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Carne de Psiquiatra -Trastorno Bipolar

Pagar dos semanas buenas con otra mala

He descartado dos borradores, pero puedo escribir un tercer post recuperando esas ideas. Mal hice en borrar posts del blog hace años, y menuda bronca me llevé de mi amigo I. por hacerlo, pues el blog es un todo, día a día, creo que ese fue su argumento.

Tengo cinco mails por contestar, que abro, leo, y vuelvo a marcar como no leídos. No es fácil escribir. Hace años que me enfrento a un folio en blanco para postear, y ello me ha servido de mucho para dedicarme a la afición de escribir relatos con más fluidez y estilo. Aquí no me esmero tanto, claro.

Otra cosa es contestar a alguien con un problema. Una foto o un poema que me envía Víctor me endulza el trago. Entra un comentario que es una pregunta directa, en un artículo antiguo, demanda su respuesta también. Y no encuentro un momento de fortaleza, estos días, para enfrentarme al "Trastorno de los Otros"... mi psicóloga me prohibiría abrir el buzón, ahora que lo pienso.

Además, me dedico al blog en un mal día para mí, uno de esos tontos. Tuve dos semanas muy buenas, podría decirse, con grandes logros. Las estoy pagando con una de debilidad. Me lo tomo como una oscilación más, no por el trastorno sino a causa de haberme forzado.

Tengo bastante fe en que me recuperaré entre esta tarde y mañana. Tener la agenda llena de compromisos le ha sentado bien a mi espíritu.

***

Diagnóstico: televidente

Es muy raro que en las líneas de autobuses que tomo -cuidado, que la ciudad es más grande que el pedazo que frecuento-, no vea a nadie en compañía de un libro. A veces, extraño el paisaje urbano de las capitales Madrid y Barcelona.

Nunca me hubiese imaginado en la silla del dentista, como en la de una peluquería o la sala de máquinas de un gimnasio. Es del todo raro para mí que en la consulta -que finalmente he escogido, no estoy diciendo que sea moneda común en la ciudad- haya una televisión encendida "para los pacientes", que tienen a mano revistas del corazón incluso en el interior de los gabinetes.

. . .

No es raro, sin embargo, que debamos estar tan agradecidos a estos medios de comunicación, y me refiero en particular a algunos programas llena-mañanas, llena-sobremesas, o llena-tardes. Gracias a su gran calidad (y me ahorraré más calificativos), cualquier conducta ya no violenta sino impropia es de inmediato asociada a una enfermedad mental.

Raramente pero alguna vez, he recibido mails en los que alguien sospecha de algún conocido que pudiese tener trastorno bipolar. Por conductas erráticas, por haber hecho daño emocional sin llegar al maltrato psíquico. Sus argumentos son tan vagos que sus síntomas apuntan al "diagnóstico": "vecino", "compañero de trabajo", "jefe", "tu mejor amiga".

Se sienten desconcertados, porque quizá se cruzaron en sus vidas con un bipolar, y se asustaron, o sufrieron si se trató de un amago de relación amorosa. Sin nada que perder, me preguntan, y sin ser yo consejera, les digo que ni tiene por qué tratarse de ello, y si en todo caso tuviese patología esa persona, hay otras muchas.

O puede tratarse de gente rarita, sin más, también. Por qué siempre hemos de sospechar, enfocarlo todo, a enfermedad mental.

Porque la televisión nos lo está inculcando, quizá. En vez de ayudar a aceptar esta realidad de la que inevitablemente formamos parte de forma natural, y hablar sin más de la gente de carácter difícil, o simplemente fea carente del glamour de esa TV, o de "dime el último libro que has leído", con la que hemos de lidiar cada día...

Y esto, en horarios rellena-todo, que parecen formar parte muy importante, junto a las revistas del corazón, de la socio-educación del país.

 

P.D. Para otro día, el tema "dejó de tomar las pastillas=mató a su padre".

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Gracias a un mail y avances con la psicóloga

 

Me escribe un lector, me alegra esta mañana de "insomnio terminal" o despertar precoz, en la que debería haberme metido en la ducha inmediatamente para despejarme y porque tocaba, pero me ha podido la rutina del café-correo electrónico, como cuando trabajaba (despertador-internet exprés+café expres+ducha). Creo que me duchaba y vestía antes del café. Por qué no recuerdo bien ahora rutinas de hace tan solo diez años. ¿Porque no estaba diagnosticada y ese pasado está siendo progresivamente borrado, no sólo por el paso del tiempo, sino de forma más o menos voluntaria?

La diferencia es que ya no lo hago, el trabajar, y también he abandonado por un tiempo el cafelito con "Pepe" a las 8 h. Por tanto, han dado las 10.10 y no me he duchado todavía, y no me esperan hasta las 12.30 en el centro, así que como no hay prisa, posteo, y como cuando posteo pasa el tiempo volando, seguro que al final acabaré en un taxi, como el otro día. Es mi problema.

Me alegra, sí, que me escriba este lector en especial, lo que ocurre es que le suelto un mail-tostón que me cuesta una hora redactar. Hacía mucho tiempo que no escribía un mail tan largo. Gracias por saludarme, lectores, no me molestáis.

Por lo que me cuenta le recomiendo que se ponga en terapia. Como he encontrado de nuevo alguien que sí me ayuda, entiendo que quizá necesitaré apoyo psicológico todavía durante quizá años.

Copio algunas de mis palabras.

Ahora me preocupa más el tema del estigma, es lo que estoy trabajando en la consulta. Intento hacer vida normal, pero es muy difícil con el trastorno (decirle a alguien que lo tienes y que deje de hablarte, cosas así), y esta mujer me está ayudando bastante. El tema no tiene solución, creo, pero sí mi actitud hacia él, y sé que necesito ayuda.

(...) recuerdas aquella conversación como si hubiese tenido lugar ayer, y lo mínimo, te reconforta, lo máximo, te hace erguirte si estabas hecha un ovillo.

(...) El trastorno es para toda la vida, es algo difícil de digerir, tengo más años que tú, 42, y no sé si es porque me diagnosticaron tarde, a los 35... el caso es que a veces yo también me machaco, con otras cosas, no me importa contártelas pero con el rollo que te he pegado me sabe mal alargar el mail...

Las fobias. Los problemas para encontrar pareja. La lucha diaria para conseguir mantener orden en la casa. La maldita ducha. Y más, no os lo voy a contar todo.

Y han pasado años.

Pero se impone por ello un gran esfuerzo (y el refuerzo psicológico mencionado), ya que se tiene conciencia: darse un empujón, cogerse del moño uno mismo (gran expresión, ocurrencia de Henri)...

Y con ello, hacer vida normal.

Qué narices, todo el mundo tiene sus problemas.

***

Un mundo no tan pequeño y gratitud hacia la asociación

 

Se dice que el mundo es pequeño. He conocido por casualidad a alguien que tiene un familiar con el Trastorno. No me asombra, somos un tanto por ciento de la población nada despreciable, por tanto el mundo no es pequeño sino que refleja esta realidad.

Un comentario me disparó todas las alarmas: "al menos dos veces por semana voy a ver a mi [familiar], para ver cómo está y hacerle compañía, es que tiene trastorno bipolar, es una enfermedad que consiste en.."...

Lo difícil del asunto es confesarlo, y me vi con narices de hacerlo, aunque estaba en mi territorio "vida privada-no bipolar". Pero por qué no, esta vez no tenía nada que perder, me dije. No muerdo, en efecto, él ya lo había comprobado tras horas de charla, soy normal, pero tengo esto, me ha tocado el tenerlo me dijo, y para él no fue motivo de rechazo sino al contrario, de acercamiento. Tenía sus motivos, por supuesto, no nos engañemos.

Algo le hablé de Blue, pero me sentí tan disociada de ella, dando la cara con mi nombre real, que no quise darle la URL del blog. Para qué, ya me conoció.

Me habló del caso de su familiar, duro durísimo como todos. Aprecié una vez más que todas las personas somos un mundo, que la enfermedad nos ataca independientemente de nuestros intereses y bagaje previo, de nuestra personalidad. Que se añade a lo que éramos, aunque podamos tener algunos rasgos comunes, sí, pero no siempre. Es lo que he visto y escuchado estos años por medio mundo.

También he escuchado el sufrimiento de los familiares, el absoluto desconcierto inicial, el querer ayudar y no saber cómo, el convertirse en el blanco predilecto de los episodios, el más que probable divorcio (recordé la estadística), el hacerse la vida imposible entre todos. El probable intento de suicidio (de nuevo, una estadística). El enfrentarse a un ser tan lúcido en su irrealidad que da miedo. Que sólo 2000 pastillas en un ingreso puedan devolver a esa persona a la presunta normalidad, que en tres años de tratamiento todavía no está clara.

Cómo me sonaba todo, no por mí sola sino por toda la comunidad, cómo me costaba no derramar una lágrima a cada frase que oía, qué cruel es el trastorno bipolar y cómo sufrimos todos, pacientes y entorno.

Al margen de la historia, me quedo con lo más importante: habló de los primeros momentos, de la confusión que sufrieron antes del diagnóstico, y agradeció sobremanera con hermosas palabras la existencia de la asociación BAO como fuente de información y grupo de apoyo sin la que no hubiesen podido sobrellevar en esos primeros momentos, y más tarde el día a día la difícil situación familiar, pues el paciente ha debido tomar conciencia de la enfermedad y para ello ha sido crucial el apoyo de la asociación.

***

Bienvenida al club de las personas con inconvenientes diarios...

Una jornada sobre TB se avecina, y finalmente decido no asistir. Debería, debería volver a leer o informarme sobre los avances en la materia, también volcarlos aquí, compartir lo nuevo que aprendo sobre el tema como antes y las reflexiones que ello me inspirase, pero no me veo con ánimo.

Prefiero en estos momentos vivir, entendido como el no pensar permanentemente en esa sombra o cruz o etiqueta encima. Bastante tengo con enfrentarme a la condescendencia de un médico cuando me pregunta por enfermedades importantes y le suelto esas dos palabras: entonces me pregunta qué medicación tomo (y no entiende nada, lo noto mientras lo escribe), y noto que me trata como a una res. La última vez, no lo hice, y se me trató "como antes", es decir, con respeto, bien. Para qué decírselo a un dentista, ya hablé en su día del estigma que ello me produjo, y esta vez algo me paró... Blue, para qué complicar las cosas por una muela, si nada te impide tomar antibióticos en un momento dado.

La psicóloga me espera en unos momentos y no he preparado notas esta vez, para qué, me digo, me preguntará lo de siempre, le responderé lo que se me ocurra en ese momento. Esperan espontaneidad, supongo también. Espero que a falta de avances en psicoeducación, no deba cumplimentar ningún test, con perdón, estúpido.

Problemas personales, como se comentó en el anterior post que ni siquiera edité, me han alejado del blog estos días. Y también el no tener nada especial que contar (que llueve, a quién le interesa ya), a pesar de haber escrito varios borradores que no me parecieron demasiado dignos para colgar pero quizá recupere. Recuerdo mis días en Madrid, posteaba cualquier cosa porque lo hacía a diario, y esto ha cambiado bastante.

Lo mejor que puedo decir es que tengo vida personal no bipolar. Si no hay actividad en el blog, no siempre es por un bajón depresivo. Hay otras cosas, hay otras páginas en Internet donde participar y además disfrutar, sin que nadie sepa que Blue, con otro nick, tiene una "enfermedad mental". Puedo afirmar que me siento bien siendo menos Blue en definitiva, como un descanso, sin abandonar mi afición "Internet", que sigue limitada por los terapeutas.

Atiendo a mi correo personal, escribo e-mails y hablo con mis amigos y con mis familiares. Quedo con gente de vez en cuando. Me parece que hago mejor con ello que pasando horas posteando aquí, también. Ocurren cosas, cuando una no está sentada frente a un ordenador, y lo que comparte es soledad.

Mi buzón sigue abierto y con esta frase invito a que se me escriba si alguien quiere, pero estos días, este mes que ha pasado, carnedepsiquiatra se me ha antojado un poco ajeno y me cuesta contestar a los mails.

Hoy precisamente he contestado a uno de un lector ya conocido que entre otras cosas decía "me considero una persona normal", gran madurez para este joven bipolar en todo su texto, y he sonreído.

El otro día, ordenando la librería, se me cayó una planta y esa fue su sentencia, pobre. Creo que eso fue lo que le conté a Roberto, quien me contestó: ¡Bienvenida al club de las personas con inconvenientes diarios, frustraciones, problemas y demás pequeñas historias que a veces nos joden tanto...!

***

No se trata de una elección del todo libre (post en edición)

Han pasado los años, gracias a Madre y Hermano llegan fotos de pequeña y gran familia de vez en cuando, me emociona verles, y les echo de menos, y también de alguna forma me echo de menos ahí porque sé que falto yo, sobre todo en las de gran familia recientes, y habrá quien pensará lo mismo, pero para eso están las fotos, para recordar un momento extraordinario, ese al que quizá, como una comida de navidad, hubiese rehusado asistir de estar a tres kilómetros del mismo. Ese que nos recuerda que una reunión familiar hoy día es tan rara que hay que inmortalizar y enviar a quien está lejos, en un mensaje de "mira qué felices somos", al margen de los trapos sucios que según el dicho, se lavan en casa.

Roberto insiste, y presiona, y me estresa con ello, y se lo digo, lo entiende y me deja tranquila, hasta que llega un nuevo día y continúa el discurso; estoy sola, cuidarme es demasiado difícil, aquí no tengo ni a mi madre ni a mis amigos para que me acompañen ni en lo cotidiano ni al médico como hacía él y otros cuando vivía en Madrid, y trago saliva, pues debo darle la razón, y me sugiere que vuelva a Catalunya con mis amigos de siempre y mi madre, oh por favor, allí no...

El tiempo hace que olvide y tome las cosas en perspectiva, no sé si es perdón o simplemente que haya más vivencias acumuladas, y la desaparición de la carga emocional de las entonces vividas con trauma, lo que me dice un.... no "ya paso", sino "deja que suceda un futuro", donde ningún resentimiento tiene lugar, pues tú tampoco fuiste lo que se dice una santa, viviendo a capricho del Trastorno, a saber qué barbaridades saldrían de tu boca, por lo que si hablamos de perdón, más esfuerzo deben hacer ellos hacia ti.

Sigo teniendo miedo a que mi futuro allí siga consistiendo en el suicidio. Aquí puedo estar sin amigos que me hagan llorar y sonreír, ni familia que me acoja y me abrace, sin apoyos, descuidándome seguramente, faltando a médicos que necesito, pero mil kilómetros alejada de esa espada, y por tanto viva para contarlo.

***

POST EN EDICIÓN

Otra de notas y una carta

Otra de notas y una carta

Estimada psicóloga:

A decir verdad, no me enteré demasiado de lo que hablamos el otro día en la entrevista. No estaba tan lúcida como la primera vez, eso lo tengo claro.
Quizá por eso me programó otra en dos o tres semanas, señal de que no ando demasiado bien, verdad?
Dicen que ha llovido aquí en dos meses casi lo de año y medio, que esto no es normal, menos mal que aquí hacía buen tiempo, y estoy cansada ya de lo que no es normal, odio la lluvia, por lo que provoca en mi estado de ánimo, el miedo que me da salir a la calle por si resbalo y caigo entonces añadido al que tengo de por sí… cualquier avance, lo está parando la lluvia, o así lo siento, o esta es mi pobre excusa.
Pregúnteme y le diré qué mal duermo.
Pregúnteme más, me voy a ruborizar bastante.

. . .


Estimados lectores:

Por aquí, más de lo mismo. Para qué contarlo, lo de siempre, aburrido en cuanto a las rutinas que se me escapan de las manos, como el tiempo. Para qué anunciar que no escribo en unos días… y yo qué sé cuándo voy a escribir, en cualquier momento puedo hacerlo, o pasan los días como ha sucedido hasta que me doy cuenta de que llevo mucho sin publicar nada. Esto ya ha pasado antes, ya lo sabéis.
En cuanto a mis problemas, poca gente los conoce, y por tanto, de pocos recibo apoyo y consuelo. No me he visto con ánimos de escribir en el blog, en estas circunstancias.
Vengo a vivir a la Costa del Sol y esto parece la España Verde o como se llame el norte, estoy frita pues si algo ensombrece mi ánimo y alimenta la agorafobia es la lluvia, que además me ha traído un regalito en forma de largo resfriado.
Me ha empujado a escribir el mail de un lector, no sé qué don tiene, y el comentario de otra lectora, que confieso me ha hecho llorar. He recibido un abrazo estos días también de un lector conocido, muy emotivo.
Tengo correo vuestro pendiente de contestar, ahora me pongo a ello un rato.
En resumen: a ver si vuelvo a escribir.

***

Notas propias para la psicóloga

Estimada psicóloga,

le escribo en un intento de ordenar mis pensamientos, últimamente confusos, a la hora de preparar nuestra entrevista de mañana.

Sé que usted me preguntará cosas. Perdón, tú, pues acordamos en tutearnos.
Decir que mi vida es monótona y aburrida es una verdad a medias. Surgen imprevistos, que hacen cambiar planes.

Esto ha afectado también al planning de actividades. No he sido lo regular que debiera. No soy capaz de mantener esa disciplina férrea que se me pide. Sé que al principio nadie lo espera de mí, ni yo misma tengo la suficiente confianza en ello. Intento no frustrarme, ser consciente de que tropiezo y que debo levantarme, pero necesito de tu consejo porque me cuesta bastante el hacerlo.

Debe ser por la medicación, o por el ejercicio, no lo sé, los hechos son que he perdido peso y que tengo somnolencia y fatiga, es sólo un dato acerca del cómo me encuentro: el punto de partida últimamente no es el óptimo para enfrentarme, por ejemplo, a las tareas domésticas, que hace meses afronto en solitario, sin un apoyo que me hace falta por mi tendencia natural al caos.

Me duermo por las mañanas, esto es toda una novedad, pues cuando nos conocimos me levantaba al alba. Tomo poquísimo café, pues vuelvo a tener niveles de ansiedad altos.

Tengo alguien de mi entorno que en vez de dar los buenos días, me pregunta si soy feliz. Le digo la verdad, y muchos días de lluvia le digo que francamente no, y entonces me riñe, ja, ja. Soy feliz, sí, en general, por estar viva y bastante sana en lo mental, vistos los infiernos de los que salí hace ya mucho tiempo.

Eso dista mucho de estar satisfecha en la vida.

Quizá es este invierno, que con tanta lluvia me está matando, y es mes "de bajones", como me acaba de decir por teléfono una amiga también bipolar, que hoy mismo también estaba pachucha, cuando el otro día se la oía perfecta de moral.

Oscilamos, claro. A eso, no puedes ayudarme.

Sí a un par de cosas que voy a contarte, pues me hallo perdida en bucles, y necesito que me guíes.

Siguió la entrevista con “mis cosas”... las que no publico ;)

. . .

Escrito la semana pasada, en un intento de aclararme, no fueron notas para darle.

Versión original II - Traducción al español

Madrid, 8 de junio de 2006

Hola,

(…) ¿No tienes el teléfono de ningún bipo? A veces, una conversación por teléfono hace milagros, más que un post en el foro que leen miles de desconocidos y sólo contestan diez conocidos que sólo conoces por un nick.

No me extraña que salieses de la consulta histérica. A mí todavía me pasa, no te creas. Un día, que me subiesen [x Mg.] del estabilizador me dejó tan neurótica que al salir de la consulta, mientras paseaba sin demasiado sentido porque iba hacia la Castellana pero necesitaba caminar antes de tomar un autobús… me compré una parka [chaqueta de invierno], rebajada, pero un gasto (precisamente hoy he encontrado el ticket y lo he roto), y lo sabía cuando la pagaba, además, pero no podía evitar hacer lo que un día escribí en la página (gracias por cierto por tus elogios): "cuando se sale de la consulta, si no se puede cometer un pecado carnal, hay que cometer otro, normalmente económico".

La putada es que si los psikis hacen bien el trabajo, no dan buenas noticias, aunque las expliquen bien y las entiendas, las discutas si no está clara la cosa y se llegue a un acuerdo. Si estás en una crisis, te cambiarán el tratamiento. Si has pasado la crisis, te darán caña en el tema de los hábitos. Si tienes una oscilación, que puedes consultar por teléfono, te subirán o bajarán la medicación. Qué podemos esperar, són médicos, y no nos quieren putear, pero para nosotros es muy duro (…). Un fármaco que te cambia la vida, directamente, lo que puedes comer y lo que no… una decisión dura, supongo, y meditada, pero precisamente por eso, veo esperanza, y el sacrificio si funciona valdrá la pena, incluso la lágrima.

Yo también he llorado en las consultas (…). Y pienso que hacemos bien en llorar si es lo que el cuerpo, el alma, nos piden. No sirve de nada hacerse la dura, precisamente con quien ha de conocer nuestra debilidad para ayudarnos a superarla. Un dia hace años, un dia que me encontraba fatal, llamé al terapeuta que tenía (terapia que no sirvió de nada) para decirle que no podía ir, y me respondió que precisamente si me encontraba mal, era cuando más necesitaba esa sesión, y también lloraba, cuando estás jodido lloras, y menos mal que tú y yo podemos, hay quien no puede y… ¿por dónde le escapan los sentimientos de impotencia, entre otros, a esa persona?

 (…) no sé hasta qué punto se ha de informar a los familiares, mi madre entraba siempre después de mí para ser informada, yo lo prefería y además, como te he dicho, [yo] salía de la consulta callada, preocupada casi siempre, dándole y dándole a la cabeza y con miedo de no recordar cosas que no sabía si había escrito o no en el cuaderno, pero cuando salía, no tenía ganas de abrirlo de nuevo. Puedes decir que es tortura, puede que lo sea, pero tortura es lo que necesita nuestro cerebro para volver a funcionar bien y no torturarnos, o pienso así o me pego un tiro. Las consultas son duras y nosotros no somos imbéciles, somos gente que necesita un tratamiento y una educación para vivir con esto, y nadie nace enseñado. La paciencia es lo más desesperante, por carácter todos los bipos que conozco y yo misma si queríamos alguna cosa era ya y para ya, y paciencia cuando estás jodido… te lo has de repetir y te lo han de repetir mil veces, como un mantra. Yo usaba una canción cuando se me acababan las fuerzas, otro mantra.

El caso es que has avanzado, eso te han dicho, quédate con esta buena noticia. Salir de una [crisis] tan grande… poco a poco, y ya has hecho pasos. A mí me costó año y medio, el puto [episodio] mixto este, pero mi historia es la de un diagnóstico erróneo que me jodió la vida y cuando llegué a [esta] consulta llevaba años enferma y mucho, y encima enganchada al alcohol. Quizá [estos terapeutas] no sean los mejores, pero a mí incluso me salvaron la vida, de forma que para mí lo son.

Bien, ahora soy yo la que se enrolla. Me ha gustado mucho recibir noticias tuyas y tu mail me ha hecho reflexionar, de forma que sólo puedo agradecerte el tiempo que me has dedicado.

Un abrazo,
Blue
6******si quieres charlar o simplemente, chillar, o llorar.

. . .

Como introducción, porque es un post muy antiguo. En el 2006, tuve por una temporada otro psiquiatra en Madrid. Todavía tomaba algo que me dejaba K.O. y la pauta era desquiciante. Me "sujetaba" de los vaivenes del trastorno esa pauta a la que debía obedecer, por supuesto, o perdía la libertad condicional.

Este post fue publicado en catalán, idioma en el que escribí esa carta a una mujer de Barcelona en respuesta a una suya. Tenía pendiente esa traducción (literal), mil veces pedida (en las FAQ ruego que la gente traduzca lo que escriba en otras lenguas, así que me toca a mí también), que publico con demora. Entre corchetes, aclaraciones varias. Entre paréntesis, las habituales omisiones a nombres o temas personales del original.

http://carnedepsiquiatra.blogia.com/2006/061501-version-original-ii.php

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TLP: Trastorno Límite de la Personalidad

TLP: Trastorno Límite de la Personalidad

 

De un tiempo a esta parte, y cada vez con más frecuencia, están llegando a las consultas de psiquiatras y psicólogos, y también a las urgencias de los hospitales, casos de personas, en su mayoría jóvenes, que sufren de una especie de caos personal, que a veces les lleva a poner en peligro su vida.

Estas personas se sienten consigo mismas en un casi permanente estado de confusión, como si no tuvieran una identidad propia suficientemente constituida que les sujete en la vida.

Tienen verdaderas dificultades para regular sus necesidades desde sí mismos, por lo cual se encuentran a merced de sus propios impulsos, a los que no saben poner límites. Viven en una permanente inestabilidad emocional, como en una especie de "montaña rusa", de la cual, y esto es lo grave del problema, pueden salir despedidos en cualquier momento.

Intentan combatir su angustia y el miedo que la conciencia de esta situación les produce, aferrándose en una relación "quasi-simbólica" con cualquier persona, grupo, sectas y también con la droga, el sexo, el juego, etc., y siempre de una forma compulsiva.

Son extremadamente sensibles y lábiles, por lo que sus relaciones interpersonales y sus afectos pueden variar de un extremo al otro, incluso varias veces al día, con la consiguiente sensación de inestabilidad y confusión que produce en ellos mismos y en los que le rodean.

Viven pues constantemente en los extremos, pasando de la euforia a la depresión, de la ingenua credulidad a la desconfianza paranoide, del amor al odio, y todo porque su estructura mental no les permite integrar, psicológicamente hablando, los matices, las gradaciones ni las ambivalencias. Es un Todo o Nada.

En momentos de excesiva presión y tensión emocional pueden llegar a descomponerse en la forma de un brote psicótico, que puede ser algo puntual, o el inicio de una descompensación psicótica.

Esta dinámica personal les lleva a cometer, a veces, actos de graves consecuencias. Pueden llegar a robar y a delinquir, pero muchas veces no es más que un torpe intento de sentirse formando parte de un grupo o de una cultura determinada. De nuevo en una desesperada búsqueda de la "identidad perdida".

Algunos sufren de anorexia o de bulimia, organizando su vida alrededor del alimento y utilizándolo como un vehículo de expresión de su propia conflictiva interna y relacional, debido a las dificultades que tienen para tomar conciencia y verbalizar sus necesidades, deseos y temores. Pueden utilizar la comida para "tapar" o "llenar" un sentimiento de falta, de vacío (bulimia), como para expresar su más profundo malestar y rechazo hacia algo o alguien (anorexia).

Los que se "enganchan" a las drogas van a parar a centros de toxicómanos, pero "en voz baja" le confiesan al teraputa que toman la droga para intentar evadirse de su angustia y de su caos personal. Sin embargo, su inestabilidad e incontinencia, suele provocar que acaben siendo expulsados de los tratamientos por repetidas transgresiones de la norma, aumentando esto su sensación de fracaso y de culpa, y generando, por tanto, nuevos y mayores impulsos autodestructivos. Es un círculo vicioso que los tiene atrapados. Esta dinámica psicológica está estrechamente vinculada con un fondo depresivo, el cual se refuerza a medida que la enfermedad evoluciona, lo que hace que muchos de estos enfermos tengan a menudo ideas de suicidio, las cuales llegan a ponerse en acto en un número determinado de casos, aunque sea de forma "accidental" (accidentes de circulación, sobredosis de drogas, contagio de enfermedades víricas, etc.).

Los familiares de estas personas se sienten impotentes y confusos. No entienden qué ocurre, qué están haciendo mal, o qué podrían cambiar con tal de mejorar la situación. Acuden a especialistas en busca de consejo y orientación, pero a menudo la propia urgencia y angustia del problema, así como la ausencia de centros específicos para abordar esta enfermedad en su globalidad, hace que se haga difícil encauzar el caso bajo una dirección terapéutica determinada.

Estos son algunos de los aspectos que caracterizan a estas personas, que al haber sido observados como comunes a una población de enfermos, se han constituido en un síndrome específico que recibe desde la psiquiatría (D.S.M.), el nombre de Trastorno Límite de la Personalidad, y como todo síndrome está sujeto a las diferencias individuales.  

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Tomado del cuaderno informativo de ACAI-TPL, reproducido en la web  http://usuarios.discapnet.es/border/tlpstart.htm)

Dos páginas web sobre el Trastorno Límite de la Personalidad:

http://usuarios.discapnet.es/border/

http://www.sin-limite.net

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Este trastorno acompaña muy a menudo a pacientes con Trastorno Bipolar, y también ha de ser diagnosticado por el psiquiatra, lo que se llama "comorbilidad con". Acompaño el texto con el cartel de una película, "Inocencia interrumpida",  donde Winona Ryder interpreta a una paciente con TLP.

***

Desheredaríamos a nuestros familiares

Un chico del que hablé en otro post empieza a tener síntomas. Una familiar, que es amiga mía, lo ha notado. Me lo cuenta, y le digo que vayan rápido al médico. Estas cosas van a más, por desgracia.

Los síntomas van hacia arriba, y no sé de nadie que haya parado en esta carrera, o haya dado marcha atrás por sí mismo, es decir, tal como empezó la cosa.

Por suerte, tenía visita concertada esta semana con su psiquiatra. Le recomendé que, ya que el chico no es consciente de que empieza a estar enfermo, la familia hablase con el médico también. Sintiéndolo mucho, es por su bien. No por ser joven, o menor de edad, sino porque se han dado cuenta de que se le está yendo la pinza, y él no.

Porque en estos casos, el paciente no le dirá al médico que se encuentra mal, lo normal es que digamos que estamos bien, o mejor que nunca. O que demos un paseillo por la consulta, diciendo monosílabos y encogiéndonos de hombros, cubriendo el expediente para que nos dejen en paz.

Rápido al médico, no demoras, incluso a urgencias.

O sé de un caso reciente, una de dos: o demasiado tarde se acudió a tomar medidas, o la crisis fue demasiado rápida sin síntomas que diesen tiempo a reaccionar, y el resultado fue un ingreso de semanas.

Nos jugamos demasiado en ello. De lo que nos jugamos, no he hablado nunca, o no demasiado, pues me asusta, y no estoy aludiendo a la convivencia en un psiquiátrico, sino a los daños que sufrimos sin saberlo (un día lo escribiré), por no decir al sufrimiento (el propio, por supuesto lo doy) de nuestros familiares. Y tras eso, qué, más consecuencias, la recuperación post-ingreso, volver a la vida cotidiana, cuando no a una depresión de meses...

Creo que debemos poner a nuestros familiares sobre aviso, para que nos ayuden en esos momentos donde no somos conscientes de que empezamos a perder el control, digo empezamos, porque perderlo significa pagar un precio muy, muy alto.

Dejemos hablar a nuestros familiares con el psiquiatra en la consulta, sin estar nosotros en esa entrevista, a poder ser, pues quizá les desheredaríamos.

***

Digestión a solas

Digestión a solas

Creo que Hermano y yo llegábamos del cole al mediodía con cierto pánico, o desasosiego, ante la incógnita, pues a Padre le gustaban los platos “de cuchara” y podía suceder cualquier cosa, cómo compadezco a Madre ante nuestra angustia como recompensa a su trabajo: desde potaje gallego, hasta lentejas, cuando es bien sabido que a los niños les gusta la pasta. Y no se podía dejar nada en el plato, claro.

Lo recuerdo ahora, ya crecidita y por supuesto con gusto por ese tipo de comidas, pues estoy a punto de atacar a unas lentejas con chorizo, de lata. Acudo a las conservas cuando no sé qué comer, tengo hambre, pero no me apetece en absoluto el filete de pollo que acabo de comprar.

Vale que esto contiene mil conservantes, pero a saber qué le dieron al pobre bicho que cenaré a la plancha. Cuando veo y huelo el pienso de los perros, me muero de asco.

Son cosas del vivir solo. Parte de lo que aquí escribo, más de la mitad, tiene que ver con ello, pues por una parte los bipolares podemos disfrutar de autonomía, cosa que se nos recomienda (eso, que cada uno lo hable con su psiquiatra), y por otra, todo se hace más duro, cosa que también le sucede a otra gente que se ha divorciado.

Te haces cualquier cosa rápida, son pocos los que conservan la costumbre del cocinar o se aficionan a ello de repente, como un hobbie nuevo. Aquí lo que manda es el microondas y el congelador, y por supuesto la ensalada. (Pero soy de las que llenan la nevera, por lo que me ha sucedido con el pollo: no siempre me apetece lo que tenía pensado, necesito una alternativa).

Comes en cinco o diez minutos, sin hablar con nadie. No es que sea triste, que nadie lo piense o sienta así, simplemente te acostumbras a ello, y cuando tienes oportunidad de lo contrario, te parece la gran fiesta... o el gran agobio.

La comida es como un sacramento, recuerdo que me dijo I. una vez, conversando. Pues sí, en mi casa se comía y cenaba viendo el telediario, esa era la convocatoria a sentarse en la mesa. También recuerdo una comida en casa de los padres de Henri, y sentí un calor que bien hubiese querido en mi propia familia. Inaudito… comían, y a la vez contaban chistes, gastaban bromas, chascarrillos... reían. El entretenimiento eran ellos, y cómo te debe preparar eso para una buena digestión, amén de otros aspectos.

Algo falla en mis neurotransmisores. Estoy comiendo chocolate de postre.

***

Eres como el choque de autos que puedo ver pero no puedo evitar

 

Eres ese último trago que nunca debí haber bebido

El tren que nunca habí haber tomado

Como el avión al que me avisaron que no debía subir

Como esa película que es tan mala, pero tengo que quedarme hasta el final

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El estribillo de esta canción me pone los pelos de punta.

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Extracto de la letra de la canción de Pulp "Like a friend" (1998, banda sonora de "Grandes expectativas"). Vídeo subtitulado al español.

Letra completa en español: http://www.songstraducidas.com/letratraducida-Like_a_friend_14447.htm

No te molestes en disculparte
¿Porque no entras?
Fúmate todos mis cigarrillos, otra vez
Cada vez que estamos no consigo llegar más lejos
¿Cuanto tiempo ha durado?
Ven
Y pisa mis sueños

Me robas el tiempo
Como una revista barata
Cuando podría estar aprendiendo algo más
Sabes perfectamente a qué me refiero

He hecho esto antes
Y lo haré otra vez
Ven y mátame nena
Mientras me sonríes como una amiga
Y yo iré corriendo
Solo para hacerlo, otra vez

Tú eres la ultima copa que nunca debí haber tomado
Tú eres el cuerpo escondido en la maleta
Tú eres el hábito que no puedo dejar
Tú eres mis secretos en la primera pagina de cada semana
Tú eres el coche, que nunca debí comprarme
Tú eres el tren, que no debí coger
Tú eres la cicatriz que me hace esconder la cara
Tú eres la fiesta que me hace darme cuenta de mi edad

Como un accidente de coche que veo pero no puedo evitar
Como un avión al que me dijeron que no subiera
Como una película que es tan mala pero espero hasta el final
Déjame decirte ahora
Que eres una afortunada porque seamos amigos

 

Ante el mal tiempo, mala cara

Ante el mal tiempo, mala cara

Ayer tenía cerrada la ventana, pero al ser consciente del sonido de los coches circulando sobre mojado, abrirla y comprobar que estaba lloviendo, me cambió el humor por segunda vez. Otra vez a lavar esa ropa, aunque poca, tendida fuera.

Es curioso cómo el tiempo nos hace oscilar a muchos. El desánimo que siento cuando no puedo completar la tarea de un simple montón de ropa a veces me rompe la paciencia.

Pero qué mal me sienta la lluvia. Qué invierno estamos teniendo. Y vuelve el frío en plan ola, además. Decían que aquí no lo hacía, cuando en realidad me pongo los mismos chaquetones que en Madrid, más por el factor humedad, claro.

En verano, cuando el sol ya me asfixiaba, agradecía tanto un día nublado...

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Y es cuando el desánimo me contaban que se apoderaba del ánimo de muchos bipolares, que también parecían encapotarse con el tiempo.

Y el cambio de estación.

Y las fiestas navideñas.

Y cualquier cambio en las rutinas cotidianas.

Y nos vamos a la porra.

Como mucha otra gente que no tiene el trastorno, que también acusa los cambios cotidianos, no de forma tan fuerte, pero no tenemos la exclusiva.

Sólo que para nosotros, sí es como una excusa, más bien dispensa, porque entonces nos encontramos mal.

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Borrador 11/01/2010. Lamento colgar textos poco trabajados, pero tengo mucho quehacer y me levanto tarde estos días, cosas del dormir bien. Tengo un montón de fotos que me envía mi ángel Víctor para ilustrar los posts y tampoco tiempo para seleccionarlas y subirlas. Pacienciaaa que primero es lo primero.

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Insomnio MMX-I

Insomnio MMX-I

De nuevo se llenan esos arroyos ya secos, la ansiedad devora por la noche y llega el insomnio, y con él puede que también las ganas de comer. Ataca el insomnio, arrasa con los progresos, mina las fuerzas, dónde han ido las rutinas, al arroyo. Es peor si duermes de día, si tienes ansiedad te sobresaltará una pesadilla de taquicardia seguramente, o se repetirá la ceremonia por la noche y despertarás de madrugada en el escritorio con las cervicales hechas polvo. Es peor si tomas café para despejarte y afrontar el día, porque la ansiedad se apoderará de todo tu pecho y todavía no habrás abierto los ojos. Demasiado debilitado por el sueño y la ansiedad, deambularás todo el día sin saber qué hacer, perdiendo el equilibrio constantemente, temblando incluso porque has cometido la estupidez de tomarte ese café. No, no es buen momento para reclamar una factura de telefóno.

De los archivos de Blue

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Imagen: http://purasletras.wordpress.com/page/2/

No busques un por qué a la ansiedad

No busques un por qué a la ansiedad

 

Esta blogger sólo necesita de sus cafés para acompañarla al teclado. Pero se ha pasado al descafeinado, porque la ansiedad ataca de nuevo hace días, incluso ha despertado a sus fantasmas, las fobias, hijas de la ansiedad, cosa que no interesaba. Y a los ataques, por ello se ha despedido de todos los excitantes, excepto el tabaco.

A pesar de ello, ahora mismo nota como un bultito que hace pum-pum y duele bajo las costillas en el lado derecho. Por un solo descafeinado? Respirar despacito conscientemente, estar tranquilita, y desear que no vaya a más, para no tener que tomarse una pastilla extra, pautada hace años para estas situaciones. Como no ha hablado con nadie ni por teléfono, no sabe si se ahoga haciéndolo, menos mal, porque se siente algo ahogada ya.

Que si el mal tiempo. Que si la ropa que no se seca por el mal tiempo. Que si problemas personales. Que si... No, no, no es nada de eso.

No busques un por qué a la ansiedad. Díselo al médico y punto.

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De la importancia del buen dormir y de rutinas de un sábado

De la importancia del buen dormir y de rutinas de un sábado

 

Ayer Blogia mudó de servidor, y no pude postear. Hoy sábado, se me ha activado el "chip" del "fer dissabte", esto es, limpieza general. Como si trabajase. Qué le vamos a hacer, son demasiados años de rutina incluso para que un psicoeducador intente dosificarte.

Lo primero que he hecho cuando me he dado cuenta de que mi vecino, al que no molesto con tareas cuando me despierto pronto, se iba de excursión hoy, ha sido poner una lavadora. La ola de frío ha dejado Sierra Nevada (-16ºC) muy apetecible para todos los esquiadores.

Ya veremos si la ropa se seca, con esta humedad, aunque aquí no haga ese frío ni de lejos. Aquí el tiempo se parece al de Barcelona, aunque es mucho más suave. Creo que ya ha parado el diluvio universal que nos ha tenido contentos todo el período navideño.

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Sin querer, el vecino me ha despertado. Cuando hubiese dormido dos horas más. Esto me ha roto el día, ahora que duermo ocho horas. Me vengaré con una siesta, pues el cuerpo me pedirá luego esas horas, dos y no más.

No es casualidad que me encuentre mejor porque sí, es causa directa de que esté durmiendo bien.

Después de muchos meses de insomnio, recuperar lo que es de manual, pues así está escrito en todos, me ha proporcionado una mejor calidad de vida.

Siempre se lo he dicho al psiquiatra, que ha hecho lo posible farmacológicamente para que ello fuese posible.

Fue empezar con las actividades, y de repente, pluf, caer muerta en la cama, y encima con una sonrisa.

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Es estúpido decir que hay que poner de nuestra parte.

Lo sensato es decir que no todo lo hacen las pastillas.

Y que si no hay un sueño de calidad, y estoy hablando siempre de mi caso, no se aprecia una mejora en el tema bipolar.

Buenos días.

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P.D. Esto tiene visos de ser un post dinámico, o de contener posdatas con anécdotas varias sobre meteduras de pata marujiles. De momento, en la lavadora se ha mezclado una manta pequeña de las que sueltan bolitas con calcetines. ¿Despistes del no haber dormido lo que debiera?

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Realidades y estudios sobre psicoeducación

Realidades y estudios sobre psicoeducación

España, a la cabeza de las terapias del trastorno bipolar

  • Ha demostrado que la psicoeducación es la primera intervención psicológica eficaz
  • Acaba de iniciar el primer ensayo mundial para validar la rehabilitación cognitiva

MADRID, PATRICIA MATEY


Los pacientes psiquiátricos españoles, sus médicos y sus familias tienen mucho que celebrar el próximo sábado 10 de octubre. A la convocatoria del Día Mundial de la Salud Mental —y el reconocimiento implícito que esto supone para ellos— se suma el hecho de que nuestro país esté liderando diversos estudios que están transformando el abordaje terapéutico de algunas de las patologías psiquiátricas más comunes.

 
Lo demuestra el hecho de que Europa acabe de volver sus ojos hacia nuestro país, concretamente hacia el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam). Creado el 1 de enero de 2008 por el Instituto de Salud Carlos III, y financiado ahora por el Ministerio de Ciencia e Innovación, es el protagonista único de un número especial de la prestigiosa revista ’The European Journal of Psychiatry’ en el que se recogen varios estudios realizados por la institución.
 
A esta buena noticia se suma, tal y como ha podido saber elmundo.es, el inicio, hace nueve meses, del primer estudio multicéntrico mundial cuyo fin es validar la eficacia de la rehabilitación cognitiva en el trastorno bipolar. Esta patología afecta al 3% de los españoles y se caracteriza por una alteración del estado de ánimo que se presenta en forma de episodios de manía y depresión que se alternan o se dan a la vez.
 
Eduard Vieta, coordinador del Área del trastono bipolar de Cibersam y director de la Unidad de Bipolares del Hospital Clínic de Barcelona, detalla la investigación. "Se trata del proyecto estelar del grupo y en él trabajan 10 equipos nacionales de investigación. El ensayo va a comparar la psicoeducación, la rehabilitación cognitiva y la terapia tradicional en 300 pacientes".

Unidades especializadas

Precisamente este especialista, junto a su equipo (20 profesionales), es el padre de la primera unidad de bipolares de nuestro país y "de las primeras de Europa. Por ella pasa actualmente una media anual de 800 pacientes", destaca Vieta. Pero también ellos han sido los primeros en constatar que la psicoeducación es la primera intervención psicológica que ha demostrado su eficacia en el trastorno bipolar. Y, además, a largo plazo. Concretamente, seis meses de este tipo de terapia evita recaídas cinco años después de su administración en los enfermos que siguen su tratamiento farmacológico, tal y como publicaron recientemente en ’The British Journal of Psychiatry’. "Enseña a los pacientes a llevar las riendas de su enfermedad, a convivir y a sobreponerse a ella para que la patología no les arruine la vida", puntualiza. Ahora, Eduard Vieta tiene la vista puesta en el ensayo que ha iniciado, y del que se esperan resultados en dos años.
 
"En la última década se ha constatado que buena parte de los pacientes bipolares, aunque estén estabilizados, comete fallos que repercuten en su vida cotidiana, como la laboral y la social. Sufren falta de memoria, incapacidad para planificar u organizarse... Por este motivo, hemos pensado que la rehabilitación cognitiva, que hoy se utiliza en el Parkinson, Alzheimer o en personas que han sufrido un accidente, puede ayudarles a recuperar sus capacidades cognitivas", especula.
 
De ser así, "estaríamos contribuyendo a aumentar su calidad de vida", añade el científico catalán. Alguno de los trabajos de este experto también han sido recogidos en ’The European Journal of Psychiatry’ un especial que, según Celso Arango, director científico del Cibersam, "atestigua el tremendo esfuerzo realizado y el potencial de la red".
 
Una labor que, explica, se "ha traducido en la publicación de más de 300 estudios originales durante el año 2008, en revistas internacionales de gran impacto". De hecho, y según Antonio Lobo, editor jefe de la publicación científica, "el Consejo Editorial ha juzgado que este consorcio de investigadores, de máximo nivel nacional en psiquiatría y salud mental, tiene suficiente entidad internacional también para poder difundir sus actividades y líneas de trabajo a una amplia audiencia, tanto por el contenido de sus trabajos como por la estructura de investigación de la red".
 
Precisamente, el editorial que acompaña al estudio, de María Ron, profesora de la University College de Londres, insiste en que "uno no puede sino impresionarse por la ambición de los programas de investigación y por el duro trabajo de quienes integran el Cibersam".
 

"Conocerme y cuidarme me ayuda a estar bien"

Elena, de 47 años, menor de cinco hermanos, es bipolar desde los 18. "La primera crisis la tuve a esa edad pero nadie sabía lo que me pasaba y tardaron 12 años en diagnosticarme", afirma.
 
Eran "otros tiempos", agrega. Hoy su vida laboral está dedicada al cuidado de las personas mayores y, también, al de sus padres, con los que vive en Peñalba de Castro (Burgos). Pero, sobre todo, trabaja consigo misma para mantener a raya su enfermedad.
 
"Sigo la medicación, tomo litio y un antipsicótico, pero sobre todo me cuido. Sé perfectamente cómo soy y lo que tengo que hacer [dormir lo suficiente, comer bien y hacer ejercicio] y lo que no". No ha participado en ningún programa de terapia de psicoeducación, pero ha recibido asesoramiento sobre este tratamiento por parte de su psiquiatra, a la que ve una vez cada tres meses.
 
"Todos los pacientes deben externalizar sus sentimientos y contar lo que les sucede para que les puedan ayudar", aconseja. Pero para que este deseo se convierta en realidad antes hay que vencer ciertos obstáculos. En palabras de José María Sánchez Monge, presidente de FEAFES (Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental), "se han superado muchos de ellos, ya que se ha conseguido que la sociedad y las administraciones tomen conciencia de la importancia y la trascendencia que tienen los problemas mentales, pero todavía hoy no está implantada en la mayoría de las comunidades la Estrategia de Salud Mental". Este plan fue aprobado el 11 de diciembre de 2006 por el Gobierno y las autonomías para mejorar la atención desde la sanidad pública, erradicar el estigma social de estos enfermos y fomentar la prevención en investigación en este campo.
 
Para Sánchez Monge, la atención idónea a los enfermos pasa por su "manejo en manos de equipos multidisciplinares y por la coordinación entre atención primaria y los profesionales especializados". De la misma opinión se muestra el especialista Jerónimo Saiz, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, para quien "las sociedades de atención primaria [semFYC y Semergen] están realizando una gran labor y un esfuerzo, pero la coordinación entre ellos y los servicios especializados sigue siendo la clave para el buen manejo de los pacientes".

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/10/07/neurociencia/1254938451.html

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Gracias una vez más, Víctor.

Queridos Reyes Magos 2010

Queridos Reyes Magos 2010

Queridos Reyes Magos:

publico esta carta con cierto retraso, porque me olvidé de tirarla al buzón. Como hace tantos años que no les escribo una... aunque sea algo mayor, todos llevamos un niño dentro.

Les haré un resumen así un poco a mano alzada de, claro, lo mejor que se me ocurre del año pasado así de repente.

Este 2009 ha sido un poco raro, he hecho cosas que no pensé que sucederían en mi vida: ahora vivo en Andalucía, por ejemplo. En lo ordinario, me he tomado las pastillas, y visitado a los terapeutas. Ya duermo ocho horas. He empezado actividades, y también empiezo a conocer a gente de aquí. Ha venido mi madre a verme, y yo la visité a ella también, y la llamo casi cada día. Me llevo bien con el resto de mi familia. Eso es porque he mejorado mucho, me dicen, aunque todavía me queda un camino por recorrer, de esos vitalicios.

Me haría muy feliz que atendiesen a alguna de mis peticiones materiales:

- Un jersey blanco
- Unas medias con motivos geométricos.
- Unas “bambas”, que se dice en mi tierra, o “tenis”, aquí donde vivo… zapatillas deportivas, para entendernos.
- Un cargamento de café de Oriente.

Agradecida de antemano,

Blue

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Imagen: así eran mis figuritas de los Reyes... http://shepaug4.blogspot.com/2009/12/carta-los-3-reyes-magos.html

Nivel beginner bipolar

Nivel beginner bipolar

La información, la información sobre el trastorno es lo que va a ayudar al tan importante proceso de concienciarnos de que tenemos esto, de que hay que aceptarlo.

Hoy he maldecido un tanto el estar fuera de los círculos donde se divulga el trastorno bipolar, mientras contestaba a un lector. Las asociaciones apoyan, informan, con ello ayudan tantísimo. Cuántas veces lo he recomendado. Qué hubiese sido de mí sin su apoyo cuando mi vida pendía de un hilo.

Luego, el psicólogo me puso a raya. Es su trabajo, no el de las asociaciones ni grupos de ayuda. Cada uno tiene su terreno.

Siempre recomendaré un psicólogo que haga las veces de psicoeducador, nada de psicoanálisis ni pájaras. Terapia cognitivo-conductual. Ayuda para nuestro día a día y concienciación. Psicoeducación.

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Que conste que lo intenté, volver a la información que dan las asociaciones. Me metí en la sala de conferencias, donde hablaba un psiquiatra. A la tercera frase, salí despavorida. Me acababan de proporcionar una información que no quería tener en la cabeza, quizá porque el contenido era demasiado avanzado para mí, tanto que lo percibí peligroso. Prefiero quedarme mil veces en el ABC de la cosa, porque además suelo olvidarlo.

Me ocurre con el inglés. Recientemente, conocí a una inglesa. Veo todo lo que puedo en versión original subtitulada, todas las series de TV que me bajo. A la práctica, resultó que podía hablar bastante bien. Pero era consciente de que cometía errores de nivel elemental.

He decidido volver al nivel beginner. Necesito repasarlo, o lo que sé es inglés mojado. Aquí tengo unos libros de inglés básico, por ejemplo. Para qué los necesito ahora, pues para quitarme la rabia que me dio quedarme en blanco para decir un simple número que aprendí cuando tenía quince años.

Sobre lo bipolar, actuar en dos frentes es lo que tengo encima de la mesa, de momento. Myriam, como amiga, me ha puesto dos deberes de sentido común. Tengo psicóloga pronto, y también espero que me cuente cuatro cosas que necesito oír, que de hecho ya empezó a hacer el otro día. Aunque me las hayan dicho ya desde hace seis años: de hecho, es un discurso que se ha ido repitiendo durante ese tiempo, despacio, hasta poder aplicarlo. Es asumir poco a poco una vida nueva tras haberse roto la tuya, paso a paso... así puedo contarlo ahora (y quizá me equivoque mucho dando un sólo apunte acerca de lo que es la psicoeducación), además de llenarte la agenda vital de responsabilidad con la toma de pastillas y actividades. Hay demasiado sentido común en toda esta historia, no es ningún lavado de cerebro sino un apoyo necesario ante la que te ha caído.

Algo no va bien ahí en el ABC, por muy bien que me sienta de la azotea. Por eso volveré a la psicoeducación. Tropezamos con la misma piedra, dicen.

La información es necesaria. Pero no deja de ser teoría. Practicarla es otra historia.

Malditos verbos irregulares. Maldita ducha.

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