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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Bienvenida al club de las personas con inconvenientes diarios...

Una jornada sobre TB se avecina, y finalmente decido no asistir. Debería, debería volver a leer o informarme sobre los avances en la materia, también volcarlos aquí, compartir lo nuevo que aprendo sobre el tema como antes y las reflexiones que ello me inspirase, pero no me veo con ánimo.

Prefiero en estos momentos vivir, entendido como el no pensar permanentemente en esa sombra o cruz o etiqueta encima. Bastante tengo con enfrentarme a la condescendencia de un médico cuando me pregunta por enfermedades importantes y le suelto esas dos palabras: entonces me pregunta qué medicación tomo (y no entiende nada, lo noto mientras lo escribe), y noto que me trata como a una res. La última vez, no lo hice, y se me trató "como antes", es decir, con respeto, bien. Para qué decírselo a un dentista, ya hablé en su día del estigma que ello me produjo, y esta vez algo me paró... Blue, para qué complicar las cosas por una muela, si nada te impide tomar antibióticos en un momento dado.

La psicóloga me espera en unos momentos y no he preparado notas esta vez, para qué, me digo, me preguntará lo de siempre, le responderé lo que se me ocurra en ese momento. Esperan espontaneidad, supongo también. Espero que a falta de avances en psicoeducación, no deba cumplimentar ningún test, con perdón, estúpido.

Problemas personales, como se comentó en el anterior post que ni siquiera edité, me han alejado del blog estos días. Y también el no tener nada especial que contar (que llueve, a quién le interesa ya), a pesar de haber escrito varios borradores que no me parecieron demasiado dignos para colgar pero quizá recupere. Recuerdo mis días en Madrid, posteaba cualquier cosa porque lo hacía a diario, y esto ha cambiado bastante.

Lo mejor que puedo decir es que tengo vida personal no bipolar. Si no hay actividad en el blog, no siempre es por un bajón depresivo. Hay otras cosas, hay otras páginas en Internet donde participar y además disfrutar, sin que nadie sepa que Blue, con otro nick, tiene una "enfermedad mental". Puedo afirmar que me siento bien siendo menos Blue en definitiva, como un descanso, sin abandonar mi afición "Internet", que sigue limitada por los terapeutas.

Atiendo a mi correo personal, escribo e-mails y hablo con mis amigos y con mis familiares. Quedo con gente de vez en cuando. Me parece que hago mejor con ello que pasando horas posteando aquí, también. Ocurren cosas, cuando una no está sentada frente a un ordenador, y lo que comparte es soledad.

Mi buzón sigue abierto y con esta frase invito a que se me escriba si alguien quiere, pero estos días, este mes que ha pasado, carnedepsiquiatra se me ha antojado un poco ajeno y me cuesta contestar a los mails.

Hoy precisamente he contestado a uno de un lector ya conocido que entre otras cosas decía "me considero una persona normal", gran madurez para este joven bipolar en todo su texto, y he sonreído.

El otro día, ordenando la librería, se me cayó una planta y esa fue su sentencia, pobre. Creo que eso fue lo que le conté a Roberto, quien me contestó: ¡Bienvenida al club de las personas con inconvenientes diarios, frustraciones, problemas y demás pequeñas historias que a veces nos joden tanto...!

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2 comentarios

Bipolar -

No hay nada mejor que olvidarse de todo de vez en cuando... y afortunadamente ese momento de "paz" parece que siempre llega. No hay nada mejor que cabrearse con lo que se cabrean todos y no con uno mismo (más allá de preguntarse por qué he hecho el/la imbécil tanto tiempo).

Un abrazo

ana -

Es lo mejor que te puede pasar teniendo un TB. Formar parte de ese club. Poder cagarte en tu jefe o en tus compañeros de trabajo con la misma alegría y naturalidad con la que lo hacen el resto de los empleados de tu curro. Que te quite el sueño un proyecto en ciernes, o un examen mal preparado. Que te haga reir un chiste malo, o poder disfrutar de una cena con amigos, sin que planee sobre tí la negra sombra de la incertidumbre de tu futuro, de la evolución de tu enfermedad.
Ninguno de mis amigos sabe que me diagnosticaron TB hace ya muchos años. Pero en una ocasión, hablando con uno de ellos sobre el qué pasará, me dijo algo que aún recuerdo... "¿Qué pasará?... ¿Sabe mi primo borderline cómo se encontrará en un año?, ¿sabe una persona que sólo tiene un amigo si seguirá allí para siempre?, ¿sabe el empleado a ciencia cierta que nunca estará en paro?... No. Y viven. Y cuando el tiempo pasa y se aprende, se tienen herramientas para afrontar lo que venga mejor que las veces anteriores, o de un modo más eficaz del que se había hecho hasta la fecha". Y ese día que estaba agobiada, en el que no paraba de auto-observarme y de darle vueltas a hipótesis descabaladas, me sirvió.
Me resulta muy positivo hacer vida normal, y que de simposios, avances y novedades en el tema me informe mi psiquiatra, que para eso está. La información es buena, pero la sobre información, además de resultar perniciosa es estéril. Viva la gente normal, y viva, todavía más, la gente que con esfuerzo, elige serlo por encima de todo. A pesar del engorro que pueda suponer en ocasiones la medicación, psiquiatras, psicólogos, recaidas, y demás menesteres, el perseverar en las rutinas, el conocerse da resultado. Porque lo he vivido.
Y es más, el hecho de haber estado tan absolutamente jodida hace años te hace ser más sensible al sufrimiento de los demás, de cualquier tipo. Y eso es bueno. Y suma puntos a la hora de enfrentarse a una vida normal, con frustraciones, problemas y demás pequeñas historias ;)