas dónde debería ir cada libro, lo piensas mil veces, en vez de ponerlo en el primer lugar libre que haya y luego ya se verá. No actúas, y eso es lo malo.
Es todo un arte cambiar el chip en estas cuestiones. Yo necesito ayuda. Cuando alguien me acompaña por la casa, sí soy capaz de enfrentarme a esos platos que he pensado cien veces cómo limpiaba. Por qué será tan difícil. Porque así nos lo ponemos, sin querer.
Y debo aprender mucho de esas personas que Hacen para no depender de ellas. Porque cuando recibo su ayuda, la casa cambia a muchísimo mejor, y apreciando el orden y la armonía, entonces mi ánimo también se eleva.
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Imagen: Ilustración de la portada del libro ’Razonado desorden’. Tomada de http://www.peatom.info/3y3/libros/115290/razonado-desorden/
4 comentarios
Anaconda -
Creo que la pena y la angustia que me genera este punto de encuentro de Bipos es la inmensa soledad en la que me siento en la sociedad en que me ha tocado vivir.
Soy una mujer de 40 y tantos años, nací y he vivido la mayor parte de mi vida en Chile. Hace 10 años que soy carne de psiquiatra, con alguna incursión en mi juventud. He pasado por varios diagnósticos, tratamientos, terapias, síntomas y episodios. Hace como cuatro años me diagnosticaron Trastorno Bipolar tipo 2. Sigo probando fármacos y aún no consigo estabilizarme, o más bien, estoy estabilizándome en la depresión con destellos hipomaniacos.
En Chile padecer una "enfermedad mental" es de "manicomios". Los psquiatras y psicólogos son loqueros. Los adultos con padecimientos "mentales" (no me gusta esa clasificación, pero es lo que hay) debemos cargar con esta cruz en silencio, estoicamente, en la más absoluta soledad social, en general nos aislamos en nuestro núcleo familiar, y nuestro diagnóstico de TB o Depresión Mayor, se queda en la consulta de nuestro psiquiatra o psicólogo. No existen asociaciones de apoyo, ni ayuda, como ocurre en Argentina. Y tienes que bancártela solo o sola. La mayoría esconde su condición, si es que ha tenido la valentía de pedir ayuda. Creo que somos muchos más de lo que dicen las estadísticas.
Tuve la suerte de vivir en España hace muchos años, antes del diagnóstico y la pérdida del sentido. Allí me sentí una persona individual, con derecho a ser diferente, en una sociedad que permitía la existencia de modelos, esquemas y opciones de vida alternativos. No es que me sintiera en el paraíso de la diversidad pero al menos tuve conciencia del multiverso.
Siempre me he sentido diferente aquí, siempre he tenido que nadar contra la corriente, luchar por mantener mi identidad, y ahora sobrevivir en silencio con mi enfermedad.
Cuando leo que los Bipo tienen amigos Bipo, que se relacionan con otras personas desde la aceptación de su enfermedad, que trabajan, tienen pareja, AMIGOS... me pregunto... por qué mierda tengo esta enfermedad y nací en este país...
Estoy con la depre, es obvio, aquí comienza el invierno... inevitablemente.
Gracias por este espacio, gracias por hacerme sentir menos sola, menos "anormal"
Un abrazo desde el Hemisferio Sur
R -
Para crecer y madurar tenemos que abrir nuestro corazón a cosas y a personas nuevas.
Y para que esto sea posible te tienes que desprender de cosas antiguas que ya no te aportan valor...
Las personas no van a ir siempre a buscarte a tu nueva casa.
También tienes que salir tú de tu casa a buscar nuevos amigos que te iluminen el corazón...
R.
Alejo -
Espero contacto.
Gracias
hesperatusa -