Blogia
Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Bipofamilias y parejas

Un mundo no tan pequeño y gratitud hacia la asociación

 

Se dice que el mundo es pequeño. He conocido por casualidad a alguien que tiene un familiar con el Trastorno. No me asombra, somos un tanto por ciento de la población nada despreciable, por tanto el mundo no es pequeño sino que refleja esta realidad.

Un comentario me disparó todas las alarmas: "al menos dos veces por semana voy a ver a mi [familiar], para ver cómo está y hacerle compañía, es que tiene trastorno bipolar, es una enfermedad que consiste en.."...

Lo difícil del asunto es confesarlo, y me vi con narices de hacerlo, aunque estaba en mi territorio "vida privada-no bipolar". Pero por qué no, esta vez no tenía nada que perder, me dije. No muerdo, en efecto, él ya lo había comprobado tras horas de charla, soy normal, pero tengo esto, me ha tocado el tenerlo me dijo, y para él no fue motivo de rechazo sino al contrario, de acercamiento. Tenía sus motivos, por supuesto, no nos engañemos.

Algo le hablé de Blue, pero me sentí tan disociada de ella, dando la cara con mi nombre real, que no quise darle la URL del blog. Para qué, ya me conoció.

Me habló del caso de su familiar, duro durísimo como todos. Aprecié una vez más que todas las personas somos un mundo, que la enfermedad nos ataca independientemente de nuestros intereses y bagaje previo, de nuestra personalidad. Que se añade a lo que éramos, aunque podamos tener algunos rasgos comunes, sí, pero no siempre. Es lo que he visto y escuchado estos años por medio mundo.

También he escuchado el sufrimiento de los familiares, el absoluto desconcierto inicial, el querer ayudar y no saber cómo, el convertirse en el blanco predilecto de los episodios, el más que probable divorcio (recordé la estadística), el hacerse la vida imposible entre todos. El probable intento de suicidio (de nuevo, una estadística). El enfrentarse a un ser tan lúcido en su irrealidad que da miedo. Que sólo 2000 pastillas en un ingreso puedan devolver a esa persona a la presunta normalidad, que en tres años de tratamiento todavía no está clara.

Cómo me sonaba todo, no por mí sola sino por toda la comunidad, cómo me costaba no derramar una lágrima a cada frase que oía, qué cruel es el trastorno bipolar y cómo sufrimos todos, pacientes y entorno.

Al margen de la historia, me quedo con lo más importante: habló de los primeros momentos, de la confusión que sufrieron antes del diagnóstico, y agradeció sobremanera con hermosas palabras la existencia de la asociación BAO como fuente de información y grupo de apoyo sin la que no hubiesen podido sobrellevar en esos primeros momentos, y más tarde el día a día la difícil situación familiar, pues el paciente ha debido tomar conciencia de la enfermedad y para ello ha sido crucial el apoyo de la asociación.

***

Convivencia bipolar

Convivencia bipolar

He estado releyendo los archivos de septiembre de 2007. Esos días con Henri fueron entrañables. Ya hablé de redes entonces. M.Amèlie era el punto más fuerte de la mía, con copia de las llaves de mi casa. Henri reconstruía la suya.

Estábamos fatal. Para qué negarlo, está escrito: dos bipolares en apuros.

Hubo apoyo mutuo. Cuando uno tenía fuerzas, ayudaba al otro. Teníamos momentos muy buenos, que demostraban mi tesis: dos deprimidos acaban riendo. La compañía de quien te comprende y respeta acaba venciendo en algún momento a la tristeza y apatía.

No estar solo "en lo bipolar" te saca de la cama o las ganas de esconderte en ella. Al menos, compartes un sofá viendo películas, llorando o riendo porque tus emociones están muy a flor de piel, incluso con una canción, pero ahí tienes una mano que te acompaña en ese trance.

Hay que respetar los momentos en los que uno necesita soledad. O llorar. O ir a correr. Si el alma en depresión te lo pide, hay que darle lo que necesita. Convivencia, en general, significa darse espacios. Que en estados de ánimo como la depresión se vuelven tan contradictorios como desear soledad y silencio, o el calor y cariño de alguien a tu lado. De un amigo, no necesariamente un amante.

Pese a todo, ninguno mejoró. Nuestros tratamientos fueron retocados dos veces. Esa segunda marcó el final de los días "Dúplex".

Hubo momentos duros. Porque no estábamos bien, y sufrimos, que para eso están las depresiones.

Siempre recordaré con cariño los buenos, y las risas, que también están escritas.

. . .

No (digas de esta agua no beberé) viviría permanentemente con otro bipolar entendido como elección y no como herencia (padres, hermanos), aunque hay parejas donde ambos tienen TB, y son felices; creo que con uno en la familia basta. Casi bebo de esa botella.

Sí es grato recibir la visita durante unos días de un amigo que tenga también el trastorno, si éste se halla estable. Porque después de las experiencias que he tenido estos años, creo que no soy nadie para ayudar a nadie si se encuentra mal. Ambos salimos perjudicados, en nuestro punto débil, las emociones. Nadie está a salvo de ser desestabilizado, nadie es inmune al sufrimiento ajeno, no al menos una bipolar como yo.

El teléfono es una cosa, los encuentros puntuales entre amigos también, pues nos apreciamos en todo nuestro espectro. Pero a veces ponemos nuestro mejor empeño en realizar tareas que no nos corresponden. El cara a cara prolongado, esa convivencia cuando no estamos "finos", por mucho que nos comprendamos, no es posible. Es terreno de nuestro terapeuta, y el turno de nuestros cercanos.

Hace años que conozco a Henri, las hemos pasado de todos los colores, y le considero un gran amigo. Es una de las personas más excepcionales que he conocido en mi vida.

***

Gracias a Alenar por ayudarme a recuperar este artículo, que borré por error.

Oscilaciones, decisiones

Oscilaciones, decisiones

 

(...) ya no sabes cómo tratar con una persona que todavía oscila tras un episodio y se nota, con qué opinión quedarte tras charlar o leer un mail.

Tampoco es fácil para un bipolar hacerlo, no te creas que "nos leemos" tanto, no cuando queremos saber si "si" o si "no" sobre algo muy concreto en lo referente a la vida, no a si le gusta la mostaza o no.

Sólo sabes que no es él del todo, que és muchos "él", uno para cada momento y circunstancia, eso es lo que puedes percibir, que hay muchos en uno, que por eso oscila, porque su cabeza le lleva al mismo tiempo a muchas circunstancias diferentes y se va liando por unas ramas a veces complicadas, hasta que se da cuenta de que se ha perdido, y se reconduce la conversación al punto inicial, o a otro, si ese punto lo das por perdido.

Pasa un día, las circunstancias cambiaron (y fueron analizadas todas bajo el punto de vista teórico, salvo esa), y también su decisión.

Quizá él pueda vivir con eso, por supuesto, qué me van a contar a mí, pero para quienes conviven con nosotros, es algo más que un mareo.

. . .

Fragmento de la correspondencia de Blue.

***

Imagen: Diagrama de flujo. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:DiagramaFlujoLampara.svg

Julio: mi pareja sufre de hipomanía

Julio: mi pareja sufre de hipomanía

Entró otro comentario en un texto antiguo, entró un testimonio que forma parte de la convivencia de la pareja con la hipomanía.

Lo transcribo aquí con la intención de que otros contesten, más allá de "ha de ir al psiquiatra a que le ajusten la medicación".

’Hipomanía: señales, pródromos y síntomas’ : http://carnedepsiquiatra.blogia.com/2006/050401-hipomania-senales-prodromos-y-sintomas.php#200605040120090525165803


Julio

Hola! en mi desesperación nosé adónde recurrir.. mi pareja sufre de hipomanía y es una persona totalmente distinta a la que era antes... todo em tiempo con ideas nuevas y miles de proyectos que nunca se cumplirán, una fuerte atracción por el placer sexual, un fuerte enojo hacia el padre (pero pasa fácilmente del enojo al amor), cuando quiero hablar con ella de algo importante me dice: "decime cosas lindas porque sino me duele la cabeza"... es decir estoy totalmente desconectado con ella, como si lo unico que le interesara de mi es el sexo y que le haga cariño en el pelo, y obviamente que esté con ella la mayor parte de mi tiempo. Se volvió súper materialista, berborrágica por demás y a todo el mundo le cuenta sus problemas... uno le dice que se tranqulice y que no hable así con todo el mundo, pero ella reacciona de mala manera y dice que ella ahora es increíblemente feliz y se siente libre y que nadie la va a entender, pero que ella está bien y es la misma de siempre. que su psicóloga le dijo que estaba bien, asi que ella está bien... yo no sé cómo actuar con ella a veces no la aguanta más... me podrían decir ustedes cómo debo actuar ante determinadas reacciones de ella como por ejemplo en lo sexual?? por favor, espero respuestas pronto porque la situación cada día se me hace más difícil de llevar. Ella ahora está con un psiquiatra que le medicó una droga llamada valcote 500 (hace 6 días la está tomando). Espero respuestas.

***

Amado mío II

 

Amado mío,

No supimos hacerlo mejor. No es culpa de nadie. Sabes que odio eso de “Culpa”, que siempre usaba lo de “fue mi responsabilidad”, “mi decisión fue errónea”, y cosas del estilo, pues no es tan difícil encontrar una palabra más precisa y acorde con los hechos cuando asumes sus repercusiones en vez de ese genérico absurdo.

Es inútil hablar de culpas, no así de los hechos. El hecho es que la depresión fue a peor (*).

Nota: cuando aparezca un asterisco, tomadlo como “el resto, los detalles, me los guardo para mí”.

Cuando no se ama a la vida, no se ama ni a la vida que proporciona, por definición, el enamoramiento. Cuando la autoestima te golpea, y uno no se ama a sí mismo, cómo puede amar al otro.

Rompí la rutina horaria saludable que contigo había conseguido. Al empeorar, retomé la que suelo mantener en depresión. Creo que sólo fueron dos días los que desayunamos juntos, y yo no había dormido aún. El solo contacto físico de su mano con la mía me molestaba, del resto (*) ya ni hablar.

Volvíamos a ser amigos con sus afinidades, dormíamos como hermanos. Sólo que la anhedonia había acabado con nuestras afinidades, y debías arrastrarme para dar un paseo. Tras sentirme halagada, me horroricé el día en que admiraste mi aspecto, el que me hubiese vestido “de mujer”, pues tomé conciencia de que quizá era la primera vez en más de un mes que me arreglaba (otro hecho: no había estrenado las medias que compré para el invierno).

Qué hombre aguanta eso. Bastante hiciste (*).

Los dos sabíamos que la relación estaba deteriorada, sentenciada. Era cuestión de tiempo, a pesar de la lucha por mantenerla.

Cuando empezamos, te advertí que no tenía el alma para otra relación fallida (*), para una ruptura con rechazo, que no soportaría. Pero me aceptaste como era, con mi TB de sombra. Y la apuesta fue seria, y eso me hizo dar el paso sin tanto miedo a un final no feliz.

Rompí yo. Sí, lo hice. Por ti, porque tu infelicidad me sumía más en la tristeza. Por mí, porque al dar el paso se me rompió el corazón, pero no del todo. Me iba la salud mental en guardarme un pedacito, el que me salvaría del abismo. Instinto de supervivencia.

Tuve que alejarme de ti unos días para estar segura de ese paso doloroso. Comprobar que la dependencia no era total. Que podría enfrentarme de nuevo a la soledad, al desamor, a volver a cuestionarme si algún día podría tener y conservar una pareja siendo tres, sumando el TB.

Tomé una decisión, antes de que el hastío apareciese, o se hiciera más fuerte, pues empezaba a percibirlo. Yo misma prefería la soledad a menudo: cosas de la depresión.

Habías vuelto a tu casa unos días, en un respiro tácito que nos dimos. No explicaciones: era necesario para la salud mental de los dos. Habías dado un bajón, tú también, pero tú unipolar. No podía consentir eso. Me devoraba por dentro que te hubiese arrastrado hacia el polo del no vivir. Arrastrarte… te lo había advertido, eso no debía suceder jamás.

Te llamé (*). La conversación se alargó, no podía callarlo más, no podía esperar, el desamor dolía tanto además, que no podía hacerlo cara a cara.

Hablé de hechos (*), y de sentimientos. Estuviste de acuerdo en los hechos, incluso añadiste alguno más. Nada de culpas, las cosas como son. Tus sentimientos eran muy similares a los míos. Nos queríamos todavía. Nos queríamos tanto, que no deseábamos perdernos “como personas”.

Esa fue la segunda parte de la conversación. Era muy complicada la nueva apuesta: dejar de dormir juntos y por tanto la pareja, empezar de nuevo como amigos. No había arreglo alguno, la convivencia lo había demostrado. Se abría otra puerta. Nunca antes me había convertido en amiga de un ex. Por él, y él por mí, lo reinventaríamos.

Me dijo que era muy especial, en cierto sentido. No era la primera vez. En otra ocasión, tras haber conocido a mi tercer amigo bipolar que tuvo ocasión, afirmó en privado que éramos muy especiales. Él había sufrido una depresión, era unipolar.

El golpe resultaba menos duro, estábamos dialogando (sorbiendo mocos, aguantando lágrimas) a corazón abierto, como desde el principio, suerte que he podido disfrutar en esta relación de pareja.

Donde hay diálogo, no hay lugar para reproches ni discusiones, sino acuerdos convenientes para ambas partes, y desacuerdos donde finalmente se comprende y se respetan, y así fue siempre, las diferencias del otro. Y así se marcan los límites entre “somos dos” y “quiero mi parcela” tan necesarios.

Quizá por avenirnos tanto, muchos no entendieron la separación (*).

Tuvimos que hacerlo por teléfono, y aún así, lloramos. Creo que necesitábamos la cabeza fría para consensuar ese fin, y también de mutuo acuerdo, ese principio.

Le he llorado, cómo no tras cinco meses de relación y tres ya de separación, y el duelo sigue, pero he abierto otra etapa en mi vida que ayuda a remontar. Le he llorado y sigo haciéndolo a veces, como hoy al escribir esto, y también me he alegrado muchísimo cuando hemos vuelto a vernos para dar un paseo. Incluso me ha acompañado de médicos, incluso me ha ayudado, el que más diría, en la mudanza.

Él es L.

Ayer hablamos por teléfono media hora. Nos llamamos con frecuencia. Ahora que nos separa la distancia, no hemos perdido el contacto. Sigue habiendo cariño, y el interés por el otro es sincero, signo inequívoco de amistad.

Soy consciente de que ésta se enfriará, incluso se desvanecerá con el tiempo, cuando conozca a otra chica (por cierto, que manía estos madrileños, referirse a mujeres de 40 y 50 como “chicas”).

Escribo este artículo en el bar con “el cafelito”. Trago mucha saliva, y contengo mis ojos constantemente, pues también sabía (hoy que me encontraba de humor para acometerlo) que podría hundirme escribiendo esto. Si luego estallo en el teclado, no será tan grave: llorarle una vez más, pero con la alegría y el recuerdo de la conversación de ayer.

Nos dimos todo lo que pudimos, creo. Él, tantísimo a mí. Cuando me ayudaba con las cajas, confesó que me debía tanto, y no supe bien por qué, supongo que porque cuando dos personas se quieren, pareja o amigo, se dan lo mejor, y comparten lo peor, que es lo que realmente une en mi opinión.

Sólo me queda pedir disculpas a los lectores. No quise confesar que tenía una relación en su momento, no porque en este punto el blog no es un diario, aunque algunos comentarios de conocidos y amigos me delataron.

Los lectores que comentaron al reciente post “Amado mío” nada sabían, y no sin razón creyeron que la relación empezaba entonces. Callé, no podía hacer otra cosa hasta escribir esta segunda parte, que tiene su razón de ser porque me emocioné al leerlos, y porque entonces me sentí obligada con ellos. La finalidad de este texto es aportar una experiencia al tema "Bipofamilias y parejas", pues por mi parte, este tema se ha trabajado en consulta.

NO COMMENT.

P.D. Os pido que respetéis el que os haya abierto mi alma y por ello no quiero comentarios ni hablar más del tema: ver las FAQ sobre artículos "NO COMMENT".

Imagen: trabajo que me regaló el lector Yves, a quien debo gran honor y gratitud.

***

Amado mío I

Amado mío,

ya sabes que tengo Trastorno Bipolar. Mientras nos conocíamos, y sabíamos que empezaban a crearse lazos entre nosotros, dejé que el tiempo pasara, quise esperar a saber si en realidad debías saberlo.

Y sucedió, los dos íbamos cada vez un poco más allá, y antes de dar un paso más, a mi estilo directo e hiriente, te escribí un e-mail con la URL de este blog.

Lo encajaste. Me aceptaste.

Yo ya te había aceptado, pero mi desventaja estaba clarísima.

Y así abrí esta serie de cartas.

. . .

No será fácil convivir conmigo. Cada vez creo menos en la estabilidad, más bien en ese continuo entre manía y depresión, con ansiedad como especia al gusto. Con el tratamiento no tengo ciclos fuertes, y no tengo miedo a ellos, mucho menos instalada en una depresión ya crónica. Sí temo a que esto nos salpique demasiado.

Me has conocido con depresión, pues bien, tendré momentos, horas, o días buenos. APROVÉCHAME entonces. Disfrutemos de esos momentos.

Sé que más tarde, o días después, por depresión o menstruación porque ya me da igual la causa, me hundiré, y no sabrás qué hacer. Yo tampoco, lo confieso, porque antes estaba sola.

Tú y yo, que tanto hablamos, deberemos hacerlo ahora de otra forma. Deberás confiar en mi lenguaje no verbal. ADIVINARME, entonces. Sabrás si necesito un abrazo, o no soportaré contacto alguno. Si necesito compañía, te la estaré agradeciendo todo el tiempo. Algunas veces, si es necesario te echaré, porque la soledad será lo único que soporte.

Algo claro tengo: NO TE DEJES ARRASTRAR POR MÍ. Nunca. Porque te quiero.

Engáñame para que me meta en la ducha. Inventa pretextos para salir de casa. Necesito de tu imaginación, porque yo no la tengo cuando estoy mal. Ni ganas. Ni sangre en las venas. La agorafobia te engañará también a ti, te propondrá ver una película o te dirá que hace demasiado frío, o que los pies duelen.

Seré difícil, a veces insoportable, pero tú sólo piensa que te sigo queriendo. Como lo hago cuando podemos disfrutar de momentos de alegría.

Tira de mí, tira de mí porque te necesito, cariño, y no sólo para que me ayudes a fregar los platos. Te necesito como la persona a la que amo, y no quiero, no quiero, y no debería suceder, no debería, que esta enfermedad nos separase.

Me has aceptado como soy, con mi circunstancia, ahora es tiempo de ponerlo en práctica.

Amado mío, esta es la primera de mis cartas, es una versión cero de lo que debo y quiero contarte.

Te seguiré escribiendo, pero repetiré hasta la saciedad que no te dejes arrastrar por mí.

 

***

Mutuo apoyo

Mutuo apoyo

Cada vez estoy más convencida de que los enfermos crónicos, seamos del tipo que seamos, somos buenos compañeros de viaje. Entre nosotros, las "pupas" no son tabú. Conocí a alguien que padecía la enfermedad de Crohn, otra "bendición" de la naturaleza.

Yo cocinaré si no puedo bajar a la compra y lo haces tú. Fregaré los platos si tu artritis te causa dolor. Eso sí, me acompañárás a los médicos y gracias a ti saldré a la calle. Daremos paseos, nos haremos compañía. Y así, una larga lista.

Y con estas acciones de mutuo apoyo, los demás nos mirarán por la calle y verán a dos personas que parecerán bastante sanas, o que son capaces de sobrevivir a su salud diariamente y no tienen que dar explicaciones.

En estos momentos, sólo compartiría piso con otro enfermo crónico. Si pudiese escoger, diría: que no tuviese lo mismo que yo.

P.D. De los archivos de Blue

***

Foto del blog http://vueltaabruselas.blogspot.com/2006_04_01_archive.html //http://www.bultza.arrakis.es/blogspot/26habitacion1.jpg

Esa complicación

Los antecedentes familiares de suicidio triplican el riesgo en pacientes bipolares

FUENTE: J CLIN PSYCHIATRY. 2007 OCT;68(10):1517-1521.

Así lo indica un estudio desarrollado por la Universidad de Barcelona y coordinado por el doctor Eduard Vieta. Dos estudios previos identificaron un aumento del riesgo de suicidio en pacientes bipolares con antecedentes familiares de suicidio. Pero esos estudios usaron datos de registros médicos en lugar de evaluaciones psiquiátricas individuales de los pacientes.

Para investigar más esa relación, el equipo analizó a 374 hombres y mujeres de entre 19 y 88 años que cumplían con los criterios clínicos de la enfermedad bipolar. Cuarenta y ocho de esos pacientes tenían un familiar que se había suicidado.

Las personas con historias familiares de suicidio eran más propensas a tener problemas de personalidad relacionados con la ansiedad que aquellos sin esos antecedentes. Más del 52% de esos pacientes mencionó haber tenido un intento de suicidio, comparado con el 26% de las personas sin antecedentes.

"Esto destaca la importancia de identificar a los pacientes con antecedentes familiares de suicidio para asegurar un tratamiento rápido y un seguimiento preciso", concluyeron los autores.

El suicidio debería considerarse una complicación de la enfermedad mental, como lo es la muerte por infarto en las personas con enfermedad cardiovascular, indicó Vieta. Aunque los genes podrían influir en gran parte en la herencia de las tendencias suicidas, agregó Vieta, "aún nos queda algo de libre voluntad. La genética no determina que debamos hacer todo lo que los genes nos mandan hacer".

Pero este riesgo heredado no debería considerarse como un destino, sino como una oportunidad de prevención, agregó el experto. "Existe posibilidad de actuar, lo que es importante para la educación", señaló Vieta.

http://www.psiquiatria.com/noticias/trastorno_bipolar/comorbilidad/33983/?

La negrita es mía.

. . .

Sobre este tema debo decir que concierne a las familias (entorno en general) velar por el bienestar mental de sus miembros. Si el bisabuelo se suicidó, pues claro, el bisnieto nunca preguntará por él ni hurgará, porque el niño no tendrá malicia y sin embargo hay una legión de adultos que adoptarán la formación de tortuga en cuanto asome el tema. No se está defendiendo a la familia, ocultando el tabú, sino desprotegiendo a la descendencia. Además, para qué hablar del bisabuelo, con lo raro que era.

Porque si para el padre es un tabú, no querrá ver los signos de nuevo. No hay que esperarlo todo del colegio y confiar en que los resultados académicos midan salud mental. Padres, (habla la adolescente que fui), vigiladnos un poco, no sea que acabemos como el bisabuelo por una cuestión genética y porque lo de ir a un terapeuta si dábamos síntomas no parecía honorable a ojos de los demás.

No sé qué es peor, vivir con un estigma incluso para tu familia, o directamente no vivir. Mi familia sigue sin entender el por qué de estas "complicaciones" que me han sucedido y de las que voy librándome o superando, tres años después del último ingreso. Más de cuatro desde el diagnóstico, y que me dijeran por fin qué tenía aumentó en... todo, de repente la estadística parecía más controlable.

Muchos bipolares están sin diagnosticar, y es un peligro más allá de la salud, es un peligro para sus vidas. La de tu hijo, la de tu pareja, la de tu mejor amiga. Si sabes que algo anda mal, recuerda al bisabuelo y actúa. El psiquiatra es una tabla de salvación en estos casos. Lo mejor y lo peor que te puede pasar es que te diagnostiquen trastorno bipolar, pero oye, somos un montón y damos bastante guerra en esta sociedad.

Pasa en las mejores familias. No hay honor sin vida, por mucho que algunas culturas reivindiquen lo contrario.

***

Pepa entrevista a Asmel

Disfrutadla.

Esta es una entrevista realizada por pepa (nick) a asmel (nick). Intentaremos ser lo mas objetivas posible ambas, ya que nos conocemos virtualmente desde hace bastante tiempo. La idea de hacer una entrevista a asmel ha sido de pepa, y asmel ha aceptado sin dudarlo

1. QUE FUE LO QUE TE HIZO ACERCARTE A LOS GRUPOS DE AYUDA VIRTUAL?
Bueno en ese momento, pasábamos por una situación un tanto complicada con mi hermana. Y lo que me hizo acercarme a estos grupos, fue una propaganda insertada al lado de la puerta de la consulta. Te diré que me bauticé en la informática en ese momento. Quería información rápida y por eso empecé por entrar en bipolarweb, ahí os conocí a todos, me sacasteis de muchas dudas, leí todas vuestras historias (incluida la tuya que ya no está) y fui analizando información por información, intentando mejorar la situación terrible por la que estaba pasando en esos momentos mi hermana. Creo que la mejor ayuda sobre todo para mi.... En esos momentos como familiar, fuisteis todos vosotros, y tú en particular Pepa muchísimo, hemos hablado largo y tendido sobre muchos asuntos relacionados con todo esto y a pesar de que creíamos que éramos distintas, pues no, creo que hay una complementación de pensamientos muy afines a pesar de que creamos en cosas distintas. Siempre estoy abierta a entender al que se comunica conmigo aunque me cueste y trato de encontrar ese punto que me haga reflexionar sobre lo que se me quiere decir, a veces rápido, otras veces tengo que procesar y encontrar el meollo de la cuestión.

2. PORQUE NO ACUDISTE A UNA ASOCIACIÓN?
En esos momentos estaba mas ilusionada con la novedad que me producía lo que había encontrado en Internet y quise conocer con más facilidad esta forma virtual, por que me permitía entrar cuando yo podía ya que lo tenia ahí mismo en el ordenador y la situación de mi hermana a veces era insostenible, yo era la mas cercana en distancia, por tanto cuando había problemas ¿De quien echaban mano?

3. COMO FAMILIAR, QUE ESPERABAS ENCONTRARTE EN ESTOS GRUPOS?

No sabia que me podría encontrar, nunca había acudido más que al profesional que atendía a mi hermana en ese momento. Por cierto mi hermana tuvo un psiquiatra que murió en un accidente de circulación cuando asistía a un congreso. Tenía gran confianza en él, y él la conocía bien. Hubo pocos problemas con este psiqui quien siempre la encauzó bien y respondía estupendamente a los tratamientos que la mandaba. Ese desgraciado accidente la tocó mucho a mi hermana a quien la vi. llorar amargamente como hacia tiempo no la había visto. Después empezó a tratarla este, que no digo yo que fuera mejor ni peor, si no que desconocía por completo la compleja sintomatología de mi hermana, quizás también coincidió con muchas cosas adversas, su divorcio, el tener que cambiar del domicilio que había sido su casa en los últimos 25 años y otras situaciones que no viene al caso enumerar. El caso es que su vida cambió de forma radical y ella fue cayendo en picado. Yo en esa situación me vi. inmersa de lleno. No podía dejar así a mi hermana y me volqué en ella, no podía verla con ese sufrimiento continuo que tenia. Yo conocía bien lo que era una depresión y sabía el infierno que estaba pasando. Pero lo peor de todo eran las situaciones de manía, eran terribles. Con esto quiero llegar a que me agarré con fuerza a estos grupos porque era lo que inminentemente tenía más a mano y a donde me volqué antes, durante y..... Después. Después por que veía en cada uno que entraba ahí, un trocito del corazón de mi hermana.

4. PORQUE TE HAS MANTENIDO EN CONTACTO CON BIPOLARES DESPUÉS DE LA MUERTE DE TU FAMILIAR BIPOLAR?
Pues por lo dicho anteriormente sentí una cierta empatía con todos y cada uno de los afectados y familiares hasta tal punto que mi sentido de responsabilidad me empujaba a dar todo lo que podía de mí. Pero nunca (que quede bien claro esto) por destacar ni que se me considerara en más o en menos en ninguna escala de situaciones importantes. Nunca busqué si no aportar lo que yo había aprendido. He tenido grandes maestros pero la que más me enseño sin duda en todos los aspectos ha sido Pepa a quien (pobrecilla) acudía con frecuencia.... Incluso enseñándome a emplear el MSN por que todo era nuevo para mi. Reconozco que aprendí muchísimo a base de intuición y probar como seria eso. Para mi fue el acercamiento bis a bis con la gente a quien aprendí a conocer y que no cambio por nadie. Para mí, son gente normal que sufre situaciones a veces graves pero que poseen unos sentimientos enormes. Tengo la satisfacción de ser amiga de corazón de casi todos y estoy muy orgullosa, de paso siento que mi hermana se sentiría orgullosa viendo que he seguido interesada por lo que a ella tanto la hizo de sufrir, y que yo en cierto modo he tratado de paliarlo como he podido. Quizás el espíritu de mi hermana me esté ayudando y empujando a seguir, yo se lo prometí ante su cuerpo sin vida y que ahora hace cuatro años que ya no está entre nosotros.

5. CUALES HAN SIDO TUS MAYORES SATISFACCIONES PERSONALES DENTRO DE ESTOS GRUPOS DURANTE ESTE TIEMPO?
El sentirme cercana en comportarme sinceramente con todos (algunos claro está, con más afinidad que con otros) pero eso pasa también en la vida diaria de cada individuo. Tengo grandes sentimientos de cariño hacia tanta gente.......... de dentro y de fuera de mi país, de algunos he recibido golpazos que he perdonado pero que también me han hecho aprender mas y mas de la afectación. Y he sabido lo que era la amistad real por medio de lo virtual. Tengo la suerte de tener grandes Grandes amigos entre los afectados y de los que me siento muy orgullosa. Bueno tuve la satisfacción de encontrarme tres veces con Semeolvida, mi querida Myriam a la que nunca agradeceré bastante las molestias que se tomó conmigo cuando fui de vacaciones a Granada, allí conocí a cuca (gran persona, aparenta menos edad de la que dice) y me enseñó granada a bordo de su auto y observé su destreza en la conducción, se mete por donde solo los taxistas suelen meterse. Con lo cual el paseo por granada fue de lo más agradable. Pero tampoco puedo olvidar el día en que conocí a Pepa cuando aún estaba muy involucrada en Bipolarweb y a la que siempre consideré vital para el desarrollo y ejecución de esos proyectos ¿por que? Pues por que Pepa maneja Internet y siempre se adelanta a cualquier información que se precise, tanto a nivel de info-estatal como info-especialidad de cualquier tipo. Es la que encuentra siempre lo que necesitas encontrar, por tanto si considero una gran perdida para esa web que ha dejado ir a mucha gente válida, esa es la verdad y jamás me apartaré de ella. Tendria que nombrar a tantos que prefiero que tantos hijos putativos como tengo no nombrar a ninguno, pero que sepan que mi corazón está lleno con su afecto.

6. CUALES CREES QUE SON LAS BASES DE UN GRUPO DE AYUDA?
Pues ante todo tener un sentimiento de solidaridad con el problema. Meterse en los zapatos del que padece esa afectación y evitar que esa persona se agobie y que estas cosas la impidan vivir con normalidad. Hay que hacer que pueda convivir sin estigmas dentro del marco familiar dentro de su profesión y dentro de una sociedad que para nada comprende éste problema y se dedica a hacer juicios temerarios sobre personas que poseen un gran corazón, tan grande que es digno de mencionarlo aquí y en Lima.

7. LOS GRUPOS VIRTUALES DE AYUDA SON TAN PELIGROSOS COMO ALGUNA GENTE OPINA?
Es como todo...... Mi opinión particular es que si determinada persona busca ayuda virtual es por que necesita de ello. Hay que ayudarla a que suelte el lastre que la impide respirar y hacer que viva con normalidad sin sentirse un bicho raro, por que no lo es. Simplemente en determinadas ocasiones algo en su cerebro se descompensa y para eso está la medicación. Fuera de eso todo lo que le rodea son estigmatizaciones. Seguro que hay más sitios mucho más peligrosos que los que describimos por aquí. ¿El Teléfono de la Esperanza es peligroso?

8. COMO FAMILIAR QUE CREES QUE PUEDES APORTAR A UN GRUPO DE AYUDA?
Un grupo de ayuda debe prestar toda la información posible contrastada por especialistas en cuanto a avances, tratamientos. Y por supuesto la experiencia personal de cada uno que participe, eso es esencial por que unos y otros aprenden y se ven reflejados en síntomas en periodos de crisis y en percepciones de la realidad cuando los neurotransmisores se disparan a uno u otro lado de la enfermedad bipolar. ¿Cuantas veces una visita al psiquiatra recomendado por que se veían claros síntomas no ha parado situaciones?

9. CREES QUE HAY QUE AYUDAR INCLUSO A LOS QUE NO QUIEREN POR QUE ESTAN EN CRISIS, NO ESTAN DIAGNOSTICADOS, ETC?
Por supuesto a todo el que esté dispuesto a recibir esa ayuda. Cuando la piden o cuando se ven reflejados hay que decirles que acudan inmediatamente al psiquiatra.

10. CUALES SON PARA TI, LOS TIPOS DE AYUDA QUE NECESITA UN ENFERMO BIPOLAR?
Primero la especializada (psiquiatra y medicación) Luego la involucración de la familia que debe informarse y saber que es lo que le está pasando al afectado. Es esencial que el afectado se sienta comprendido y no se sienta que es un loco aunque suene fuerte. La integración en todos los ámbitos del afectado y respetar sus momentos bajos ayudándole a salir de la crisis, animándole y proporcionándole estímulos que le hagan tener esa chispa de ilusión tan necesaria.

11. QUE ASPECTOS SON LOS QUE MAS INCIDES CUANDO INTENTAS AYUDAR A UN BIPOLAR?
Sobre todo su psiquiatra y su medicación. Después lograr que suelte todo lo que le está envenenando su enfermedad, situaciones estresantes, y todo lo que le produzca intranquilidad. Creo que es importante que se sienta bien consigo mismo, es duro y parece imposible pero se puede llegar a ello.

12. QUE TE HAN ENSEÑADO LOS ENFERMOS BIPOLARES?
Humanidad, Amor, Sentimientos..... Tan grandes son que sus neurotransmisores no pueden con ellos. Los que me conocen saben que no son palabras vanas, creo en ellos y creo que son gente como las demás..... Con un atenuante el fallo biológico que puede estar muy bien controlado.

13. QUE HA APORTADO A TU VIDA, EL CONOCIMENTO DE LOS ENFERMOS BIPOLARES?
Compresión. Desde ese sitio me he vuelto más receptiva y más comprensiva con las situaciones de sufrimiento. ¡Ay si la gente supiera! Creo que acabaría “ese mirar” por encima del hombro al hermano afectado por una enfermedad mental

14. HAS ENCONTRADO MUCHOS ENFERMOS ESTABILIZADOS?
Claro que los he encontrado. Mira si hablamos de desestabilización, no hay más que observar a la sociedad en general. Muchas veces me digo.....”Ni están todos los que están, ni son todos los que son” algo que oí un día a mi hermana y que le encontré un tremendo sentido. Mi hermana aunque enferma crónica estuvo mucho tiempo solo con litio y tegretol, muchísimo tiempo haciendo vida normal e incluso trabajando y la fue estupendamente


15. QUE DIFERENCIA HAY ENTRE LA AYUDA A TRAVES DE UN FORO O A TRAVES DEL MSN?
La ayuda en un foro es a nivel general, se presenta un problema y entre todos van dando su versión del asunto. El MSN es cuando el afectado necesita ayuda personal y contar cosas que en un foro no pegan contar, situaciones intimas y personales. Las dos cosas deben de complementarse.

16. QUE DIFERENCIA HAY ENTRE UN GRUPO VIRTUAL Y UN GRUPO REAL?
Los dos son igual de importantes. El virtual es necesario en el momento de ordenar sus pensamientos y exponerlos sin miedo. Luego cuando se tiene una cierta seguridad, viene bien el reencuentro o el conocer o bien a esas personas que empezaron siendo virtuales. O bien integrarse en un grupo de su zona, como meta para una plena integración y evitar una auto estigmatización.

17. COMO TE SIENTES CUANDO TIENES QUE TIRA LA TOALLA E IRTE, POR QUE ES IMPOSIBLE AYUDAR A UNA PERSONA?
Mal, me siento mal, tan solo me ha pasado una vez con una forera que me confundía con contactos suyos que ni yo conocía. A esa si que la vi. que esto la perjudicaba, la descontrolaba totalmente y deje de verla, porque era imposible la confusión de identidades que tenia. La aconsejé que se alejara de todo lo virtual por que la estaba haciendo daño. No controlaba a pesar de que estuvo ingresada. No obstante, alguna vez que he visto a su hijo, he preguntado por ella. Y a pesar de ese problema la tengo un gran cariño. Pero no debe esto tan claramente dañino. Es el único caso que me he encontrado en estos cinco años que llevo por aquí.

18. POR QUE CREES QUE MUCHOS SKIS NO QUIEREN QUE SUS PACIENTES SE RELACIONEN CON OTROS BIPOS DE FORMA REAL O VIRTUAL?
Ah!! Ellos sabrán, quizás quieran que si se equivocan quede en privado y así escondido queda. Si lo sabe mucha gente creo que quedarían en mal lugar. Esto que digo es una posibilidad. Otras puede ser el caso anterior en que lo virtual le produce daño psicológico. Pero en general un psiquiatra no debe manifestarse contra una forma de ayuda ¿por que?

19. SI PUDIERAS HABLAR CON NUESTROS TERAPEUTAS (PSIQUIS Y SICOS), QUE LES DIRIAS?
Les diría que en los casos de crisis de manía. Debiera haber mas facilidad para el ingreso, eso evitaría muchas situaciones desagradables tanto para el enfermo como para los familiares que no saben que hacer en esos momentos. Y que piensen que cada enfermo no es para tratarlo con generalidades, si no en su yo individual, ser tratado sin hacerlos ratoncillos de indias, experimentando medicaciones, si no procurar paliar todo ese sufrimiento lo antes posible. Los experimentos con Coca Cola.


20. QUE COSAS TE GUSTARIA DECIR QUE NO TE HE PREGUNTADO?

Creo que me lo has preguntado todo. Analízalo bien. He sido totalmente sincera en mis respuestas, pero tú dales el visto bueno, yo confió totalmente en ti que me conoces. A principio no han salido las respuestas en rojo, tu veras lo que haces para arreglarlo, seguro que yo metí la gamba. Un besito compañera de fatigas, siempre fue un placer ser tu amiga.

*** 

La vergüenza familiar

La vergüenza familiar

http://salud.tiscali.es/mi-doctor/enfermedades/actualidad/noticia/v/27/i/trastorno-bipolar-1.html

Leo esto, y me digo que me parece bien cualquier cosa que agilice un diagnóstico. Muchos tenemos antecedentes familiares, pero de nada sirvió el mío, o mi psiquiatra de entonces... no sé. Además, en mi familia el tabú era tal que incluso conductas raras eran de entrada, ocultadas, y si no podían serlo, disfrazadas y maquilladas hasta que te vendían una película llamada "normalidad".

Y yo también la vendía, por supuesto. Justificarse es fácil cuando factores ambientales, las cosas de tu puñetera vida, te provocan una crisis. También fácil si lo vendes sinceramente, colocarse en una posición victimista donde tu familia y amigos te van a apoyar: mira qué me han hecho en la empresa blabla. Las cosas siguen, y tú ni puñetera idea de que tienes algo que no te funciona bien en las partes altas de forma crónica, periódica, y no ocasional. Hasta que pasa a ser más periódica. Hasta que los síntomas claman al cielo. Hasta que te han echado del conjunto de casados o del de trabajadores en activo. Quizá, por qué no, ya te hayas hecho adicto a algo. Hasta que dices qué leches pasa aquí y lo dices con las partes altas que no funcionan bien, así que no hay nada que hacer. Hasta que no pasas por el diagnóstico, en efecto, no hay nada que hacer. Ahora está todo por hacer, para empezar, a ver qué tal este fármaco, has entrado en una sastrería psiquiátrica.

Oh, ya eres otra cosa para la familia. A alguien no se le puede decir con años de retraso "ya me parecía a mí que tenías [enfermedad que acaba rápido con tus órganos]". A alguien que padece una enfermedad mental sí, porque no es urgente, noooo, sólo vas a peor hasta que te cae una muy gorda (ojo con las salpicaduras), y encima has de escuchar eso una y otra vez. Que la gente que te ha visto gatear se moje, que te diga que vayas a un psiquiatra. Ya les mandarás a la mierda porque tú de loco no tienes nada -¡no me cuentes batallitas del tío Faustino!- pero al menos habrán hablado a tiempo.

Diagnóstico, no-diagnóstico, una y otra vez en esta enfermedad y en otras, en otras de síntomas mentales, que de transparentes no tienen nada ni puertas afuera ni puertas adentro.

No siempre uno puede meterse en asuntos de familia ni decir a la brava, y qué triste que eso ocurra entre hermanos (no por ello menos frecuente): oye, creo que deberías llevar a tu hijo a un médico. Una amiga mía sostiene que dos de sus primos, hijos de diferentes tíos, padecen alguna enfermedad mental. Los padres poco o nada hicieron para que esas personas tuviesen un tratamiento digno cuando empezaron a tener conductas raras ya en su infancia, tan raras que lo único que se les ocurrió fue ocultarlas y negarlas. El tabú es tal, lo vergonzante del "me ha salido un hijo mal", el pensar "mi hermano hacía lo mismo, para mi desgracia mi hijo es así también", que es mejor tratarlo como a un perro o encerrarlo en una habitación.

Nunca han hecho nada solos y si lo han hecho en público, más vergüenza para todos, conductas sin control alguno. Peor pronóstico me huelo que no puede haber para esas personas, que rondan la treintena ya, si es que algún día tienen acceso a diagnóstico y tratamiento. Y si eso sucede, otros familiares dirán "ya lo sabíamos". Pero en voz muy bajita ya, como si se hablase de... un enfermo al que sus órganos fallan.

Encerrados en una habitación, o vagando por las calles.

Todavía pasa en este país.

***

Reconciliación amorosa bipolar

Reconciliación amorosa bipolar

Madrid, domingo 14 de mayo de 2006

Querido amigo:

No sabes cuánto me alegra recibir de ti esas noticias. Por fin encontraste lo que buscabas. El amor, qué búsqueda más dolorosa, y la has completado, la habéis.

Me relataste hace ya tiempo que os dejásteis por hartazgo, o que ella te dejó, no recuerdo y aunque no lo haga sí sé que el final de una relación larga es un proceso algo ambiguo donde se mezclan los calcetines con el tabaco. Tu enfermedad, como a todos, nos hacía comportarnos mal con nosotros mismos, pero ese daño también repercutía en nuestros seres más cercanos, que sufrían, por nuestros cambios de humor y otras cosas desagradables que ahora debemos olvidar, porque en pareja siempre hay cosas, pero la enfermedad las agrava, y más con adicciones, y estoy convencida de que al no existir diagnóstico en esas épocas, la lotería iba en dirección siempre a la ruptura o a la relación tormentosa que nos perjudicaba todavía más. En pareja el diagnóstico es duro, pero se comparte, o eso quiero pensar ahora, que esa fractura en nuestras vidas hubiese sido entendida y apoyada por una pareja que ya no existía ni para ti ni para mí. El porcentaje de bipolares separados es altísimo, ¿cuántos antes del diagnóstico, me pregunto?

Yo siempre rompí lazos con mis relaciones, era tan radical que si o ya no existía amor o no se superaba una crisis, se presentaba el odio o mi mente enferma de emociones (cómo desestabiliza una ruptura, para mí un episodio siempre) distorsionaba la persona hasta reducirla a sus defectos. Tú, sin embargo, las mantuviste como amistades, valorándolas siempre. Salías con [Ella] a menudo como viejos amigos, y hace tiempo me confesaste que seguías teniendo sentimientos por ella. Yo te contesté que sin duda habrías cambiado desde esas malas y oscuras épocas a sus ojos, puesto que lo habías hecho a los míos, sin conocerte en esa época, sólo por la mejora y la estabilidad, siempre relativa, pero el estar con los pies en el suelo al menos, la aparición de otro prisma. Un día te animé a que fueses franco pero te lanzó la jarra de agua fría, y ese rechazo te dejó muy bajo bastantes días, amigo, lo recuerdo pues mi alma lo compartió contigo.

Sin embargo, ella te ha acompañado en tus últimas crisis y seguro que esta vez ha entendido mejor qué y por qué, y no ha dudado de tus sentimientos o disipó sus dudas ante -la convivencia, podría llamarse- al veros más a menudo que antes, porque, a diferencia de vuestra anterior relación, exteriorizas tus emociones, eres consciente de tus actos y aunque a veces no estés orgulloso, eres capaz también de reconocer tus errores el primero y de pedir perdón por ellos. Eso te ha devuelto al conjunto de seres “amables”, es decir, dignos de ser amados, y era cuestión de tiempo, de que tú mejorases, el que volvieseis a estar juntos. No me atreví a decírtelo aunque se intuía, pero me informabas sin querer de esos pasos y la cosa estaba anunciada si ella era generosa de corazón, y cómo celebro que lo sea, después de lo que pasasteis. Espero que ahora puedas perdonarte mejor tu pasado, al lado de quien lo sufrió contigo.

Tenía novio, palabra-obstáculo donde las haya, pero si ha permanecido a tu lado era y ahora puedes confirmar que es por algo. Tenéis unos lazos emocionales fuertes desde la juventud, y además ahora habéis eliminado toda la tensión de las malas épocas. También los años transcurridos han ayudado, puesto que la mediana edad (qué mal suena, pero es la nuestra) sigue siendo un proceso de maduración y en tu caso, en el mío, en el de tantos, la enfermedad ha sido clave en tu cambio de actitud ante la vida y las personas. Al igual que otros bipolares, empezamos una nueva vida, diferente y mucho a la montaña rusa que volvía loco a cualquiera que nos mirase, cuando no nos sorprendía borrachos.

Sonrío al leer que estáis “como críos”. Es lo mejor que puedes decirme, así es el enamoramiento y tal es la alegría de dos almas que se juntan en este sentimiento tan poderoso. Me siento honrada de que me hagas partícipe de tus sentimientos y esta vez mi empatía es muy positiva, como se dice ahora: tengo “un buen feeling”.

Quizá sí exista una “mujer” o un “hombre de” la vida de alguien. Pero como solíamos tratar en nuestras charlas escépticas, eso era muy difícil ya “a nuestra edad”, era hasta cómico apostillar siempre con eso. Sin embargo, en la juventud sí el alma está abierta a encontrar esos sentimientos, y lo hace sin prisa, hasta que de repente brota un exuberante jardín, que ha de cuidarse mucho, y por parte de los dos, cuando pasa el enamoramiento biológico y han de permanecer otras tantas cosas. En su día esas cosas se marchitaron, pero… ahí estaba el jardín, aunque descuidado, sólo hacía falta que los dos deseaseis volver a él. Y todavía sois jóvenes, lo de “toda la vida por delante” no seré yo quien lo diga, pero bueno, ya me entiendes.

Recuerdo que también en nuestro pesimismo acerca de la materia especulábamos acerca de que las cosas sólo podían volver a ese estado de ingenuidad por así decirlo ya en el ocaso de la vida, cuando ya no hay prejuicios sino amor a la vida y por tanto a las bellas personas que no a las guapas, cuando nada hay que perder y eso sólo lo comprenden los muy maduros ya. Es enternecedor ver en los medios una boda en un asilo, y aflorar las sonrisas tras el sufrimiento de muchos años de viudedad, por lo común. Ahora entre los que se cuentan sin pareja y un día la tuvieron, hay más divorciados que viudos, pero esta conversación ya la tuvimos hasta su fin en su día... bipolares singles, singular y por desgracia amplio subconjunto del que te liberas, afortunado seas.

No te había olvidado, lo que te amó, ¿lo llevaría en vuestros paseos, al igual que tú? Aventuro que lo que os separó es también lo que ella amaba de ti. He conocido a mucha gente, y también tengo en mis experiencias que los bipolares tenemos ciertos dones humanos y un alma que ni pasa desapercibida ni se marcha sin dejar huella. Por lo visto, las dejaste profundas en la suya, y por fin te ha perdonado, al ser humano con una enfermedad y no al “monstruo”, y quizá no se haya vuelto a enamorar de ti sino que siempre lo estuvo a pesar de su novio, a la espera de tu reacción, de los cambios que ella siempre quiso ver en ti y un día se acaba la paciencia para todos en esa situación, después de continuos “no lo haré más” etc. Tú deseabas profundamente recuperarla para darle lo que en su día no pudiste pero llevabas en tu interior, y por fin le has mostrado que ya eres capaz de hacerlo. No me cuentas qué pasa con el novio, pero no creo que le cueste dejar al otro hombre, si no lo ha hecho ya... eso no importa y tampoco quiero hurgar en vuestra intimidad más de lo que estoy haciendo. Imagino que estamos charlando en una ventana en msn, algo tan informal como muy privado, pero una carta es algo que permanece y que me recuerda a las horas pasadas en estas y otras charlas.

Se acabó tu soledad y tu desesperación. Ahora estás ilusionado, y el proceso ha sido lento, de forma que si alguien atribuye esta reconciliación a la primavera o a una hipomanía, creo que va a equivocarse mucho, pero nada ha de importaros la opinión ajena, tan ignorante y a veces tan maliciosa, que como bien sabemos atacará desde las propias familias.

Creo que la enfermedad muchas veces nos hizo fingir, aparentar dureza para no mostrar nuestra vulnerabilidad. Esto lo hace muchísima gente sin bipolar, no tenemos la exclusiva. Si bien era nuestra protección, también significaba para los otros unos muros que no dejábamos franquear, atemorizados ante nuestras emociones pues si las dejábamos, eran un torrente que podía volverse en nuestra contra. Y queremos amar, para dejar de fingir, gran contradicción porque parecemos inexpugnables. Te la jugaste a la sinceridad, y tras un no vino por fin un sí.

Por fortuna, ella te ha conocido tus momentos bajos recientes, menuda primavera, y ha visto como yo al ser humano y noble que late bajo sus disfraces, tú mismo te desnudaste para abrir esa puerta de nuevo. Por ello cada vez en estos meses os habéis estado viendo con más frecuencia, y si bien no os faltaba cariño aunque estuviese algo sepultado y hubiese una tercera persona, el roce ha hecho que éste volviese a la luz.

He conocido tus tinieblas, tan parecidas a las mías. Hemos sido compañeros y amigos de quizá un mal viaje, pero ambos nos encontramos ya mejor, y tú tienes ya, empiezas a tener y ahora sabrás cómo no estropearlo, un amor de los que de forma algo cursi me atrevería a adjetivar como verdadero.

Y espero de ti que ahora no tengas miedo al compromiso, pues sé que no eres partidario “de casorios”, cómo me reí aquél día y recordarás con qué razones te mostré mi desacuerdo. Comprométete, por qué no, sin miedo, vivir es apostar y tirarse a la piscina cuando a uno le van las emociones fuertes, como nos iban a nosotros antes de estabilizarnos. Sabes que los bipolares causamos al resto la sensación oscilante de nuestro interior y las personas, nosotros las primeras, necesitamos de estabilidad emocional. Un día, le recomendé a un amigo con una novia muy celosa –sin fundamento alguno, por supuesto, pero sus celos eran diarios y enfermizos- que le regalase un anillo. Ella cambió de repente. Qué pequeño detalle acaba con las inseguridades propias y ajenas. Y luego ya se verá, ojalá el futuro estuviese ya escrito con el “The End” de las pelis de antes, pero se camina con más seguridad.

Entra sin miedo en esta relación, sé que lo estás haciendo con amor pero ahora el miedo puede aparecer, miedo a que sea un espejismo, a que vuelva a romperse por la misma razón. No has de temer, has cambiado bajo el tratamiento, y tienes tanto amor dentro de ti que te dolía no poder entregárselo. Para ella sin duda esto es un regalo, su hombre ha cambiado, y cuántas mujeres desearían poder decir eso de sus parejas no bipolares.

Estoy tan contenta que no he podido evitar escribirte esta carta, muy llena de emoción y espero que de esperanza a tus ojos. Me has hecho reflexionar sobre el amor, y espero que las interminables conversaciones sobre el desamor hayan acabado en este punto ja, ja.

Recibe un fuerte abrazo de tu amiga,

Blue

P.D. A ver qué día tengo el honor de conocer a esta gran mujer. ¿Vendréis por Madrid? El día 15 de junio asistirá mucha gente de todas partes a la jornada, aunque es un jueves. Anímate.

***

Amistad, amor, en depresión

La depresión nos hace considerarnos indignos de la amistad o amor de nadie, indignos, nos parece que todo nos supera porque nuestra autoestima ya no existe.

Hay quien puede sentir que esa persona deprimida no tiene sentimientos hacia ella. Quizá los tenga, y muchos, pero la depresión no le hace posible iniciar ningún tipo de relación.

Sufre el deprimido, y sufre su pretendiente.

En depresión no se pueden tomar decisiones en este ámbito, pues las emociones que gobiernan no son positivas y la autoestima impide ver más allá.

Un depresivo puede tanto tomar la mano de un amigo como dejarla, ya que se siente tan mal que teme no estar a la altura (y más si hay una incipiente relación tras esa mano) o simplemente necesita tanto aislamento que no puede tomarla, que es muy diferente a no querer hacerlo.

El amante espera y desespera. Quiere ayudar, no sabe cómo. Yo tampoco lo sé.

Imposible

Imposible

Sí, cuántos bipolares han hecho la vida imposible a ... quien fuere.

Y cuántos no bipolares putean cada día... yo diría que más. Hay más parejas en crisis por cualquier otro motivo que dirán eso mismo, además del "no puedo vivir contigo ni sin ti". ¿Y los hijos? Fuente de problemas constantes, sobre todo (supongo por lo visto) en la adolescencia, y no tendrán bipolar. Las personas somos así y siempre la pagan los cercanos, la familia.

Volviendo a lo bipolar:

El bipolar, enfermo, en episodio, no es consciente del daño que hace.

De ahí que la información que reciba sea crucial. Que desarrolle una conciencia de la enfermedad sin la cual el resto es papel mojado. Que se ponga bajo tratamiento. Que se tome la medicación y siga la pauta.

Esto es responsabilidad de su psiquiatra y de su terapeuta en los inicios. Pasa a ser responsabilidad del enfermo algo más tarde.

A muchos nos han llevado a rastras. Tras mi diagnóstico, informé a Madre y Hermano y "lo mío" fue llevado "en familia". Otros no son diagnosticados ambulatoriamente, a otros la policía les lleva al psiquiátrico porque están mal, no quieren ir al médico, se fugan, y se da aviso, y es lo que hay que hacer, lamentablemente.

Una vez "te han llevado", por fin un médico puede atenderte, porque no sólo va a diagnosticar sino a ayudar a estos procesos que harán del enfermo bipolar, si se cuida y es consciente de los riesgos que comporta su enfermedad, y para ello hace falta información. Y si el psiquiatra se limita a extender recetas, yo abogo por la ayuda de un psicólogo especializado.

No sé si existen "casos imposibles" hablando de bipolares, seguro que sí. Porque sí sé de muchos "casos imposibles" no bipolares, pues más se han cruzado en mi vida los no diagnosticados, los que no padecían bipolar, que eran unos capullos, cabrones, hdp, y un largo etcétera. Tomando como "caso imposible" la expresión popular. No sé cuál es el tanto por ciento de bipolares que no responden a ningún tratamiento y tienen la desgracia de estar permanentemente sufriendo y haciendo sufrir.

El que primero sufre, es él.

La salud no tiene precio, y una vida en armonía tampoco. El bipolar enfermo y sin diagnosticar pasa un infierno que de bonito no tiene nada. Hay que arrastrarle al tratamiento, es mi opinión, después de haber pasado por ello, trauma sobre trauma, infierno y pérdida de libertad y autonomía, más infierno.

A rastras. No cabe otra con un enfermo que no va a reconocerse como tal, porque la enfermedad es así. Una putada, también lo es la FMF... mañana hablaré de ella... o lo harán por mí.

***

Parejas

Parejas

El post "Abandono de la medicación" del día 5 de febrero ha generado una de comentarios... en su día no supe qué decirle a Pita, ahora intentaré decir algo, pero por favor, yo no puedo opinar alegremente sobre la vida de dos personas, en todo caso, decir generalidades.

El último: "Hace un tiempo entre a la pagina www.bipolarweb.com, para informarme en que consistía este transtorno, mi inquietud fue llevada porque empece a salir con un chico que me confeso padecia del transtorno. Ahora despues de unos pocos meses aun tengo dudas sobre la "paciencia" que se supone debo tener con él, en ciertas ocaciones me parece un avestruz que se escuda en su TB para no dar su brazo a torce o simplemente reconocer que se equivoca, tiene cambios frecuentes de humos (cosas que creo a todo el mundo le pasa, bipolar o no) y una tiene que "entender" pero quien lo entiende a una, es una actitud muy cómoda de su parte, y no sé como manejarla. Él tiene 3 años tomando su medicamento y controlandose con examenes de sangre?. Tambien me pregunto: ¿si las personas con estos transtornos emocionales (producto de una función neuroquimica incorrecta) pueden sentir realmente amor (que es tambien una funcion neuroquimica)? o si los medicamentos tambien anulan las emociones. es dificil entender de lo que se trata sobre todo por lo subjetivo que puede llegar a ser su diagnostico. me puedes orientar?? o al menos decirme si ha sentido amor y como hacen sus parejas para manejar situaciones "

Sí, se puede sentir amor, cómo no, y de los que te recompensan de todo.

Los medicamentos intentan equilibrar las emociones en estado patológico, los episodios. Fuera de ellos, se experimentan emociones normales, las normales que todo el mundo tendría ante situaciones concretas. Uno de los controles básicos para determinar si la medicación actúa correctamente o presenta complicaciones (tiroides, la más común) es el análisis de sangre, y éste es imprescindible si el medicamento es litio.

El TB a veces no se presenta solo sino acompañado de un trastorno de la personalidad, que puede ser más dañino entre comillas para la relación del paciente con su entorno.

Esto es lo que puedo decir. Hace poco escribí a un chico que había perdido a su novia,

http://carnedepsiquiatra.blogia.com/2006/021601-me-dejo.php

y hasta ahí puede llegar mi opinión, en el contexto: estoy diagnosticado, estoy sufriendo episodios, mi pareja está cansada.

El mundo de la pareja es muy complejo. Si tomásemos café y supiese más de ti, podría decirte algo, en privado. No sé nada. Sólo que ha de haber reciprocidad en la pareja. Y que un paciente de TB en episodio no sé si puede llegar a darla, él es su centro, su enfermedad quizá no le impida ver más allá. No lo sé. Hay que ver qué pasa cuando esa persona se estabiliza. O es diagnosticada, por qué no, y toma conciencia de la enfermedad y empieza a controlar mejor que ésta no salpique a su entorno. Si uno usa su diagnóstico para justificar sus actos y palabras hirientes, o está enfermo en ese momento o se está autoestigmatizando.

Esto no es un consultorio. Bipolarweb te puede ofrecer experiencias de otras parejas. Yo no tengo, la tuve, y seguro que hubo momentos malos por culpa del TB, sólo que yo no estaba diagnosticada y por tanto no era consciente de nada.

Cada uno lo lleva como puede, tanto el/la afectado como su entorno inmediato. Los terapeutas pueden ayudar a los dos bandos.

Hasta ahí puede llegar mi "consejo", no os conozco, cada bipolar es un mundo y cada pareja, también.

Me dejó

Me dejó

Mis palabras nunca fueron muy cariñosas pero te daré mi opinión.

Necesitas el apoyo de alguien que además de quererte de boca, lo haga con sus actos.
Esta persona te ha defraudado. No te ha abandonado en realidad, a ti como persona, sino como a persona con un problema de salud.
Asusta a veces saber que tu pareja está enferma, sí. Y mejor que asuste antes que después.
Te había dado, y te quitó. Eso no se puede hacer. Pero si se hace, mejor antes que después.
Olvídala.
No te comas el coco pensando en lo que tú hubieses hecho por ella.
Si ella vuelve, será una oscilación más en tu vida, y tu espada, el cuestionarte cada día si ella aguantará más o no de nuevo.
Mejor solo que mal acompañado. Estas relaciones pueden desestabilizarnos más incluso.
Ignora este mensaje si no ha sido de tu ayuda sino al contrario.
En todo caso, bienvenido al club de los corazones rotos.

***

Mensaje a alguien que por supuesto se siente mal. Te dejan en manía, te dejan en depresión... ¿No sabías dónde te metías, que esta persona es un "pack" lleve hijos ya o una enfermedad? No hagas daño antes de tiempo, no alimentes ilusiones de alguien que necesita tu cariño. Menos mal que eran novios, todavía. Qué dura me siento diciendo todo esto, la puta verdad es esa, o mi puta opinión, y ese es mi tono entonces.

Platos rotos

Platos rotos

Hermoso lo que comenta Valpro en el post anterior pero... hay cosas que escapan a la comprensión de uno mismo, ¿eres consciente de que te estás gastando 6000 euros -y hay quien le ha puesto un cero detrás- cuando no los tienes? No tienes ni idea de que estás descompensado, lo haces sin medir consecuencias.

He hablado con esposas, eran ellas las que se acercaban al chat, por ejemplo, y su impotencia y sufrimiento era (indescriptible): se encuentran con la casa que habían pagado ya con esfuerzo y sacrificio, hipotecada por arte de magia, etc. Cosas muy desagradables que alguien en episodio, si no es ingresado, pueden suceder, y luego cuéntale a esta señora que su marido estaba enfermo... quizá aguanten por "amor" del de antes "hasta que la muerte nos separe", pero ahora las cosas han cambiado un poco en este país. Lo he visto en un esposo, ojos de amor, sigue enamorado porque la perdonó y sabe que está enferma, porque lo sabe y los demás también, porque los efectos secundarios en esta persona se han ensañado.

Yo sólo entiendo que actué así (haciendo cosas que me voy perdonando, más en el terreno moral, ese duele) porque tenía el meollo neuronas-neurotransmisores completamente desequilibrado, pero como esto no es una herida que sangre que todos puedan apreciar, difícil es que comprendan ese desequilibrio y sólo ven lo que queda, los platos rotos, que se pagan entre todos. Tu parte es: la has jodido chaval, estás loco, déjanos vivir en paz de una vez.

No es pesimismo, es respirar hondo cuando escuchas o lees testimonios durísimos y reales de lo que esta enfermedad puede llevarnos a hacer, y la única arma es que la familia detecte cuándo se nos está yendo la pelota, si nosotros no lo hicimos antes. Y este es un golpe a la mandíbula de muchos: ¿por qué no lo detectamos antes? Porque estábamos de puta madre en una hipomanía y no quisimos dejarla, tratarla como una descompensación más, hasta que las cosas se nos fueron de las manos a una Manía, a una Psicosis.

Información, mucha información se necesita para que no sucedan estas cosas, y aún así, seguirán sucediendo. Ahora la gente de la calle empieza a saber lo que es el estrés o una depresión, ¿cuánto tiempo pasará hasta que se sepa que el estado contrario también es manifestación de una enfermedad, que hay algo más allá de la depresión en el mismo paquete y es la sexta enfermedad incapacitante? Yo no había escuchado nunca "bipolar" hasta que me reconocí en una lista de síntomas bajo esa palabra.

Espinoso el tema, jodido, por ejemplo: adulterios. Cosas que en pareja se perdonan más bien rechinando los dientes (y en diferentes culturas este tema es algo muy duro) y no les digas que estabas maníaco que encima puede ser peor la cosa: repudio (divorcio) por adulterio y por locura, puedes imaginarlo? Yo sí, lo he visto, "locura" bastó, y se llamaba trastorno bipolar, y el juez dijo "Sí".

He confesado haber hecho burradas, no cuáles salvo en privado y no a todo el mundo. En la parra, a cada uno le da por algo, a veces inofensivo en apariencia, otras destrozan herencias, directamente.

Lo paso mal escribiendo sobre esto, he escuchado muchos testimonios que te hacían bajar la cabeza. Y cosas que, por supuesto, me recuerdan a mí.

Y sí, lo más seguro es que esa persona no estuviese diagnosticada, ahí está el gran problema de esta enfermedad según mi opinión, porque hasta que algún psiquiatra no entra en acción pueden haber pasado más de diez años de infierno en esa familia. En la mía, sin ir más lejos. Tu hijo no hace cosas normales, o se irrita o se encierra en la habitación, tiene rachas de buen humor y otras es insoportable, pero, ¿qué puedo hacer? Ir al psiquiatra es algo que asusta, asusta la idea de reconocer que el problema puede estar ahí, un problema tan biológico como otras enfermedades aunque se le llame "mental", pero el médico no es otro que un psiquiatra, un licenciado en medicina especializado en estas cosas, quitémosle hierro por favor. Algunas familias no soportan el estigma, y sé de un caso en el que el paciente debe ir a otra localidad a buscar su medicación para que en el pueblo no se enteren, renunciando incluso al descuento, que no es para despreciar.

Porque las familias, tan ignorantes como el propio enfermo si este es el caso, quizá no lancen una orden de búsqueda cuando alguien se va de juerga una semana entera, o no ingresen a la fuerza a esta persona, por muchos argumentos, por cariño, por ejemplo. Y eso no ayuda en esos momentos de crisis aguda, ayuda la terapia. Pero ¿a quién le gusta ver a un familiar ingresado? A veces hablo con alguno y su rostro es muy pero que muy amargo, arrugas de sufrimiento, sufres al verlas porque llevan años trabajándose para que las veas. Uff.

Es más, ¿a quién se le ocurre que en los "manicomios" tan estigmatizados pueda ir a parar tu ser querido? Lo evitarán como puedan, por inconcebible y por estigma. Trabajo he tenido para que mi familia no se sintiese demasiado triste al verme o saberme en un psiquiátrico, y creo que no hay nada que hacer, da pena, sí, pero a mí no, sé que lo necesitaba cuando lo he necesitado. Es necesario recibir medicación acorde a una crisis, equilibrar de nuevo esos estados no es ninguna broma y sufrirlo en casa sin tratamiento, diría que una temeridad para todos. Mi ex-psiquiatra se saltó (le dio pena seguramente, hubiese sido mi primer ingreso, traumático por supuesto, o no valoró que estaba tan mal, la familia te cuidará...) una orden de ingreso que ahora considero de cajón, que ahora ya informada hubiese exigido (y no rechazado, "estoy de puta madre" dicho en mi boca en ese momento era para mandarme en taxi al hospital), porque esa fue mi peor crisis mixta-disfórica. Y recuperarme en ingreso domiciliario y tratamiento ambulatorio costó muchos meses de sufrimiento propio y familiar, y ¿quién ayuda a las familias? Algo hay, pero poco, hay poco de todo, hasta camas en los hospitales.

No puedo pedirle perdón a mi madre por lo ocurrido entonces. Alguien no nos orientó bien y a ella le tocó cuidar de una aguda y a mí darme de cabezazos, demasiados meses, y quizá un ingreso hubiese acortado esa crisis interminable. Ella pagó los platos rotos, yo también pero yo ya estaba mal hacía tiempo, como ella nunca me había visto, yo tampoco pero sólo fue estar peor, sólo fue seguir sujetándome en el infierno del episodio mixto mientras rechazaba comida o tenía insomnios o me volvía loca la hipersensibilidad al sonido. Qué infierno para las dos, más de un año, eso marca a todos, tanto, que yo tuve que cambiar de aires cuando las cosas se calmaron. Pero no me suicidé, aunque fue necesario un ingreso para ello, que como novata tampoco supe identificar. La segunda vez ya había aprendido la lección. ¿Un tercero? Por qué no, nadie está a salvo aunque se cuide y siga el tratamiento, ahí está mi amiga que sigue sin dar demasiadas noticias, debe estar ya en casa pero incomunicada, "nos sueltan antes de lo que deberían" resuena en mis oídos.

Otro vómito, entre triste y cabreado... a veces me dan ganas de estrangular a mi ex-psiquiatra (es lenguaje coloquial), pero me conformaré con denunciar cuando pueda hacerme cargo de algo tan gordo: Carne de Psiquiatra vs. Consejería de Sanidad y el gremio de psiquiatras. Ya puedo estar estable, ya, y todo se andará, o bien perdonar para que toda esta pesadilla sea mi antigua vida y pueda vivir esta nueva desde 0 como dije en su día, perdonando y perdonándome, y cuidándome para prevenir que vuelva el infierno.

P.D. Estoy algo agotada del tema bipolar, quizá he empezado el año con demasiada "marcha" abordando temas duros y hablando demasiado sobre ellos, implicándome emocionalmente hasta cansarme de mis propios recuerdos, y honestamente me declaro exhausta. Creo que es hora de buscar fotos para estos posts desnudos y desconectar. Preparar verduras para mi colesterol me parece una buena idea, y quizá echen alguna peli buena hoy.

Perdóname, para que me perdone

Perdóname, para que me perdone

Cuando a uno le da un episodio, puede hacer cosas que desde luego al "aterrizar" no se perdone ni él mismo, y conozco gente que no se ha perdonado lo hecho hace 20 años. Tenlo en cuenta, porque pedir perdón al perjudicado o a la familia es un gran esfuerzo entonces y ese perdón que se pide es muy pero que muy sincero y doloroso, y lo que hace es dar paz para poder perdonarse uno a sí mismo..
De una paciente, que ha hecho muchas tonterías en su vida sin saber por qué, hasta que la diagnosticaron. Y ya es tarde para pedir perdón a demasiada gente que te apartó de su vida por... lo que fuese.

***

Mensaje en el foro a un marido resentido, con razón por supuesto, pero si se nos va la olla (para arriba) hacemos daño a nuestro entorno, sin querer, sin medir las consecuencias. Se vive a un ritmo demasiado rápido y quizá hedónico y egoísta. Esto pasa factura más tarde, cuando tienes los porqués en los síntomas de la enfermedad, que se tradujeron en hechos que ni siquiera tu moral contemplaba, y recuerdas tu vida antes de saber que algo no iba bien, y empieza a salir mierda por todos lados... todavía no me he perdonado cosas gordas, pero ya lo haré, lo estoy haciendo hace dos años y pico, porque con esa culpa no se puede ir a ninguna parte. Y cuesta pedir perdón, mucho, y a veces ello no es posible. Una cruz más con la que cargar, con un pasado marcado por la enfermedad que quizá te dejó sin amigos y pareja o te enemistó con la familia que te declaró oveja negra. Pero de todo se sale, poco a poco.

Sobreprotección

Sobreprotección

Mamá, por favor, no me des tú las pastillas.

Si mi cabeza funciona correctamente, las he de tomar yo,

es mi responsabilidad y si así no lo veo, necesito ayuda del terapeuta.

Algo me dice que he de ser yo y que ese no es tu papel, 

¿Acaso también me pones las compresas o tampones?

 

Si estoy en crisis, por supuesto, supervisa que siga la pauta.

Pero necesito valerme por mí misma y seguirla,

porque sí y porque desgraciadamente no estarás siempre a mi lado,

quizá porque algún día decida independizarme, no pensemos siempre en lo peor.

 

Mamá, esto te escribí

http://carnedepsiquiatra.blogia.com/2005/060702-mama.php

Para darte las gracias.

Y para que supieses que tener TB no me hace ser una niña perenne.

Haz algo por mí ahora, por favor.

Enséñame a pescar.

 

El rechazo

El rechazo

Según la RAE, entre otras:
- Contradecir lo que alguien expresa o no admitir lo que propone u ofrece.
- Mostrar oposición o desprecio a una persona, grupo, comunidad, etc.

Vamos a hablar de una persona, y que además tiene bipolar. El rechazo de otra persona provoca una tormenta interior.

Cuando uno propone algo y le dicen que no. Cuando aprecias cobardía en ese "no". Cuando alguien deja de querer verte y lo dice, cuanto menos claramente, peor, más ambigüedad y más sufrimiento. Cuando tus sentimientos son frustrados. Cuando descubres que alguien te ha puesto en no admitidos en msn. Cuando alguien que a ti te importa sabe que tienes un problema y no se molesta en preguntarte cómo estás. Cuando alguien que a ti te importa tiene un problema y rechaza tu ayuda. Cuando te sientes solo y quieres llorar y sabes que te sentaría bien compañía pero tu mejor amigo tiene cosas mejores a hacer: tender una lavadora.

Racionalizas y dices: no pasa nada. No soy la reina del mambo ni todo gira a mi alrededor. La gente tiene su vida. Tengo que ser más autónoma. No debo dejar que ese "no" me estropee el día. Y menos, que me desestabilice. Son cosas de la vida.

Esa persona a la que quiero ver, está claro que no piensa lo mismo acerca de mí. Quizá le presioné, ahora da igual, me he de comer su rechazo. Mi narcisismo me dice que no es posible que renuncie a mí, porque soy una buena persona con cualidades, no me cabe en la cabeza, hasta ahora todo fue bien y al primer escollo todo se va al carajo. Pero lo está haciendo, y no vale la pena intentar adivinar sus motivos, no vale la pena malgastar un minuto por alguien que te rechaza, pero aún así lo hacemos, nos obsesionamos, por qué, qué he hecho mal, qué podría hacer para arreglarlo. Y vuelvo a pensar en que no merece la pena, que esa persona no me merece, ni siquiera un segundo de mis pensamientos.

Lo malo es que aunque lo tenga muy claro, que me diga no pasa nada porque esa persona que me ha rechazado y me ha provocado un dolor ha de ir a la papelera de reciclaje y ser olvidada, mis emociones actuarán por mí.
Y a eso le temo, a mis emociones.
Y a las obsesiones. No dormir, despertarse de súbito, quizá con un ataque de pánico.
Por rechazo. Lo asume el intelecto no sin esfuerzo, no nuestro lado irracional enfermo. Hemos sido dañados, el alma sangra. La teoría es asumible, la emoción no.

Cuanto más lo neguemos, peor será la factura. Ataques de pánico sin motivo aparente. Y sabemos el motivo.
Nos da pena, y también sentimos pena por nosotros mismos. Y de nuevo el por qué, el mirar al pasado, incluso la nostalgia, y la obsesión que no se va. La nostalgia nos pone peor, por qué de nuevo, esa persona era importante para mí y yo también para ella. No hace falta que sea un familiar, un novio o un amigo, puede ser alguien de menor importancia llamémosle emocional, pero la reacción emocional será la misma, ya sea a nivel incapacitante (vivir con la obsesión, por qué no me llama…) o simplemente nos provocará una honda tristeza. Qué he hecho, por qué.

La autoestima se tambalea, quizá se pierda. Las emociones se desequilibran. Cuidado, la línea es demasiado delgada, podemos caer en episodio. En teoría depresivo, pero también podría ser maníaco, a veces ocurre con los golpes fuertes. Y lo más jodido, por alguien o algo que no lo merece, a ojos del resto que te lo dirán, qué cabronada es esta enfermedad. A todo el mundo le afectan estas cosas, pero a un bipolar pueden ponerle enfermo, y mucho.

Necesitamos aceptación, una mano amiga, incluso un abrazo. Un rechazo es una puñalada honda.
Un tobogán hacia la depresión. Si nos damos, porque nos damos, ¿por qué somos rechazados?

¿Por qué?


¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?¿Por qué?

¿Por qué?


Porque es lo que hay (maldición blasfema). Llama al psiki si no lo soportas.

Te quiero, no te quiero

Te quiero, no te quiero

Qué bipolar es eso. Uno está mal y lo primero que hace es mirar a su pareja y decirse: paso de él/ella. Y se va a vivir su bipomundo irreal pero maravilloso si está subido "eres tan soso que no puedes seguirme el ritmo", o se mete en la cama y que no le moleste nadie en su bipomundo irreal y negro, porque en depresión también se llega al "quiero estar tan solo/a que mejor lo dejemos".
Quizá la mitad de los divorcios vengan por ahí, y no porque el/la bipolar sea la víctima del "ya no te aguanto" por parte de su pareja. Esa sería la otra mitad.
Luego el/la bipolar aterriza y se da cuenta del estropicio, y quizá su pareja sea la que diga "no voy a balancearme a tu capricho", qué frágil es esa cosa llamada "amor en el seno de la pareja".
Igual me equivoco y mucho, pero estoy divorciada, y supongo, porque no recuerdo bien, que pude ser insoportable. Mi ex tampoco era un santo, así que las cosas acabaron, y bastante civilizadamente. Fácil, cuando no tienes hijos y te has casado por el régimen de separación de bienes. Aquí se casan por gananciales y es una locura todo.

Yo ya me conozco, y me temo.

Ya he advertido a cierto número de gente que no me conoce del todo bien: si te llamo cabrón, será cariñoso, y seguramente porque te estaré dando la razón en algo o hayas tocado alguno de mis puntos flacos, y sobre todo, si te mando a la mierda, que sepas que no es en serio.
Hubo uno que se tomaba en serio la cosa cuando le mandaba a freír gárgaras, y luego el trabajo era mío para demostrarle que no era cierto, que mi boca cuando mis emociones se enfadan es demasiado grande.
Quien avisa no es traidor, aunque a veces me gustaría no tener que advertir a nadie de que mis reacciones pueden ser tan radicales en un momento dado.
Por lo demás, sólo pongo sobre aviso a los cabrones. Esto es, a los que he llamado o intuyo que voy a acabar por llamar cabrones. Esto es, a los que me gustan, a los que me dan caña, me provocan, hacen que mis neuronas se pongan al rojo vivo.
Y deben pensar "qué tía más rara". Y no les digo por qué. No hace falta que les hable de bipolar, sino de lo que la bipolar lleva dentro hace y dice. Y que se lo tomen como un halago, por raro que parezca. Un "te odio" que sale de mi boca es un "te quiero", sólo que queda mejor y mucho más cargado de pasión el "te odio", me gusta más, lo otro queda muy ñoño y le falta sentimiento.
Ya, ya lo sé, así no conseguiré novio nunca.
Me da igual, ya he ocupado toda la cama.

29/09/05

***