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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Plagio?

Plagio?

 

De los archivos de Blue

Ayer escribí tres posts y sólo se salvó uno, el último (...)

Busco un comentario antiguo, y a su vez me encuentro con otro que más o menos me acusa de estar plagiando a alguien. Algo vale la pena decir sobre esto.

He sido tratada por el equipo de Vieta, con lo que las palabras de sus libros (y la propia terapia) son las que he hecho mías muchas veces. Hasta ahí, estoy de acuerdo.

Pero, pero... hace mucho tiempo que no leo sobre el tema bipolar, y escribo sin chuletas, de forma que mis ocurrencias y escritos son originales, y si alguien me plagia por ahí, soy yo la fuente, no a la inversa.

. . .

"El negocio bipolar".

"Batallitas bipolares", "bipofamilias", quizá.

"La ducha no engorda".

"Has entrado en una sastrería psiquiátrica".

"El tiempo en psiquiatría es como en geología".

"Un ego bipolar adolescente".

"Pero para quejarse están los médicos, y para que te creas que la cosa tiene remedio, las farmacéuticas".

. . .

Cosas como esas, y muchas más, que podría ir rescatando, son mías.

03/10/2009 06:54

***

De la elección de las fechas y objetivos en un mal día para Blue (post dinámico)

 

Henri tampoco cree en los buenos propósitos, sino en los proyectos. No necesitó de una fecha señalada para marcarse el inicio del suyo. Bien por él, pues de hecho cualquier día del año es bueno para ello, y no le quito la razón. A estas alturas, manifiesta estar satisfecho con los resultados que ha conseguido ya. Por supuesto, no le he preguntado en qué consiste... es algo tan personal.

A mí me sienta bien el 1 de enero. Es un día en el que lloro mucho, por el concierto. Ese hecho abre las puertas de mi ser de una forma muy especial. Creo que las respuestas que necesito han de provenir tanto del intelecto como de emociones muy intensas, perfecta combinación bipolar.

. . .

Domingo, dos horas despierta, y con la sensación de que voy a perder el día porque sinceramente, no sé qué hacer, ni por dónde empezar, aunque ya haya hecho algunas tareas. No me siento deprimida, sólo extraña, quizá por haber dormido poco, pero el show debe continuar.

Lo bueno de escribir por las mañanas es que el resto del día queda oculto a los ojos del blog, a no ser que decida raramente abrir un post dinámico. Lo malo es que entonces invierto demasiado tiempo, por ello siento que lo pierdo porque descuido mis propios asuntos, descuido el consejo terapéutico también.

Pero hoy es un día raro, hoy quizá abra un post dinámico.

...

UN DÍA TONTO DE BLUE

Por la mañana


Desperté hacia las 8.30, pero me acosté cerca de las 2. Son las 10.23, y me he tomado un café instantáneo. Todavía no ha sonado música. Todavía no he abierto las ventanas para ventilar la casa. Todavía no me he tomado las pastillas de la mañana. No he abierto el correo. Eso sí, he hecho un par de llamadas.

Tareas: (alguna he hecho ya) llenar el pastillero semanal. Ducha, cómo no. Todo lo anterior.

Todo se hace cuesta arriba. Hay días que son así.

Son las 10.35, publico el post que anuncia será dinámico. Me caigo de sueño, me hace falta otro café. Mientras se hace, abro ventanas, arreglo la basura y paso selectivamente la escoba… 10.47, no está mal.

Me chiflan las mantas, más que las batas. Estoy envuelta en una, cual túnica. Me chiflan las cremalleras, mi bata tiene una, y mis zapatillas también. Algo tengo que decir, mientras tomo el café.

Este café con un cigarrillo animará a una muerta, y realmente tengo los ojos cerrados. Mi primera canción es “Personal Jesus” de Depeche Mode. La subiré a mi cuenta de Goear para compartirla. Sigo con música de los 80. Me he propuesto olvidarme por hoy del hipnotizante Moby, no sé qué tiene ese tío que me atrapa en lo emocional. Viajé 1000 km. para verle, esperé 8 años para ello, 8 años escuchándole, y sigo haciéndolo.

11.01. Agua, pastillas. Desearía que esta taza no tuviese fondo. Abro el buzón. Tengo correo personal, pero el café no parece café hoy y no "soy persona" para responder todavía de forma coherente. No es novedad que pueda escribir en el blog con los ojos cerrados. Escribí durante años por las mañanas bajo efectos secundarios de fármacos fuertes. Luego leo los posts de entonces y tampoco me parece que estuviese en tal estado. Ni yo me lo explico.

12.00. “My sweet Lord”, canción de domingo por excelencia. Llaman a misa en una iglesia. No pido nada a un ser superior. Sólo deseo seguir en armonía con mi comunidad de vecinos, y es algo que he de trabajar yo.

Hace algún tiempo, por si algún vecino curioseaba entre mis libros, cosa normal, decidí esconder los que versaban sobre el TB. No quiero volver al tema...

Más 80’s. Lo que dije: si escribo, no hago lo que debería: ducharme. Se está mejor enroscado en una manta. Se estaría mejor haciendo la siesta ahora mismo. Goear está fallando y no puedo subir canciones. Y pensar que en su tiempo no era gran admiradora de Duran Duran... luego, llegué a poner una canción divertida (“dime, dime”..."por favor, por favor, dime ahora si hay algo que debería saber") en el contestador automático!!

12.26. Ya sé qué me despertó… el sonido de un sms entrante de Roberto (si no le quisiera tanto, le estrangularía), que me llama y charlamos un rato. Vendrá el mes que viene un fin de semana.

Roberto sí ha decidido un objetivo el 1 de enero, y me lo confiesa, orgulloso. Es algo ambicioso, mucho, pero él es así. Me propone uno para mí, de ese estilo, a mi alcance. No está nada mal, y no había reparado en él.

Mi reino por otro café, pero no puede ser. The show must go on es el mantra de hoy.

Seguirá el post dinámico??? Tareas: creo que sólo ducha, orden y limpieza ya, 12.47, al menos he hecho vida social telefónica. El tiempo pasa, fumo demasiado, el blog absorbe.

Al mediodía

13.17. He recaído: he escuchado a Moby. Mi vida necesitaba “Mistake”. Mis emociones oscilan durante el día, y hay una canción para cada momento, por ejemplo "Live for tomorrow". Cómo deseo que pasen las fiestas navideñas, aunque reconozco que me lo he pasado en grande con los vecinos y sus amigos, con comidas improvisadas y divertidas. Por eso ahora me siento mal, creo, pues después de la euforia a todos los humanos nos viene el bajón. Todavía queda el 6 de enero, Reyes, y se habla de un “amigo invisible”, “Secret Santa”, oh no, regalos... bueno, excusa para fiesta.

Este año ha sido el de socializar, sin ser ese mi objetivo me lo encontré y bendigo ese regalo. Recordaré estos días con cariño, y pido no meter la pata para que sigan contando conmigo, por eso escucho esa canción.

Y pienso en lo que Roberto me ha propuesto. Para ello, “Time" (alt) de Pink Floyd. Acudo al retrato de Peter Gabriel. Serenidad en mirada versus inquietud musical. Hacía tiempo que no le necesitaba. 13.42. Dejo la manta, me levanto y ordeno cuatro cosas, preparo el cuarto de baño para la ducha. Esto va lento, pero bien: incluso empiezo a tener hambre, cosa rara en mí. Creo que empiezo a “ser persona”; hace un rato, casi me quedo dormida en el super-escritorio. Lo celebro con “Us and them” del mismo álbum. Las canciones siguen sin poder colgarse.

13.56. "You wear it well" y “Two shades of blue” de Rod Stewart. Creo que he de salir de este estado melancólico como sea. Una vez describí el caos de mi escritorio. No difiere mucho del que veo ahora. Soy bastante despistada y poco consciente del caos, pero ahora sí lo noto, y eso es una señal buenísima: he despertado de unos días realmente locos.

Hay tareas tediosas, pero que hay que afrontar. Me dispongo a llenar el pastillero. 14.28: 5 cajas y 11 blísters menos, pero el arsenal está ordenado. No todo es bipolar en las casillas, por supuesto. Me premio con “Poor house” de los Traveling Willburys.

Viene de improviso el vecino con el que empezaré a compartir Internet via wi-fi. Esta casa, somos pocos, es como un pueblo; el casero dice que una comuna. Me ha dicho tres veces que salga a la calle: hace un día buenísimo. Después de la ola de frío siberiano y una semana lloviendo a mares, se agradece el sol.

15.00. No hay como un precocinado calentándose en el microondas para seguir escribiendo sin calentarse la cabeza. A veces, necesito entretenimiento para comer, como los niños. A veces, juego una partida de Mahjong para ello, no, no os riáis. Hoy he navegado por youtube.

Le he hecho caso más o menos al endocrino que me vio en Madrid. Coca-cola zero, no fritos, jamón ibérico. De vez en cuando, pescadito frito por ahí, claro. El ibérico, pues más bien serrano ha de ser. Pero lo que dura una botella de aceite, ahora que no frío nada.

15.27. Sintiéndolo mucho, pues no, no lo siento en absoluto, ahora sí que me voy a hacer una siesta.

"Por la tarde" creo que no existirá. "Por la noche", pues ya veremos.

Qué día más tonto. Si no fuera por la música.

Por la tarde-noche

19.04. Lo de contestar la correspondencia debe ser para la hora del café por las mañanas: sigo sin verme capaz. Dormí las más de dos horas que el cuerpo me pedía para llegar a las ocho que por fin conseguí recuperar como rutina. Heme de nuevo con la manta, con un deseo: leer. Tengo pendiente una lectura breve de la Biblia, pero me mareo con la letra tan pequeña. Me digo que todo llegará, ya ha ocurrido otras veces. No hay música, no había dado cuenta. Me gusta mucho el silencio. Pongo los Travelling Willburys, que están a mano.

Mis planes: ensalada, pastillas, y a dormir. Sigo con mucho sueño, y suelo cenar pronto. Me da igual si mañana me levanto a las 5. Siempre digo lo mismo. Pero está cercana la hora de la resurrección. Y voy ahora mismo a por la cola.

Lo de arreglar la basura tiene tela, comer en otra casa aunque aportes cosas luego quiere decir limpiar tu nevera de sobras y productos caducados (y como dije antes, hasta hoy no he reaccionado ante el caos). Antes de que lo hiciera el guacamole que compré de forma extraordinaria, he decidido acabármelo. Ya tengo media cena en el estómago, y los que entienden de calorías supongo que dirían que también enterita.

19.52. Durmiendo también reposan las ideas. Me temo que la sugerencia de objetivo de Roberto me queda grande. Que a día de hoy no puedo firmarla, sí dentro de un par de meses.

Quizá debería ensayar tres proyectos esbozados unas semanas, y entonces cualquier día, hacer como Henri, empezar. Hace poco escribí que me encuentro bastante bien, y eso me coloca en una buena línea de salida. Eso no me convierte en ganadora. Si me pides que escale una montaña una vez por semana sin fallar a ninguna cita, son 53, y me asusto. Hoy mismo, me atacan dos fobias. Hace una semana, corría una maratón social con éxito.

Roberto no se pregunta qué quiere ser de mayor o al menos no me lo ha manifestado, va madurando y punto. Yo sí. Pienso más en proyecto, él en objetivo. Es un punto de vista diferente.
Tendré que consultarlo con algo mucho más poderoso: con el mar, con el sol cuando amanece quizá. Ya sabía cuando me levanté que hoy tenía el día perdido, pero en sólo diez minutos he aclarado esta cuestión. A veces, pienso mejor cuando escribo, es todo más preciso.

20.18. Vengo de la cocina. Me siento tan perdida e improductiva que esto sólo lo salva el Boss. Me pongo "Human Touch" y luego sonrá su Unplugged.


Conclusión: hoy despierto de unos días fantásticos, rodeada de gente, de risas, incluso me sorprendí ocurrente. Acabaron de hecho hace tres o cuatro, pero la resaca social ha sido grande para esta solitaria, notaba falta de compañía. Sola de nuevo, también lo agradezco porque estaba al límite, con una agenda por delante que por cierto no he comprado todavía, y que quiero llenar mucho más que la de este año pasado.

Apunte: los hombres son otra historia. Necesito hablar con dos de mis amigas sobre estas inquietudes para recibir un sabio consejo. Ya saben quiénes son, ya las pillaré.

Apunte 2: creo que siempre fui una neurótica, y que es un subconjunto minoritario entre bipolares, como en el resto de la población. En dos semanas tengo cita con la psicóloga, y creo que me sacará de muchos dilemas de esos que no cuento aquí, no más morbo.


20.51. Segundo pequeño ataque de ansiedad de hoy. Me niego a darle un ansiolítico, porque me lo he provocado con la cola, seguro. Menuda resurrección. Toca bajar volumen de música, y he decidido que cuando pueda levantarme… pastillas y a dormir. Lo que quería resolver hoy, no ha podido ser, pero he avanzado algo. Suficiente como para irse a la cama como ha de ser: con una sonrisa.

Siempre tuve algo en contra de los domingos, empezando por el nombre. ¿No es más bonito “sunday”, día del sol?

Pero qué día más tonto. Tengo narices para escribirlo en parte, encima.

21.52. "Publicar"

***

Enlaces a youtube de algunas canciones del día, la mayoría de ellas subtituladas al español.

Vídeo subtitulado: The show must go on. Letra: gracias a www.laplataqueen.com.ar

El Show debe continuar. (The show must go on) (May)

Espacios vacios, ¿para qué vivimos?
Lugares abandonados – creo que ya sé cuál es el récord
Una y otra vez ¿sabe alguien lo que buscamos?
Otro héroe, otro crimen inconsciente
Detrás del telón, en la pantomima
Agarra la cuerda ¿alguien quiere ésto?

Que siga el espectáculo
Que siga el espectáculo
Dentro se me parte el corazón
Puede que se me agriete el maquillaje
Pero seguiré sonriendo

Pase lo que pase, lo dejaré todo a la suerte
Otro desengaño, otra romance que no funciona
Una y otra vez, ¿sabe alguien para qué vivimos?
Supongo que estoy aprendiendo, ahora debo ser más cálido
Pronto doblaré la esquina
Fuera está amaneciendo
Pero dentro en la oscuridad, sufro por ser libre

Que siga el espectáculo
Que siga el espectáculo
Dentro se me parte el corazón
Puede que se me agriete el maquillaje
Pero seguiré sonriendo

Mi alma está pintada como las alas de las mariposas
Los cuentos de hadas de ayer crecerán pero no morirán
Puedo volar, amigos míos

Que siga el espectáculo
Que siga el espectáculo
Le haré frente con una mueca
No me rendiré nunca
Seguir -con el espectáculo
Superaré el cartel -arrasaré
Debo encontrar el ánimo para seguir
Seguir
Que siga el espectáculo
Que siga el espectáculo

.....

2010: un objetivo basta

 

Gracias por vuestras felicitaciones, siempre conmueven y quedan en el blog para los lectores futuros. Ayer al mediodía me emocionó mucho la que lanzó la Filarmónica de Viena a 50 millones de personas, según leo.


Es lo que sí me hace encender el switch del nuevo año. Mágicos valses y polcas, eso es empezar bien. A pensar qué quiero conseguir este 2010, y también qué no quiero, qué he de sembrar, qué malas hierbas remover.


Es tiempo para todo el mundo de buenos propósitos, pero creo que eso no va con nosotros del todo: hemos de tenerlos en el día a día. Ser muy consciente a la hora de perseverar en rutinas y hábitos, y más cuando se pierden a la mínima oscilación, días de insomnio, o tras una semana de vacaciones que descolocan. No vale a esperar al nuevo año para recuperarse, en el eterno ensayo bipolar. Yo, la primera, y cómo me cuesta.


Tampoco la constancia es lo nuestro. Un curso por fascículos ya puede ser frustrante. Mejor pequeñas metas que, realizadas, puedan alimentar otras mayores. No sé si os habéis topado con la frasecita “sabíamos que no lo conseguirías” por parte de vuestras familias, una vez abandonado algo que empezaste con ilusión y las ideas muy claras. Gracias por vuestro apoyo, familia. Entre bipolares, no seamos tan duros por favor, que también tela, y no me salvo.


Ayer hablé con M.Amèlie, mi amiga catalano-madrileña. Su bebé crece y crece, sano. Me siento contenta, mucho, porque algunos de nuestros deseos, el mío dejar la montaña rusa hace cinco años, el suyo dar a luz un hijo hace tres meses, se hicieron realidad.


Señal de que, oh, el tiempo pasa. Y que tantos conciertos, no nos quedan. He aprendido de forma muy dura, es decir, perdiendo muchísimo tiempo, que más nos vale tener deseos profundos, proyectos en nuestras vidas, y trabajar duro por ellos. Para que un magnífico director de orquesta no nos desee otro año nuevo y esta vez lloremos no de emoción, sino por no saber qué hicimos entre uno y otro, o para qué va a servirnos ese nuevo ciclo que se nos ofrece.


Todos tenemos ya objetivos y deseos en la cabeza, y este puede ser nuestro año. Poco a poco, paso a paso, con seguridad. Tenemos todo un año para llevar a cabo un proyecto, sólo uno, para poder perseverar y no caer en la frustración del no lo conseguí.


Sé que no dejaré de fumar este 2010. Pero quizá sí pueda adelgazar dos o tres tallas para vestir el próximo 1 de enero unos jeans de mi marca favorita. Todavía estoy pensando, he de decidir, si es un objetivo que pueda firmar con sangre, porque sólo quiero uno entre varios que estoy barajando, para ir a por todas, decirme un ahora sí puedo.

***

Johann Strauss: Wiener Bonbons. Walzer, op. 307. Concierto de Año Nuevo, Viena 2010. Director: Georges Prêtre.

Feliz 2010

Feliz 2010

A las seis ya estaba por aquí, arreglando el post que borré ayer accidentalmente. Claro, me acosté a las diez y media, hora estimada, involuntariamente. Hubiese querido aguantar hasta medianoche y simular que celebraba algo, pero no es la primera vez que me ocurre.

Me encanta mi comunidad. Unos vecinos, al volver de madrugada, gritaron el "feliz año nuevo" a toda la escalera. Menudo susto se llevaron cuando les abrí la puerta para desearles igualmente tan feliz fecha. Me invitaron a una copa de vino, no, mejor a un café, dijo la otra, no, mejor... cada uno a su casa.

Me estoy tomando ya el café. En el piso de arriba se acabaron la paz y tranquilidad: ahora son los gatitos quienes demandan su fiesta, que en las calles se prolongará horas todavía.

Os deseo un 2010 lleno de despertares sin sobresaltos.

***

Convivencia bipolar

Convivencia bipolar

He estado releyendo los archivos de septiembre de 2007. Esos días con Henri fueron entrañables. Ya hablé de redes entonces. M.Amèlie era el punto más fuerte de la mía, con copia de las llaves de mi casa. Henri reconstruía la suya.

Estábamos fatal. Para qué negarlo, está escrito: dos bipolares en apuros.

Hubo apoyo mutuo. Cuando uno tenía fuerzas, ayudaba al otro. Teníamos momentos muy buenos, que demostraban mi tesis: dos deprimidos acaban riendo. La compañía de quien te comprende y respeta acaba venciendo en algún momento a la tristeza y apatía.

No estar solo "en lo bipolar" te saca de la cama o las ganas de esconderte en ella. Al menos, compartes un sofá viendo películas, llorando o riendo porque tus emociones están muy a flor de piel, incluso con una canción, pero ahí tienes una mano que te acompaña en ese trance.

Hay que respetar los momentos en los que uno necesita soledad. O llorar. O ir a correr. Si el alma en depresión te lo pide, hay que darle lo que necesita. Convivencia, en general, significa darse espacios. Que en estados de ánimo como la depresión se vuelven tan contradictorios como desear soledad y silencio, o el calor y cariño de alguien a tu lado. De un amigo, no necesariamente un amante.

Pese a todo, ninguno mejoró. Nuestros tratamientos fueron retocados dos veces. Esa segunda marcó el final de los días "Dúplex".

Hubo momentos duros. Porque no estábamos bien, y sufrimos, que para eso están las depresiones.

Siempre recordaré con cariño los buenos, y las risas, que también están escritas.

. . .

No (digas de esta agua no beberé) viviría permanentemente con otro bipolar entendido como elección y no como herencia (padres, hermanos), aunque hay parejas donde ambos tienen TB, y son felices; creo que con uno en la familia basta. Casi bebo de esa botella.

Sí es grato recibir la visita durante unos días de un amigo que tenga también el trastorno, si éste se halla estable. Porque después de las experiencias que he tenido estos años, creo que no soy nadie para ayudar a nadie si se encuentra mal. Ambos salimos perjudicados, en nuestro punto débil, las emociones. Nadie está a salvo de ser desestabilizado, nadie es inmune al sufrimiento ajeno, no al menos una bipolar como yo.

El teléfono es una cosa, los encuentros puntuales entre amigos también, pues nos apreciamos en todo nuestro espectro. Pero a veces ponemos nuestro mejor empeño en realizar tareas que no nos corresponden. El cara a cara prolongado, esa convivencia cuando no estamos "finos", por mucho que nos comprendamos, no es posible. Es terreno de nuestro terapeuta, y el turno de nuestros cercanos.

Hace años que conozco a Henri, las hemos pasado de todos los colores, y le considero un gran amigo. Es una de las personas más excepcionales que he conocido en mi vida.

***

Gracias a Alenar por ayudarme a recuperar este artículo, que borré por error.

Despierta, compañero

Vuestros comentarios, entran bastantes en artículos antiguos, han sido mis regalos estos días. hay algunos que me gustaría contestar en privado, y suelo hacerlo, pero he de tener moral para ello, pues son realmente dramáticos.

Es el negocio bipolar, y la psicóloga me advirtió acerca de involucrarme en estos asuntos, como límite en mi actividad en el blog, pues cada uno de nosotros debería tener sus propios terapeutas. Ellos sí están entrenados para ser el muro que detiene nuestros problemas, nuestro dolor, es su trabajo y no el mío.

. . .

Cómo convencer a alguien de que entre en tratamiento. De que empiece a tener conciencia de la enfermedad. Cómo lidiar con una pareja que tiene el trastorno. He escrito ya sobre todo esto. Habéis dejado vuestros testimonios, y a ellos suelo remitir a quien me escribe, más que a mis artículos. Sobre el dolor ante una pareja que os abandona, sobre la merma de la calidad de vida que producen algunos efectos secundarios, sobre el infinito malestar de la depresión, sobre el negocio bipolar en general. Nada es bonito aquí, sólo la "primavera" de la hipomanía, esa ilusión que genera el cerebro cuando está desequilibrado. Y por eso, ni siquiera es bonito.

. . .

Todo eso pertenece al territorio de los terapeutas. Leer un blog no es de ayuda, sintiéndolo mucho. Una persona que no es consciente de la enfermedad, no se reconocerá leyendo síntomas y batallitas.

Me escriben bipolares, pero me escriben más los cercanos a los bipolares, pidiéndome consejo. Y yo qué sé. Cada uno de nosotros es un mundo.

Llegará un día en el que los no diagnosticados se den cuenta de que necesitan ayuda profesional, cosa que su entorno tiene muy claro, porque sufren mucho, se han informado y tienen demasiadas sospechas acerca de un posible diagnóstico, porque ellos sí reconocen esos síntomas.

Hasta entonces, qué podemos hacer el resto. Desear que ese momento, que el bipolar despierte, llegue pronto.

***

Chitón II: vivamos nuestras vidas

Chitón II: vivamos nuestras vidas

 

Vivamos nuestras vidas. Salgamos de nuestras casas siempre con una toma diaria en el bolsillo, por si algo extraordinario sucede, que podrá ser ingerida en un baño público, en cualquier lugar, a salvo de curiosos, y de explicaciones embarazosas. Sobre todo, el no dejar de tomar bajo ningún pretexto extraordinario lo que nos mantiene en "esa delgada línea", mientras socializamos, formamos parte de esta extraña sociedad.

Hace algún tiempo, le di a alguien la opción de pulsar dos botones, y no le culpo por haber escogido el del rechazo. Se teme a lo que no se conoce. Una sola palabra, bi.., da al traste con lo bueno que podías resultar para esa persona (qué pasa si tengo una amiga con bi... pues en realidad, todo), pero no importa, ya dije que esa lucha está perdida (*).

Importa seguir adelante, e intentar no cometer el mismo error, o no cometerlo demasiado a menudo, para que no se desgaste demasiado tu autoestima y caiga sobre ti el autoestigma, uno de los peores castigos.

Y qué ganamos confesándoselo a alguien. Le damos demasiado poder sobre el futuro de una relación tan inocente como la de ir al cine. O algo que podría ser más importante. Tiempo al tiempo.

La remisión es un hecho en un tercio de los casos. Vayamos a por ella, o al menos a una mejora, pues es más fácil encajar así el rechazo. Sólo remití una vez, y fue oscilante; entonces, me atreví a hacer "experimentos" con el tema de decírselo a alguna gente que entraba en mi vida, pero ya no más. Seré oscilante hasta que muera, y hasta entonces, si no estoy sola, tomaré mis pastillas a escondidas en un baño público.

El silencio es un precio a pagar para que aprecien tus cualidades como persona. Para que cada gesto que tus manos dibujen no sea "bi-bip" a los ojos del otro. Para que tus actos y palabras no sean desacreditados por lo que se considera, ignorancia pura, un cerebro enfermo en su totalidad.

Para que no dejes de ser lo que en realidad eres, un humano, demasiado humano a veces, entendido como sensible y poco amigo de impactos emocionales estigmatizantes. Con lo que ha costado estabilizarse para que un o una idiota, que antes parecía alguien de mente abierta, haga añicos grandes esfuerzos y deje de hacer planes contigo de la noche al día. Sentirse ignorado, desaparecer de repente, no es grato para nadie.

Quien quiera aceptarte con esto, deberá hacerlo con un psiquiatra como tu sombra, y unas pastillas como pan, ¡menudo peligro! Alguna oscilación, por supuesto... todos los humanos tienen cambios de humor y nosotros nos medicamos para que éstos sean leves. Somos gente, hasta que por alguna razón decidimos confesar que "no lo somos". Triste, ¿verdad?

Yo firmé este tratamiento con mi sangre, el que me ha llevado a relacionarme con gente a quien tengo que decírselo cuando la relación empieza a ser más estrecha, pues no es algo que se adivine a simple vista. Sólo me delatan mis ojos tristes de vez en cuando... pero "depresión" ya es algo aceptado: lo unipolar no asusta tanto.

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Vivamos nuestras vidas, con medias verdades si ello es necesario. Vivamos, derecho a ello tenemos.

Los demás distan mucho de ser perfectos, y un exceso de honestidad por nuestra parte realmente es una imperfección, equivocación, estupidez... es cerrarse puertas que todavía no están abiertas.

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P.D. Escribo estas líneas con gran serenidad. Estas historias de salir del armario son agua pasada, pero no dejan de captar mi interés. La última fue un buen deseo, en eso se quedó, y también mi opinión, creo que ya definitiva, aquí reflejada.

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Felicitación 2009

Felicitación 2009

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Nuevo fármaco I: y que funcione

Nuevo fármaco I: y que funcione

La psiquiatra que tengo ahora en la seguridad social me dijo que he de quedarme aquí, una vez confesado que no tenia planes para irme a Barcelona. Ahora, mis actividades me atan a Málaga. Hacer maletas es mala idea, por perderme esos compromisos con las rutinas todavía construyéndose. Cualquier cosa puede derrumbarlas: tres faltas a la actividad bastarían. Si yo le hubiese mostrado un interés suplicante por reunirme con mi familia en estas fechas navideñas, las cosas quizá se hubiesen relajado. Pero ellos entienden que tampoco nos sientan bien estas fechas.

Esta mujer es muy sonriente, y debí preguntarle si era un consejo terapéutico, sí o no, para aclararme. Mi psiquiatra de Barcelona también sonríe, no pierde esa expresión mientras te da una orden tan clarita como tajante. Me resulta más... directo, serio, en definitiva... catalán, no sabría decirlo bien, en todo caso es un lenguaje que entiendo mejor.

Aquí me descolocó ese "dime, ¿por qué estás de los nervios?" en la primera consulta. Donde vivo ahora, tener enfermedad mental es "estar de los nervios", cuidado con decir eso de forma coloquial -como lo conozco donde he vivido (*) - en una conversación. Romper el hielo, ser cariñoso... lo entiendo, sí, pero no me resulta (opinión personal donde las haya) un hablar claro en boca de un psiquiatra. Seré seca, seré "desaboría" que dicen aquí...

Cuánto me falta por aprender del habla y de las costumbres de esta nueva tierra, pues la ignorancia que ahora vierto en mis opiniones sobre el particular puede resultar insultante, y no me gusta faltar al respeto. Ella goza de buena fama, y me atiende muy bien; tras esa primera entrevista ha habido otras en las que me ha ayudado, respeta las pautas que le traigo de Barcelona incluso. Me deriva a una psicóloga que me impresiona. La asistenta social también es una gran ayuda profesional y personal.

El sistema de salud mental parece funcionar bien en esta Comunidad Autónoma, a pesar de las citas de dos meses y pico o tres. Este hecho me alegraba tantísimo cuando lo recibía de mi Psiquiatra... sólo necesitaba supervisión de vez en cuando.

. . .

Mi psiquiatra de Barcelona, cuánto echo de menos a ese hombre. Soy consciente de todos los esfuerzos que ha hecho por sacarme de los no pocos líos de neurotransmisores averiados en los que me he metido estos años, y de paliar los efectos secundarios. He entendido qué difícil es manejar el trastorno tras la barrera, también.

Es mucho más fácil sacarte de un episodio "arriba" que de uno "abajo".

Y titánico, lo "mixto". Cuando le conocí a finales de 2003, ese "mixto" fuera de pronósticos fue el no va más. No sé cómo pero ya no importa, me libró de él sólo sé que después de probar quizá el vademécum entero. Y una terapia en paralelo. Mi familia hubiese contratado hasta a un urólogo si hubiese podido ayudar para sacarme del gran gran problema y crisis.

Hubo pastillas que no toleré por efectos secundarios, otras no funcionaron como se esperaba... (esto ha seguido sucediéndome con los fármacos durante años). Un cóctel logrado pieza a pieza, miligramo a miligramo, por fin ayudó a mi mejora, y con ello pudimos respirar, pasadas estas fechas apenas, en enero de 2005.

Por cierto, hoy es un aniversario... un 18 de diciembre de 2004, estaba ingresada, voluntariamente, y disfrutaba de un permiso de fin de semana (ahí está, en los archivos, el POST con detalles). Todavía daba coletazos la cosa, no imaginé que mejoraría tan pronto tras ese pico pero así fue... Además de acabar con tu crisis, aprendes mucho en un ingreso.

. . .

Ahora, todavía algo "abajo" y su compañera ansiedad con sus hijitos fobias, acabar ya con "abajo" sin antidepresivos tricíclicos para evitar el efecto viraje a hipomanía. 

Por fortuna, uno de ellos sí ha funcionado y creo es el mejor antidepresivo que he tomado en años. Es el que me hace sentirme algo activa cuando me levanto. Es un medicamento raro, que funciona muy diferente según a qué dosis se pauta. Esto escapa un poco a mi comprensión, a pesar de que tuve la oportunidad de asistir a una conferencia detallada sobre este tema con estudios realizados aquí. Qué cosas investigan ahora, qué fármacos más versátiles. Por esto tengo bastante fe en el futuro.

Hace un año y medio ya me anunció que iba a pautarme otro fármaco sobre el que había estudios prometedores en el extranjero; más tarde, ya en nuestro país. El problema es que faltaba la aprobación de las autoridades sanitarias, y la posterior comercialización. Este verano, algunos seguimos el rastro de los países donde iba apareciendo en farmacias: Gibraltar, la cosa se acercaba. Se nos había presentado como revolucionario; había expectación ante el momento de "nuestro" turno.

Ahora ya hay un montón de pacientes aquí que ya han empezado con él, y al parecer están satisfechos, aunque hay que esperar. Mi turno, cuando presente un perfil hepático, al cual tengo verdadero horror tras algo de alcohol y media vida con lo que me han ido recetando.

Mi psiquiatra confía en que este medicamento, por sus características innovadoras también, puede ofrecerme una solución. Todo para mejorar la calidad de vida (para eso trabajan y no para putearte es algo que no me cansaré de repetir). En mi interior, algo me dice eso de que más vale malo conocido. Pero como ya tengo mucha curiosidad, también ganas y expectativas de mejoría, pues claro que me lo tragaré, y ya veremos qué pasa.

Parece haberse convertido en el nuevo fármaco de moda, y me recuerda a un párrafo de un post antiguo (en posdata), que ahora entiendo mejor: cuando llevas años en el negocio bipolar, agotado el vademécum, fuera de la montaña rusa pero a la espera del cóctel definitivo...

Sólo puedes esperar a lo nuevo que salga.

. . .

 

(*) Si habéis leído el post "Ingreso voluntario II" que he enlazado, allí "se estaba de los nervios" también.

P.D. Otro tema es a saber si me lo pautan en Barcelona o en Málaga; me gustaría que fuese aquí.

P.D.2.  Extraído del post "Fashion" (21/12/2004):

Por lo que sea, esta es una enfermedad de moda. Y también otros y yo hemos observado modas en cuanto a la medicación: de repente a mucha gente que conozco empiezan a darle el mismo estabilizador. Hay muchos fármacos de ese tipo, pero este es nuevo y promete la cosa. Pues hale, a hacer de conejillos de indias. A mi me lo recetaron y no podría afirmar que me estabiliza, que es su cometido, porque servidora está todavía en la montaña rusa. Pero me sé de uno que empezó a tomarlo y la cosa le costó una hipomanía de las gordas, casi una manía. Lo que es molesto de por sí, y más si estás trabajando, porque te juegas el puesto. Porque no a todos nos afecta la medicación de la misma forma, ni la toleramos, o no nos hace efecto, o nos provoca efectos secundarios diferentes.

***

Al releer, al valorar, al hacer

Al releer, al valorar, al hacer

 

Sin darme cuenta, así van estas cosas, estos días he seguido con el "trabajo" que empecé el 28 de octubre, el mes que descansé del blog, en el que se cumplía ya medio año de mi estancia en Málaga, y en el que tuve una sesión con una psicóloga.

Volvieron cosas de esa entrevista, y de otras que en su día había mantenido con Francesc Colom, con amigos, con mis cuadernos y diarios, incluso con estas nuevas paredes.

Me han ayudado cantidad de cosas, empezando por el cambio de ciudad, un poco de lo cotidiano (mirarme al espejo con un vestido nuevo, qué terapia) y otro de lo que estoy construyendo aquí.

Estas actividades a las que ya me había y he apuntado.

Esta comunidad de vecinos donde tengo un par de amiguetes: vida social sin mencionar la palabra bi-bi....

Regular sueño. Es gracioso eso de que te digan si "te pagan para colocar el sol o qué". Dormir una hora más empieza a hacerme sentir mejor persona, cuántos meses sin dormir bien parecen acabar.

Escribir relatos. Me preguntaron si sentía felicidad al hacerlo. Estoy trabajando en algo que me gusta, me absorbe, incluso me convierte en una perfecta cascarrabias.

Todo ello... "Blue, persona".

. . .

Llevo un par de días haciendo las "obras" que tanto anuncié en el blog. Ha sido un quiero y no puedo largo, a base de mover uno o dos artículos cuando los veía, no de forma sistemática. De seleccionar ya muchos posts destacados para esas FAQ. De hecho, todavía me queda al menos un día más de trabajo.

De no haberme sentido centrada y en paz, no hubiese podido.

He tenido oportunidad de releer tantísimo de lo publicado...

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Antes sabía mucho más sobre el TB. Al principio, tendría menos experiencia (testimonios siempre se compartieron y enriquecieron), pero mucha más base teórica. Ahora, como en tantos otros campos, o he olvidado, o he decidido olvidar.

Sigo opinando que es nuestro deber informarnos, al principio es básico incluso para nuestra supervivencia, y también es siempre interesante conocer las bases biológicas de lo que nos ocurre, pero al décimo libro, o centésimo artículo, quizá nos lo hemos de plantear. Creo que llega un momento en el que el el exceso no conviene, que esa información es terreno del psiquiatra, no nuestro. Quizá lea sobre algún nuevo medicamento en un artículo, y ría sabiendo que tarde o temprano me harán pasar por ahí; ya me ha sucedido, y prefiero no saber nada de ese fármaco que no me diga él.

Mi papel ha cambiado estos años: de leer (algún artículo de vez en cuando, sí), a observar en qué consiste en mí el TB. Que luego mi psiquiatra en consulta me cuente la vertiente teórico-práctica del asunto en este momento y lugar.

. . .

Bipolar no es lo más importante. Eso quedó atrás, y lo que marcó la diferencia fue (apunto como hecho más importante ahora, aunque no ha sido el único), la retirada de una pastilla que me incapacitaba demasiadas horas al día. Y me la tomé, pese a alguna súplica, hasta que tuvieron a bien retirármela el año pasado. Y qué, si estuve cinco años con ella.

El tiempo, nuestra existencia, transcurre... diferente, mientras sufrimos episodios y/o efectos secundarios que no tienen nombre. Tampoco lo tenía el Trastorno que me llevó a tomar todo eso, y firmé con el tratamiento. Al año, había plantado este blog, y mientras tanto, creció, no como yo esperé sino como quiso.

Cambiaron de nuevo la pauta el noviembre’08 por otra cosa que tampoco toleré pero me hizo engordar de nuevo, lo que (junto con otras cosas de mi vida) me distrajo, de forma que no reconocí el bien que me había hecho librarme de aquella pastilla hasta hace relativamente poco, con todos los cambios en mi vida privada.

Pero el "Cuaderno de rutinas y bipolaridades" (tema rayante hasta decir basta) está lleno de "la tostada", como llamé al mareo insoportable de cada mañana que sólo me dejaba escribir, y del hambre insaciable a medianoche, cortesía de la misma pastilla. Sufres, pero luego, por supervivencia, olvidas otro tanto. No reí al leerlo, me dije "realmente lo tuyo ha sido libertad condicional".

Hasta que mejoras, y dejas de necesitar "eso"... no daba crédito a mis ojos cuando vi la pauta descendente por escrito. Paciencia en esos años, me la dio mucha gente. Impotencia, cabezazos. Todo pasado... aquí nunca digas nunca jamás, pero por si acaso ya sabes que se sale, eres más fuerte, y que si hay una próxima, quizá podrás solo.

. . .

Bipolar ya no es un pan que coma miga a miga durante toda la mañana, esa "tostada". Ni durante todo el día, bajo un episodio cruel en el que necesite cuidados de la familia. Ni por la noche, con galletas.

Las nubes parecen haberse despejado un tanto. La pauta que sigo ahora tiene sus efectos secundarios, pero no son agresivos, no hay comparación, puedo y debo hacer lo se me pidió, ser autónoma, vivir, realizar actividades. Olvidar el pasado sería mi perdición, pero sé lo que tengo ahora, tengo un nivel de salud aceptable, mejorable, para no estar con la palabra bi-bip-bipolar todo el día.

Eso sí me coloca en una buena línea de salida.

Tengo ocupaciones. Preocupaciones. Algo de vida social. Otro horario e incipientes hábitos, que sin todavía consolidar perdería, el dedo no me chupo, de sufrir otro pico depresivo.

Seis años y medio para poder escribir esto.

***

P.D. Que no me gusta dar nombres de fármacos de mi pauta, es sabido (que acuso mucho los efectos secundarios, también). Porque en este blog es muy "famosa", confieso que mi tortura estos años fue la quetiapina, y me la tragué con patatas, 2003-2008. Es una gran responsable de mi mejoría, así hay que verlo.

Imagen: gracias por este "saludo al sol", Víctor.

Chitón

Chitón

Conoces a alguien. La consigna es no hablarle de "pupas". Mostrarte natural. Si te muerdes la lengua de vez en cuando, por ejemplo, en rutinas y palabras tan importantes de tu vida como "pastillas", "psiquiatra", "blog" en mi caso (da lugar a curiosidad), puedes pasar por cualquier persona del montón.

No pregonemos a los cuatro vientos nuestra condición. Si hay quien casi presume de haber sido operado quince veces de distintas dolencias, pues muy bien. Lo nuestro es diferente, debemos ser más cautelosos porque de normal, de momento, no hay nada; nadie dejará pasar la palabreja bipolar como quien dice colesterol. A veces olvidamos que tenemos la segunda enfermedad mental más grave de la lista.

No nos expongamos al rechazo inmediato de nuestros semejantes, al estigma que ya existía y estamos llevando a nuestra persona cuando lo provocamos al decírselo a todos los compañeros de trabajo, amigos de amigos o conocidos de un día.

Sé que ocurre en hipomanía y manía, cuando podemos destrozarnos la vida.

Las consecuencias van más allá, pueden afectar a nuestro presente, futuro incluso laboral. Hay quien tiene mucho que perder.

Como consigna, la frase no es mía sino de Josep: "no decírselo ni al gato".

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Por cierto, ruego a los lectores que en sus comentarios no dejen sus nombres y apellidos. Usen apodos o nicks, por favor.

***

Agenda psicoeducativa

Agenda psicoeducativa

 

Deja a un psicoeducador que eche un vistazo a tu agenda, y convertirá el aburrimiento de un jubilado en la emocionante vida de un ejecutivo.

Exageraciones aparte, es cierto que su trabajo, entre lo que no vemos y hace mucho por nosotros, está ahí para que no permanezcamos con el culo en casa. Necesitamos actividades que satisfagan nuestro cerebro. Y otras que cuiden nuestro cuerpo, deporte. Buscan y nos proponen que tengamos ese equilibrio necesario en nuestras vidas. Y saben lo que nos cuesta cumplir con esa agenda, por adaptarnos a esas rutinas, por motivación, inconstancia, por un poco de todo entre lo bipolar y lo personal.

Pasado un tiempo, hay que presentar el informe de los deberes, lo hecho y lo que no has podido hacer, donde ha de primar la sinceridad. Mi testimonio es el de haber mejorado mucho con ello hace años; la prueba, la libertad condicional de la que todavía disfruto.

Psiquiatra equivale a tratamiento farmacológico, psicólogo (a tus dudas, preocupaciones, pero principalmente) a la psicoeducación, piedras angulares de nuestra mejora y futura remisión, llámalo eutimia si quieres.

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Vi a mi nueva psicóloga de la seguridad social hará tres semanas ya. La entrevista fue muy fluida y enfocada hacia esta psicoeducación.

A pesar de que conecté muy bien con ella, me pregunté: ¿el patrón bipolar que nos une es tan "de manual" que sólo nos diferencia el informe? Quizá no haya tiempo para evaluar la personalidad.

Pero sí, en la charla cupo un poco de todo y su profesión no es tomarse un café conmigo (es un decir). Ya me conoce, puede evaluarme y me siento tranquila en sus manos. Y lista para dar cuentas de lo que hago y no hago.

Me aconsejó que siguiese escribiendo en el blog como una actividad más. Tenía otra en la agenda, y otra en proyecto que ya ha empezado y va bien, de momento.

No recuerdo si le conté que escribía relatos, quizá porque me prohibí un día seguir en ello por el descontrol que me causaba en las rutinas. La semana pasada estuve escribiendo uno durante tres días. Desaparecí del mapa, dejé de postear en el blog. Llegó la tarde de la actividad número dos, y tenía el cerebro frito del tirón. Decidí hacer una siesta para descansar y acudir donde me esperaban, pero desperté al día siguiente. Cosas que suceden, pero no deberían.

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Ahora duermo mucho mejor, una hora más al día de promedio. Porque noto que es beneficioso llevar una agenda de actividades, llenarse el cerebro de cosas nuevas.

Al igual que hacen mis amigos que salen del trabajo y necesitan desconectar con algo, también, en cursos variados (informática, cocina, fotografía, teatro, restauración de muebles... el catálogo es a veces abrumador) que son gratuitos o con matrícula asequible en los ayuntamientos de muchísimos pueblos y ciudades de España.

Reitero lo de que vale la pena y mucho que esas actividades sean planificadas de antemano con la ayuda de un psicólogo de tu confianza, por afianzar tu parte del trato. Y porque para demasiados bipolares, "fuerza de voluntad" no son más que palabras y necesitamos ayuda profesional, no la bronca de la familia.

Además, en "el negocio bipolar", a rastras no se consigue gran cosa. Es crucial tu acuerdo y compromiso. Ellos saben cómo trabajar una vez dado tu paso, pues ni yo me explico cómo conseguí completar sola la matrícula del curso.

Es parte de un entrenamiento que te integra en la sociedad. Es tu autoestima: te sientes mejor después de una hora de ejercicio, o de una clase. Se trata también de crecimiento personal, algo que también merecemos.

 

P.D. Edito este post pasado el mediodía, pues casi llegué tarde a la actividad tres esta mañana.

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Imagen: http://9cdr.blogia.com/2006/010901-feliz-agendagaz-2006-.php

El efecto Werther

El efecto Werther

Nota: no leas esto si estás muy deprimido.

 

Las desventuras del joven Werther fue el primer gran triunfo de Goethe, que lo transformó de un desconocido a un autor célebre prácticamente de la noche a la mañana.

La novela dio origen a un fenómeno llamado Werther-Fieber («Fiebre de Werther»). Los hombres jóvenes en Europa vestían la ropa que Werther usaba en la novela. También tuvo consecuencias en los primeros ejemplos conocidos de suicidio mímico, provocando, supuestamente, el suicidio de unos dos mil lectores.

(Wikipedia)

Efecto Werther (http://psychiatry.es/content/view/3176/34/)

Se llama así al aumento del número de suicidios en determinadas zonas y que siguen a la aparición de noticias sobre suicidio en los medios de comunicación de esa misma zona. El nombre deriva de la novela del mismo nombre de Goethe en la que se relata el suicidio del personaje y que, en su época, originó un aumento de la tasa de suicidios en los lectores.

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Descubrí esto viendo una serie de TV, donde se afirmaba que tras la muerte de Marilyn Monroe o Kurt Cobain, la tasa de suicidios en EEUU aumentó un 10%. La veracidad de este dato depende de los guionistas de la serie, por supuesto.

Suicidios colectivos de adolescentes en Japón, fenómeno que se alimenta entre otros factores de los propios medios, que al publicitarlo, parece que lo alienten.

Cambiando de tercio, en España hay suicidios que se han silenciado toda la vida, famosos tales como el de la hermana de la princesa Letizia. No se dijo claramente la causa de la muerte, simplemente el "respetar el dolor de la familia", que en efecto es muchísimo ante lo inexplicable.

Verdades ocultas que nos dicen, a otros sólo les da morbo porque llenan páginas de revistas, que la depresión mata.

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Redes

Redes

 

Hace más de seis años, los busqué, y encontré, y gracias a ellos, estoy aquí, y supe lo sufiente para sobrevivir, y me dieron mucho más para vivir. Y cada persona que charló conmigo me ayudó a ello, dedicándome su tiempo y dándome sus conocimientos, ofreciéndome su sabiduría y paciencia y enseñándome a convivir con este monstruo que llevaba dentro, todavía sin control alguno. Sé que desesperaron y sufrieron teniéndome al otro lado de la pantalla, pues todo esto fue virtual, y todos saben lo mucho, qué rápido se dice eso y qué corta es la palabra, que les debo. Hablo de gente que se hallaba tras sus ordenadores en lugares genéricos como Galicia, Madrid, Andalucía, Cataluña, incluso Chile.

Durante más de un año, estuvimos juntos, me vieron mejorar, incluso se habían forjado amistades. Más tarde, estuve en ese otro lado de la pantalla, y noté que ver a otro superar una crisis era una recompensa al sufrimiento. Y que no estaba hecha para ello, pues hay que tener una madera muy especial y ni mis nervios ni mi salud mental lo resistían.

Por eso recomiendo los foros, grupos de apoyo y las asociaciones. No es bueno que el bipolar esté solo. Tuve la suerte de contar con los participantes de Bipolarweb, foro que ya no existe, pero hay otros, y otras buenas gentes que ayudan. La comunidad bipolar es necesaria para nuestra supervivencia, es mi opinión, es mi testimonio.

He estado con mis amigos más tarde, cuando han tenido crisis. Les quiero vivos. Si me llaman de madrugada será por algo serio, y si me quedo hecha polvo unos días no importa. Es recíproco. Somos Red.

Su nombre lo dice todo, te protege para que no caigas. Te dicen que llames o adelantes la cita con el psiquiatra o acudas a urgencias si ven que estás muy mal, porque no son terapeutas, hay un límite para la ayuda. Llamarán a tu familia si las cosas se ponen muy feas, o a una ambulancia directamente. No todo son cosas graves, a veces simplemente son primeros síntomas, que pueden atajar una crisis mayor simplemente con esa llamada al psiquiatra, y ahí te han salvado de un episodio, de unos meses malos, lo cual no tiene precio.

Al principio, como he descrito, mi Red era muy amplia, así la necesité. Gente que velaba por mí podría decirse en turnos de 24 horas, pues en cualquier momento aparecía el vértigo de la montaña rusa con sus ideas suicidas. Tenían el teléfono de mi madre. Todavía no estaba en su casa cuando les conocí. Y luego, puedes hacer cualquier cosa en la habitación contigua en la que está tu familia. Una vez se llamó a mi hermano.

Mi Red protegió mi vida.

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No toda la Red es virtual. De hecho, la más importante consiste en las personas de tu vida cotidiana. Gente que te conoce desde hace tiempo, que observa que tu conducta no es la normal en ti, que no estás bien. Ellos también llamarán a tu familia. Alguien de mi entorno lo hizo de forma anónima en esos días oscuros justo antes del diagnóstico.

Finalmente, mejoras. La Red es ya tu familia, tus amigos, quizá algún compañero de estudios o trabajo. Hablarán contigo directamente cuando noten los primeros síntomas de que estás entrando en episodio, ciclando, porque te quieren. Que quizá desoirás, el blog está lleno de estos testimonios que leo y he visto se producen en hipomanías por lo común.

Cuando te encuentres muy mal, es cuando te apoyarás en tu Red. A alguno de ellos, o a esa única persona que sea tu Red llamarás de madrugada cuando sólo tengas una neurona, la que has entrenado para que pida ayuda antes de lo evitable, ante un impulso bipolarmente inevitable.

Mi Red tiene los teléfonos de mi madre, hermano y de algún otro miembro de mi Red, el más cercano a mi lugar de residencia. Es decir, el que puede presentarse en mi casa y llevarme a urgencias a rastras en un momento dado. Yo dispongo de números similares para ellos.

Parece que todo el rato esté hablando de bipolares, o de gente que está lejos siempre al teléfono, pero no es así. Puede ser tu madre, tu hermana, ve a buscarla y abrázala muy fuerte. Tu marido, tu mujer. Sufren, saben que no estás bien, pídeles ayuda porque además quieren ayudarte, no calles el dolor de tu alma, te salvas a ti de alguna forma y de paso a tu matrimonio, te lo dice una divorciada.

Desahógate lo que necesites, agárrate a la vida si no la sientes, llora lo que haga falta si no puedes hablar. Te escucharán, te tenderán su mano, no te dejarán ir, te aconsejarán, te consolarán, intentarán que te tranquilices, te ofrecerán esperanza. Te darán con bondad lo que necesites en el momento en el que te encuentres, no siempre pensemos en lo peor.

. . .

El bipolar en crisis con ideas suicidas y está pidiendo auxilio, no está bromeando nunca. Probablemente, haya bebido cuando dé esa alarma.

Y no todos los intentos de suicidio se dan en episodios depresivos.

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Dentro de un mes

Dentro de un mes

 

En el post de ayer, he querido decirle a Ali y a otros nuevos lectores que es muy normal que tengan miedo si acaban de ser diagnosticados, si están empezando a tomar medicación, si están sufriendo por primera vez efectos secundarios y se encuentran muy mal.

Les digo lo mismo que yo aprendí al principio.

Todo pasa.
Poco a poco.
Paciencia.


Cuando hay desesperación, esas frases son las más positivas que podemos decirnos.
Que esa situación tan horrible tendrá su alivio, se hará más llevadera.
Que poco a poco, las cosas volverán a su cauce.
Que para ello, mientras dure lo malo de la montaña rusa, tendremos que echarle mucha paciencia, que ahora no la tenemos, pero hemos de sacarla, de dónde, de donde sea, y dónde es eso, de donde sea, se me ha acabado, y ahora qué, pues saca más, eso me decían mientras yo rechinaba los dientes.

. . .

Les cuento algunas de mis opiniones sobre estos asuntos, escritas estos años.

Los principios son muy duros. Ya no somos “normales”, sino “locos”. Pues no. Pero sí, sí somos normales, somos un tanto por ciento de la población, seguimos siendo gente, sólo que ahora nos encontramos mal, y la lucha, no es contra la enfermedad, llamada Trastorno, que parece ser menos grave.

La lucha es por mejorar y salir del episodio y del ciclar en la "montaña rusa" con un tratamiento, para volver a la normalidad (que ahora se va a llamar "eutimia"), y seguir siendo gente, tú eres gente, es decir, luchar por tu rehabilitación, cuidarte. Decantarnos por una actitud es lo que va a marcar nuestra evolución, también. Decide que remitirás: acabas de girar en un cruce de caminos.

No encerrarnos (en nuestro dolor) al mundo, no ampararnos en la enfermedad, sino convivir con ella y seguir adelante, como hay quien vive con otras dificultades, y en eso ha de consistir nuestra “dignidad”, no en un “día mundial de salud mental”, día de compasión.

Creo que de eso he estado hablando todo este tiempo. Y prueba de que la vida sigue tras el infierno, que hay vida cotidiana para una bipolar, también.

. . .

En el post anterior he vuelto a contar una historia antigua. Siento que se ha cerrado un círculo, y por tanto, el blog ha cumplido su cometido.

No voy a cerrar el blog, esta página no desaparecerá. Este es mi bipomensaje en una botella, y el espacio donde muchos os habeis desahogado (catarsis, dice Tiko, último lector en comentar) y compartido, y podéis seguir haciéndolo.

Tendré el buzón abierto (carnedepsiquiatra-arroba-gmail.com), leeré los comentarios, contestaré a la correspondencia brevemente, pero... me voy a tomar un descanso.

Voy a estar un mes sin escribir. Cada día, el blog consume horas de mi tiempo que ahora mismo necesito para dedicarme a otros proyectos, y para dejar de ser tan Blue, tan bipolar. He de predicar con el ejemplo, y ser más “gente”.

Querría terminar las FAQ, por lo menos añadiré los enlaces a los foros de países hispanohablantes.

Hasta pronto,

Carne de Psiquiatra - Blue

***

Canción: Víctor me mandó esta de Leona Lewis, "Better in Time", subtitulada.

http://www.youtube.com/watch?v=DobIrrGjn48

 

Diagnóstico II: aprendizaje I

Diagnóstico II: aprendizaje I

 

1. El diagnóstico con el ex-psiquiatra

Hermano estuvo allí. Era para asustarse. Era muy raro que pidiera un día de asuntos propios, y lo hizo cuando esa cita con el psiquiatra: indicador de que era un tema muy grave. Se veía venir, habíamos tenido unas charlas bastante duras semanas atrás.

Habían estado hablando sobre mí, Hermano y Madre. Estaba fatal, yo era plenamente consciente. Ellos, también: habían acordado que lo que más me convenía era que yo estuviese con ella en su casa una temporada. Madre me lo había insinuado dos o tres veces, y yo había declinado. Un precedente lo justificaba: duré tres días allí, una vez que necesité que me cuidase al menos una semana. Lo tenían muy pensado: Madre me ofrecía también la antigua habitación de mi hermano. No. No. Y no. Allí, no. Con ella, no. A los 35 años, no. Enferma o no, lo he dicho siempre, la lucidez no te abandona, y me encontraba demasiado lúcida entonces.

Un par de semanas antes, le había contado al psiquiatra todo lo que me había ocurrido. Había peinado Internet, tenía todas las sospechas, y un montón de hechos apuntados en la agenda sobre cinco días alucinantes a los que llamaron "manía" (ver archivos de diciembre 2004). Sabía que debía tomar notas para él, y no dormí esa noche preparándolas. En efecto, tenía un TB, y se cambió el antiguo diagnóstico "Depresión", en el historial desde 1994. Creo, digo "creo", que una de las preguntas que me hizo fue: "¿Has tenido depresiones de un solo día?" Y recordé varios días de absentismo laboral. Fue cuando informé a la familia, y todo se puso en marcha.

Acabó esa entrevista, bastante larga, y salí. Entraron Madre y Hermano. Al rato también largo, se abrió la puerta, entré a la encerrona. Sobre la mesa, dos opciones: ingreso en hospital, la primera, pero parecía darles pena o algo así. Ojalá lo hubiésemos hecho, el episodio quizá hubiese sido más corto. En su lugar, optaron por el plan que tenían en mente, el "ingreso domiciliario" con Madre. Recuerdo que les preguntó si me habían visto alguna vez así, y ambos respondieron que no.

 

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2. El ingreso domiciliario y el contacto con los otros nuevos y los veteranos

Recuerdo momentos malísimos, al principio. Lloraba y muy fuerte, implorando ayuda, porque quería matarme, no deseaba otra cosa sino el suicidio, y le decía a mi madre que no era yo, que era la enfermedad quien quería hacerlo, lo tenía ya muy claro, era el Trastorno quien mataba.

Caía en la cama absolutamente noqueada por la medicación, muchas veces Madre tenía que arrastrarme, llevarme casi en brazos.

Se acondicionó la antigua habitación de Hermano, entonces biblioteca de Madre, para que fuese mi estudio. Allí pasaba las horas "de depresión", miraba poco al techo, prefería chatear con otros bipolares, recibía mucha ayuda en momentos muy malos, reía también en tertulias muy animadas, y participaba en el foro con mi episodio mixto de sombra, ahí con mala leche, podría decirse que carácter, pero aprendía mucho sobre el Trastorno, y me asustaba bastante con los testimonios, como quizá más de un lector nuevo cuando asoma por aquí. Normal.

Da miedo a veces, te dices pero bueno, dónde me he metido o dónde me han metido (como decía Groucho Marx: "No deseo pertenecer a ningún club que acepte como socio a alguien como yo"), o qué me ha pasado y por qué estoy aquí, pero los hechos son así, y aquí estás y te jodes, y o lo aceptas o lo aceptas.

Pánico y peor que el de una cita a ciegas, fue el previo a conocer al primer bipolar en persona. No sabía qué me ocurriría, tal era mi ignorancia, tenia miedo no sólo de mí misma sino de mis semejantes. Había quedado con un joven al que he perdido la pista con los años, y con Marilo :)

Es cuando abres los ojos y la ignorancia y prejuicios van quedando atrás, que que aprendes mucho de los otros nuevos diagnosticados, y mucho, muchísimo, de los veteranos, libros abiertos a los que debo gran parte de lo que sé y me salvó al principio. Sí, esto da mucho respeto, miedo, incluso te preguntas si es curandería lo que practican los médicos o qué, hasta que las piezas encajan y lo entiendes. Y esa historia, bien contada, pasa de bipolar a bipolar, y es la que da esperanza.

El resto, lo he aprendido estos seis años en las charlas con el psiquiatra y con el psicólogo psicoeducador, que me aclaraban muchas dudas. Asistiendo a eventos y conferencias. En las semanas de ingreso. Leyendo libros, artículos, otros testimonios. Relacionándome en persona o internet con otros bipolares, a algunos incluso ahora años después llamo amigos. Y en muchas más circunstancias, la más importante, en el día a día con el trastorno como mi sombra.

También aprendí, no un libro sino una enciclopedia, con Josep Font, que cara a cara también me tranquilizaba en esos momentos, me hablaba del trastorno, de los mitos y de las verdades, de los hechos y de los peligros. Ellos han pasado ya por todo esto, y son sabios. Además, siempre están dispuestos a ayudarnos. Busquemos a los veteranos siempre.

 

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3. Ciclar, ingresos, blogs, nuevo psiquiatra

Un día, descubrí lo de los blogs, en español me parecieron muy buenos los de ciencias. Encontré el de una mujer bipolar, estadounidense, página que al poco tiempo dejó de existir. Me identifiqué porque sus episodios "tipo I" eran mixtos, también.

Quizá ese blog me abrió los ojos, y deba agradecerle a esa mujer el haber empezado a contar algo parecido, batallitas, en español. Sé que cuando abrí este blog, las horas delante del ordenador ya fueron muchas, y debió crear alarma en mi familia. Les imprimí lo que estaba haciendo. Perplejidad, supongo. Ante el trabajo, el logotipo de entonces, y lo que relataba, que me daba miedo hasta a mí.

Seguía en casa de mi madre. Ya había pasado por el primer ingreso, el peor por la situación que lo provocó, pero todavía faltaba el segundo, que sí está descrito aquí ("vengo de un hotelito en la montaña"). Seguía y seguía el episodio mixto, energía e irritabilidad, pero sentía más la depresión y no podía tomar antidepresivos por la misma naturaleza del episodio: agravar el lado maníaco del asunto. Sacarte de uno de esos es muy difícil. No sé si fue suerte o desgracia que hubiese virado a hipomanía durante unas semanas entre ingreso e ingreso. Para mí un alivio, desde luego, un respiro: fuera las ideas suicidas, la vida vuelve a ser bella. Pero ciclé de nuevo, volvieron las ideas suicidas, e ingresé voluntariamente.

No sé qué nos hace más insoportables. Cualquier episodio. Pasas de llorar implorando tu muerte, a mirar al techo en depresión, a llegar a casa con una bolsa porque has comprado cualquier cosa, y tu madre se lleva las manos a la cabeza, impotente.

Mientras tanto, tu nuevo psiquiatra (lo había cambiado nada más empezar ese ingreso domiciliario) va llenando folios, tu historial crece, tu pauta se modifica cada semana o dos, porque cuando estás mal te ve muy a menudo.Y no se lleva las manos a la cabeza, te pega una bronca merecida o te pone deberes. Es su trabajo, por supuesto, que mejores, y no todo se reduce a las pastillas.

 

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4. Para acabar

En 2003, al cambiar de psiquiatra, uno privado, un segundo diagnóstico, algo que recomiendo, me clasificó como bipolar tipo I, al tener episodios mixtos, mezcla de manía y depresión.

He tenido días mixtos. He tenido días hipomaníacos. He tenido días depresivos. Porque oscilo, tengo TB y así es "el negocio", al menos para mí, que además tengo ciclos hormonales. Pero ya no he tenido episodios ni mixtos ni hipomaníacos. La medicación me ha sujetado. Ha sido un proceso desde el diagnóstico. El dar con el tratamiento, y el conocer la enfermedad.

El Trastorno no tiene cura. La medicación previene las recaídas. Pero podemos tenerlas. He estado bien un tiempo. Lo he disfrutado. Tengo fe en que volveré a mejorar.

Es posible pisar la línea de la eutimia, bajar de la montaña rusa.

 

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Escribo este post, en contra de lo que un día me prometí, para los recién diagnosticados que llegan a esta página. Relato hechos que empiezan en septiembre de 2003 (con Hermano en la consulta), octubre de 2003 (principio del ingreso domiciliario), agosto de 2004 (primer ingreso), septiembre de 2004 (viraje a hipomanía), noviembre de 2004 (viraje a mixto, blog), diciembre de 2004 (segundo ingreso). Mi mejora y por tanto "libertad" o "eutimia en libertad condicional" empezó el 1 de marzo de 2005.

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Imagen: http://ca.urbarama.com/project/escalera-de-incendios-hospital-virgen-del-camino

De la automedicación en el blog

De la automedicación en el blog

 

Comentario: Yo tomé ^^^^^^, pero prueben ******.  Ese no engorda.

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Ese comentario fue borrado de inmediato tras entrar en mi buzón. Acto seguido, me metí en el artículo de marras.

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Comentario:

Este ha sido un rincón para los lectores durante mucho tiempo donde no he querido meterme ni siquiera para decirles que no escribiesen en mayúsculas (lean las FAQ, por favor).

Ayer ocurrió algo y fue que entró Alicia en este post, pidiendo ayuda, y me ha hecho reflexionar mucho.

A partir de ahora, borraré todos los comentarios entrantes que recomienden la automedicación.

Carne de Psiquiatra
Administradora

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Publico lo que ocurrió ayer en el post "Trágate la quetiapina", al que estaré más atenta, pues que alguien comente que se toma la mitad de lo pautado también me da coraje, también es automedicación, tema pienso que primo hermano de la adherencia al tratamiento. Qué haces con lo que te sobra, a ver. Por qué no llamas a tu médico, se lo cuentas, que te lo retire él si no te lo vas a tomar. De lo contrario, el único engañado eres tú mismo.

Esto de la medicación no se trata ni de spots publicitarios, ni de acudir al mercado negro "a por las drogas". No sé a quién le tengo que dar este mensaje, si a quien no está diagnosticado, a quien no se toma lo que le recetan, o a la irresponsabilidad.

Viene una muchacha ya muerta de miedo, recién diagnosticada, en plena crisis, y se encuentra en otra película de terror, en ese post. Yo también la veo, la suya y en la que ha entrado.

También veo otras muchas historias y testimonios que justifican ese post, que sigue creciendo, pero no lo hará a base de si con ese medicamento puedo suicidarme o si creen que este otro me vendría mejor.

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PARA ESO ESTÁ EL PSIQUIATRA. Este blog ofrece compartir experiencias. Las respuestas de otros no pueden sustituir a tu profesional, al que debes preguntar tus dudas sobre efectos secundarios, decirle abiertamente esta pastilla me sienta mal y el por qué, porque puede ser dosis u otra cosa: no te bajes tú la dosis, porque si te la puso así fue por algo, y ni tú ni yo sabemos más que él. Confesar no me estoy tomando esto desde hace tres meses, otro tema, no es nada que él no haya oído antes de otros pacientes, y se le pondrá solución, pero mejor decírselo ya.

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No estamos en un club de muñecos, por favor. Las pastillas que nos dan no son aspirinas infantiles, y nuestro trastorno tampoco es ninguna niñería, por lo que automedicarse es ir contra uno mismo.

Cualquier descuido por nuestra parte en el tratamiento es un tobogán hacia la montaña rusa, no soy yo quien amenaza, es el Trastorno. No hablo de nada que no haya conocido tristemente de primera mano, hay caras y nombres tras esas historias.

Seamos mayores para aceptar que pagamos duros precios en forma de efectos secundarios, no siempre, no con todos los fármacos, que no afectan a todas las personas por igual tampoco, pero también hemos de decir, lo he leído en comentarios, que mucha gente -entre la que me cuento- agradece a las pastillas el no haber tenido que ingresar más.

7.35

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Imagen: fotograma de "Shining" ("El resplandor")

Un ego bipolar adolescente

 

La primera vez que oí esta canción, no me gustó mucho, claro, este grupo había envejecido, y superar aquellos logros del 97… me tenía escéptica. Una canción pop más, pensé. Estaba escribiendo, y por no perder tiempo buscando más música, seguí poniéndola. Empecé a notar la melodía. Poco a poco, fui entendiendo la música, en su carga emocional. Ya tenía algún significado, y a medida que la iba escuchando, el pedir la repetición se iba haciendo placentero.

 

¿Hay algún lugar mejor que este?
¿Hay algún lugar mejor que este?

 

Es lo que tiene el pop: mensajes para la juventud.

El lector Víctor, ya no sé cómo darle las gracias, la tradujo muchísimo antes de que apareciese una versión en youtube, que por ejemplo, al no poner interrogación en si hay un lugar mejor, me parece que pierde sentido respecto a la de Víctor: http://www.youtube.com/watch?v=obnCR7XR-sQ

Y hasta aquí, la música introductoria.

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Me identifiqué de alguna forma, y pensé que sí hay algo de adolescente, pues ese mensaje me lo parecía, en mi ego bipolar, porque es muy joven como tal, como consciencia.

 

¿Sabes que estos sentimientos no los conocía?

 

Debe haber algún lugar mejor, donde no deba tomar pastillas, donde no deba sufrir cambios de ánimo ni episodios, donde los demás no deban tolerar mis “yuyus”. Ahí reside una tentación muy grande, en querer escapar de eso, en lo onírico; malo, si me meto en lo real.

Ese lugar no existe, no entendido como el paraíso-futuro que llegará para la calidad de vida de todos. Todavía no tengo mi cóctel “no lo tocamos ya”. Hay quien ha esperado diez años: ya llegará mi día, sólo llevo algo más de seis a efectos farmacológicos, y...

 

Con todo, prefiero estar aquí que en cualquier otro lugar

 

Seis a efectos de crecimiento de ese ego bipolar.

Lo que sí creo es que ese joven ego va a crecer, y va a conocer mejor, un día ya del todo, con quién se las está viendo, con un Trastorno Bipolar con mayúsculas, y va a poder controlar mejor las cosas. Sé que no lo controlo, porque este año he intuido el terror de esa espada dos veces ya, por meter las narices donde pensaba que estaba todo bajo control. Control, control… palabra clave, no quiero sinónimos.

 

Siempre viviendo bajo algún mandamiento...

 

Un ego adolescente debería callarse más, aún cuando quisiera gritar, o peor, gritarle a alguien. A tomarse las pastillas, aún cuando quisiera tirarlas por el inodoro. A ir al psiquiatra, aún cuando quisiera mandarle al otro extremo del planeta y quedarse mirando al techo. Esos impulsos. Va a aprender a comportarse, en definitiva. ¿O acaso no criticamos a los adolescentes que hacen el vándalo, que son maleducados, que tienen malos modales?

 

¿Hay algún lugar mejor que este?
¿Hay algún lugar mejor que este?

 

Es más fácil ser un eterno adolescente y acomodarse en esa actitud donde es tolerado por su enfermedad, que madurar. Soñar con que existe un lugar mejor, que aceptar dónde uno vive. Son las malas noticias: que hay que trabajárselo, ese lugar, por ti, y por los que viven contigo y te rodean. De eso hablaba en el post "Lucha":

 

Creo que la verdadera lucha está en nuestro entorno. En cumplir en el trabajo. En ser parte de una familia. En salir, tener amigos, ser sociable, ser amable, ser digno de ser amado. Ser personas en toda la dimensión de la palabra. Esa lucha, es la de cada uno. (...) Nuestra rehabilitación como personas con esa entelequia llamada dignidad reside en las manos de todo el colectivo de enfermos mentales, de lo que proyecte cada uno hacia los demás desde cada hogar.

 

en un mundo lleno de confusión
pues así es la raza humana

 

Creo que crecer en este sentido bipolar es un proceso interno como es el dejar de ser un adolescente díscolo (aunque no lo fueses tú en su día), pero también pensemos en que a algunos les son aplicadas medidas correctivas o castigos, y otros necesitan ayuda, tales como clases particulares para aprobar exámenes. En el 2004, ingresé dos veces, y estuvieron a punto de mandarme a un centro de día.

 

Me parece que para acelerar y encauzar ese proceso, o bien hay que acudir a los grupos de autoayuda, y/o a un profesional llamado psicólogo con una terapia cognitivo-conductual, la más indicada para bipolares. He estado en terapia desde el 2000, y antes también, y todavía la necesito.

 

A veces aparecen estos sentimientos ocultos
Me pongo a llorar

 

Mi estimado Josep Font, ex presidente de la Associació de Bipolars de Catalunya, desde el principio del diagnóstico me acogió con afecto y mucha dedicación personal. Me ayudó mucho con sus palabras. Y decía siempre una muy importante:

 

AUTOCRÍTICA

 

¿Nos autocriticamos?

 

Si es así, ¿lo suficiente como para crecer?

 

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P.D. Este post amplía y complementa un escrito de abril de 2006: http://carnedepsiquiatra.blogia.com/2006/041801-controlar-la-impulsividad.php  "Esto para mí es el "doctorado", por favor, ni siquiera he llegado a "la universidad". De mayor, quiero ser alguien que pueda controlar sus impulsos".

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The Verve
Rather be

Traducción: Víctor
 
No hay necesidad de presentaciones previas
ni de pasillos oscuros ni alcanzar la fama
aun así encontrarás tu estrella
aunque con un poco de dolor

Quiero estar a tu lado
como si fuera nuestro último abrazo
en un mundo lleno de confusión
pues así es la raza humana
 
Con todo prefiero estar aquí que en cualquier otro lugar
¿Hay algún lugar mejor que este?
Sabes que estos sentimientos no los conocía
¿Hay algún lugar mejor que este?

A veces la vida parece separarnos
No quiero perderte
A veces aparecen estos sentimientos ocultos
Me pongo a llorar
Porque por nada querría perderte

Mmmmmmmmm…    - Multiplicaos!
Siempre viviendo bajo algún mandamiento ...
Siempre esperando la noche del juicio final
Eso hace que me rebele y grite alto
Y mientras veo a los pájaros alzar el vuelo en libertad
Ese montón de mentiras desequilibraban tu cabeza
Y mientras sigo llorando
Otro día comienza
 
Con todo prefiero estar aquí que en cualquier otro lugar
¿Hay algún lugar mejor que este?
Sabes que estos sentimientos no los conocía
¿Hay algún lugar mejor que este?

A veces la vida parece separarnos
No quiero perderte
A veces aparecen estos sentimientos ocultos
Me pongo a llorar
Porque por nada querría perderte
 
Con todo prefiero estar aquí que en cualquier otro lugar
¿Hay algún lugar mejor que este?
Sabes que estos sentimientos no los conocía
¿Hay algún lugar mejor que este?
 
(x2)

***

Mejor no recordar

Mejor no recordar

Fui al psiquiatra de la sanidad pública. Al no llevarle el perfil hepático del análisis de sangre, poco pudo hacer, pues hay medicamentos que necesitan de esos datos para ser pautados por primera vez, o controlar lo que proceda.

Casi me extrañó el tema. Estaría atontada. Me advirtió que "esto" y "esto" que tomo afectaban a ese órgano. Y lo curioso es que lo sabía.

Ya ni recordaba lo del metabolismo en el hígado.

Mejor, ese olvido.

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P.D. Y mejor, que ya no beba alcohol.

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Fragmentos

Fragmentos

 

Uno se olvida un rato de sí mismo cuando está en un taller de manualidades, cuando escribe, pinta, lee, da un paseo, lo que sea. Hay que dejar de mirarse al ombligo, y mirar al resto del mundo.
La autocompasión es nuestro peor enemigo, nosotros mismos somos nuestro peor enemigo, no nos dejemos vencer.

 

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Poner los pies en la vida "real" es más duro de lo que parece, pero se nos brinda una oportunidad. No la fastidiemos, hay muchos más como nosotros que te aseguro que la siguen disfrutando sólo por el hecho de haber sobrevivido a esos grandes temporales. Y es un poco mito el hecho de que desaparecen "los colores", pues el bipolar sigue siendo un ser de percepción muy especial, o así lo dicen al menos los que no tienen el trastorno.

 

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La incomprensión es algo con lo que nos toparemos siempre. Nos refugiaremos en "nuestras" páginas, como tantos otros que tienen enfermedades y "cosas" que no pueden ser dichas en público sin provocar la hilaridad. Qué le vamos a hacer.

 

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Tenemos muchos enemigos, y uno de ellos es la ignorancia sobre el TB. La ignorancia en nosotros es imperdonable, tenemos que conocer con quién andamos. La ignorancia en los demás, hemos de intentar al menos paliarla, regalar algún libro divulgativo, o dar tres fotocopias de algo sencillo a quienes nos rodean en nuestra vida más cotidiana.

 

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Fragmentos (textos de Blue editados en lo mínimo) de su correspondencia

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Imagen: http://www.modayhogar.com/pazol-radiador-puzzle-infantil-de-aluminio